Propuestas De La Pesca Artesanal Al Congreso Y Al Gobierno, Para Un País Sin Hambre Le Monde Diplomatique Edición Chilena, Junio 2020

four.- Prohibir por ley que los Subsecretarios de Pesca puedan autorizar por resoluciones exentas destinar a harina de pescado especies distintas a las contempladas en la ley. Esta modificación urgente posibilitará colocar a resguardo las pesquerías parte de los ninety six ecosistemas marinos y costeros del país reconocidos hasta ahora de la devastación legal que protagoniza Subpesca a favor de las empresas pesqueras de las 7 Familias. Esta no es una materia técnica sino de Soberanía Alimentaria por lo tanto debe estar radicada en el Congreso. La inflación será la vía de escape en una economía incapaz de financiar su propio proceso industrializador. La modernización se lleva a las fábricas, a los campos, a la educación, a la salubridad, pero no a la estructura tributaria, lo que limitará las posibilidades de crecimiento de la economía y será la causa inmediata de los grandes desbalances del período. Para apreciar de dónde proviene el crecimiento global, se pueden combinar los datos de Oxfam identificando la proporción de emisiones por grupo de ingresos con los datos sobre la proporción que cada país representa en la distribución de dichos grupos de ingreso.

Una segunda salvedad tiene que ver con la fecha de inicio de la encuesta, que se ubica a finales de 1956, lo que deja una parte importante del proceso de industrialización sin información sobre jornales. Como ya hemos señalado, para la época que estudiamos no existe un registro oficial de los salarios de la economía chilena que entregue datos que cubran todo el país ni todo el período que estamos analizando. Las estadísticas oficiales comienzan a generarse de manera constante y homogénea solo a partir de 1959 a través del índice compuesto de ingresos de obreros y empleados ya mencionado. Además, en las estadísticas oficiales como los Anuarios Estadísticos de Chile, podemos encontrar datos de salarios y de salarios mínimos para algunos años.

La serie de salarios que elaboramos registra un período de la historia económica chilena atravesado por diversos eventos económicos, entre ellos, uno los más importantes son los incrementos constantes de precios y las disaster inflacionarias que se produjeron. Las variaciones anuales de salarios nominales pueden esconder en gran medida los ajustes propios del aumento constante de precios –con tasas de dos dígitos– que se comienza a ver a mediados de los años cuarenta. Es por esto por lo que, si bien la serie nominal que resulta de las estimaciones anteriores presenta los salarios promedio que recibían en dinero obreros y obreras por día en cada año, dado el protagonismo de la inflación, con estas cifras no podemos conocer un elemento fundamental desigualdad social actual para medir el alcance de la economía en la población, como es la capacidad de compra. Y, tal vez más importante aún, no nos permite contestar preguntas que aparecen desde el presente mirando a la historia salarial y la historia económica de Chile. Es decir, a través de los datos nominales no podemos saber si los salarios aumentaron, disminuyeron o qué tanto fue el efecto de las crisis inflacionarias en los ingresos de las personas en términos reales.

Si bien algunos autores 11 plantean que existieron aumentos en los salarios reales al last del período, y que se observaron mejoras en la distribución del ingreso, también existe coincidencia en que los efectos distributivos fueron menores. La distribución entre trabajo y capital no habría cambiado demasiado, si no que las diferencias distributivas se dieron entre los sectores de trabajadores, beneficiando a los sectores medios urbanos, es decir, a aquel segmento compuesto por los empleados públicos y privados 12 . Esto se desprende también de la investigación de Javier Rodríguez 13 , quien estima una disminución de la desigualdad durante estos años como consecuencia del aumento de los sectores medios. Para obtener la serie de salarios reales es necesario ajustar los ingresos nominales estimados en la sección anterior por un índice de precios que exprese el costo de bienes y servicios en este período. Por ello, hemos decidido utilizar el Índice de Precios al Consumidor (IPC) calculado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) a partir de 1928.

Una de sus principales limitaciones es que no abarca la totalidad del período que estamos estudiando, y que, en los primeros años entre 1959 y 1963, solo presenta un índice compuesto que incluye tanto a obreros como a empleados, lo que hace imposible tener una visión específica de los salarios obreros para este período. Así, el índice de obreros solo aparece a partir de 1963, bien avanzado el proceso de industrialización. Por otra parte, y como será la tónica de la mayor parte de las estadísticas oficiales, este indicador no entrega información sobre cómo eran los salarios de las mujeres en estos años.

Pero la economía es más que la producción y el consumo, es también el mecanismo que permite –o no– la sustentabilidad de la vida de las personas. Este aspecto de la disaster climática fue oscurecido por la manera en que se planteó el problema de la justicia climática durante la primera fase de la política climática global en los años 90. Por razones bastante evidentes, inicialmente la atención se enfocó en la enorme brecha de emisiones entre los países ricos y los países del mundo en desarrollo.

