Pandemia Acrecienta La Desigualdad Social En América Latina

El hacinamiento -que el ex ministro de salud reconoció desconocer- nos permite entender que las comunas que más han disminuido su movilidad son Vitacura (-50,9%), Lo Barnechea (-49,6%) y Las Condes (-48,4%); mientras que las tres que menos han variado en este indicador son San Ramón (-23%), La Pintana (-23,4%) y Lo Espejo (-25,1%). El académico también considera que lo que ocurre con la pandemia y sus efectos consiste en una oportunidad para rearticular las demandas sociales que comenzaron a desplegarse en octubre de 2019. Debemos no solo apropiarnos rápidamente de los medios digitales, sino también hacerlo de forma crítica, sin dejar de pensar en cómo éstos pueden contribuir al fortalecimiento del tejido social democrático”, relevó Saravia.

pandemia y desigualdad social

La pandemia del COVID-19 ha significado no solamente una emergencia sanitaria global y una grave crisis económica, sino que también ha tenido un costo psicológico desmesurado. Diversos estudios han mostrado evidencia sobre el aumento en la prevalencia de síntomas de depresión, ansiedad, estrés y estrés post-traumático en diversos países desde los primeros meses de la pandemia. También se ha observado que algunos grupos de la población han sido más vulnerables a los efectos de la pandemia. En specific, muchos de estos estudios apuntan a una diferencia de género, señalando que es más probable que las mujeres presenten este tipo de síntomas. Una de las causas es que la pandemia ha tenido un impacto mayor en sectores económicos donde el empleo femenino es más prevalente, como los sectores de hospitalidad y retail.

Pero las medidas de distanciamiento social y las limitaciones a la movilidad han afectado de forma desigual a las actividades económicas. Las ciencias sociales, y en explicit la Psicología, requieren de perspectivas distintas que permitan un diálogo transdisciplinario para enfrentar y abordar problemas mundiales y locales con criterios de justicia social y la sostenibilidad. Desde Psicoperspectivas, seguimos comprometidos en brindar un espacio de calidad para la difusión científica de una Psicología en diálogo con las Ciencias Sociales, así como con las Ciencias Básicas y las Humanidades. Paradojalmente, si bien señalamos las dificultades de investigadores asociadas al confinamiento, también hemos observado cómo la producción académica en términos de artículos científicos ha ido en aumento.

Sobre la experiencia de esta crisis y su impacto en la sociedad, el decano Aceituno señaló que «es evidente que la situación de crisis lo que muestra son condiciones de vida que existían desde antes, y que se invisibilizan», afirmó Roberto Aceituno. A esto, la profesora Palma agregó que «quedó claro que en una situación de disaster como ésta, para hogares más vulnerables, la familia es el banco de los pobres, porque el sistema no los acoge, así que deben recurrir a redes ligadas a los afectos». La crisis origen de la desigualdad social sanitaria, social y económica que ha traído el Covid-19 a Chile, ha dejado de manifiesto la gran desigualdad territorial que existe en nuestras ciudades.

Eso indica que el efecto neto de aumento de desigualdad en la esperanza de vida whole se explica principalmente por cambios de mortalidad en el grupo de edad joven. La pandemia significó grandes cambios en la desigualdad de la esperanza de vida en áreas urbanas. Tras unos años en los que el índice de Gini había bajado de 0,53 a 0,forty six entre 2001 y 2019, la pandemia ha ocasionados enormes costes sociales muy desigualmente distribuidos. oxfam las desigualdades matan Este incremento de la desigualdad ha reavivado las protestas sociales en la región, generalizando las ya manifestadas durante la segunda mitad de 2019 en Chile, Ecuador y Colombia. El cierre de actividades económicas, la destrucción de empleo y la reducción del comercio, la inversión y las remesas, tienen su reflejo en el incremento de la desigualdad y la pobreza. De hecho, desaparecerá el 20,7% de las microempresas y solo el 0,6% de las grandes empresas.

Lo primero es que hay enormes diferencias en los estándares de vivienda, en términos de metros cuadrados y hacinamiento, pero también hay temas de calidad, de confort térmico, de condiciones de ventilación, entre otros. Además se vive un confinamiento más problemático, porque hay competencias respecto de los espacios de la vivienda”. Adicionalmente, la probabilidad de tener un nuevo diagnóstico (durante la pandemia) asociado a un problema de salud psychological también es mayor para las mujeres, así como la probabilidad de seguir un tratamiento y el consumo de psicofármacos. Sin embargo, es importante recalcar que la utilización de servicios de salud en Chile es relativamente baja. Solamente el 5 por ciento de las mujeres y menos del three por ciento de los hombres que respondieron la encuesta reportaron haber tenido un diagnóstico o tratamiento asociados a un problema de salud mental. Estas cifras apuntan a una barrera al acceso a servicios de salud psychological, posiblemente asociadas a las cuarentenas estrictas, al costo, y al tiempo de ajuste a la telemedicina.

