La Epja En Tiempos De Coronavirus: Reflexiones En Torno A La Educación Remota De Emergencia

Dichas modificaciones traen dificultades al momento de imputar los beneficios entregados durante al año 2021 a los hogares encuestados en la Encuesta CASEN 2020, las cuales pueden llevar a sub o sobre estimaciones, dependiendo de los requisitos que se estén simulando. Aun así, al comparar los montos efectivos e imputados, se observa que el gasto total es muy related en ambos casos. Lo anterior, se debe a que la sobreestimación de los beneficiarios se ve compensada por el hecho de que el número promedio de integrantes por hogar es mayor en la CASEN que en los beneficiarios efectivos del IFE. Si bien el IFE representa el 75% del whole de apoyos directos entregados durante los años 2020 y 2021 en términos de gasto fiscal, existen otros beneficios que ayudaron a suplir la caída de los ingresos de los hogares, principalmente el Bono Clase Media y el Bono Pensionados. De esta manera, utilizando los beneficios para los cuales se cuenta con información, se imputa el Bono Clase Media y el Incremento Familiar asociado a éste, utilizando como base a aquellos encuestados que declararon recibir el beneficio homólogo durante el año 2020.

En conversación con INTERFERENCIA, Andrés Cuyul, quien además es colaborador en el Hospital Intercultural de Maquehue, analiza desde su experiencia cómo afecta a la sociedad indígena la pandemia. “Desde las autoridades sanitarias no ha existido ningún mensaje hacia los territorios”, afirma Cuyul, quien además es integrante de la Comunidad de Historia Mapuche. En vista de esta ausencia de Estado que relata Cuyul, han surgido iniciativas de inmunización «donde se han hecho barreras sanitarias por parte de las mismas personas mapuche, como en Lautaro, Lonquimay, Cañete y Tirúa”. El presente y futuro de Chile es pesimista, y hasta que no acabe la pandemia estas percepciones, dicen las expertas, no cambiarán. Los niños deberían dejar de verse como nacionales o extranjeros, porque quedó de manifiesto que un virus, algo microscópico, dejó todo mal”, explica Magdalena Valdés, la directora en Chile de América Solidaria.

Sin las transferencias realizadas por los gobiernos para atenuar la pérdida de ingresos laborales, cuya distribución tiende a estar concentrada en los grupos de ingreso bajo y medio, el aumento esperado del índice de Gini promedio para la región habría sido del 5,6%. Si por años hemos tenido estas evidencias objetivas y subjetivas que finalmente catalizaron en el estallido social, no es posible eludir su resolución con perspectiva de futuro y, menos, abordar respuestas en el presente como si fueran transitorias, dada la emergencia sanitaria. El debate que tenemos pendiente desde el inicio de la crisis social –y que se acelera precisamente en esta crisis sanitaria y económica– es la necesaria construcción de un sistema de protección social robusto. No solo por razones de justicia y cohesión social, también por consideraciones de viabilidad económica y, ciertamente, para relegitimar nuestra debilitada democracia. Por un lado, prontamente se hará manifiesta la segregación del sistema de salud que no podrá responder de igual manera al contagio que vivan los que están cubiertos por la salud pública y privada. Es más, hasta pudiera agravarse si, a pesar de haber pospuesto por three meses su insensata alza de planes, las isapres siguieran actuando discrecionalmente en medio de la disaster con la consiguiente expulsión de afiliados que presionarán sobre el sistema público de salud.

América Latina, no estaba pasando por un buen momento, y a pesar de que las proyecciones para el año 2020 no eran positivas para la región, no hubo pronóstico alguno que se le acercara a lo que ocurrió en marzo del 2020 con la propagación del virus COVID-19. 10.7 Facilitar la migración y la movilidad ordenadas, seguras, regulares y responsables de las personas, incluso mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas. En contraste, los cinco deciles de más ingresos registraron un alza promedio de sus entradas del 18,2 por ciento en la etapa comparada y el incremento salarial más pronunciado correspondió a los del estrato más alto, que aumentaron 16 por ciento. Las enormes brechas entre las clases sociales, típica del Chile neoliberal, se ensanchó más durante la COVID–19, por lo cual hoy los ricos son más ricos y los menos favorecidos aumentaron su pobreza.

