Los niños son especialmente vulnerables a la contaminación atmosférica y los daños de ésta pueden empezar en el útero, con efectos sobre la salud que pueden durar toda la vida. Por ejemplo, los niños inhalan más aire por kilogramo de peso corporal y absorben más contaminantes que los adultos mientras sus pulmones, cuerpos y cerebros aún se están desarrollando. El informe incluye datos de más de 200 países y territorios de todo el mundo, lo que indica que casi todos los habitantes del planeta respiran diariamente niveles insalubres de contaminación atmosférica, con repercusiones de gran alcance para la salud.
La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas. Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado define la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona humana”. En 2015, los dirigentes mundiales aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible , que consta de 17 objetivos dirigidos a construir sociedades más pacíficas, justas y sostenibles. Reconociendo que las desigualdades atentan contra el desarrollo socioeconómico a largo plazo y pueden generar violencia, enfermedades y degradación ambiental, uno de los objetivos —el Objetivo 10 tiene por objeto reducir las desigualdades y las disparidades de oportunidades, ingresos y poder. La inequidad asociada a los roles de acuerdo con el género está presente en diversos aspectos de la desigualdad social.
Las oficinas de impuestos de muchos países tienden a dar beneficios a las grandes empresas, mientras los ciudadanos comunes deben soportar una carga tributaria que no merecen. Y lo hizo restringiendo el paso de estas personas y delegando en sus fuerzas de seguridad el derecho a deportar a las personas refugiadas sin siquiera tener en cuenta razones humanitarias. La credibilidad de la regla fiscal hace que la política fiscal sea más incluyente, sostenible y transparente. Los multimillonarios se hacen cada vez más ricos y los pobres son arrastrados a una pobreza cada vez más extrema.
Este país ha decidido, en primer lugar, permitir que los hogares tengan ingresos enormemente desiguales (es decir, “desigualdad de los hogares”), explica Grusky. “La evidencia inicial, que se refería únicamente a los resultados de los adultos en el estudio, no fue concluyente. Según Lockwood (1966), las personas se asignan a sí mismas a las clases sociales la desigualdad humana de forma simbólica, basándose en sus experiencias con el poder y el prestigio. Generalmente, las alteraciones en la estructura de clases son el resultado de cambios en los modos de producción dominantes utilizados en la sociedad. Un ejemplo importante de ello es el cambio entre las sociedades industrial, postindustrial, y del conocimiento .
Los llamados desiertos alimentarios, en inglés ‘food deserts’, son regiones en las que es muy difícil, o imposible, hallar alimentos saludables y frescos, tales como frutas y hortalizas. La segregación racial puede resultar en la marginación de minorías sociales e individuos debido a su procedencia, por el colour de la piel o por la pertenencia a una cultura vista como inferior. Además, el acceso a tribunales, o al amparo de las leyes, puede verse truncado en aquellos casos donde son requeridos por migrantes o refugiados. A veces no cuentan con la protección necesaria para su regular desenvolvimiento en la sociedad de acogida.
Se registraron resultados positivos en términos de salud de los participantes, de reducción de la concentración de la pobreza y satisfacción con las nuevas condiciones de vivienda. Consideremos hasta qué punto sigue influyendo la clase social en las oportunidades vitales. Las siguientes son explicaciones sociológicas habituales del vínculo entre clase social y género. Las siguientes son explicaciones sociológicas habituales del vínculo entre clase social y salud. El resultado directo de esta situación es que muchas personas se sienten rechazadas y discriminadas.
La desigualdad se puede presentar en varios ámbitos de la vida, en lo económico, en lo político y en lo judicial. Está representa por la falta de equidad en la distribución de recursos entre las diferentes clases sociales. Algunas personas reciben en mayor o menor cantidad ayudas económicas, educación, salarios, justicia social y derechos ciudadanos. Más allá de las diferencias de ingresos, la desigualdad socioeconómica se manifiesta en otras dimensiones de la vida de las personas. La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud. La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto.
Datos de Banco Mundial (2016) muestran que los países que presentan una mayor diferencia en los ingresos tienden a presentar un menor grado de movilidad intergeneracional. Esto significa que hay una correlación clara entre la disparidad de los resultados y la de oportunidades –que determina la movilidad social–. Mejorar el acceso a los bienes y servicios básicos es otra propuesta común para acabar con la desigualdad social.
Las desigualdades repercuten en la esperanza de vida y el acceso a servicios básicos, como la atención sanitaria, la educación, el agua y el saneamiento, y pueden coartar los derechos humanos, por ejemplo, debido a la discriminación, el abuso y la falta de acceso a la justicia. Cuando las desigualdades son considerables, desalientan la formación profesional, obstruyen la movilidad económica y social y el desarrollo humano y, en consecuencia, inhiben el crecimiento económico. Asimismo, afianzan la incertidumbre, la vulnerabilidad y la inseguridad, socavan la confianza en las instituciones y el Gobierno, aumentan la discordia y las tensiones sociales, y desencadenan actos violentos y conflictos. Cada vez hay más pruebas de que son las desigualdades de los ingresos y la riqueza las que impulsan el auge del nativismo y de las formas extremas de nacionalismo.
Las personas en situación de pobreza extrema suelen encontrarse excluidas debido a la falta de recursos para salir de esta situación. Además, la ayuda social que podrían recibir requiere de procesos administrativos burocráticos, complicados o inaccesibles. Es una de las consecuencias más graves de la desigualdad, que condiciona las oportunidades de crecimiento y desarrollo de la población más desfavorecida.
Sin embargo no se observaron efectos significativos en el empleo de los adultos o en la educación de los niños. Según la base de datos bibliográfica IDEAS (obtenida del repositorio económico Research Papers in Economics), Katz ocupa el puesto sixty seven entre los académicos de economía más citados de todos los tiempos. La idea period descubrir si ayudar a familias asignadas al azar a mudarse a un vecindario mejor los beneficiaría económicamente. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer antes de alcanzar la igualdad complete.
Muchas de estas prácticas se manifiestan mediante la expectativa de que realicen trabajos no remunerados en el hogar, o en otros espacios. En otros casos, se da la discrepancia de ingresos diferenciada por el género, donde las mujeres son afectadas. Por tanto, promover prácticas sostenibles no solo contribuiría a proteger el medio ambiente, sino que también ayudaría a que personas y familias la desigualdad hoy no perdieran sus medios de vida y pudiesen permanecer en sus hogares, en vez de verse obligadas a abandonar su residencia para buscar nuevas formas de subsistencia. La Agencia de la ONU para las personas refugiadas señalaba, hace unos años, que existe una relación directa entre causas ambientales, originadas por cuestiones como el cambio climático y el desplazamiento forzoso de población.