La Desigualdad De Ingresos Afecta A La Salud De Los Niños

A la vez, se encuentra que diferencias en características aumentan la brecha en utilización de dichos servicios. Centros de atención, centros de salud mental, residencias de ancianos, centros de rehabilitación, servicios médicos de urgencia). Para ser elegibles para la inclusión, los participantes debían ser mayores de edad y estar empleados en entornos de atención médica públicos o privados.

Diversos estudios han mostrado que mientras más desigual -económica y socialmente- es una comunidad, más precaria será la salud psychological de la misma. Pensamos que vivimos en una edad de oro de la historia y que el progreso va a continuar. Si bien la pandemia del coronavirus de 2020 ha supuesto un terrible la desigualdad en la salud contratiempo, y la crisis económica global subsiguiente será muy difícil de superar, seremos capaces de resolverlo.

Esto implica que la cifra ultimate de gasto público reportada por la OCDE es en efecto mayor de lo real, tal como se pudiera entender si se restara este aporte a fondos privados. Una tercera y muy importante fuente de financiamiento que menciona el informe es el gasto de bolsillo “que incluye compra de remedios, pago de exámenes no cubiertos por los seguros de salud y copago a las prestaciones en salud como hospitalizaciones y consultas médicas”. Otra fuente de financiamiento del gasto en salud en Chile son los aportes directos que hace el Estado tomando recursos recaudados por impuestos generales.

Además, la desigualdad de ingresos puede contribuir a la fragmentación social y a la reducción de la cohesión social dentro de las comunidades. Las comunidades con mayores niveles de desigualdad de ingresos suelen experimentar mayores niveles de delincuencia, violencia y aislamiento social, lo que repercute negativamente en los resultados de salud mental (Kawachi et al., 2008). La falta de apoyo social y la erosión de la confianza entre los miembros de la comunidad agravan aún más los efectos adversos de la desigualdad de ingresos en el bienestar psychological, y reducen las tasas de éxito de la psicoterapia y otros tratamientos. Como psicólogos clínicos, es esencial explorar esta conexión para obtener una comprensión más profunda de cómo las disparidades socioeconómicas pueden influir en el bienestar mental. Esta columna pretende recorrer parte de la investigación existente sobre la relación entre la desigualdad de ingresos y la salud mental, examinando los mecanismos a través de los cuales la desigualdad de ingresos puede afectar al bienestar psicológico y las implicaciones para la práctica clínica.

El informe de Salud Un Derecho también llama la atención sobre el gasto whole en salud en Chile, el que queda por debajo del promedio de los países de la OCDE. El informe llama la atención sobre el hecho de que, en los países de la OCDE los fondos suelen ser solidarios entre sí, y en aquellos países donde existe una estructura de financiamiento de la salud basada en cotizaciones y seguros, estos son fuertemente regulados precisamente para que no se pierda el principio de la solidaridad en el gasto en salud. Hace un par de años Chile fue aceptado en la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico). A partir de esta incorporación, en Chile podemos ver comparativamente cómo estamos con respecto de los demás miembros. Según cifras que recopiló Salud Un Derecho, un movimiento ciudadano de Chile que aboga por la reposición de la solidaridad en el financiamiento de la salud y que presentó un informe llamado “Las Cifras de la Desigualdad de la Salud en Chile”, la situación de la salud no se presenta en términos favorables, apareciendo como profundamente desigual. La institución analizó la falta de médicos especialistas, sobre todo en la regiones más apartadas del país, así como la falta de infraestructura necesaria, situación que impide a muchos chilenos ejercer su derecho a la salud de manera adecuada.

la desigualdad en la salud

Entre estos impactos, un área de creciente preocupación es la relación entre la desigualdad de ingresos y la salud mental. A lo anterior debemos sumar que los pacientes perciben tratos injustos en salud, los cuales son atribuidos a su condición socioeconómica. Esta situación se invierte en la medida que aumenta el nivel socioeconómico de los pacientes. Lo anteriormente descrito exacerba de forma no virtuosa el problema, pues un paciente que percibe malos tratos en salud tiende a discontinuar su tratamiento y de paso empeorar la progresión de su enfermedad. Datos de Banco Mundial (2016) muestran que los países que presentan una mayor diferencia en los ingresos tienden a presentar un menor grado de movilidad intergeneracional.

Por su parte, la filósofa Nancy Fraser habla de la paridad participativa y postula que la justicia exige unos acuerdos que permitan que todos los miembros de la sociedad interactúen en pie de igualdad, tanto a nivel de redistribución como de reconocimiento. Y afirma la necesidad de una distribución que garantice la independencia y la voz de todos. Asumiendo las consecuencias del anómalo proceso de desarrollo chileno, una de las misiones que desde sus inicios han asumido las universidades regionales, ha sido luchar contra las desigualdades regionales, siendo el área de la salud uno de los ámbitos de mayor preocupación.

