En este contexto, Juan Carlos Arellano, director del departamento de Sociología, Ciencia Política y Administración Pública de la UC Temuco, valoró la ocasión. Si analizamos el aumento de la pobreza por tipos de hogares, lejos el mayor crecimiento ocurrió en los hogares monoparentales (donde es más recurring que solo cuenten con un ingreso), que suelen estar encabezados por mujeres. La pobreza también aumentó más en las familias no necesariamente monoparentales con jefas de hogar mujeres y en la población de origen extranjero. Adicionalmente, la probabilidad de tener un nuevo diagnóstico (durante la pandemia) asociado a un problema de salud psychological también es mayor para las mujeres, así como la probabilidad de seguir un tratamiento y el consumo de psicofármacos. Sin embargo, es importante recalcar que la utilización de servicios de salud en Chile es relativamente baja. Solamente el 5 por ciento de las mujeres y menos del 3 por ciento de los hombres que respondieron la encuesta reportaron haber tenido un diagnóstico o tratamiento asociados a un problema de salud psychological.
Tanto el aumento en el número de casos activos, como en el número de hospitalizaciones durante los meses de marzo a junio, incentivaron a relajar ciertos criterios de focalización. Lo anterior quedó evidenciado en el porcentaje de la población que se encontraba en cuarentena (o fase 1 del Plan Paso a Paso anteriormente descrito). Mientras que a inicios de enero, solo un three,2% se encontraba en esta situación, dicha cifra subió a un 83,3% a finales del mes de marzo, alcanzando un máximo histórico de un ninety,4% de la población que se encontraba en fase 1 a mediados de abril. Inyección de recursos por sobre la línea del PIB en ayudas directas en base al PIB nominal del año 2020, para países pertenecientes a la OCDE.
También se ha observado que algunos grupos de la población han sido más vulnerables a los efectos de la pandemia. En explicit, muchos de estos estudios apuntan a una diferencia de género, señalando que es más probable que las mujeres presenten este tipo de síntomas. Una de las causas es que la pandemia ha tenido un impacto mayor en sectores económicos donde el empleo femenino es más prevalente, como los sectores de hospitalidad y retail. Esto llevó a mayores tasas de desempleo, caída de ingresos, y salida del mercado laboral para las mujeres, en relación a los hombres.
En la ciudad hay tremendas consecuencias, ya que mucha gente mapuche –también lo muestra la última encuesta Casen– vive en situación de pobreza. Muchos emigraron del campo a la ciudad, perdiendo su vinculación territorial; otros la mantienen, pero esta cuarentena ha hecho emerger los problemas socioeconómicos que derivan también en violencia o alcoholismo sobre todo en el contexto urbano. Por tanto, esas consecuencias socioeconómicas aumentan en contexto de pandemia en la población mapuche que es la población más empobrecida de la región de la Araucanía. Si la desigualdad e inequidad ha aflorado aún más con la pandemia, en la población mapuche el estrago es mayor, porque la pandemia nos encuentra a los pueblos indígenas en basic con tremendas desigualdades en lo socioeconómico, territorial y en lo socioespiritual, dada las transgresiones al ecosistema. Las desigualdades sociales contribuyen a las desigualdades educativas porque restringen la habilidad cognitiva y no cognitiva. Según un estudio del Economic Policy Institute sobre niños y niñas de guardería del año 1998 y 2010, hay un hueco de desempeño entre los niños en el nivel socioeconómico más bajo y más alto que persisten entre ambas clases.
Los resultados anteriores muestran que, si bien ha habido grandes progresos en los últimos años, la carencia de un sistema de seguridad social que permita dar apropiados niveles de protección a toda la población significa una vulnerabilidad en tanto que nos deja a la merced de ‘shocks’ o eventos inesperados externos, como lo es en este caso una pandemia. Vemos (Figura 6) que este shock significó, por ejemplo, un gran aumento en la probabilidad de morir joven en las comunas menos privilegiadas. Hasta la pandemia, la desigualdad en la mortalidad de hombres jóvenes venía cayendo constantemente, sostienen los autores.