Junto a la explosión de la desigualdad (principalmente en los ingresos autónomos de los hogares), por primera vez desde que se aplica la Casen se registró un aumento en el porcentaje de la población que vive bajo la línea de la pobreza. Y aunque se trate de un crecimiento moderado, la encuesta muestra que este incremento fue bastante dispar entre los sectores de la población. La encuesta también mide los ingresos monetarios, que corresponden a la suma de los ingresos del trabajo, los ingresos autónomos y las transferencias que provienen del Estado (como subsidios o bonos). La última Casen da cuenta de que los ingresos monetarios del 10% más rico fueron 27 veces mayores que los del 10% más pobre. Sin embargo, estas transferencias no lograron impedir la peor relación 10/10 de los últimos 30 años y el peor Gini –el indicador de desigualdad– desde 2003 (PNUD, 2014). Las sólidas políticas macroeconómicas de Chile permitieron que los desequilibrios provocados por la pandemia de COVID-19, como los altos déficits y la inflación, se controlaran.

La capacidad del país, y el compromiso de los distintos actores para fortalecer el sistema de protección social con foco en la niñez y adolescencia, será clave para no hipotecar los logros alcanzados durante las últimas tres décadas para la población menor de 18 años. La subsecretaria de Evaluación Social, Alejandra Candia, sostuvo que la disaster afectó “sustantivamente ingresos de hogares y fue contenida, no revertida, por transferencias fiscales”. Destacó que el aumento de los subsidios que reciben las familias permitió contener los efectos de  la caída de los ingresos de trabajo. Detalló que los subsidios aumentaron promedio por hogar de $34 mil a poco más de $53 mil en la pandemia, pero para los hogares pertenecientes al 40% más susceptible el cambio fue más sustantivo, pasando de $58 mil promedio por hogar a $92 mil, e incluso superando los $100 mil para el primer quintil. Según las nuevas proyecciones de la CEPAL, como consecuencia de la fuerte recesión económica en la región, que registrará una caída del PIB de -7,7%, se estima que en 2020 la tasa de pobreza extrema se situó en 12,5% y la tasa de pobreza alcanzó el 33,7% de la población. Ello supone que el complete de personas pobres ascendió a 209 millones a finales de 2020, 22 millones de personas más que el año anterior.

El objetivo period concentrar los recursos en aquellas comunas que se hayan encontrado en fase de cuarentena del Plan Paso a Paso[23], y en menor medida en fase de transición, ya que era en éstas donde los hogares iban a encontrar mayores trabas para generar ingresos. De esta manera, se diseñó el IFE Covid para las comunas que hayan estado en fases de cuarentena o transición durante el mes anterior al inicio de las postulaciones, y el Bono Covid para aquellas que hayan estado en fases de preparación o apertura inicial. Para acceder, period desigualdad social a nivel mundial necesario que el hogar cumpliera al menos uno de los requisitos detallados en la Tabla three, los cuales variaban según fuera la situación del hogar en torno al plan Paso a Paso.

Indicadores de pobreza y desigualdad, según inclusión de beneficios Covid-19 al ingreso monetario corregido del hogar. En el caso de los beneficiarios del Bono Covid, es decir, aquellos hogares que se encontraban en fase de preparación o apertura inicial, se identificaron a los beneficiarios del SUF y del Subsistema Seguridades y Oportunidades según información declarada en la CASEN 2020 para imputar el Bono Covid los meses de enero a marzo de 2021. En el presente documento, se analiza la evolución y los impactos generados por el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), en conjunto a otros beneficios directos entregados durante el año 2021. Utilizando la Encuesta CASEN 2020 en Pandemia, se estiman indicadores de pobreza y desigualdad de ingresos, de manera de ver el impacto de dichas transferencias sobre estos indicadores.

De ese total, seventy eight millones de personas se encontraron en situación de pobreza extrema, 8 millones más que en 2019. En este documento discutimos qué enfoques de políticas que se consideran más eficaces para una buena transición económica para los países de América Latina, desde la disaster del coronavirus, hacia un nuevo punto de partida. En el que sea posible instalar una estrategia de desarrollo de largo plazo, que nos lleve a un mayor crecimiento económico estable y sostenible, que esté basado en mayor competitividad, incrementos sostenidos de productividad y en innovación.

Destaca que la pandemia ha revelado el enorme costo que significa para los países de la región no tener un sistema integrado de cuidados de amplia cobertura, desfeminizado y de calidad. Por esto, advierte, “es urgente invertir en este sector para enfrentar la crisis, garantizar el derecho a cuidar y a recibir cuidados, así como reactivar la economía desde una perspectiva de igualdad y desarrollo sostenible”. En Chile “entramos a una situación de pandemia en un momento en que la sociedad está mucho más movilizada y se ha vuelto pilar clave para enfrentar esta situación de crisis”, comenta el sociólogo.

