Las brechas de desigualdad no solo son significativas, sino que se han polarizado, aumentando tanto la concentración de la riqueza como la tensión social. El coeficiente de Gini es un número entre 0 y 1, en donde 0 se corresponde con la perfecta igualdad (todos tienen los mismos ingresos) y donde el valor 1 se corresponde con la perfecta desigualdad (una persona tiene todos los ingresos y los demás ninguno). De aquí que la información estadística, se transforme en un valor patrimonial del país, una “fotografía” como muchos han dicho, que nos permite reconstituir periódicamente la historia de nuestra sociedad, sus costumbres, sus problemáticas, etc. comprendiendo los distintos fenómenos que ocurren en él.
No se puede hablar de Chile, cuando conviene, como un país en desarrollo, eso es un chantaje. No, Chile es un país desarrollado con grandes problemas de distribución de los beneficios del desarrollo, pero debe asumir que todos se tienen que beneficiar de ese desarrollo para que podamos generar el nuevo pacto social del cual se está hablando. El pacto social que hemos tenido ha sido neofeudal, es decir, con una élite muy pequeña muy activa en casi todos los sectores de la economía, que se ha beneficiado de los procesos de privatización y al final generó una distribución tremendamente inequitativa, no solamente de ingresos, también de riqueza.
Si bien los paquetes de estímulo económico entran en vigencia para apoyar a las empresas, surgen preocupaciones sobre el destino de esos «contratistas» individuales. El problema mayor ha sido la conectividad de web dado que aún muchos establecimientos educacionales rurales y localidades tienen serios problemas para conectarse o, definitivamente, no cuentan con esa posibilidad. Esto implica un riesgo en las actuales desigualdad social ppt condiciones de transmisión de la epidemia que nos afecta, en el sentido que tanto el maestro como la población rural se moviliza a los sectores urbanos. La vuelta a clases presenciales sólo debe ocurrir en el momento que se cuente con la seguridad casi completa de que los riesgos son mínimos, y si hay nuevos contagios, la situación sea rápidamente controlable, tanto para establecimientos educacionales urbanos como rurales.
La autora de esta columna de opinión ajusta la mirada sobre estas cifras y explica por qué es importante impulsar un debate en torno a este problema en la Convención Constitucional, cuyo objetivo sea reducir las “desigualdades territoriales” que se producen entre las grandes ciudades y otras zonas. Para ello, indica, es necesario replantear el sistema de “economía política que favorece” el desarrollo de los territorios urbanos en desmedro de los rurales. Por este motivo creemos que dentro de la discusión constitucional no puede estar ausente el desarrollo rural. Por ello, a través de una revisión de los programas de los 155 constituyentes electos, observamos que sólo está presente la temática, en alguna medida, en el 20% de ellos.
Esta disaster nos obliga a un replanteamiento estructural de las actitudes y políticas con las que se han venido gobernando las ciudades. Se debe pasar a un sistema de ciudades seguras y justas, con sistemas urbanos integrados de manera eficiente y co-producidos democráticamente con las comunidades. Todo este esfuerzo debe dirigirse a construir ciudades donde todos sus ciudadanos tengan las mismas oportunidades de alcanzar sus sueños y su bienestar integral.
Es elementary partir por entender que la ciudad, y en particular la vivienda, es un derecho humano por lo que no debiera estar sujeto a procesos de comercialización sin regulaciones de ningún tipo. Con esto, revivir el rol social de la propiedad y la función social del suelo son prioritarios de cara al nuevo Chile. La ciudad es de todos, es base para el desarrollo humano y por lo mismo no puede ser que sea el lucro el principal objetivo del urbanismo, menos aun considerando los altísimos costos para los hogares que ello implica.
Por este motivo creemos que dentro de la discusión constitucional no puede estar ausente el desarrollo rural, por ello a través de una revisión de los programas de los one hundred fifty five constituyentes electos observamos que solo está presente la temática, en alguna medida, en el 20% de ellos. Las desigualdades territoriales pueden no sólo afectar la vida de los habitantes de un territorio más rezagado, sino que pueden limitar el desarrollo de todo un país. Estas brechas no se corrigen con el tiempo, y más bien se refuerzan dados los incentivos y efectos de economía política que favorecen a las grandes ciudades y territorios urbanos por sobre los territorios rurales. Las características socioeconómicas básicas de los distintos municipios, de acuerdo con los valores de los distintos índices, se muestran en el Cuadro 1. La población está más concentrada en municipios con mayores niveles de desarrollo humano y/o urbanización, que en municipios con menores niveles de desigualdad. Mientras que 20 por ciento de los municipios con mayor nivel de desarrollo humano y consolidación urbana concentran a 67 y 71 por ciento de la población del país, respectivamente, en el otro extremo, 20 por ciento de los municipios con menor índice Gini (menor desigualdad) concentra a 25 por ciento de la población.
