La Pandemia Como Posibilidad De Encontrar Una Solución A La Desigualdad Estructural En Chile Portal De Actualidad Universidad Del Bío-bío

Esto se suma al aumento en la presión por las tareas del hogar, y el cuidado y educación de niños pequeños asociados al cierre de las escuelas. La COVID-19 ha intensificado las desigualdades existentes y ha afectado más que nadie a los pobres y las comunidades más vulnerables. Ha sacado a la luz las desigualdades económicas y las frágiles redes de seguridad social que hacen que las comunidades vulnerables tengan que sufrir las consecuencias de la disaster.

Los escolares de gran parte del territorio nacional ya están disfrutando de sus vacaciones de invierno, descanso que -al igual que el año pasado- llega un par de semanas antes de lo tradicional ante el peak de enfermedades respiratorias. Los académicos de la Universidad de Chile Mariela Muñoz, Guillermo Zepeda y Cristián Rebolledo destacan la medida, comparten algunas recomendaciones y reiteran el llamado a vacunarse. La académica explicó además que en materia de trabajo no remunerado las mujeres han aumentado su cuota de labores, perpetuando la desigualdad basal entre ambos géneros, materia que es parte del contenido del segundo informe de #VidaenPandemia. Espero que, al final, se imponga un nuevo espíritu más constructivo y dialogante que nos permita redibujar el camino hacia el desarrollo de un modo más armónico y sin violencia. “Me preocupa que no tengamos conciencia de que la mejor forma de sortear esta disaster es unidos. La colaboración, confianza y cooperación son esenciales (…) No debe restarse ni excluirse nadie”, remarca la además integrante del Consejo Superior Laboral.

La pandemia del COVID-19 ha significado no solamente una emergencia sanitaria global y una grave crisis económica, sino que también ha tenido un costo psicológico desmesurado. Diversos estudios han mostrado evidencia sobre el aumento en la prevalencia de síntomas de depresión, ansiedad, estrés y estrés post-traumático en diversos países desde los primeros meses de la pandemia. También se ha observado que algunos grupos de la población han sido más vulnerables a los efectos de la pandemia. En explicit paises donde no hay pobreza, muchos de estos estudios apuntan a una diferencia de género, señalando que es más possible que las mujeres presenten este tipo de síntomas. Una de las causas es que la pandemia ha tenido un impacto mayor en sectores económicos donde el empleo femenino es más prevalente, como los sectores de hospitalidad y retail. Esto llevó a mayores tasas de desempleo, caída de ingresos, y salida del mercado laboral para las mujeres, en relación a los hombres.

Desde una perspectiva cuantitativa a nivel nacional evalúan cómo el confinamiento afectó a las actividades de ocio acquainted, recogiéndose información de 763 familias. Los resultados indican que hubo diferencias significativas en las variables de tipología de familia, la persona que cumplimenta el cuestionario y el nivel de estudios de la madre. Concluyen que el ocio familiar ha experimentado un cambio positivo, aunque el peso de su desarrollo sigue recayendo en la figura de la madre.

Antes de querer imitar las políticas de Alemania, imitemos en parte su productividad que es menos de un tercio en Chile, para eso necesitamos focalizar en educación y capacitación de la mano de obra (¡aquí sí miremos a Alemania!). Aun así, se debe considerar que, en primer lugar, la esperanza de vida puede ser una medida muy cruda y puede ocultar el desarrollo de procesos que no llevan inmediatamente a la muerte (por ejemplo, la epidemia de obesidad puede llevar a un incremento de diabetes y puede ser aún muy temprano para ver los cambios en mortalidad). Segundo, la disminución de esta desigualdad puede ser un artefacto estadístico del mismo rápido incremento de la esperanza de vida. Es decir, la disminución basic de la probabilidad de morir joven y la disminución de la heterogeneidad a lo largo del espectro socioeconómico pueden bien ser caras de la misma moneda, donde los grupos más desaventajados están simplemente “poniéndose al día” con los niveles de mortalidad en los grupos afluentes.

pandemia y desigualdad

Los banqueros centrales necesitan saber dónde dirigir la ayuda y cómo las políticas económicas más amplias —en impuestos, comercio, gasto en infraestructura y esfuerzos para combatir la inflación podrían afectar el bienestar económico de las personas. Centros de atención, centros de salud psychological, residencias de ancianos, centros de rehabilitación, servicios médicos de urgencia). Para ser elegibles para la inclusión, los participantes debían ser mayores de edad y estar empleados en entornos de atención médica públicos o privados. Roberto Aceituno, decano de la Facultad de Ciencias Sociales, e Irma Palma, profesora de esta misma unidad académica, fueron los protagonistas del último episodio de «Los expertos responden», sección de la campaña de salud psychological #Conversemos, nuestra salud mental importa, iniciativa impulsada por la Universidad de Chile, el Colegio Médico y la FECH.

La encuesta Casen 2020 muestra un aumento de la desigualdad en el contexto del Covid, con un aumento del índice de Gini de ingresos monetarios de los hogares de 0,488 observado en 2017 hasta 0,fifty one. Esta última encuesta fue realizada en condiciones extraordinarias, tanto por los efectos de la pandemia como por las transferencias del gobierno, y cabe preguntarse cuáles serán los impactos del Covid en la desigualdad en el largo plazo. Nuestro análisis muestra patentemente las inmensas desigualdades en mortalidad, sin embargo, en el diseño actual del sistema de seguridad social se considera a Chile como una estructura monolítica, ignorando la existencia de esta heterogeneidad. Una interesante discusión internacional comenta sobre la necesidad de dar cuenta de estas diferencias a la hora de fijar criterios como edad de jubilación; el no hacerlo compromete la progresividad, justicia actuarial y sostenibilidad del sistema [9,10]. Lamentablemente, aunque esta idea oxfam riqueza mundial tiene mucho sentido, el mayor desafío es la gran complejidad técnica de implementar estas características en el sistema. Los resultados anteriores muestran que, si bien ha habido grandes progresos en los últimos años, la carencia de un sistema de seguridad social que permita dar apropiados niveles de protección a toda la población significa una vulnerabilidad en tanto que nos deja a la merced de ‘shocks’ o eventos inesperados externos, como lo es en este caso una pandemia.

