Esta pandemia nos obligó a avanzar una década en digitalización, pero al mismo tiempo, retrocedimos más de una década en bienestar social, y la desigualdad está en su punto máximo. Pero esta crisis es diferente, los más favorecidos se han enriquecido aún más, y la lucha contra la pobreza retrocedió 15 años en Latinoamérica. La académica UC fue la encargada de abrir la conversación señalando que “las desigualdades territoriales han jugado un rol claro en esta disaster socio sanitaria, pero son una suma de desigualdades de distinto tipo.
Así podemos avanzar hacia la lógica de la garantía de derechos al alero de la generación de un tejido social que brinde seguridad alimentaria a las comunidades. El objetivo de este trabajo es reflexionar sobre algunos de los aspectos sociopolíticos y culturales que han ocurrido en Chile a raíz de la pandemia del Covid-19. La segunda sección examina tres ejemplos que permiten elaborar una crítica a los procesos de despolitización, desconexión y banalización del gobierno ante la crisis paises que salieron de la pobreza sanitaria. Finalmente, se lleva a cabo una reflexión sobre las ollas comunes como práctica cultural que contribuye en la repolitización de los barrios.
Con los efectos de desigualdades estructurales aflorados por la pandemia, “vemos expresadas hoy en las diferenciales posibilidades de cuidado frente a la pandemia por parte de la población según factores sociales”, comentó el académico del Departamento de Ciencias Sociales, Felipe Saravia. En materia de seguridad y violencia, la percepción de la delincuencia en los barrios aumentó en 25%, comparado al sondeo de 2019, y el 70% de las personas de estratos bajos considera que existe delincuencia en su barrio. Además, predomina la thought de que este problema aumentará en el futuro, con un 50% del whole de las preferencias. Eso sí, consultados sobre las distintas situaciones violentas que ocurren o pueden ocurrir en el país, las más graves señaladas no tuvieron que ver con seguridad, sino con la corrupción de los políticos (24%) y la desigualdad social (20%). Así, la corrupción de los políticos (27%), la desigualdad social (27%) y el abuso del sistema financiero y comercial (12%) son consideradas las principales violencias que más pobreza producirán en el futuro, según creen los encuestados. De todos los encuestados, la mitad aseguró que la población extranjera ha producido efectos negativos o muy negativos en el país, creencia que en los más vulnerables llega al 63%.
Sobre la experiencia de esta disaster y su impacto en la sociedad, el decano Aceituno señaló que «es evidente que la situación de disaster lo que muestra son condiciones de vida que existían desde antes, y que se invisibilizan», afirmó Roberto Aceituno. A esto, la profesora Palma agregó que «quedó claro que en una situación de crisis como ésta, para hogares más vulnerables, la familia es el banco de los pobres, porque el sistema no los acoge, así que deben recurrir a redes ligadas a los afectos». La disaster sanitaria, social y económica que ha traído el Covid-19 a Chile, ha dejado de manifiesto la gran desigualdad territorial que existe en nuestras ciudades.
En el periodo de dos años de pandemia, el 1% más rico de la población vio aumentar el valor de sus activos en 26 billones de dólares, acaparando el 63% del incremento total de la riqueza neta mundial, o casi el doble de la parte (37%) que fue a parar al 99% restante de la población más pobre. El índice de riqueza de los multimillonarios parece no tener límites, mientras que la población menos acomodada lucha por llegar a fin de mes. Según el Banco Mundial, probablemente estemos asistiendo al mayor aumento de la desigualdad y la pobreza en el mundo desde la Segunda Guerra Mundial. En Italia, a finales de 2021, la riqueza en manos del 5% más rico period superior a la del 80% más pobre.
Junto a la explosión de la desigualdad (principalmente en los ingresos autónomos de los hogares), por primera vez desde que se aplica la Casen se registró un aumento en el porcentaje de la población que vive bajo la línea de la pobreza. Y aunque se trate de un crecimiento moderado, la encuesta muestra que este incremento fue bastante dispar entre los sectores de la población. Sin duda nos encontramos en una situación sanitaria y económica grave, que se ha visto profundizada por la gran desigualdad social chilena, el desafío está en el reconocimiento y la articulación de experiencias populares de apoyo mutuo con el apoyo de medidas gubernamentales. Dejar en evidencia las desigualdades sociales es una de las consecuencias de esta pandemia por Covid-19, la cual ha golpeado a nuestro país y el mundo. Y es que, si bien ello conlleva a que compatriotas sufran injusticias y carencias, es también una oportunidad para que la estructura del sistema se fortalezca en favor de un mejor vivir para la sociedad en su conjunto.
Revista nuestrAmérica adhiere a la Declaración de San Francisco sobre la evaluación de la investigación, DORA y a la Declaración de México a favor del Ecosistema latinoamericano de Acceso Abierto No Comercial. La académica explicó además que en materia de trabajo no remunerado las mujeres han aumentado su cuota de labores, perpetuando la desigualdad basal entre ambos géneros, materia que es parte del contenido del segundo informe de #VidaenPandemia. Para esta ONG «las élites latinoamericanas no se han destacado por su compromiso por sus países», al contrario en muchos de los países de América Latina, no existe impuesto al patrimonio o los impuestos al lujo son bajísimos. Esta obra está bajo licencia internacional Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual four.0. “Los migrantes se siguen viendo como una amenaza, cuando la solución debería ser mundial. Los niños deberían dejar de verse como nacionales o extranjeros, porque quedó de manifiesto que un virus, algo microscópico, dejó todo mal”, explica Magdalena Valdés, la directora en Chile de América Solidaria.