Dentro del 18,9% de aumento de emisiones globales contribuidos por aquellos que pertenecen al 1% superior del ingreso mundial, los norteamericanos son responsables del 19%, los países del Medio Oriente y el Norte de África de un 27% y China de un 28.2%. Los números negativos en algunas casillas de la siguiente tabla reflejan la manera en que el crecimiento de la economía de China ha sacado a una parte importante de su población fuera del 50% inferior de la distribución global del ingreso. La necesidad de contar con información que nos permita comprender y analizar el período en el contexto del trabajo, es decir, una de las fuerzas de la economía, pero que está menos documentada que el capital y la producción. Y, la importancia que tiene el proceso industrial en la conformación de la economía y vida actual, con el salario como elemento fundamental en nuestras estrategias de supervivencia. Una vez constatado el nulo crecimiento de los salarios durante gran parte del período de análisis, cabe preguntarse si esto fue así para toda la economía, si los salarios medios están siendo en realidad un reflejo de las pocas posibilidades de crecimiento de la producción chilena en este período. El proceso de desarrollo capitalista puede ser visto desde distintas esferas, el foco de la economía, y la política económica, en el crecimiento y la producción ha situado, no obstante, a gran parte de la investigación en el producto y el comercio 2 .

En la misma línea podemos analizar la inflación, el rol distribuidor de los precios en la economía tuvo un papel preponderante en esta al limitar las posibilidades de contrarrestarla por gran parte de la población. Durante la industrialización dirigida por el Estado la lucha por los ingresos se intensifica, y los resultados de esta se transparentan a través de la inflación. El traspaso de la política inflacionaria de inversión a los precios, y por ende a la población, hace crisis en 1953 y lo hará otra vez veinte años más tarde y con mayor intensidad. Así, la inflación acumulada, el alza constante de precios, junto a la mayor ganancia del capital, se convertirán en los mayores obstáculos para una mejor distribución de los recursos del modelo industrializador.

Por último, la estimación de la serie desagregada por género solo fue posible a partir de 1939, dado que para el período que va entre 1930 y 1938 los datos que existen son para el total de la economía. Estos jornales totales fueron distribuidos a partir de la estimación de cotizantes por año y luego divididos por el número de días trabajados por año estimados sobre la base de datos de la CSO 36 . Incluso más que la distribución del ingreso y el consumo, la distribución de la riqueza está sesgada desigualdad social onu hacia el extremo superior. Mientras la transición energética sea financiada a través de la emisión de activos financieros, éstos serán controlados abrumadoramente por el mismo 10% de los hogares que, a través de su consumo, son responsable de una fracción enormemente desproporcionada del aumento de emisiones y quienes, a través de sus decisiones, definen la infraestructura de las sociedad. Aún más, como ha mostrado claramente un reciente estudio[5] de la IEA[6], esto también será un patrón global.

Países como Reino Unido, Francia, Países Bajos e Italia vieron un importante impulso a sus rentas medias, pero no sucedió lo mismo con España, que sólo recuperó el nivel de su PIB de 1348 hasta el siglo XIX. Este artículo de Carlos Álvarez-Nogal, Leandro Prados de la Escosura y Carlos Santiago-Caballero explora las razones de esta divergencia. En estos años son los salarios de las actividades mineras e industriales los que se incrementan con más fuerza, en especial la minería. Lo mismo se observa con la productividad, aunque esta vez es la industria la que presenta una mayor tasa de crecimiento seventy five . Sin embargo, como también resulta claro a partir de los datos de Oxfam, Europa no ha sido la principal impulsora del aumento de emisiones globales totales después de 1990. El crecimiento económico en Europa ha sido demasiado lento y sus niveles de desigualdad después de impuestos no han aumentado con la fuerza suficiente como para contribuir significativamente a la curva global de dinosaurio.

Sin embargo, por las características del período y el cambio de paradigma de producción que supuso el proyecto industrializador, el nivel salarial es un issue basic de análisis en estos años. En common los historiadores económicos coinciden en que el modelo de desarrollo no pudo generar mejores salarios, ya que no creó empleos suficientes en la industria, sector que con una productividad superior al resto debía proveer estos mejores ingresos 6 . Los salarios no han tenido el protagonismo que merecen en la historia económica de Chile, pese a su importancia. En basic, para dar cuenta de las condiciones de vida y de trabajo de la población o para plantear hipótesis sobre el comportamiento de la economía chilena en determinadas etapas, los historiadores/as han utilizado algunos datos esporádicos sobre ingresos 5 .

Esto lo podemos comprobar si analizamos el período completo, ya que en el largo plazo se observa que el mayor peso sobre la brecha estuvo dado por la distribución entre capital y trabajo, ya que entre 1940 y 1970 esta distribución empeora, generándose la brecha de 0,59 pp que vemos. No hay que olvidar que estas diferencias corresponden a la variación anual, en este caso la diferencia de las tasas de crecimiento anuales tanto de la productividad como de los salarios calculados a precios del producto 87 . Los datos que utilizaremos para la estimación de las remuneraciones corresponden al salario calculado para el pago de subsidios de los asegurados en baja por enfermedad y maternidad, que serán entre un 7 % y un 12 % de los cotizantes en los años que tenemos datos ( cuadro 1 ). El ingreso percibido por incapacidad se obtiene sobre la base del promedio de los siete meses de cotizaciones previos al inicio de la incapacidad 35 .

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38Jorge García y Hugo Freyhoffer, La tasa efectiva de la inflación en Chile entre 1961 y 1968 y el comportamiento de los agentes económicos , Santiago, Universidad de Chile, Instituto de Economía y Planificación, 1970. Si el análisis de la distribución sesgada del consumo, el poder de tomar decisiones, y la capacidad financiera nos llevan todos al mismo lugar, esto no es por accidente. A lo que hemos llegado es al análisis de identidades de clase, relaciones de clase, y poder de clase.