Por su parte, el director del Instituto Hábitat, Héctor Ramírez Figueroa, comentó que, “el Índice de Desarrollo Comunal, pionero a nivel nacional, tiene como objetivo presentar una propuesta metodológica desde fundamentos teóricos que justifican su operacionalización a partir de la selección de un conjunto de variables. Pretende ser un medio para la gestión y toma decisiones a nivel local que esté al servicio de los actores políticos y sociales para articular metas y objetivos comunes en la construcción de espacios desarrollados y sustentables. Al analizar la redistribución de los ingresos tributarios, mediante el análisis de los efectos distributivos totales de los impuestos podemos indicar que se observa que el Impuesto Global Complementario puede recaudar más de las regiones con mayores ingresos, tal como ocurre en la RM. Pero ello, no necesariamente tiene relación con los efectos distributivos por gastos, ya que se observa el IDHR no tiene una relación directa con los AIGC de cada región. Además, se observa que existen regiones que tienen un AIGC importantes, no tienen un mejor efecto en un buen IDHR, sino más bien este es inferior a su posición por AIGC.
Datos de la Subtel apuntan a que, si bien el promedio de cobertura a banda ancha fija en la Región Metropolitana es de 73% de la población, mientras en comunas como Vitacura supera el 95%, en La Pintana está cercano al 30%. El consultor de la Oficina Panamericana de la Salud, César Gattini, señaló, entrevistado para el informe, que “el punto de la formación, si lo concentramos sólo en las especialidades médicas, es una brecha que no se puede resolver, aunque gastemos lo que gastemos en PIB nacional, porque no es una discusión de recursos, es una discusión de modelo”. Por esta razón, el INDH recomendó al Estado elaborar estadísticas y datos más detallados de estos grupos específicos. “Si bien el sistema de recopilación es bueno, falta registrar datos que permitan identificar las condiciones específicas de ciertos grupos.
Eso sí, el mercado no va a reemplazar nunca el rol del Estado, y tiene que ponerse las pilas”, apunta la directora de Espacio Público. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio. Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor. A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. Según los datos reportados en el informe, más de un millón y medio de personas se encuentran en espera de atención médica y 240 mil aguardan una cirugía para patologías no AUGE, al mes de agosto de 2016. SUBDERE (Subsecretaría de Desarrollo Regional) (2008), Actualización estudio diagnóstico y propuesta para territorios aislados.
En este apartado, Bío Bío sí obtuvo buenos resultados al ser considerada como la quinta zona con los índices más bajos, alcanzando un 17,2% de la población, y detrás de la regiones de Valparaíso (16,6%), Antofagasta (16%), Aysén (15,7) y Magallanes (9,1%). Además, el investigador menciona que esto puede ayudar a reducir la impronta estadounidense, que aún predomina en la región, para desarrollar investigaciones considerando las particularidades de la desigualdad latinoamericana, que puede ser completamente diferente a las que ocurren en otros países. Eso quiere decir, detalla Méndez, en que una sociedad ve que esas diferencias van configurando asimetrías que no consideramos legitimas.
En la versión 2022, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) se encargó del marco muestral, la selección de la muestra de viviendas y la elaboración de los factores de expansión, mientras que el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile realizó el levantamiento de la encuesta y el procesamiento de los datos. La CEPAL revisó los datos de ingresos y estimó medidas de pobreza y pobreza extrema por ingresos, mientras que el PNUD estimó el índice de pobreza multidimensional. Además, un Panel externo de expertos y expertas supervisó todo el proceso para asegurar altos estándares de calidad en toda la encuesta. Mientras que entre las que superan el promedio nacional encontramos a Tarapacá (23,8%), Atacama (20,3%), La Araucanía (19,8%) y Los Lagos (19,7%). Tras la entrega de datos, la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete destacó las cifras, puntualizando que “estamos contentos porque Chile logró una reducción histórica de la pobreza y recuperó la senda previa a la pandemia. Ha sido un periodo difícil para el país y como Gobierno hemos respondido a los desafíos que nos impuso la recuperación publish pandemia y el alza de la inflación.
El Laboratorio de Exploración Espacial y Planetaria (SPEL) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile actualmente prepara un conjunto de experimentos que serán enviados el próximo año a la Estación Espacial Internacional. Esta unidad, además, está realizando una consulta pública para conocer la opinión de la sociedad sobre esta misión y futuras misiones espaciales, así como conocer, entre otras materias, qué tipo de experiencias o experimentos les gustaría enviar al espacio si tuvieran la oportunidad de hacerlo. Durante tres días, 1.436 investigadores de 73 países debatieron sobre los logros y desafíos asociados al conocimiento de nuestros suelos en la celebración del centenario de la Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS), realizada en Florencia, Italia. La delegación de la Universidad de Chile en este encuentro, integrada por académicos, académicas y estudiantes del Departamento de Ingeniería y Suelos, abordó temas como la salud del suelo, la seguridad alimentaria e hídrica y la conservación de la biodiversidad, entre otros, y pudieron estrechar vínculos para futuros proyectos de investigación. “Hace muchos años se está tratando de desarrollar el corredor bioceánico, que uniría Brasil, Argentina, Paraguay y Chile para exportar por el Pacífico.