Entonces, es esperable que el efecto de este shock se prolongue por más años y contribuya a incrementar los niveles de desigualdad percibidos en la población, y este asunto debería ser investigado. Las diferencias en la muerte de gente joven (bajo 65 años) se explican, a su vez, en relación con la pobreza. La evolución de la esperanza de vida y probabilidad de morir joven muestran paises africanos mas pobres grandes avances en los últimos 20 años, que se vieron fuertemente interrumpidos por el efecto de la pandemia. Las remesas de los trabajadores latinoamericanos desde fuera de la región se redujeron un 19,3% en 2020 según el Banco Mundial. Estas rentas son muy importantes en Centroamérica, donde representan entre el 13% y el 20% del PIB, especialmente para los hogares más vulnerables.
El número whole de familias italianas en situación de pobreza absoluta asciende a 2 millones. En la ciudad hay tremendas consecuencias, ya que mucha gente mapuche –también lo muestra la última encuesta Casen– vive en situación de pobreza. Muchos emigraron del campo a la ciudad, perdiendo su vinculación territorial; otros la mantienen, pero esta cuarentena ha hecho emerger los problemas socioeconómicos que derivan también en violencia o alcoholismo sobre todo en el contexto urbano. Por tanto, esas consecuencias socioeconómicas aumentan en contexto de pandemia en la población mapuche que es la población más empobrecida de la región de la Araucanía. Si la desigualdad e inequidad ha aflorado aún más con la pandemia, en la población mapuche el estrago es mayor, porque la pandemia nos encuentra a los pueblos indígenas en common con tremendas desigualdades en lo socioeconómico, territorial y en lo socioespiritual, dada las transgresiones al ecosistema. La Encuesta Social COVID-19 se realizó en alianza con el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, sumándose a estos esfuerzos el Instituto Nacional de Estadísticas.
El conflicto entre las hortaliceras y Carabineros en medio de la pandemia se suma a la situación de inequidad «tremenda” en la que se encuentran las mismas comunidades mapuche, que cuentan con altos índices de diabetes e hipertensión arterial, producto de cambios alimenticios forzados por la reducción territorial. En vista de esta ausencia de Estado que relata Cuyul, han surgido iniciativas de inmunización «donde se han hecho barreras sanitarias por parte de las mismas personas mapuche, como en Lautaro, Lonquimay, Cañete y Tirúa”. «Tengo que alimentar a mis hijos», gritó una hortalicera mapuche, tratando de rescatar el canasto que le arrebataba un carabinero en pleno centro de Temuco. Este fue uno de los tantos registros que se difundieron en redes sociales en que se veía a la fuerza policial desalojando a las vendedoras, tras el levantamiento de la cuarentena complete de la ciudad decretada el pasado jueves 30 de abril.
Los primeros hallazgos indican que el confinamiento ha afectado la situación laboral, las finanzas y el grado de certidumbre, provocando efectos devastadores en la calidad de vida de sus hogares. Estos efectos se han traducido en un empeoramiento de la salud mental de millones de chilenos y han sido particularmente pronunciados en los sectores típicamente más vulnerables de la población (jóvenes, mujeres y hogares de bajos ingresos). La pandemia no solo ha dejado en evidencia la gran desigualdad existente en Chile, sino que la ha profundizado. La fuerte brecha económica entre los segmentos más pobres y más ricos de la población es cada vez mayor. Esto es lo que se desprende del nuevo informe de Oxfam “La desigualdad no conoce crisis”, publicado con motivo del Foro Económico Mundial de Davos, que celebrado del 16 al 20 de enero de 2023, en Suiza. Por primera vez en 25 años, crece la discrepancia entre la extrema riqueza y la extrema pobreza.
El mercado laboral de los más pobres, frágil e informal, simplemente fue pulverizado por la crisis provocada por la pandemia, mientras el 50% con más ingresos de la población pudo seguir viviendo de sus ingresos laborales (sueldos, honorarios, etc.) sin grandes alteraciones. Es más, la encuesta también muestra que sólo el 5,6% de los ingresos totales del 10% de hogares pobres viene del trabajo de sus integrantes (hasta 2017 period aproximadamente 40%), mientras que en el extremo opuesto los ingresos provenientes del trabajo cayeron muchísimo menos. Por ejemplo, en el 10% con mayores ingresos, bajaron sólo de 87 a 85,7% del monto whole recibido por esos hogares. Al respecto, la representante de la comisión organizadora y académica de la Escuela de Trabajo Social PUCV, Yesika Herrera, señaló que “las situaciones de desigualdad del país y cómo estas se agudizan en periodos de pandemia, definimos un gran eje que se relaciona con la resistencia y la emergencia que se generan en contexto de crisis.