Nicholls destaca que la plena incorporación de la mujer al mercado laboral ha contribuido “enormemente a nuestra economía, que ha crecido en miles de millones de coronas noruegas, lo que es lógico, porque las mujeres son la mitad de la fuerza trabajadora activa”. Sin embargo, cuenta que aún tienen el desafío de robustecer la participación de las mujeres en las 200 empresas privadas más grandes. En dicho sector, la representación de las mujeres en los directorios alcanza un 31%, un 22% en gerencias, y un 10% en puestos de CEO. Por esta razón, impulsaron en 2018 una estrategia que insta a las compañías a potenciar el talento femenino y la carrera profesional; identificar barreras de género; establecer metas y reportar avances, entre otros puntos. Hanna Nicholls cuenta que la propuesta fue recibida con sorpresa en un principio, ya que su propulsor fue un hombre, entonces miembro del Partido Conservador, y ministro de Industria y Comercio, Ansgar Gabrielsen, quien basó su proyecto de ley netamente en el crecimiento económico del país. Luego la representante de ONU Mujeres, María Inés Salamanca, dio algunas cifras registradas antes de la pandemia, por lo que es possible paises con mayor desigualdad de genero que se hayan agravado en estos últimos meses.
Bajo la metodología tradicional Chile pasó de un índice de Gini de 0,fifty seven en 1990 a 0,53 en 2013. La nueva metodología13 da como resultado un índice menor, posiblemente porque las familias más vulnerables suelen ser más numerosas, luego al evaluar la distribución del ingreso complete de los hogares, es esperable que sea más igualitario que al medirlo a nivel per cápita. En los últimos años la reducción de la desigualdad ha sido mínima, llegando a ser el índice de 0,495 en 2015. Para reducir la pobreza que aún afecta a Chile, así como la desigualdad, se requiere de buenos instrumentos que puedan identificar, cuantificar y caracterizar, de una forma precisa, a la población más vulnerable del país, de manera de poder aplicar la política pública eficientemente. Bajo este criterio, el Ministerio de Desarrollo Social, encargado de la Encuesta CASEN, a partir del año 2013 utiliza una nueva metodología de medición de Pobreza por Ingresos, tomando en cuenta los nuevos patrones de consumo chilenos e imponiendo estándares más altos que se adapten al precise nivel de desarrollo del país.
desde el prejuicio. Como resultado de ese análisis, en casi todos los pandemia y desigualdad social índices se encontraron acentuadas brechas a favor de los hombres.
Chile fue el primer país Latinoamericano invitado a ser parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Actualmente, Chile es el segundo país más desigual de la OCDE (índice de Gini antes y después de impuestos y transferencias). La desigualdad de Chile es intra e interregional, los ingresos del 20% de la población más rica son 10 veces mayores que los del quintil más pobre (OCDE, 2018), siendo sorprendentemente mayor que el promedio de los países de la OCDE. Un estudio publicado por la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, o PNAS, en mayo de este año reveló que los cerebros de hombres y mujeres muestran diferencias en el grosor de su corteza en aquellos países donde hay mayores índices de desigualdad de género. Nicolás Crossley, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile y coautor del estudio, explica que la investigación ayudó a evidenciar “que algunas diferencias entre los cerebros de los hombres y mujeres son moduladas por el grado de inequidad de género en el cual las personas viven”.
El país nórdico fue pionero en impulsar una ley de cuotas para los directorios de las empresas públicas y cotizantes en bolsa, cuando la participación de las mujeres rondaba el 5%. Por ello, fue uno de los destinos elegidos para la primera Misión Internacional de REDMAD a Europa. En esta entrevista, la segunda secretaria de la embajada en Chile, Hanna Nicholls, comparte el camino que han recorrido para convertirse en referente en temas de igualdad.
La plataforma contempla acceso gratuito a tutoriales, capacitaciones, talleres, material informativo en distintas temáticas como modelos de negocios, advertising digital, temas legales y tributarios, empoderamiento y liderazgo and so forth. Busca potenciar los negocios de mujeres emprendedoras de todo el país, con el fin de fortalecer su autonomía económica. Con esto se espera fomentar las redes y asociatividad entre emprendedoras a partir de diversos encuentros regionales, mentorías y tutorías. También conocido como Subsidio Único Familiar (SUF), está destinado a personas de escasos recursos que pertenezcan al 60% de la población nacional socioeconómicamente más susceptible, según el Registro Social de Hogares (RSH). Con la implementación del Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género continúa el proceso de construcción de más y mejores políticas públicas para enfrentar las diversas realidades de las mujeres.