Es en esas regiones y pueblos, con procesos sociales autogestivos potentes, en donde tenemos la oportunidad de aprender distintas maneras de relacionarnos con la naturaleza visualizándonos como parte de ella, mirar resistencias frente al sistema capitalista y conocer formas de desarrollo integral comunitario. Pero medir el verdadero panorama de la desigualdad en la segunda economía más grande del mundo no es fácil. La brecha urbano-rural también es profunda, ya que los habitantes de las ciudades ganan 2,5 veces más que sus contrapartes en el campo.

Los trabajadores que se quedaron en el extranjero se beneficiaron de las medidas de estímulo fiscal de los gobiernos. El ADB estimó que las remesas globales crecieron US$34.000 millones en 2021, compensando con creces la pérdida del año anterior. Aquellos que hicieron sus fortunas a partir de las empresas de tecnología, en particular las que prosperaron durante los períodos prolongados de confinamiento y distanciamiento social, lideraron las ganancias. Los datos sobre la desigualdad pueden ser irregulares y lentos en llegar en el mejor de los casos. Los economistas todavía están discutiendo sobre qué sucedió exactamente en 2020 y 2021, sin considerar cómo las nuevas crisis, como la guerra y la inflación, podrían afectar las disparidades de riqueza e ingresos en el futuro.

En esta oportunidad, ambos académicos conversaron sobre los resultados del estudio #VidaenPandemia, investigación longitudinal e interdisciplinaria que monitoreará la forma en la disaster ha afectado la vida cotidiana de las personas. Pablo Rivera-Vargas, Raquel Miño-Puigcercós, Ezequiel Passerón y Gustavo Herrera Urizar en su artículo ‘¿Hacia dónde va la escuela? Resignificar su sentido en la period del COVID-19’ sostienen que a raíz del pasaje obligatorio a la educación a distancia provocado por la pandemia del COVID-19, el sentido y rol de la escuela han sido activamente debatidos y cuando no tensados. La nostalgia de la presencia física y la digitalización masiva de los procesos de enseñanza y aprendizaje han generado un conjunto de retos inciertos a los que habrá que enfrentar una vez que se supere la crisis.

Pero, aunque si lo fueran, los y las docentes se encuentran absolutamente saturados como para ofrecer la atención más personalizada que muchos de ellos requieren. Además, en muchas partes, se ha suspendido de manera abrupta el apoyo profesional especializado que se les proporcionaba. La combinación de estos factores hace que cientos de estudiantes con alguna discapacidad hayan quedado excluidos de la educación. Juan Antonio Carrasco, investigador principal del Centro, fue entrevistado en reportaje que ahonda en los aportes científicos de la Universidad de Concepción a la gestión de la pandemia del Covid en Chile, donde se presentan temas como al apoyo en infraestructura para salud pública, apoyo en diagnóstico, salud psychological de la población y desarrollo sustentable. En el caso de los niños (entre 6 y 14 años) la mayoría se concentra en los sectores de bajos ingresos de la ciudad, los que justamente tienen promedio de hacinamiento alto. Si bien, generalmente presentan síntomas leves, son un factor de riesgo debido a que operan como un vector de contagio.

En edades avanzadas usamos esperanza de vida a partir de los sixty five años, cuántos años se espera que vivirá una persona que acaba de cumplir 65 años. La evolución de la esperanza de vida y probabilidad de morir joven muestran grandes avances en los últimos 20 años, que se vieron fuertemente interrumpidos por el efecto de la pandemia. Quizá esto suena utópico, sin embargo, en aquellos lugares en donde el Estado y el sistema capitalista han resuelto no poner atención, o peor aún, ponerla únicamente para despojar y violentar, la alternativa natural ha sido resolver los problemas colectivos a partir de la autogestión y la organización comunitaria.

Los trabajadores de todas partes se apresuraron, muchos arriesgaron sus vidas, para seguir llevando el alimento para sus familias y proporcionarles techo y cuidados. Entre 2000 y 2019, los ingresos medios en las naciones más pobres aumentaron más rápido que en las ricas y el número de personas que vivían en la pobreza extremacayó de más de uno de cada cuatro a menos de uno de cada 10. Revista nuestrAmérica adhiere a la Declaración de San Francisco sobre la evaluación de la investigación, DORA y a la Declaración de México a favor del Ecosistema latinoamericano de Acceso Abierto No Comercial. El Hospital Makewe-Pelale desde marzo de 1999 está bajo la administración de una asociación indígena local, que implementó un modelo de salud intercultural que cuenta con funcionarios de medicina occidental, machis (sanadoras), gütamchefe (personas que tratan problemas de huesos y articulaciones) y personas que sanan con yerbas medicinales. En 1895 funcionaba como un dispensario de salud, pero debido a la demanda, en 1927 fue fundadado como hospital por los misioneros de la Iglesia Anglicana y recibe desde el año 1962 una subvención del Ministerio de Salud. En mayo de 2019 se iniciaron las obras del nuevo Hospital Familiar y Comunitario de Makewe de la comuna de Padre Las Casas, novena región, construcción que quedó paralizada ante la emergencia sanitaria.