No apreciaban una fuerza de trabajo educada y, de hecho, a veces expresaban en voz alta «que la educación en exceso era algo malo». Este miedo a la educación también invade el pensamiento de los políticos y los gobiernos, particularmente de los departamentos que apoyan el desarrollo económico —y en particular a nivel subnacional, donde las decisiones de financiar y mejorar la educación se hacen a menudo—. Las experiencias mencionadas anteriormente acerca de los propietarios de la empresa y los directivos, a su vez, parece que se traducen en una falta de presión sobre los gobiernos de importantes élites locales para mejorar la educación, una especie de fatal ausencia de presiones derivadas de la demanda. Estas percepciones distintas, es importante tener en cuenta, son eminentemente racionales, tanto en términos privados como económicos. El examen de la experiencia histórica de casi todos los países de altos ingresos subraya aún más el significado contingente —o familiar— de la pobreza.
Pomeranz (2000, capítulo 3) señala que durante los siglos XVIII y XIX, la intensidad del trabajo en Inglaterra aumentó considerablemente, proporcionando una base para la expansión económica, y esta mayor intensidad de trabajo creó la necesidad de aumentar las calorías, suministrada en gran medida por el azúcar y por toda una clase de estimulantes —té, café, tabaco y cacao. No tendría explicación, de otra manera, la existencia de bolsas de pobreza en los países ricos entre gente de ingresos medios. Aunque las discusiones centrales parecen seguir pasando por las formas unidimensionales y multidimensionales de medición, en la dimensión conceptual existe un amplio consenso sobre la multidimensionalidad de la pobreza (Boltvinik, 2001; Fernández, 2010). En la definición de la pobreza se intersectan diversos clivajes que son de utilidad clave para balizar un camino teórico propenso a caer en eclecticismos.
Afirmaba Marx que «la acumulación capitalista produce constantemente, en proporción a su energía y a su volumen, una población relativamente adicional, es decir, sobrante, para las necesidades medias de valorización del capital y, por lo tanto, superflua». El problema de la pobreza, requiere situar, antes que nada, que los pobres no salen de la nada. Por tal motivo es relevante considerar la conceptualización de la pobreza como un tema de análisis. Es decir, se propone trascender la propuesta de Márkus (construcción de una razón práctica) para llevarla a un nivel mayor de desarrollo en lo que llamamos una razón crítica, lo que resultaría de tomar la parte central del planteamiento de EOW. Así, para EOW la teoría de clases marxista está de manera normativa comprometida con un “igualitarismo radical”.
La pobreza educativa puede tener un impacto significativo en el desarrollo de las personas y limitar sus oportunidades futuras. Exploraremos en detalle el concepto de pobreza, su definición, sus diferentes dimensiones y cómo se puede abordar. La pobreza es un fenómeno complejo que afecta a millones de personas en todo el mundo, y comprenderlo es basic para encontrar soluciones efectivas.
Se debe considerar que la pobreza rural no es igual a la pobreza urbana, ya que en la mayoría de los casos en la zonas rurales no se cuenta con ningún tipo de servicio, como luz, agua, hospitales. El umbral de la pobreza en las zonas rurales va más allá de los casos en las ciudades, ya que además la falta de servicios acrecienta la falta de alimento, debido a que en la mayoría de las zonas rurales los habitantes dependen de su tierras para cultivar. Tomando en cuenta que en algunos lugares no hay otra forma de alimentarse, ya que el trabajo es escaso y los medios para desplazarse son casi nulos. La crisis económica de 1995, la falta de dinamismo en la agricultura, el estancamiento de los salarios y el descenso de los precios reales en este sector, es lo que provoca todavía más pobreza rural. Si a esto le sumamos el bajo precio que pagan los intermediarios a lo producido por los campesinos, para después venderlos a costos más altos en zonas urbanas, el trabajo del campesino se devalúa.
Debemos aprovechar nuestra interdependencia, así como nuestras capacidades, para abordar nuestros retos compartidos y existenciales y garantizar que se cumplan las aspiraciones de las personas», declaró Achim Steiner, responsable del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. El fracaso de la acción colectiva para avanzar en la lucha contra el cambio climático, la digitalización o la pobreza y la desigualdad no solo obstaculiza el desarrollo humano, sino que agrava la polarización y erosiona aún más la confianza en las personas y las instituciones en todo el mundo». “El aumento de la brecha de desarrollo humano que revela el informe muestra que la tendencia de dos decenios de reducción constante de las desigualdades entre las naciones ricas y pobres se está invirtiendo. Debemos aprovechar nuestra interdependencia, así como nuestras capacidades, para abordar nuestros retos compartidos y existenciales y garantizar que se cumplan las aspiraciones de las personas, declaró Achim Steiner, responsable del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Aspectos como las necesidades básicas insatisfechas deben presentar y tener un parámetro de valor medible para ser traducidas en aspectos que determinen quién es o no pobre, cuantificando así las necesidades en términos de consumo o ingreso. Finalmente, una posición ética emancipatoria es aquella que tiene la utopía como horizonte utópico en la perspectiva de creación de condiciones materiales para el ejercicio de la libertad, la autonomía ciudadana, la justicia social y la autorrealización/florecimiento humano. Su desarrollo requiere juicios de valor fundamentados en una moral (juicios morales) que partan de la discusión sobre esencia humana para esclarecer el posible sentido de la autorrealización.
Entre los resultados, destaca que el 84% piensa que el país está peor que hace dos años en crimen organizado y 82% en delincuencia. Los datos de Unicef de ese mismo período pueden ser claves para comprender por lo que pasaron y pasan miles de niños, niñas y adolescentes en un contexto de alta inflación y para analizar cómo incidirán las políticas del actual gobierno. En ese contexto, se espera que Unicef ponga luz sobre cuál fue la situación de los niños, niñas y adolescentes en el último año de la gestión de Alberto Fernández y hablará sobre lo que puede esperarse entre enero y marzo de este año, lo que permite evaluar el impacto de algunas medidas tomadas por Milei.