En consecuencia, el estudio y análisis de la desigualdad económica debe considerar la mayor cantidad de factores posibles, para buscar soluciones que abarquen el problema en su conjunto y que realmente respondan a las dificultades que enfrentan las personas y países en el día a día. En este sentido, si bien ha habido políticas públicas importantes a nivel mundial para resolver temas significativos relacionados a la desigualdad, como la reducción de la pobreza, éstas, por ejemplo, no han tenido grandes consecuencias en términos de desigualdad de ingresos para el resto de la población (Alfonso et al., 2015 ). Con la nueva metodología, se aprecia que en ambos años se repiten tanto las regiones más desiguales como aquellas con menor nivel de inequidad. Siguiendo la tendencia de los años anteriores, La Araucanía y la Región Metropolitana ocupan el primer y segundo lugar, con un índice de Gini de 0,444 y zero,434 respectivamente en 2015 y de 0,453 y zero,452 en 2013.
En este sentido, el Estado cumple un rol importante en términos de (des)igualdad, no obstante, esto será descrito más adelante. Finalmente, el tercer fundamento que propone Atkinson (2015) es que la desigualdad de resultados afecta directamente la igualdad de oportunidades para la próxima generación, ya que condicionará el punto de par-tida para ellos, para bien o para mal. En este sentido, el nivel de resultados obtenido por un sujeto influirá en la distribución acquainted futura y limitará nuevamente el nivel de resultados para esta nueva generación de individuos dentro de una economía, generando un círculo vicioso que irá incrementando las brechas económicas, como ya ha ocurrido en el mundo ( United Nations, 2020b). Cuando nos enfrentamos a la tarea de definir el concepto de desigualdad económica, la primera pregunta que surge es ¿desigualdad de qué? En otras palabras, hay que determinar a qué nos referimos cuando hablamos de desigualdad económica y aquí es donde nos encontramos con dos perspectivas, ex-ante y ex-post 1 .
No obstante, el gobierno neoliberal mexicano amplió su política de apertura comercial con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), que entró en vigor el primero de enero de 1994 y extendía la dependencia económica de México con Estados Unidos. Por ejemplo, de acuerdo a la investigación, el 23% del complete de su población, es decir, 1,6 millones de personas, vieron afectado su bienestar territorial luego del estallido social y la pandemia del Covid-19. Las tres dimensiones de la clase social son la dimensión económica , la dimensión política y la dimensión cultural . Las políticas económicas y sociales deben ser universales y prestar especial atención a las necesidades de las comunidades desfavorecidas y marginadas.
Sin embargo, existe una amplia gama desigual de recompensas, las cuales son construidas socialmente (Hopkins & Kornienko, 2010). Por ejemplo, dos individuos que pudieron acceder a la misma educación profesional, en igualdad de condiciones ex-ante, obtienen luego el mismo puesto de trabajo, pero en diferentes empresas. Estas compañías ofrecen diferentes salarios, por el mismo esfuerzo y el mismo trabajo, generando desigualdad de resultados para dos personas que tenían en principio igualdad de oportunidades.
Esto con el fin de determinar qué concepto de desigualdad está justificando el plan de acción de Chile respecto del objetivo anteriormente señalado, argumentando inicialmente que el concepto utilizado para justificar este plan es la desigualdad de ingresos principalmente. Sin embargo, y como se presentará a continuación, esta no sería la única dimensión de las disparidades a la que hay que aludir para disminuir las brechas existentes en Chile de manera efectiva. Por otra parte, el año 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una nueva resolución la desigualdad economica que compromete a los 193 miembros de esta organización a trabajar en un programa de 17 objetivos, llamada Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Entre estos objetivos se encuentra el número 10, sobre “Reducir las desigualdades en los países y entre ellos” (Naciones Unidas, 2018). Chile adoptó esta agenda y, actualmente, se encuentra implementando sus 17 objetivos en sus diferentes partidas públicas, con el fin de alcanzar las metas que ahí se establecen (Consejo Nacional para la Implementación de la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, 2017a).
Si bien México ha sido por tradición una nación de desigualdades, hasta mediados de los años ochenta del siglo pasado dichas desigualdades venían disminuyendo; sin embargo, el cambio de modelo económico ha provocado un incremento en esas inequidades. En ese sentido, el objetivo de este trabajo es conocer cómo la concentración de la riqueza ha provocado enormes niveles de desigualdad en México. La metodología utilizada es la comparación entre el nivel de desarrollo humano entre las entidades federativas de nuestro país y la evolución del índice de Gini, para entender cómo ha evolucionado la desigualdad y en qué regiones se ha concentrado la pobreza. Con ello se refuerza el argumento de que el modelo neoliberal es el causante del crecimiento de la pobreza y la desigualdad en México. La desigualdad social se expresa en las condiciones injustas y dispares en el acceso a recursos económicos, oportunidades y derechos en una sociedad.
Las limitantes educativas tienen una incidencia importante en el futuro desarrollo de las personas, en su vocación, y en sus perspectivas laborales. Las comunidades marginadas, por lo basic, cuentan con menos capacidad de participación política. Por esa razón, los gobiernos democráticos deben llevar a cabo esfuerzos para integrar a todos los miembros de sus sociedades en la participación en elecciones y en otros ámbitos de toma de decisiones. Además, las nuevas generaciones pagarán un precio en forma de falta de puestos de trabajo, especialmente en los países más golpeados por el calentamiento global. Cuando estos no actúan o su labor es ineficaz, el trabajo de las ONG se hace imprescindible para ayudar a los demás y que las personas puedan disfrutar de bienestar y dispongan de oportunidades.
