Jeannette Von Wolfersdorff Economista Y Exdirectora Del Observatorio Fiscal: Necesitamos Reinventar El Capitalismo, Especialmente En Chile Diario Financiero

Mientras menos intervención del Estado, mientras menos regulaciones tenga el mercado, mientras menos impuestos aplique la autoridad económica, el mencionado modelo dará sus mejores frutos, dicen sus defensores. El punto crítico es que toda acción que se salga de ese marco se considera una intromisión política, una incursión ideológica, vale decir, una intervención que sólo perturba o desvía el comportamiento regular de las leyes naturales, invisibles e inequívocas del mercado – que por lo demás no tienen referentes empíricos – y que estarían por sobre los derechos sociales. La negación de la intervención del estado es la respuesta del neoliberalismo cuando se quiere fijar un salario mínimo u otorgar capacidad de negociación de los sindicatos. Lo mismo, para darle una buena educación gratis a los niños y jóvenes y mejores pensiones a la población más vieja, sin distinción de clase social. La situación actual de crisis a nivel mundial, debido a la pandemia y la depresión económica, ha puesto en evidencia las desigualdades estructurales y las opresiones generadas por el neoliberalismo. La confrontación geopolítica por la supremacía mundial y la agudeza del inminente desplome ecológico convergen en 2020, al mismo tiempo que la humanidad entera hace frente a una pandemia mundial sin precedentes en el capitalismo contemporáneo.

En sus gobiernos se puso énfasis en el gasto público social, privilegiando el crecimiento con equidad, dirigido a reducir la pobreza, disminuir la cesantía y, por sobre todo, resguardar la estabilidad macroeconómica. A pesar de ser éste uno de los períodos de mayor crecimiento económico que ha experimentado Chile durante el siglo XX, el país es considerado todavía como uno de los peores del mundo en términos de distribución del ingreso, issue que se ha constituido en el mayor desafío a combatir. La desaceleración que sufrió Chile en 1998 a causa de la crisis asiática que penetró en toda América Latina y de la exacerbada política monetaria contractiva que ejerció el Banco Central ese año, puso freno a un período de enorme prosperidad económica desarrollada por estos gobiernos democráticos. La aprobación del Tratado de Libre Comercio (TLC), firmado entre Chile y Estados Unidos, constituye un importante avance para robustecer la inversión extranjera en el país.

Entiendo que, muchas veces, se cae en las consignas y uno, en los discursos y en las retóricas, tiende a hablar de la desigualdad. Está a disposición de ustedes, a través de Internet, en el sitio de la página de la Biblioteca del Congreso Nacional, el mismo libro que ustedes tienen acá, porque siempre, en nuestra cultura, es importante reflejar estos esfuerzos en textos, en papel, porque esa es nuestra cultura ancestral. Ustedes, que son jóvenes y que tienen una cultura distinta a la de la generación mía y de las otras generaciones, pueden sacarlo directamente de Internet. Muchos han intentado menoscabar este esfuerzo institucional, diciendo que esto era desigualdad legal conseguir datos para el programa de Bachelet.

“Es preferible una torta más chica y mejor repartida que hacer crecer la torta con los niveles de mala distribución que tenemos hoy”, dijo a CIPER. Dos de los autores de este estudio (López y Figueroa) ya habían calculado en 2011 que los cinco hombres más ricos desigualdad social pobreza y superpoblación de Chile en ese momento (Luksic, Angelini, Matte, Paulmann y Piñera) ganaban lo mismo que un millón de personas. Tomados en conjunto, estos “5 grandes”, como los llamaban, tenían un ingreso equivalente al 30% de la población chilena (ver estudio en ingles).

Atkinson argumenta en su libro que atacar la desigualdad con impuestos implica actuar al last del proceso de creación de riqueza, cuando los contratos se han hecho, los salarios ya se han pagado y la riqueza ya se repartió. En ese sentido, los impuestos tratan de corregir ingresos que se distribuyen cada vez peor. Y explica que, si con impuestos se quisiera retrotraer la desigualdad en el Reino Unido al nivel que tenía en los años 60, habría que subir el de la renta en un 16%, medida imposible para cualquier gobierno.

En la actualidad las necesidades de las y los integrantes de la sociedad tanto latinoamericana como chilena se han transformado con relación al siglo pasado. Tal como lo mencionan informes del PNUD (2017) y CEPAL (2018), la percepción de las desigualdades al inside de la ciudadanía se ha desplazado desde el ámbito material al simbólico. Si antes los principales movimientos sociales se encontraban ligados al ámbito del trabajo, reivindicando temáticas como la vivienda o los salarios, en la actualidad se centran en el ámbito del reconocimiento social, dando paso a movilizaciones feministas, indígenas o animalistas, entre otras. Es este apartado, de manera muy somera, recogeremos algunos análisis sobre el fenómeno de las desigualdades, consideradas sobre todo desde la economía, de la historia y las ciencias sociales, tanto en estudios globales como locales. [5] Datos de las participaciones en el ingreso del uno por ciento basados en información tributaria en otros países de la región Latinoamericana no están aún disponibles , aunque es sabido que la región  tiene altos índices de desigualdad de ingresos a nivel internacional, (Gini  promedio alrededor de 50 por ciento).