Vemos (Figura 6) que este shock significó, por ejemplo, un gran aumento en la probabilidad de morir joven en las comunas menos privilegiadas. Cuando hablamos de desigualdad generalmente lo hacemos desde el punto de vista económico; y ahí indicadores como el “Gini” o el índice de Palma son medidas estándar para cuantificar la desigualdad en la distribución de ingresos. Sin embargo, la desigualdad se expresa de muchas otras formas; una muy importante es la esperanza de vida.

Otra suerte cantaría si parte de los 486 millones de pesos que se destinaron al Municipio de Lo Espejo pudieran ir en apoyo a las ollas comunes y su gestión. Las ollas comunes son una experiencia positiva de organización, en la que los sectores populares pueden autónomamente proveerse a sí mismos de algo tan vital para su subsistencia. Mientras exista carencia del Estado por garantizar cuestiones tan mínimas como la alimentación, las ollas comunes suplirán la necesidad. Es importante destacar que quienes cumplen con esta labor, suelen ser mujeres que lideran la preparación de comida en sus diferentes barrios.

Un 57% de los consultados señaló que estas aumentarán la pobreza, casi el doble que en la edición anterior. Y en materia de cesantía, el 45% del estrato alto que perdió el empleo señaló que coincidía con el estallido social de octubre, mientras que en sectores medios, se desarrolló principalmente durante la pandemia (38% y 53%, respectivamente). Pandemia y Desigualdad es un podcast que aborda la desigualdad desde la arquitectura, el urbanismo y el estilo de vida que se desarrolla en la ciudad en pandemia. Al mostrar las distintas comunas urbanas vemos cómo fue en las comunas más pobres donde la probabilidad de morir antes de los 65 se incrementó más, y esas son las comunas donde esta probabilidad ya period más alta.

Los hombres en el decil de pobreza más alto tienen una esperanza de vida de four,39 años menor que en el decil más bajo. El efecto de la pandemia se traduce en 0,78 (hombres) y 0,3 (mujeres) años de diferencia adicionales en la esperanza de vida entre 20 y sixty five años, entre los deciles más altos y bajos de pobreza. La evidencia disponible indica contundentemente que el impacto del Coronavirus ha sido mucho mayor en las áreas más pobres [1,2,3], y que aún más, estas diferencias fueron particularmente fuertes en edades más jóvenes [1]. Sin embargo, como el grueso de las muertes se concentra en grupos de edad avanzada donde los resultados dependen menos del nivel socioeconómico, no es claro la medida en que la pandemia ha cambiado el panorama general de la mortalidad.

Así podemos avanzar hacia la lógica de la garantía de derechos al alero de la generación de un tejido social que brinde seguridad alimentaria a las comunidades. El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre algunos de los aspectos sociopolíticos y culturales que han ocurrido en Chile a raíz de la pandemia del Covid-19. La segunda sección examina tres ejemplos que permiten elaborar una crítica a los procesos de despolitización, desconexión y banalización del gobierno ante la disaster sanitaria. Finalmente, se lleva a cabo una reflexión sobre las ollas comunes como práctica cultural que contribuye en la repolitización de  los barrios.

Los resultados evidencian que, si bien las parejas visualizan a la mujer como la cuidadora principal y al hombre como proveedor, el confinamiento ha posibilitado un mayor involucramiento paterno, lo que ha sido significado de forma positiva por ambos miembros de la pareja. Aún se hace necesario investigar más acerca de la distribución inequitativa y sexista de los cuidados y la evolución del involucramiento paterno pos pandemia. En el ámbito de la investigación académica hemos sido testigos de cómo la disaster sanitaria, el confinamiento, la educación remota y el teletrabajo han generado una serie de dificultades para los investigadores e investigadoras que realizan trabajo empírico. Los tiempos de la investigación cualitativa han sido complejos; las observaciones etnográficas y entrevistas de campo se han debido desarrollar vía zoom u otras plataformas tecnológicas, las cajas de herramientas de indagación y producción de datos sociales ha debido ajustarse y transformarse.