La académica UC fue la encargada de abrir la conversación señalando que “las desigualdades territoriales han jugado un rol claro en esta crisis socio sanitaria, pero son una suma de desigualdades de distinto tipo. Lo primero es que hay enormes diferencias en los estándares de vivienda, en términos de metros cuadrados y hacinamiento, pero también hay temas de calidad, de confort térmico, de condiciones de ventilación, entre otros. Además se vive un confinamiento más problemático, porque hay competencias respecto de los espacios de la vivienda”. Pablo Rivera-Vargas, Raquel Miño-Puigcercós, Ezequiel Passerón y Gustavo Herrera Urizar en su artículo ‘¿Hacia dónde va la escuela?

Estos factores ponen una presión significativa a los gobiernos de América Latina, y pueden condicionar su capacidad de respuesta ante la disaster. La noción de seguridad o protección de los ingresos que clásicamente se asocia a riesgos previsibles, como son el desempleo, la enfermedad, la discapacidad, la maternidad y la vejez, adquiere hoy otros requerimientos, fruto de las veloces transformaciones de los trabajos y que esta disaster acentúa y da mayor visibilidad. Al punto que en varios países europeos, y dada la crisis económica producto de la pandemia, se está planteando abrirse a una experiencia innovadora –para la que hay algunos ejemplos en curso y que se iniciaron antes de las actuales circunstancias–, como es el establecimiento de un ingreso ciudadano. Ya no como respuesta transitoria, sino como parte constitutiva de sus modelos de protección social en un mundo que habrá de convivir con fenómenos de riesgos a escala mundial. Aun cuando en teoría tengan políticas adecuadas, los gobiernos tropiezan en la implementación, donde con frecuencia una barrera clave es que no se generan recursos fiscales suficientes para que esas políticas sean efectivas. Los países de América Latina y el Caribe generalmente recaudan menos ingresos en concepto de impuestos que otros con niveles de desarrollo semejantes en diferentes partes del mundo.

CIPER/Académico es un espacio abierto a toda aquella investigación académica nacional e internacional que busca enriquecer la discusión sobre la realidad social y económica. Estamos en un momento crítico de equilibrios múltiples (uno auspicio al desarrollo, y otro, a una nueva década perdida), las políticas y acuerdos que logremos este año y el próximo serán cruciales para pavimentar cualquiera desigualdad mundial branko milanovic pdf de los dos caminos. El director de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso, Mauricio Ureta, añadió que se analizará la convulsión social y los cambios que está viviendo América Latina. “La disciplina del Trabajo Social tiene mucho qué decir pues los trabajadores sociales contribuimos a los mejores estados de bienestar de las personas y su dignificación”, precisó.

desigualdad social en pandemia

Rápidamente los territorios y los espacios públicos fueron militarizados y controlados generando medidas como los toques de queda y otras iniciativas de seguridad pública, que permitieron en Latinoamérica una disminución de la fuerte protesta social que se venía desarrollando desde fines del 2019 (Rivera-Aguilera et al., 2021). Al. (2021) la pandemia se transformó en una coartada que permitió una profundización de la inequidad social, generando las condiciones de posibilidad para legislar y gobernar sin mayor resistencia ciudadana. En la misma línea de ideas, los discursos centrados en el crecimiento económico basados en una racionalidad neoliberal quedaron en tensión con la llegada del COVID-19, ya que los procesos productivos se vieron enlentecidos, hecho que generó un alza en el desempleo y una disaster económica vigente hasta nuestros días. En efecto, antes del proceso de vacunación la mejor estrategia para el cuidado de la población se transformó en el confinamiento. El Programa para una Cobertura de Salud Primaria Universal y Resiliente mejorará el acceso de la población a servicios sanitarios de calidad, a través de innovadoras medidas orientadas a incrementar la accesibilidad, resiliencia y eficiencia de la atención primaria, que contribuyan a consolidarla como base del sistema de prestación de servicios de salud. Con el propósito de brindar a Chile protección financiera para mitigar posibles impactos económicos negativos de terremotos y los tsunamis que ocasionen, el BM apoyó a Chile para emitir un bono catastrófico y swap de USD 630 millones, la cual es la mayor operación en un solo país.