Se les mantenía en un nivel infantil de desarrollo que convenía a gobernantes y dueños de minas, pero garantizaba que cuando llegara la independencia no hubiera una élite nativa que condujera al país. Las libertades occidentales eran defendidas con recursos de Congo, mientras a los negros congoleses se les negaba el derecho al voto, a formar sindicatos o asociaciones políticas. La República Democrática del Congo es potencialmente uno de los países más ricos de la Tierra, pero el colonialismo, la esclavitud y la corrupción lo condenaron a ser uno de los más pobres. Pero no solo tiene al peligroso grupo de milicias islamitas ugandesas -las Fuerzas Democráticas Aliadas (FDA)- lanzando ataques contra civiles, fuerzas gubernamentales y la ONU, sino que también es una zona activa del ébola. Decenas de grupos operan en todo el país, pero el mayor desafío de seguridad en este momento es Beni, en la provincia de Kivu del Norte.
Ocho de cada diez congoleños intentan sobrevivir con menos de 1,25 dólares diarios, a pesar de que su subsuelo esconde un tesoro estimado, hace una década, en 24 billones de dólares. La pobreza a nivel world puede reducirse a la mitad para 2025, según concluyó el «think-tank» británico Instituto de Desarrollo Exterior (ODI, en sus siglas en inglés). De acuerdo a ese organismo con sede en Londres, la pobreza a nivel international se redujo a la mitad desde 1990 y puede volver a disminuir por la misma cantidad en los próximos thirteen años. El Instituto de Desarrollo Exterior señaló que para dicho año el número de personas viviendo bajo el índice de pobreza se habrá reducido hasta los 600 millones.
Faltan 18 meses para las próximas elecciones presidenciales del país, pero la pugna ya ha comenzado con la candidatura de Tshisekedi a otro mandato. Llegó a un acuerdo con su predecesor, el impopular pero todavía poderoso Joseph Kabila, al que los funcionarios occidentales han tachado de corrupto. El acuerdo del par se vino abajo en 2020, pero algunos analistas advierten que Kabila o sus compinches podrían terminar en la boleta electoral en un momento en que la inversión extranjera inunda al país. En octubre de 2008, Glencore nombró a su gerente basic Steven Isaacs como director ejecutivo interino de Katanga. Poco después, la compañía minera estatal de la RDC regresó con más exigencias, incluyendo “dineros adicionales” por un complete de US$585 millones en un bono por subscripción (signing bonus). A inicios de este siglo, la República Democrática del Congo era un lugar caótico.
Un equipo de Greenpeace realizó hace poco una consulta con personas que viven dentro de los bloques petroleros propuestos y afirmó que los habitantes se oponen a las perforaciones y organizarían marchas, según Wabiwa. Mpanu indicó que las perforaciones podrían ser “quirúrgicas” y que las empresas podrían encontrar la manera de perforar en diagonal para evitar tocar la turbera. Insistió en que cualquier medida adoptada respetará los compromisos globales en materia de clima y se concretará después de realizar extensos estudios de impacto ambiental y evaluar cómo se afectaría a las poblaciones locales.
En los campamentos, según relata el reportaje, hablaban sobre los motivos que empujaron a esos jóvenes a elegir ese estilo de vida. Kim señaló que el objetivo es posible, al remarcar que la cifra ha bajado respecto a los 1.200 millones que se calculaba vivían bajo el umbral de la pobreza «cuatro años atrás». Muchos funcionarios congoleños creen que, tras décadas de colonialismo y mala gestión política, hay que priorizar las necesidades de su país frente a las del mundo. El préstamo a Lora se amortizó completamente en 2010 y “ni Lora Enterprises ni el señor Gertler ni ninguna compañía o persona relacionada con ellos, recibió los fondos del préstamo directamente”, dijeron los abogados. La hoja de términos muestra que Glencore tenía el derecho a exigir el reembolso del préstamo si la alianza estratégica que Gertler estaba ayudando a negociar con la RDC no se concretaba dentro de pocos meses. En otras palabras, el préstamo de US$45 millones de Glencore a Gertler dependía de que las autoridades de la RDC aprobaran un acuerdo con Katanga.
Muchos congoleños esperan que la votación de este domingo culmine en una transferencia de poder pacífica hacia su sucesor. También, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) alertó de una cifra récord de ataques a civiles el año pasado, con más de 2 mil personas asesinadas en manos de las milicias. Pero el lugar también es el hogar de miles de jóvenes dispuestos a movilizarse para conseguir cambios sociales.
Probablemente es verdad que los belgas facilitaron el asesinato de Lumumba y que los estadounidenses llevaron al jefe militar Mobutu al poder. En sus 31 años en la presidencia, Mobutu se convirtió en el mayor ladrón del continente africano. La mayor parte de la ayuda occidental era inmediatamente desviada a sus cuentas en el extranjero, y su régimen es en gran parte responsable del agobio de la deuda externa, unos 9 mil millones de dólares.
Por la mañana, se reunió con representantes de la Monusco, la misión de la ONU activa sobre todo en el Norte de Kivu, escenario de violencia y las masacres. El Cardenal hizo un llamamiento para proteger a la población y acoger a los refugiados. A su vez se reunió con el Primer Ministro congoleño en Kinshasa y junto a otros ministros de Estado para suscribir pactos que definen el estatuto jurídico de la Iglesia en los ámbitos de la salud, las finanzas, la atención pastoral y el compromiso social. República Democrática del Congo (RDC), principal productor mundial del cobalto que se utiliza para fabricar teléfonos celulares y automóviles eléctricos, celebra este domingo elecciones históricas en la mayor parte del país. «Aún así, el pueblo tiene la esperanza de alcanzar la paz», continuó el hermano congoleño, Mwanda, «porque es una situación general que toca todos los ámbitos de la vida, especialmente el trabajo, la salud, la educación, y la familia…». De cara al futuro, el presidente de la principal institución de desarrollo international remarcó que esta «migración» desde los estratos más pobres de la población representa «nuevos desafíos» para generar un crecimiento «sostenible e inclusivo».
En términos de retórica, Kabila podría declarar que Congo ha iniciado su segunda independencia. Kinshasa, la deteriorada capital de la República Democrática del Congo, ha sido adornada con una gran fuente en la Avenida del 30 de junio. La vía que atraviesa el centro de la ciudad ha sido transformada, por una empresa China, en toda una autopista de ocho carriles, se han pintado los muros y se ha retirado los montones de basura. Todo ello con ocasión de la celebración de los primeros 50 años de existencia de Congo, el país más grande al sur del Sahara, y probablemente el más atormentado de todo el continente. Para el presidente Tshisekedi, presentar a su país como un baluarte contra el calentamiento global se ha topado con la realidad política.
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