Ministerio De Relaciones Exteriores De Chile Foxley: A La Gente Le Interesa Más Mejorar Su Calidad De Vida Que La Reducción De Las Desigualdades

Ese temor, decía, viene de la economía ortodoxa, según la cual, dado que el mercado distribuye en forma eficiente, intervenir desde el aparato público para mejorar la equidad, solo puede perjudicar el buen uso de los recursos. En los mercados reales e imperfectos en que vivimos, decía Atkinson, políticas que busque la equidad pueden hacer ganar eficiencia a la economía. Este fenómeno se acentuó tras la disaster financiera de 2008 (de la cual muchos responsabilizaron a la misma élite). Según remarcan Jacobs y Mazzucato, en los tres años que siguieron a la disaster, ¡el 91 %!

Estudios internacionales como los de Parcel, Dufur y Cornell (2010) coinciden en afirmar que la pobreza material es un factor de riesgo para niñas y niños, ya que implica menor acceso a recursos educativos que apoyen el proceso de aprendizaje, como materiales y actividades educativas. Por su parte, Weiss y otros (2009) establecen que «padres, madres o cuidadores que viven en condiciones de pobreza o estrés económico experimentan más problemas de salud mental, que pueden limitar su habilidad para apoyar los estudios de niñas y niños e incrementar la probabilidad de uso de prácticas punitivas. También enfrentan más barreras logísticas para acercarse a la escuela como falta de transporte, falta de flexibilidad de tiempo diario y falta de tiempo para vacaciones». A principios de la década de 1970, la política federal respecto a la vivienda pública se desplazó de nuevas construcciones a un sistema de vouchers, permitiendo que los hogares elegibles pudieran arrendar a propietarios privados. El objetivo era no sólo trabajar en contra de la concentración de la pobreza en los desarrollos de vivienda pública, sino también apoyar las iniciativas impulsadas por el mercado y acabar con el rol directo del gobierno federal en la construcción de viviendas.

Atkinson examinó el desempeño de las 15 naciones más prósperas de la OECD, y observó que aquellos en los que el 1% más rico se apropia de un porcentaje más alto del PIB -como Gran Bretaña, Estados Unidos, Australia e Italia- son, a la vez, los que tienen los niveles más altos de pobreza dentro del grupo. Durante las últimas décadas, siguiendo la receta de Lucas, muchos países priorizaron la lucha contra la pobreza y dieron la espalda a la desigualdad. Por ejemplo, en Estados Unidos, la pobreza cayó entre 1948 y 1960 desde el 33% al 19%. Pero desde entonces, no ha habido variación y hoy son 45 millones los estadounidenses que están bajo la línea de la pobreza.

La recaudación anual de impuestos a la propiedad sobre el valor del suelo y los edificios son la fuente más significativa de ingresos de los gobiernos locales para el sustento de los servicios públicos(17). En consecuencia, los valores inmobiliarios locales –y no el patrimonio complete de la ciudad, estado o nación– son uno de los indicadores más claros de la calidad de la educación, los servicios y la seguridad en los barrios de Estados Unidos. A su vez, la calidad de dichos servicios públicos es a menudo el indicador más fuerte de los precios de los bienes raíces. En 2010, el costo promedio de los hogares cercanos a las escuelas públicas de alto rendimiento en las 100 áreas metropolitanas más grandes de los EE.UU. Era 2,four veces mayor que aquellos cerca de escuelas cuyos logros eran considerados bajos (Rothwell, 2012).

Paralelamente, la desigualdad de la riqueza –incluyendo activos tales como bienes inmuebles– está alcanzando nuevos niveles. En 2013, la riqueza promedio de familias de altos ingresos era casi siete veces la de las familias de ingresos medios y casi 70 veces la de las familias de bajos ingresos. Estos son los mayores niveles de desigualdad de riqueza registrados por la Reserva Federal desde que comenzaran a recopilar datos treinta años atrás (Fry y Kochhar, 2014)(1). A escala mundial, según un estudio de 2014, el patrimonio de las ochenta y cinco personas más ricas del mundo es equivalente al de los 3.500 millones más pobres(2).

