Pobreza Y Pandemia: Propuestas Para Un Chile Más Digno Y Justo Uah Universidad Alberto Hurtado

Así, se vuelve más importante el contar con sistemas que permitan tener información de forma oportuna, y que éstos se encuentren a disposición de los distintos órganos del Estado, primando siempre la protección de los datos personales. Tomando esto en consideración, es posible avanzar hacia un uso más eficiente de los recursos, y hacia un diseño de políticas públicas que permitan llegar de mejor manera a la población objetivo. El cuestionario aplicado en la CASEN 2020 en Pandemia permitió levantar información en torno a las transferencias directas realizadas por parte del Estado a la fecha. Como es costumbre, esta encuesta permite identificar los montos recibidos por el hogar según tipo de beneficios, lo que permite conocer qué ingresos del hogar son por beneficios transitorios asociados al Covid-19.

Si bien la mayor parte de esa deuda corresponde a créditos hipotecarios, la siguen los préstamos de consumo. Este préstamo llega luego de tres años trabajado en conjunto con el país, para apoyar el desarrollo de normativas y del entorno propicio para facilitar la demanda de hidrógeno verde, tanto para el mercado nacional como internacional. En el marco de esta colaboración se han realizado diversos estudios que han servido como referente no solo para Chile, sino también para otros países como Brasil y Colombia, India, Namibia y Marruecos.

Agrega que solo Chile había reportado progreso significativo (49 dosis administradas por cada a hundred habitantes), mientras que en otros los resultados eran muy pobres (entre 1 y 13 dosis administradas por cada a hundred personas). La situación también es más dramática porque la pandemia las obligó a encerrarse en las casas y las expuso a mayores niveles de violencia de género que, a veces, terminan en feminicidios. Es más, a menudo las autoridades subestiman las denuncias como le ocurrió a una instructora de zumba paraguaya, víctima de los celos y reclamos de su pareja que llegó al maltrato físico y psicológico. “Ah, violencia psicológica no más” le respondieron cuando acudió a interponer la denuncia.Como si no bastara, al separarse perdió la custodia de sus hijos menores que la presionan para que regrese con el agresor.

Del mismo modo, alrededor de 1.000 millones de niños y niñas (casi la mitad de la población infantil mundial) viven en países extremadamente vulnerables a los efectos del cambio climático. Tras la entrega de los resultados, la ministra de Desarrollo Social y Familia, Karla Rubilar, se refirió a este diagnóstico señalando que “la pandemia que estamos viviendo, es la más grande de los últimos one hundred años. Y hemos visto que esta crisis sanitaria golpeó a los hogares de todos los quintiles, pero cuando golpea de una forma tan fuerte y brusca en la caída de empleos, el impacto sobre los hogares más vulnerables es muy difícil de atenuar”. Los datos son preocupantes, pero también es necesario analizarlos de forma comparada para saber cómo otros países enfrentaron la pandemia y los resultados que obtuvieron. Los economistas expertos en temas laborales tendrán que explicarnos las razones de la extrema fragilidad del mercado laboral de los más pobres, que se derrumbó durante la pandemia, mientras la mitad con más ingresos del país pudo seguir viviendo de sus ingresos laborales. Por último, si bien las ayudas estatales cumplieron un rol, entre los más pobres el costo más alto lo pagaron algunos de los sectores históricamente más postergados, como las mujeres y los inmigrantes.

Pero gracias a la amplitud del terreno, Marco y Carmen, su esposa, montaron la huerta y el gallinero y aunque no les sobra nada, él dice que “al menos comida no falta”. Ahora él está arrancando de nuevo en un trabajo que consiguió después de un año, pero sigue durmiendo mal. En menos de tres meses Marco Navarro pasó de gerenciar una agencia de comunicación y publicidad a criar pollos y sembrar hortalizas en el patio de su casa de la ciudad ecuatoriana de Cuenca para pagar la hipoteca y el colegio privado de sus hijos y mantener el hogar. También empezó a padecer episodios recurrentes de insomnio, aunque no sabe si son producto de las preocupaciones económicas por la quiebra de la empresa o una secuela de la covid que afectó a su familia.

Ese gran conjunto de sectores ‘trabajadores’, si bien no eran pobres, es el que ahora ve amenazada su situación por pérdida de empleo, enfermedad, muerte de un cercano, obligación a quedarse en casa para cuidar a los dependientes, baja de ingresos”, sostiene Barozet. Para la socióloga Emmanuelle Barozet, académica e investigadora de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile, la pobreza va a crecer a costa de grupos que considerábamos “de clase media” sin que realmente lo fueran. Desde medidas sociológicas basadas en la ocupación, explica, “la clase media es un grupo consolidado, con contratos estables, profesiones calificadas y mayor capacidad de resistir shocks económicos como el que vivimos”.

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Precisamente, dos de los elementos que están “en pausa o con cifras negativas” por la crisis actual. Más de 700 millones de personas, o el 10 % de la población mundial, aún vive en situación de extrema pobreza a día de hoy, con dificultades para satisfacer las necesidades más básicas, como la salud, la educación y el acceso a agua y saneamiento, por nombrar algunas. La mayoría de las personas que viven con menos de 1,90 dólares al día viven en el África subsahariana. En todo el mundo, los índices de pobreza en las áreas rurales son del 17,2%; más del triple de los mismos índices para las áreas urbanas.

En el año y medio largo de convivencia con la covid-19, la clase media ha perdido la calidad de vida y el bienestar alcanzados con años de sacrificio. Las mujeres se vieron sobrecargadas de trabajo y violentadas en el encierro; la salud psychological se deterioró; los pacientes no covid fueron víctimas de cierres intempestivos y prolongados de servicios sanitarios, y los trabajadores tuvieron que rebuscarse la manera de mantener los ingresos tras los despidos. Este especial colaborativo elaborado por un equipo de periodistas de nueve países y siete medios de comunicación reconstruye historias atravesadas por el sufrimiento a partir de testimonios de los protagonistas y de voces de expertos de las principales ciudades suramericanas.

En los últimos deciles (9 y 10), no existe una mejora sustancial de los ingresos monetarios producto de las ayudas entregadas en el año 2021, respecto de los resultados CASEN 2020. Cifras acumuladas de las transferencias directas entregadas y comprometidas en pandemia hacia los hogares, a diciembre 2021 (cifras en millones de dólares). En el presente documento, se analiza la evolución y los impactos generados por el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), en conjunto a otros beneficios directos entregados durante el año 2021. Utilizando la Encuesta CASEN 2020 en Pandemia, se estiman indicadores de pobreza y desigualdad de ingresos, de manera de ver el impacto de dichas transferencias sobre estos indicadores.

La sociedad ha normalizado que los hombres son los proveedores y que su ámbito es externo, mientras que las mujeres se deben a lo privado y al cuidado de los niños y los mayores. Esa labor extenuante no es remunerada y las obliga a doblarse aun sin estar bien preparadas. Fue un cambio muy brusco”, relata Nélida Leiva, una enfermera venezolana que tenía que hacer tareas con sus hijas al llegar de los turnos de 24 horas en el hospital. Ella, sin embargo, considera que, aunque el hombre es la parte fuerte de la casa, “la mujer es la que edifica un hogar”, debe mantener el orden y por eso tiene que trabajar más. En Argentina, el profesor de economía Pedro Dhers y su esposa, Mechi, se sorprendieron al ver cómo la gente requería los servicios de la empresa de decoración de interiores que ella había fundado cuando quedó cesante en 2019.