Cuando hablamos de desigualdad generalmente lo hacemos desde el punto de vista económico; y ahí indicadores como el “Gini” o el índice de Palma son medidas estándar para cuantificar la desigualdad en la distribución de ingresos. Sin embargo, la desigualdad se expresa de muchas otras formas; una muy importante es la esperanza de vida. Si la desigualdad en la esperanza de vida es alta esperamos que en algunas comunidades (las más ricas) las personas llegarán a edades avanzadas, desarrollando más plenamente y disfrutando de los beneficios de una pensión. En el otro extremo, tendremos que en las comunidades más empobrecidas la esperanza de vida será más baja, vivirán más enfermos y así más personas morirán antes de siquiera pensionarse, y de vivir lo suficiente, típicamente lo harán con más enfermedad y disfrutarán de sus beneficios por un periodo de tiempo menor. Retomando un análisis interseccional por los patrones de género y clase social, se concluye cómo las tendencias precarias y segmentadas de acceso al empleo por parte de las juventudes durante el período Post-Convertibilidad se han visto profundizadas a la luz del ciclo recesivo iniciado durante el gobierno de la Alianza Cambiemos y el desarrollo de la pandemia Covid-19. Dichas consecuencias encuentran para el grupo de 15 a 18 años un panorama de complejización de los tránsitos hacia las primeras experiencias de empleo.
El panorama del mercado laboral juvenil se encuentra altamente influenciado por los cambios en los ciclos económicos y las directrices en términos de políticas de empleo que los sucesivos gobiernos ofrecieron (Miranda y Carcar, 2020). En Argentina, si bien el proceso expansivo presentó oscilaciones cada vez más restrictivas en el escenario laboral -el cual comenzó desde mediados del año 2014-, el período regresivo fue impulsado por la Alianza Cambiemos. Posteriormente, el párate social que implicó la pandemia Covid-19 dejó como resultado una importante crisis en el mercado laboral juvenil. Ante este escenario, la revisión por los escenarios que se abren encuentra en el aumento de la desigualdad una consecuencia ineludible de señalar y abordar. La heterogeneidad exhibida en la fragilidad financiera durante eventos inesperados -como esta pandemia- está asociada a la desigual capacidad de ahorro y acceso a crédito formal de los distintos segmentos de la población. Los integrantes de los hogares de mayores ingresos manifestaron que si su hogar pierde su principal fuente de ingresos tendrían ahorros suficientes para cubrir sus necesidades básicas por 5,2 meses, en comparación con 1,7 meses en el caso de los hogares de más bajos ingresos.
Entonces, es esperable que el efecto de este shock se prolongue por más años y contribuya a incrementar los niveles de desigualdad percibidos en la población, y este asunto debería ser investigado. A pesar de que la serie respecto a esperanza de vida se mantiene estable (excepto 2020), cuando miramos medidas relativas a edades jóvenes se observa una disminución sostenida de la desigualdad en hombres. Esto indica que ha habido avances significativos, y es consistente con el también sostenido aumento en esperanza de vida y disminución en la probabilidad de morir joven. Las diferencias en la muerte de gente joven (bajo sixty five años) se explican, a su vez, en relación con la pobreza. Cuantificamos la desigualdad de la esperanza de vida, considerando la distribución de probabilidad que se genera si cada observación es la esperanza de vida en una comuna. Si medimos la evolución temporal del coeficiente de Gini de estas distribuciones, observamos un aumento abrupto, en el rango 30-40% en 2020, en las áreas urbanas (pero no en las rurales).
Las pequeñas empresas y los trabajadores poco cualificados tienen mayores dificultades y, por lo tanto, también se han visto más perjudicados por las restricciones de la pandemia. Los datos sobre la desigualdad pueden ser irregulares y lentos en llegar en el mejor de los casos. Los economistas todavía están discutiendo sobre qué sucedió exactamente en 2020 y 2021, sin considerar cómo las nuevas disaster, como la guerra y la inflación, podrían afectar las disparidades de riqueza e ingresos desigualdad social opinion en el futuro. Al principio, parecía obvio que el costo económico —la pérdida de empleos, la erosión de la riqueza, incluso la pérdida de vidas— recaería desproporcionadamente sobre los pobres y los dejaría en una situación peor. Los ricos, aunque incapaces de protegerse de la enfermedad y la mortalidad, serían salvaguardados por una abundancia de recursos. Los autores han dedicado recientemente parte significativa de su tiempo a investigar el efecto de la pandemia actual en la población.