Los hallazgos presentados, sugieren que entre los trabajadores sanitarios, las mujeres pueden haber estado expuestas de manera desproporcionada a factores estresantes relevantes del COVID-19 a nivel individual y nacional. Esto resalta la importancia de considerar el género en los esfuerzos de respuesta a emergencias para salvaguardar el bienestar de las mujeres y garantizar la preparación del sistema de salud durante futuras disaster de salud pública. Por ello, comprender la relación entre la desigualdad de ingresos y la salud mental es essential para los psicólogos clínicos, ya que informa nuestra práctica y sus intervenciones. ¿Será simplemente coexistencia que en Chile tenemos paralelamente malos índices de salud psychological y de distribución de ingresos?

El consultor de la Oficina Panamericana de la Salud, César Gattini, señaló, entrevistado para el informe, que “el punto de la formación, si lo concentramos sólo en las especialidades médicas, es una brecha que no se puede resolver, aunque gastemos lo que gastemos en PIB nacional, porque no es una discusión de recursos, es una discusión de modelo”. Para atacar específicamente la falta de especialistas el gobierno actual está desarrollando un programa que pretende formar four.000 médicos especialistas, aumentando el aporte a las universidades para que puedan ampliar sus cupos. Sin embargo, señala el informe que “este esfuerzo se encuentra con la realidad de que una vez realizada la beca, muchos de ellos/ellas migran al sector privado”. Los datos son preocupantes, las mujeres lesbiana y bisexuales tienen tasas significativamente más altas de…

La resiliencia se refiere a la capacidad de adaptarse y hacer frente a la adversidad. Los psicólogos podemos mejorar el bienestar mental de nuestros pacientes dotándoles de habilidades para afrontar los retos asociados a la desigualdad de ingresos, como el estrés financiero o el aislamiento social. La pesquisa precoz se realiza tanto a nivel particular person (con el autoexamen de mamas) como en las prestaciones de salud disponibles en los programas ministeriales de cáncer que se desarrollan en los controles ginecológicos a cargo de matronas y matrones del nivel primario de atención en salud”. Muchos trabajos de investigación han tratado de identificar cuán importante es la relación entre desigualdad y desarrollo, y los mecanismos para explicar dicha relación. Una de las conclusiones es que ella opera vía mecanismos más indirectos de lo que se creía.

A esta concentración se agrega que, según el Ministerio de Salud, para una atención adecuada faltan 3.795 médicos especialistas. Por supuesto que sí, los cambios sociales los hacen los pueblos, y el nuestro es uno forjado en el rigor, que recientemente ha mostrado su voluntad de justicia, de libertad total, de dignidad y de equidad. Lo ocurrido en Chile es el resultado de una desafortunada combinación de situaciones. El avance acelerado de las ciencias, en particular de aquellas cuyos resultados impactan directamente en diferentes ámbitos y niveles de acción de la salud humana, nos ha hecho transitar en forma muy rápida desde la “revolución científica”, a la “revolución tecnológica”. Hay una disparidad creciente en la salud física y psychological la desigualdad pdf de los niños y adolescentes ricos y pobres en Estados Unidos y otros países pudientes, revela un estudio reciente. Agregó que respecto a la prevención de Infecciones de Transmisión sexual y VIH, “las mujeres han demostrado ser muy efectivas, según las cifras entregadas por la Plataforma Sur VIH del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud.

Gracias a las cifras de comparación entre los diferentes países, en Chile ya podemos ver cómo estamos con respecto de los demás miembros. En la Corporación Matria Fecunda, trabajamos colaborativamente hace cinco años junto a otras 26 organizaciones chilenas por una ley de parto respetado y prevención de la violencia gineco-obstétrica. El corazón de la ley es promover experiencias de parto en las que primen el respeto, buen trato, autonomía, información y garantía a derechos fundamentales para experiencias positivas de parto.

La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto. Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero. Se han propuesto varios mecanismos para explicar la relación entre la desigualdad de ingresos y la salud mental. Una explicación destacada es la teoría de la comparación social, que sugiere que los individuos evalúan su propio bienestar basándose en comparaciones con otros. En sociedades muy desiguales, las personas pueden experimentar una sensación de privación relativa al comparar su situación socioeconómica con la de quienes están en mejor situación. Esta percepción de estar en desventaja (ya presente a los 8 años de edad) puede conducir a sentimientos de estrés, baja autoestima y reducción del bienestar psychological basic (Marmot, 2004).