Esto no se traduce en una situación generalizada de precariedad, porque hay más fuentes de ingresos. También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. Existen diversas razones por las que podríamos argumentar a favor de reducciones en los niveles de desigualdad que exhibe el país, desde juicios morales y éticos, hasta elementos puramente prácticos como son los efectos que produce sobre el crecimiento, el tejido social, y la concentración del poder político (además del económico). Parece existir una relación bastante directa entre los niveles de desigualdad sobre la ocurrencia de conflictos, que tiene que ser estudiada con mayor profundidad. A modo de ejemplo, el Gini de la Región Metropolitana para el año 2017 es de 0,50, levemente por sobre el de Chile (0,49), pero muy por sobre el de otras regiones, tales como la de O’Higgins (0,40), Arica y Parinacota (0,41), Tarapacá (0,42) y Antofagasta (0,43).
«No ha sido difícil para las feministas demostrar que la opresión de las mujeres consiste, en parte, en una transferencia, sistemática y no recíproca de poderes de las mujeres a los hombres». Baste reconocer que ellos pueden funcionar con relativa tranquilidad en el espacio público gracias a que ellas trabajan para ellos en la esfera privada. Todas las penosas y cansadoras tareas domésticas sin las cuales, claro está, no podríamos desempeñarnos en el espacio público –cocinar, lavar, limpiar, cuidar a niños y ancianos– son realizadas por mujeres.
11Utilizan dos bases de datos, la Encuesta Nacional de Caracterización Socioeconómica (Casen) de 2003 y el Censo de Población y Vivienda de 2002. Reducir las desigualdades y garantizar que nadie se queda atrás forma parte integral de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por último, los peores índices se encuentran en países del Medio Oriente y zonas de altos conflictos bélicos como pueden ser Ribera Occidental y Gaza (26,3), Yemen (26,9), Sudán (29,4), Qatar (29,4), entre otros. En esta misma línea, el Banco Mundial precisó en el estudio que, “para mejorar en el indicador de activos, Chile podría considerar la posibilidad de conceder a los cónyuges los mismos derechos sobre los bienes inmuebles, y conceder a los cónyuges la misma autoridad administrativa sobre los activos durante el matrimonio”. En Chile, la cifra de desempeño corresponde a 80 puntos, lo cual se considera una baja general y regional, siendo superado por más de 10 países de América Latina y el Caribe, ubicándose en el puesto ninety six de one hundred ninety. La paridad, es decir, que el 50% de los cargos de liderazgo son ocupados por mujeres, congregó el 12% de las respuestas de los trabajadores chilenos.
Es muy probable que la causalidad opere en ambas direcciones, puesto que una alta desigualdad de ingresos dificulta la igualación de oportunidades en ámbitos como el desarrollo infantil temprano y el sistema educacional, por las grandes divergencias que existen en el capital económico, social y cultural de los hogares de origen. Más allá de las diferencias de ingresos, la desigualdad socioeconómica se manifiesta en otras dimensiones de la vida de las personas. La que más rechazo provoca en la población es la disparidad en el trato y dignidad que, por ejemplo, se materializa en la atención de salud. La sociedad se fragmenta en grupos sociales que viven como si habitaran en naciones de nivel de desarrollo opuesto. Así, hay personas que son denigradas y discriminadas, en tanto otras desarrollan una actitud de superioridad fundada en la posesión de cargos o tenencia de dinero.
Por ejemplo, en la discriminación por condición física, en el uso del espacio físico escolar -el patio lo usan los hombres para el fútbol y aún resulta raro si una niña juega a la pelota-, y en el trato
van a llegar a esas metas”. “Instauré que por lo menos en mis turnos en uno de los recreos las niñas tenían derecho a jugar fútbol, porque ellas querían hacerlo. Y lamentablemente para él -el director del colegio- me tuvo que aceptar (no sé si habré sido muy pesada al decirlo), pero yo se
Las desigualdades sociales contribuyen a las desigualdades educativas porque restringen la habilidad cognitiva y no cognitiva. Según un estudio del Economic Policy Institute sobre niños y niñas de guardería del año 1998 y 2010, hay un hueco de desempeño entre los niños en el nivel socioeconómico más bajo y más alto que persisten entre ambas clases. Esto es importante porque las habilidades cognitivas y no cognitivas son importantes para el éxito en la escuela y en otros aspectos.