Se calcularon las correlaciones parciales de Spearman, controlando por edad y nivel educativo, para lo cual se tuvieron en cuenta los nueve síntomas, las cuatro dimensiones del apoyo social y las cuatro preguntas dicotómicas que hacen referencia al COVID-19. El objetivo que se persigue es compartir las actividades prioritarias de análisis de situación de la pandemia, su evolución y tendencias espacio temporales en la población jaliscience con el fin de apoyar a la toma de decisiones al inside de la propia universidad, así como para las autoridades e instituciones de salud estatales. A través del método de salas de situación en salud desarrollada por la Organización Pan-americana de la Salud (PAHO por sus siglas en inglés) que se trata de un espacio físico o digital donde se realiza un “diagnóstico situacional de salud” que favorece la toma de decisión en la búsqueda de una nueva realidad e identificar los municipios y regiones prioritarias. Se agregan, además, datos procesados en diferentes plataformas en forma de gráficos, visualizaciones y expresiones cartográficas, con el fin de contextualizar los hechos más relevantes. Aportes importantes para la toma de decisiones, la generación de conocimientos para las sugerencias en el tratamiento de la pandemia, para incidir en la reducción de las cadenas de contagio.
Por esto, advierte, “es urgente invertir en este sector para enfrentar la crisis, garantizar el derecho a cuidar y a recibir cuidados, así como reactivar la economía desde una perspectiva de igualdad y desarrollo sostenible”. Tras unos años en los que el índice de Gini había bajado de 0,fifty three a 0,46 entre 2001 y 2019, la pandemia ha ocasionados enormes costes sociales muy desigualmente distribuidos. Este incremento de la desigualdad ha reavivado las protestas sociales en la región, generalizando las ya manifestadas durante la segunda mitad de 2019 en Chile, Ecuador y Colombia. Las remesas de los trabajadores latinoamericanos desde fuera de la región se redujeron un 19,3% en 2020 según el Banco Mundial.
Producto de que no todos los hogares se encuentran dentro del RSH, incluir a los ocho primeros deciles de la CASEN en su totalidad conllevaría una fuerte sobreestimación de los beneficiarios, por lo que se optó por incluir a los primeros seis deciles de ingreso autónomo, de manera de aproximarse mejor a los 12,5 millones de beneficiarios efectivos. Debido a que la CASEN 2020 no contiene información de los subsidios recibidos por concepto del IFE para el año 2021, desigualdad social en el capitalismo fue necesario incorporarlo dentro de los subsidios monetarios recibidos por las familias durante el año 2021. Es así como la simulación realizada implicó incorporar no sólo el IFE, sino también actualizar al año 2021 los montos de los subsidios monetarios que reciben habitualmente las familias tales como el pilar solidario, el SUF, entre otros, y de otras ayudas desplegadas también durante el año 2021, tales como; Bono Clase Media, Bono Pensionados, entre otros.
Aunque la necesidad de apoyo mostró, entre los individuos con NBLE, ciertas características de una reacción a un evento negativo (por ejemplo, la depresión y la ansiedad), esta asociación no existía entre los sujetos con NALE. Por otro lado, no se han encontrado diferencias significativas con relación a la mencionada necesidad de apoyo, lo cual podría significar que los individuos con NALE tienen una determinada desconfianza en sus sistemas de apoyo. De esta manera, se sugiere que futuros estudios incorporen, como variable latente, la dimensión de confianza/desconfianza en los sistemas de apoyo social, ya que este procedimiento podría facilitar el contraste de esta hipótesis.
Las medidas de estímulo económico deberían permitir implementar la estrategia climática financiera de Chile e incluso acelerarla, a través de inversiones de capital, en energía renovable, transporte eléctrico, programas de eficiencia energética, calefacción distrital, entre otras. En esta línea comparable, pero para el caso de la educación, Agustín Olmos Cruz y Carlos Reyes Torres, abordan el coronavirus y la educación básica en México. Por su parte, Giselle Bahamondes destacó que la pandemia del Covid-19 generó complejidades y desafíos en el plano educacional, los cuales derivaron en distintos escenarios. “Si bien las realidades escolares son muy diversas, sigue siendo un desafío igualar las condiciones de infraestructura tecnológica que existen en las escuelas. Los relatos muestran realidades muy complejas en las que, sin los equipos, sin la señal en el sector, la conectividad fue imposible durante largos períodos”, dijo. Fomentar las políticas de creación de empleo y desarrollo económico, pero al mismo tiempo cuidar que las brechas de bienestar no atenten contra nuestra convivencia en común.