Como consecuencia del pesimista diagnóstico que realizaron de la economía nacional, llegaron a la conclusión de la necesidad de liberalizar la hasta entonces cerrada economía chilena, que adolecía de una férrea regulación del Estado, actuando éste como empresario, promotor de la inversión y la industrialización, y anulando la participación de agentes privados en dichas áreas. Además, durante este período se produjo un desequilibrio en la balanza de pagos y una hiperinflación que por mucho tiempo se ubicó en tres dígitos, situación que persistió por algunos años y que se convirtió en uno de los principales objetivos a regularizar por este nuevo modelo económico. Clara Zetkin declaró en 1923 que el fascismo está profundamente enraizado en las crisis económicas del capitalismo y la proletarización amplias clases pequeño burguesas.

No obstante, estas luchas también se ven influenciadas por el desarrollo de las fuerzas productivas y por tecnologías nuevas. Los conflictos de clases incluyen las luchas por mejoras relativas como mejores condiciones de empleo en un sistema capitalista, por ejemplo, pero también pueden implicar una transición hacia otro sistema económico y social. No obstante no es un sistema que produce un espacio global homogéneo sino que el desarrollo capitalista es desigual y produce una geografía cambiante. Eso lleva una dependencia estructural que implica una explotación por el centro y una desarticulación económica que complica procesos de desarrollo. Por eso las contradicciones capitalistas y los efectos destructivos y problemáticos para grandes partes de la población son mucho más notorios en aquellos países.

Existen diversas razones por las que podríamos argumentar a favor de reducciones en los niveles de desigualdad que exhibe el país, desde juicios morales y éticos, hasta elementos puramente prácticos como son los efectos que produce sobre el crecimiento, el tejido social, y la concentración del poder político (además del económico). Parece existir una relación bastante directa entre los niveles de desigualdad sobre la ocurrencia de conflictos, que tiene que ser estudiada con mayor profundidad. La Araucanía, la segunda región más desigual del país, sigue en la lista como la séptima región con mayores niveles de conflicto, según al informe de COES (Figura 1). Un dato elocuente en relación a la importancia de la desigualdad nacional es el porcentaje del complete de los ingresos que perciben las personas que se encuentran al tope de la distribución.

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El capitalismo ha permitido un innegable progreso material y tecnológico, asimismo, el mercado ha sido una pieza clave como una forma de organización social para lograrlo. Sin embargo, su desarrollo se ha fundado en favorecer el individualismo, dejando atrás a miles de millones de seres humanos sin las mismas oportunidades. La desigualdad producto de la concentración de la riqueza en el sistema capitalista está ligada a que el acceso al conocimiento, en especial el conocimiento científico y las tecnologías derivadas de aquel, sigue siendo un activo particular person y no colectivo.

Porque Marx expresa explícitamente la realidad social capitalista que se caracteriza por una desigualdad muy grande. Una situación en la cual una pequeña minoría de dueños de los medios de producción apoyada por una clase media alta se apropia de la plusvalía generada por la gente que trabaja. En cierto sentido, Marx todavía representa una amenaza importante para los que dominan y se benefician del sistema capitalista. En su análisis muestra muy claro que un sistema capitalista beneficia a algunos pocos al costo de la gran mayoría de la población. Él demuestra-además- que el capitalismo no es un sistema natural, sino que un sistema histórico particular. En esta tradición podemos agregar hoy que un capitalismo neoliberal tampoco es la única forma de capitalismo posible.

Porque la propuesta de aplicar un impuesto global sobre la riqueza exige un acuerdo entre países que muchas veces no son capaces siquiera de implementar reformas propias. Quinto, la elite social (dirigentes sindicales, estudiantiles, etcétera) es la que, por lejos, mejor representa políticamente los intereses de la ciudadanía. Aquello contrasta con la visión política, repetida por la derecha, sus medios, y cada cierto tiempo coreada por sectores de la centroizquierda, de que la irrupción de los movimientos sociales puede hacer peligrar la capacidad de nuestra democracia de representar los intereses de la mayoría.

El modelo neoliberal es aún mucho más dañino para la gran mayoría de las personas, ya que es mucho más desigual. La vida de trabajo y la vida diaria se hacen mucho más difícil en un capitalismo neoliberal en el contexto de un estado de bienestar con regulaciones más favorables a la gente que trabaja. Es indudable que la pobreza y las desigualdades sociales no surgieron en el país en la década de 1880, como tampoco han desaparecido en la moderna realidad del Chile actual. En lo político y también en el ámbito académico, Chile period una referencia importante para las izquierdas en otras partes del mundo. La dictadura militar con un régimen de terror aniquiló una gran parta de esta tradición. Como Chile es uno de los países más desiguales y las clases trabajadores siguen reprimidas por un régimen capitalista autoritario la perspectiva de Marx sigue teniendo mucha relevancia para el análisis.