Asimismo, el aumento de la movilidad (migraciones y desplazamientos) está asociado con la segmentación etno-territorial de las comunidades. A manera de conclusión, destacamos diferentes fuentes de la desigualdad propias del proceso de desagrarización. En tercer lugar, las ciudades y centros urbanos se caracterizan, además de su tamaño poblacional y densidad, por la intensidad de las interacciones de las personas y actividades al inside del área abarcada en cada caso.
La distancia al hospital y las barreras de movilidad son factores cruciales para considerar, ya que cuanto más lejos se encuentran las instalaciones hospitalarias públicas, menor será la frecuencia de uso de las camas hospitalarias en esas áreas periféricas o rurales. El propósito de este artículo ha sido medir la asociación entre la desigualdad en la distribución del ingreso, con el desarrollo social y la distribución geográfica de la urbanización en México, a objeto de determinar los factores espaciales que inciden en la generación de la desigualdad. Para ello utilizamos las medidas de autocorrelación espacial global y local desigualdad social en la economia entre los Indices de Desarrollo Humano, la desigualdad del ingreso medida en términos del Indice de Gini por municipio, y el Indice de Consolidación Urbano-Regional (ICUR). A partir de estas medidas se determinó la relación que guarda, en términos espaciales, el Gini con los otros dos índices, mediante una regresión geográicamente ponderada.
Hoy día existen cerca de 3.four hundred escuelas rurales, la mayoría correspondiente a educación pública, cerca de 200 liceos rurales. A pesar de todos los esfuerzos, hay insuficiente cobertura en educación parvularia y educación de adultos. La tasa de pobreza multidimensional en el área rural fue de 28,0%, es decir, 12,5 pp. más que el 15,5% que se observa en el área urbana. Los datos regionales muestran que entre 2020 y 2022 casi todas las regiones disminuyeron su tasa de pobreza; en el caso de las regiones de Tarapacá, Antofagasta, Atacama y Magallanes, no hubo variaciones estadísticamente significativas.
Chillán en su crecimiento ha ido absorbiendo sectores de cultivo y los ha cubierto con el cuadriculado de calles; al irle ganando terreno al campo, la ciudad recibe el impacto de los campesinos en busca de trabajo. Aquí se han ido ubicado las industrias,y al noreste se encuentran las zonas más acomodadas, de condominios y parcelas privadas. Ha trabajado como abogada en bancos, estudios jurídicos e instituciones farmacéuticas a cargo de negociaciones y contratos de alta complejidad. Economista de la Universidad de Chile y Magíster en Estadística de la Pontificia Universidad Católica de Chile, con diplomado en Investigación Cualitativa para Estudios Sociales de la misma casa de estudios.
En efecto, el tercer mapa muestra tres grandes áreas de concentración espacial con mayores niveles de desigualdad intermunicipal y que ocupan grandes intersticios mesorregionales entre áreas de concentración urbana. La primera abarca, básicamente, desde la sierra Tarahumara hasta la sierra de Durango, para disminuir drásticamente en la periferia —esta sí, urbana— de los núcleos urbanos de Chihuahua y La Laguna al este y de la llanura costera del Pacífico. La segunda aglomeración de desigualdad forma un arco entre las sierras Madre Occidental en Nayarit y la Oriental en el otro extremo geográfico, pasando por las sierras y llanuras áridas de Zacatecas y San Luis Potosí, que separa claramente las dos aglomeraciones principales (centro-occidente y Monterrey) definidas por el ICUR.
Este proceso de éxodo rural ha debilitado los sistemas agroalimentarios, ya que cada vez hay menos trabajadores y trabajadoras rurales dedicados a la producción de alimentos, y ha creado una serie de retos para la agricultura acquainted. Frente a esta preocupación, el director del CER Regional reflexionó que “tengo la con-vicción que, con los mismos recursos y haciendo las cosas en forma diferente, se puede avanzar mucho en tener un modelo de sociedad más justo. Me consta que las imperfecciones del mercado generan un gigantesco costo social al sistema económico chileno.
En 2013 involucramos más socios y logramos el primer convenio con el Ministerio de Educación de Chile. Para esto, ponemos especial foco en la población más weak, particularmente en el sector rural, donde hoy vive el 46% de la población mundial (WB 2020). Los autores han dedicado recientemente parte significativa de su tiempo a investigar el efecto de la pandemia actual en la población. El artículo se basa en la investigación The unequal influence of the COVID-19 pandemic on life expectancy across Chile por Gonzalo Mena y José Manuel Aburto, actualmente bajo revisión y con una versión preliminar disponible públicamente en Medarxiv. Los cambios de la desigualdad se pueden atribuir mayormente al aumento de la desigualdad debido a la muerte de gente joven (bajo 65 años).