Yo, si lo tuviera que resumir en una frase, sería un manotón de ahogado, pero tampoco creo que llegue muy lejos, sacó menos votos que Jadue, entonces me parece una gran desorientación de la derecha. Y no da la impresión que sea el sector político que va a llevar la voz cantante en los próximos años, eso se ve más desde el Partido Socialista hasta la Lista del Pueblo. En el caso de la derecha, se ven varios elementos, uno expresado en la constituyente, que se atrinchera en que deben expresar sus valores y tradicionales, eso los aísla, como Marcela Cubillos o Teresa Marinovic, que si mantienen esa postura, no van a influir nada en la Constitución. Y otro segmento, para mí más lúcido, como el de Desbordes, quien facilitó la salida institucional del estallido, en un contexto donde la derecha dura quería sacar a los militares, lo que no pasó, para mí es el más lúcido, y que no es casualidad que no tenga orígenes en la élite, pero le fue peor en las primarias. Son oportunismos distintos, como Lavín diciendo que es socialdemócrata y Sichel diciendo que no es de derecha. La Convención Sobre los Derechos del Niño es un tratado internacional que existe para establecer las normas mínimas que aseguren la vida, el bienestar, la protección y la libertad de los niños y niñas.

porque importa la desigualdad

Dado que ésta no se deja controlar ni dirigir, sus resultados siempre serán dispares y llevarán a una sociedad diversa y desigual; cambiante e impredecible. Va a depender mucho de eso, de redistribución con crecimiento y ahí distribuir más a los pobres que a los ricos. Espacio Público es un centro de estudios independiente que busca aportar en la construcción de una sociedad más justa, transparente y democrática, que permita un desarrollo económico, social y político que beneficie a todas las personas.

La Asamblea General de la ONU al aprobar la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948 reconoce el derecho a las madres y niños/as a “cuidado y asistencias especiales”, así como “protección social”. En los años sucesivos, la ONU exhorta a los Estados a velar por los niños en las situaciones de vulnerabilidad por emergencias y conflictos. En 1989, tras 10 años de negociaciones, se aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, que vincula a los Estados Partes a cumplir las normas de este tratado Internacional.

Fallan en distinguir las preocupaciones sobre desigualdad de las provenientes de la injusticia. Los seres humanos, sugieren las investigaciones, no nacen naturalmente socialistas, pero sí se preocupan de la justicia. Acompaña a la naturaleza del hombre, que es tan distinta en su apariencia, cualidades, habilidades; no hay dos seres humanos iguales y no hay forma de igualarlos por mayores intentos que se hagan, como se dijo anteriormente. Cuando muchos académicos, políticos y activistas se quejan acerca de la desigualdad, en realidad están observando las consecuencias negativas de ella, o la injusticia de donde se produjo tal desigualdad. No tendrían problema con las desigualdades de riqueza mientras no acarrearan consecuencias negativas ni fueran producto de un proceso injusto y, contrario sensu, rechazarían sociedades igualitarias que violaran la justicia. A falta de otros baremos éticos, el de la igualdad de resultados es el centro, el vértice del discurso ético de la izquierda, la fundamentación para sus propuestas y políticas, y la base de su crítica social.

Hasta 1990 la visión del Banco era tener una misión únicamente económica y técnica y, en ningún modo, infringiendo en los asuntos internos del país. Sin embargo, el Banco, llegó a darse cuenta eventualmente, que la corrupción impedía los logros propios del Banco, los cuales respondían a metas de crecimiento económico para países en desarrollo. La explicación obvia para la primera conclusión sería que, al menos en las democracias con sufragio universal, cuanto mayor sea la desigualdad generada por el mercado, mayor es la presión política para una redistribución, ya que los votos se distribuyen de manera más equitativa que el dinero. Los que tienen dinero podrían reaccionar tratando de privar de derechos a los pobres, ya sea directa o indirectamente.