Los buenos indicadores a nivel de crecimiento económico de las últimas décadas en Chile, no han podido mitigar la persistente desigualdad del ingreso. Anteriormente, Soto y Torche (2004) concluyen lo mismo, demostrando que, entre 1975 y 2000, el PIB per cápita chileno creció un 5% al año, sin embargo, las regiones no se beneficiaron de igual forma. La pobreza cayó significativamente en todas ellas, pero la desigualdad del ingreso se mantuvo constante. Por lo tanto, estudiar solo el comportamiento nacional no es un análisis completo, ya que oculta cambios significativos a nivel regional. Conocer la dinámica de desigualdad regional será un punto importante en el diseño de políticas públicas y estrategias de desarrollo diferenciadas, muy necesarias en un país con regiones tan heterogéneas como Chile.
En efecto, es importante comprender además que la base de todas esas desigualdades y su permanencia está “en las normas y políticas que redundan en perjuicio de la mujer; la evolución de las estructuras familiares; y la persistencia en las mujeres de tasas más elevadas de empleo no remunerado y de participación en el sector informal” (OMS, 2018). De hecho, la ENDIDE 2022, también entrega aportes sobre esto mismo con relación a las diferencias desigualdad ocde por sexo, según rubro y considerando en ambos la condición de discapacidad en Chile. De manera que, la encuesta estima que el mayor porcentaje de población con discapacidad se desenvuelve en 1. De esos rubros, las principales diferencias por sexo se presentan en el área de enseñanza, donde se estima que mientras un 83% de mujeres con discapacidad trabajan en ese rubro, solo el 17% restante corresponde a hombres con discapacidad.
Otros datos interesantes que nos entrega la CASEN en materia de educación, es la diferencia de escolaridad por lugar de nacimiento y pertenencia a una etnia. En Chile, en el año 2015, el promedio de escolaridad para una persona nacida en el país period de 11 años, y para un inmigrante (cuya madre residía en otro país al momento del nacimiento) de 12,5 años. Asimismo, hay una diferencia promedio de un año de escolaridad dependiendo de si pertenece o no a una etnia, siendo el promedio de 10,1 años para la población indígena y 11,1 para la no indígena. Se observa en el (Gráfico 8) que en 1955, en promedio, los chilenos no alcanzaban a completar la enseñanza primaria (8 años), llegando a este nivel solo a partir de 1990. En 2014 el promedio fue de 9,8 años, por debajo de la educación obligatoria en el país (12 años) y de los años de escolaridad esperada de acuerdo con el PNUD (15,2 años para 2014). El país busca facilitar cada vez más el acceso a estudios superiores, de hecho la política pública pretende que a través de becas y créditos la educación esté al alcance de la población económicamente más weak.
El centralismo y la concentración de la inversión en la Región Metropolitana ya ha demostrado ser una fórmula de persistencia de la desigualdad. Ya se respiraba en el ambiente una sensación de angustia por el alza del desempleo y por las variaciones o falta de ingresos al inside desigualdad rural y urbana de los hogares chilenos. “Lo más preocupante es el aumento de la pobreza por ingresos en las regiones, específicamente en Tarapacá, la Araucanía y Ñuble.
Sin embargo, Chile retrocede 12 puestos si se considera la desigualdad17, quedando al nivel de países como Rumania, Kuwait o Rusia. Los primeros puestos son ocupados por Noruega, Australia y Suiza, mientras que en los peores lugares están la República Centroafricana, Nigeria y Chad, con niveles de desarrollo humano muy bajo. Respecto a la tasa de crecimiento, en 2016, La Araucanía es la región con mayor crecimiento a nivel actual, a pesar de los bajos indicadores socioeconómicos que se darán a conocer más adelante.
La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas. Desde la tradición del pensamiento social cristiano, san Alberto Hurtado define la justicia social como “aquella virtud por la que la sociedad, por sí o por sus miembros, satisface el derecho de todo hombre a lo que le es debido por su dignidad de persona humana”. A continuación tomó la palabra Silvia Rucks, Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Chile. Contrariamente a lo anterior, las diferencias de ingresos, de bienestar social y de clases sociales, podrían ser mínimas al comparar entre los tipos de territorios que hemos distinguido. Sin embargo, esta tipología territorial facilita replantear hipótesis que sobre una base empírica permitan investigar efectos específicos del proceso de urbanización en las desigualdades sociales. En cuarto lugar, la medida del intercambio de empleos entre dos comunas o áreas es definida como el flujo equivalente a la suma de quienes conmutan entre dos comunas, dividida por la cantidad de ocupados en la comuna más pequeña.
Si se observan los resultados de matrículas de primer año por áreas del conocimiento, se aprecia una importante brecha en favor de las mujeres en salud (51,three puntos porcentuales), educación (50,7 p.p.) y ciencias sociales (40,6 p.p). Las únicas áreas que muestran brechas de género negativas (a favor de los hombres) son tecnología (-64,7 p.p.) y ciencias básicas (-5,four p.p.). Este marco amplió la muestra a 335 comunas e incluyó la dimensión socioeconómica en el proceso de estratificación territorial. La encuesta Casen tiene representatividad a nivel nacional, por zonas geográficas urbana y rural, y también regional, y no está diseñada para tener representatividad a nivel comunal.
Estas diferencias en el acceso a equipamientos urbanos son también un indicador de diferencias más graves. Por ejemplo, la tasa de mortalidad por el virus COVID-19 en las seis comunas más ricas de Santiago es, en promedio, 1,fifty three muertes por cada 1.000 habitantes. En las seis comunas con las mayores tasas de mortalidad, el promedio es de 3,26 muertes por cada 1.000 habitantes, es decir, más del doble.