Se necesita una estrategia integral para orientar la economía mundial hacia un camino de desarrollo más inclusivo. Dicha estrategia debe incluir medidas para reducir tanto la desigualdad entre los países como la desigualdad dentro de ellos a través de reformas nacionales y con el apoyo de la comunidad mundial. La actual pandemia de COVID-19 ha exacerbado la desigualdad de ingresos en el mundo, revirtiendo en parte la disminución registrada en las dos últimas décadas. Se espera que las débiles recuperaciones de los mercados emergentes y las economías en desarrollo (MEED) aumenten la desigualdad entre los países. También se estima que la desigualdad de ingresos dentro de los países ha aumentado un poco en los MEED debido a las graves pérdidas de empleo y de ingresos entre los grupos de población de bajos ingresos. La creciente inflación y las interrupciones en la educación relacionadas con la pandemia podrían aumentar aún más la desigualdad dentro de los países en el largo plazo.
La Gráfica 2 presenta los cambios para cada uno de los 10 países del Grupo 2 para los cuales disponemos de datos. Los gráficos ponen en evidencia que la desigualdad promedio se redujo entre 2002 y 2019 gracias al incremento del ingreso relativo de la población de menores recursos y a la menor proporción del ingreso whole del decil más rico. 2019 es el año en el cual la región experimentó el menor nivel de desigualdad en los últimos 30 años. Así concluimos en un estudio de próxima publicación en el que destacamos cómo —en el año 2020— se revirtió la tendencia de reducción de pobreza y mayor igualdad iniciada hace 20 años.
Así como mencionamos que en América Latina aumentó la esperanza de vida de la población, también ha disminuido 42% la mortalidad infantil desde 2003, un indicador altamente wise a la pobreza y la desigualdad. Pero esa reducción presenta disparidades cuando miramos el caso de los niños y niñas afrodescendientes o indígenas22. Algo comparable se ha producido con la mortalidad materna, que se redujo 32% a escala regional desde el año 2000 en adelante, pero con importantes diferencias entre los países y dentro de ellos. Si nos centramos, por ejemplo, en el caso del acceso a la anticoncepción, sin bien este ha mejorado a escala regional en las últimas décadas, aún queda un largo camino por recorrer. El acceso a métodos anticonceptivos se encuentra además fuertemente influido por la variable de la clase social. En Brasil, por ejemplo, las mujeres de clase baja que no usan ningún método anticonceptivo han llegado a duplicar a las de poder adquisitivo alto23.
Más del 50% de la riqueza financiera de las personas negras está invertida en pensiones, halló la Fed de Nueva York. Menos del 20% de la riqueza de los negros está almacenada en comercios privados, acciones corporativas y fondos de inversión. Por el contrario, menos del 30% de la riqueza financiera de los blancos está invertida en pensiones, y cerca del 50% está invertida en comercios, acciones y fondos de inversión. “El estudio realmente muestra la diferencia entre obtener incrementos en lo que se refiere al ingreso, y cerrar esa brecha, a diferencia de cuando se trata de riqueza”, dijo Janelle Jones, vicepresidenta de Políticas y Defensoría en el Washington Center for Equitable Growth, un centro de investigación sin fines de lucro. “Está demostrado que los ambientes enriquecidos estimulan más el aprendizaje y el desarrollo cerebral, y lamentablemente en la mayoría de las escuelas del país no se cuenta con los recursos para que se puedan implementar dinámicas en las que los estudiantes puedan vivenciar lo que están aprendiendo”. Aunque, subrayó, las afectaciones principales las sufrieron las y los jóvenes con menores recursos, ya que los resultados de PISA muestran que en el caso de aquellos que se encuentran en “ambientes enriquecidos” alcanzaron puntajes tan altos como los de los países mejor evaluados.
Sin embargo, reconocieron que el que los jóvenes obtuvieron puntajes más altos de los esperados es un reflejo de su resiliencia frente a las situaciones adversas que atraviesan. Los propios vecinos que conversaron con T13 aseguraron que la zona cambió por completo desde hace al menos cinco años atrás, desde el Estallido Social. Todos los indicadores, como también las proyecciones de especialistas, indican que la desigualdad, que ya es un problema estructural, aumentará por los efectos de la pandemia.
En enero de este año, de los 38 países que pusieron en marcha campañas de vacunación solo 9 no eran países desarrollados. El informe señala que el efecto adverso de la pandemia sobre los ingresos de las personas afecta principalmente a los estratos de ingresos bajos y medio-bajos. Se estima que en 2020 unos 491 millones de latinoamericanos vivían con ingresos hasta tres veces la línea de pobreza.
Esta situación pone en evidencia la necesidad de rediscutir las reglas de juego que rigen la economía y las finanzas internacionales. Sobre la cuestión de las vacunas COVID-19, el Stiglitz recordó al Consejo de Derechos Humanos que el acceso a las mismas ”es casi parte del derecho a la vida y que aunque es muy fácil en Estados Unidos y otros países avanzados, es extraordinariamente difícil en las economías emergentes y casi imposible en la mayoría de los países en desarrollo”. En 2020 el cierre de las actividades económicas no esenciales se tradujo en destrucción de empleo, particularmente en los meses de marzo, abril y mayo. Sin embargo, en la gran mayoría de los países se establecieron mecanismos para mantener las relaciones laborales.
