Globalización, Desigualdad Y Pobreza: Un Reto Para Las Políticas Sanitarias La Desigualdad Social Y Económica Como Determinante De La Salud Revista De Administración Sanitaria Siglo Xxi

Esto puede limitar los esfuerzos para hacer frente a las graves violaciones de los derechos del niño; obstaculizar los esfuerzos para abordar riesgos mundiales, incluida la crisis climática; e inhibir la acción colectiva necesaria para prevenir y poner fin a los conflictos. 10Esto ya que en el país conviven empresas transnacionales exportadoras, con altas rentabilidades, junto con la pequeña y mediana empresa y microempresas informales de baja productividad, que se concentran en el mercado native y con escasos vínculos con la gran empresa. Es interesante ver como a partir del año 2001 la tasa de mortalidad comienza nuevamente a ascender.

salud pobreza y desigualdad

En términos generales, se observa una disminución sostenida del R zero entre 1992 y 2017 entre los indicadores de nutrición (malnutrición, desnutrición y obesidad) y ambos indicadores de pobreza (monetaria y multidimensional). Estos resultados nos muestran que casi 60% de la población identificada como carente en malnutrición fue simultáneamente pobre monetario en el año 1992, cifra que llega a 18% en 2017.

A través de los años, al igual que lo ilustrado por la evolución del Gini, la razón 10/10 muestra un aumento de las disparidades en el año 2009, donde el 10% más rico llega a distanciarse 38,eight veces del ingreso medio del 10% más pobre, para luego descender paulatinamente. El ratio fue de 27,6; 29,eight; 29,1 y 27,2 para 2009, 2011, 2013 y 2015 respectivamente (calculado por Ministerio de Desarrollo Social [2016b], bajo la nueva metodología). La crisis sanitaria causada por la pandemia de covid-19 no hizo más que poner en primer plano la realidad antes descripta. A poco más de un año de que la oms declarase la pandemia, ya se han publicado varios trabajos que estiman sus impactos en los planos social, económico y sanitario.

Esta flexibilidad permite que la metodología presente muchas aplicaciones diversas, aunque se ha utilizado principalmente para medir la pobreza multidimensional. El desarrollo humano se describe hoy en día como la expansión de las libertades de la gente, donde el concepto de libertad tiene en cuenta las capacidades que las personas valoran y el empoderamiento del individuo para participar activamente en los procesos de desarrollo en un planeta compartido (Alkire, 2010). Por ejemplo, la capacidad de disfrutar de la atención médica requiere una clínica de salud con personal sanitario y suministros médicos, y que los pacientes no sean rechazados por razones de género, raza, edad o religión.

Además, se facilita el acceso a una gama de servicios sociales a condición de que las familias participantes adhieran a ciertos compromisos en las áreas de educación, salud y nutrición. Dos consecuencias inmediatas surgen de la conceptualización de la pobreza, en tanto que privación de capacidades. La primera es el reconocimiento de la asociación negativa entre la pobreza y el desarrollo humano y, en última instancia, entre la pobreza y el bienestar de las personas. Concebir la pobreza como un fenómeno multidimensional implica varios retos, tanto en términos de requerimientos de información (se necesitan datos sobre las múltiples dimensiones para calcular una medida de pobreza multidimensional) como de juicios de valor (hay que definir la importancia relativa de las diversas dimensiones).

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