Una definición rápida de la desigualdad económica sería decir que consiste en un reparto desequilibrado de riqueza y rentas económicas entre los miembros o grupos de una comunidad, según nos explica Wikipedia. A estas herramientas se le han añadido nuevos indicadores de desigualdad que tienen en cuenta más de una dimensión (multidimensionales) que tratan, además de la desigualdad del ingreso, otras como las capacidades definidas por Amartya Sen. No estamos diciendo que influyan o no, pero sí es cierto que podrían ser una causa de la desigualdad económica. Por último, y antes de adentrarnos en materia, nunca debemos confundir desigualdad con pobreza.
Sin embargo, a pesar de estos buenos indicadores, Chile es un país que presenta una gran desigualdad, con un Índice de Gini de 44,4 el año 2017 ( Banco Mundial, 2020a) y un Coeficiente de Palma del 2,6 ( UNDP, 2020b). Ahora, para entender de mejor forma estos valores, cuando se compara a Chile dentro de un grupo de 165 países, este se encuentra en la posición número 35 de los países más desiguales, compartiendo puesto con Filipinas y a tan solo zero,1 de Zimbabue, según los últimos datos obtenido para cada país ( Banco Mundial, 2020c). Asimismo, en términos del Coeficiente de Palma, Chile comparte el puesto 23 de los países más desiguales junto con Nicaragua y las Islas Seychelles, dentro de un grupo de 152 países ( Human Development Reports, 2019). De todos modos, el Banco Mundial ( 2016 ) indica que las cifras chilenas pue-den estar subvaloradas, por cuanto hay poca representatividad de los hogares con mayores ingresos en las encuestas que proporcionan la información necesaria para calcular estos índices. Las causas de estas disparidades son múltiples, y estas se expresan en diversos ámbitos de la vida de los/as residentes del país, como por ejemplo, en el sistema previsional, en salud, educación, entre otros ( Vera, 2017 ).
Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado define la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona humana”. 12Los cambios metodológicos de la Encuesta CASEN aplicados a partir del año 2013 tuvieron también un impacto en el cálculo de los indicadores de desigualdad de ingresos. Para entender la evolución de la desigualdad a largo plazo, se expondrán también los resultados del índice de Gini bajo la metodología tradicional. Para terminar la Sección four, se revisará la dinámica de distintas variables del área de la salud en Chile y sus regiones. La pobreza y la mala salud son fenómenos interrelacionados, de acuerdo con Wagstaff (2002) la pobreza provoca una salud deficiente por distintas carencias a las que se ven enfrentadas las personas más pobres y, a su vez, existe pérdida de ingresos cuando se cuenta con mala salud. Por su lado, la Región Metropolitana, como no es de extrañar, ostenta los mejores resultados junto con regiones del norte como Antofagasta y Tarapacá.
Dentro de esta agenda, se encuentra el Objetivo de Desarrollo Sostenible 10 sobre “Reducir la desigualdad en y entre los países”, el cual contempla diez metas. Así, para este artículo, se analizaron las acciones públicas, presentadas por el Consejo Nacional para la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con el fin de determinar si la estrategia chilena, llevada a cabo entre el 2015 y 2018, considera un concepto multidimensional de las disparidades económicas o no. La desigualdad por razón de ingresos, sexo, edad, discapacidad, orientación sexual, raza, clase, etnia, religión, así como la desigualdad de oportunidades, sigue persistiendo en todo el mundo. Es imposible lograr un desarrollo sostenible y mejorar el planeta si se priva a la gente de la oportunidad de tener una vida mejor. “En Chile, en el ámbito educacional, las oportunidades que se tienen en la infancia parecen tener profundos efectos, casi determinantes, sobre las oportunidades futuras de una misma persona” (Senado de la Nación, 2012, pp. 74).
Otro de los hallazgos del informe se refiere al hecho de que las desigualdades concentran la influencia política entre quienes tienen mejores condiciones de vida, lo que tiende a preservar e, incluso, agrandar las diferencias. Según los últimos datos de Eurostat, relativos al año 2016, el colectivo infantil (26,4%) corría más peligro que la población whole de sufrir pobreza o exclusión social (AROPE), en los países miembros de la Unión Europea. La desigualdad económica, que se materializa, por ejemplo, en esta brecha salarial entre ambos grupos o la perpetuación de los roles de género (que consideran que deben ser la desigualdad social en la actualidad ellas quienes se encarguen del cuidado del hogar y familiares, unas labores no retribuidas), se ha convertido en una poderosa traba para acabar con la desigualdad entre sexos y garantizar los derechos de las mujeres. Inequidad en el acceso a sanidad, educación, alimentación, agua potable u otros bienes o servicios. Se tienden a sustentar las políticas públicas mediante las aportaciones de las personas trabajadoras y las familias, mientras que se busca reducir la fiscalidad a las personas pudientes y grandes compañías. Hay una persistencia de sistemas tributarios poco progresivos o concentrados en torno a las rentas del trabajo.
Actualmente, Chile es el segundo país más desigual de la OCDE (índice de Gini antes y después de impuestos y transferencias). La desigualdad de Chile es intra e interregional, los ingresos del 20% de la población más rica son 10 veces mayores que los del quintil más pobre (OCDE, 2018), siendo sorprendentemente mayor que el promedio de los países de la OCDE. No obstante, aun considerándose ambas dimensiones, como se expuso en la sección anterior y, como se puede observar en el Anexo 1, los contenidos de estas siguen estando enfocadas mayormente en la dimensión ex-ante. Respecto de las 27 acciones públicas analizadas, se encontraron 18 que hacían referencia, ya sea en su totalidad o en algunos de sus contenidos, a las variaciones en el contexto social. Por el contrario, solo se encontraron cinco de estas acciones que hicieran referencia a las diferencias en las perspectivas relacionales, cuatro que aluden a las heterogeneidades personales y dos que apuntan a la diversidad ambiental.