Aunque los países tienen algunas deficiencias en materia de preparación, la mayoría se ha preparado lo suficientemente bien en algunas áreas básicas. La pandemia de COVID-19 está conduciendo a un mundo aún más marcadamente desigual a medida que se invierten los avances en desarrollo para millones de paises con extrema pobreza países pobres. Se necesita poner en marcha un conjunto de reformas para transformar el sistema mundial de preparación y respuesta ante pandemias, lo que incluye otorgar mayores poderes a la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un informe de expertos sobre el desarrollo de la pandemia.
El planteo del presidente argentino, Alberto Fernández ante la Asamblea General de las Naciones Unidas de la necesidad de encontrar una “vacuna contra la injusticia social” [11] debería ser hoy en día el leitmotiv para la cooperación entre las naciones. Si la respuesta de la mayoría de los líderes del mundo es -como en la disaster del dar respuestas débiles, o encontrar el enemigo en los inmigrantes, la falta de voluntad de los más vulnerables de esforzarse para salir adelante, los conflictos políticos, sociales y raciales van a aumentarse. La historia es maestra de la política y las crisis paises mas pobres de la union europea sociales son un caldo de cultivo para los conflictos internos y entre naciones, si no se encuentran soluciones que contemplen los intereses y necesidades del conjunto de la comunidad. En promedio el 27% de los trabajadores en la región son vulnerables y están expuestos a una fuerte reducción de sus ingresos debido a choques externos como la disaster del COVID-19. El cierre de actividades económicas, la destrucción de empleo y la reducción del comercio, la inversión y las remesas, tienen su reflejo en el incremento de la desigualdad y la pobreza.
«Este cambio se produjo debido a las lecciones aprendidas de la experiencia del H1N1 en 2009», dijo el martes el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic. De lo contrario, la OMS ya no utiliza un sistema antiguo que implicaba describir las fases de la influenza pandémica que iban desde la ausencia de reportes de infecciones en humanos hasta «una pandemia». Un brote es la aparición de casos de enfermedades que exceden lo que normalmente se espera, según la Organización Mundial de la Salud. Una epidemia es más que un número regular de casos de enfermedad, el comportamiento específico relacionado con la salud u otros eventos relacionados con la salud en una comunidad o región. Podemos esperar que la desinformación que ha caracterizado a la pandemia continúe en 2021, especialmente con noticias falsas sobre los peligros de las vacunas COVID-19, un problema que ya se ha detectado. “Desafortunadamente, la escala world y la velocidad de la interrupción educativa precise no tiene precedentes y, si se prolonga, podría amenazar el derecho a la educación”, advirtió en marzo Audrey Azoulay, directora de la agencia de educación de la ONU, la UNESCO.
Más de 2,84 millones de personas de origen dominicano viven en el exterior, según el Registro Sociodemográfico 2023 del Instituto de Dominicanos y Dominicanas en el Exterior (INDEX). “Los trabajos en los sectores agrícolas y de construcción en República Dominicana los hacen casi siempre los haitianos. Eso significa que los dueños de tierra, los empresarios y los constructores pueden pagar salarios más bajos; entonces, para los dominicanos no es competitivo trabajar”, explica a BBC Mundo el reconocido demógrafo José Miguel Guzmán. “La gente se sigue yendo porque no tiene esperanza de que ese crecimiento sea compartido con ellos.
Para reconstruir mejor, tanto el sector público como el privado deben invertir en capital humano, protección social e infraestructura y tecnología sostenibles”. A partir del lunes 9 de marzo, CNN está utilizando el término pandemia para describir el brote actual de coronavirus debido a que muchos epidemiólogos y expertos en salud pública argumentaban que el mundo ya está experimentando una pandemia debido al nuevo coronavirus. El 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud declaró que el nuevo brote de coronavirus es una pandemia. Existe el temor real de que las pandemias como estas dejen de ser un evento que se produce una vez cada cien años. En julio, un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) advirtió que el mundo debería esperar que muchas más enfermedades pasen de los animales a los humanos, citando una creciente demanda de carne, prácticas agrícolas insostenibles y la crisis climática global.
Este asunto es mucho más complejo y está relacionado con la propia naturaleza multicausal de la salud como fenómeno social. Las condiciones del contexto en el cual nacemos, crecemos y envejecemos también arrojan luz sobre este asunto y es elementary tenerlas en cuenta. En el caso específico de la salud sexual y reproductiva sobre el que se hizo hincapié en este trabajo, ha demostrado ser un área fuertemente wise a la desigualdad, impactando en los indicadores de salud de niñas y mujeres de la región, pero también condenándolas a múltiples vulnerabilidades. En América Latina se estima una discontinuidad del uso de métodos anticonceptivos de three,9 millones por dificultades económicas de las personas para comprarlos, pero también de thirteen,1 millones por desabastecimiento de los servicios públicos.