«En pandemia, ellos están inhabilitados a realizar teletrabajo. En la CEPAL hemos calculado que en la región-con datos del sólo el 21% de los trabajadores puede continuar con sus labores en la modalidad de teletrabajo. En Chile es el 26%, pero estamos muy lejos del 40% de Europa, por ejemplo». De hecho, desaparecerá el 20,7% de las microempresas y solo el 0,6% de las grandes empresas. La gran mayoría son empresas dedicadas al comercio, a servicios comunitarios, sociales y personales, y hoteles y restaurantes. La pandemia de covid-19 se ha saldado con una caída del 8 desigualdad social 2022,1% del PIB en América Latina, superando el impacto de la disaster en la Unión Europea y de otras economías emergentes.
Complementando estas representaciones sobre y de los niños, como indígenas y como trabajadores, Davies presenta su propia investigación. Entrevistando a más de 20 niños y profesores de un colegio con nivel socioeconómico bajo en Londres, da cuenta de algunas narrativas de éstos con respecto al bullying y cómo éstos se hacen cargo del problema. En el patio (lugar no regulado) los niños tienen que vérselas por sí mismos, transformándose en un lugar en donde “te pueden golpear” (como decía uno de los niños entrevistados). Por otro lado, una de las profesoras entrevistadas argüía que los niños terminaban no confiando en los profesores cuando tenían algún conflicto en el patio, porque sentían que aún si intervenían, el conflicto no se terminaría.
Para utilizar una vieja imagen, en lugar de cañas de pescar y redes, todos tienen un pez. La despiadada opresión y explotación de la población indígena y el modelo económico igualmente despiadado del extractivismo y los monocultivos tienen su origen allí. Pero los españoles y portugueses no han gobernado América Latina durante dos siglos; son los Estados independientes de hoy los responsables de la precariedad que sufre la población. Exigir una disculpa a la nación de los antiguos conquistadores, como lo ha hecho el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es facilista, inútil y solo encubre su propia responsabilidad. Abolirla no es solo tarea del Estado, opina Uta Thofern, jefa del departamento de América Latina de nuestro medio asociado, la Deutsche Welle. Hoy se informa de que el juicio por financiamiento ilegal de la política que ejecutó SQM, al distribuir dinero ilegal a políticos de todo el espectro a cambio de una ley de royalty y otros beneficios, llega a su fin.
Ahora bien, cabría preguntarse si esta consideración sigue vigente en la presente década. Esa promesa debería ser transversal a toda la sociedad y no estar reservada para aquellas personas que puedan costear las mejoras, o que puedan pagar el precio de no tener que someterse a aplicaciones abusivas de la tecnología. Estos desarrollos y despliegues tecnológicos no deberían resultar en una nueva forma de discriminación que profundice otras desigualdades como un daño colateral que debemos asumir en favor de un supuesto bien mayoritario.
Cuando se examina ahora el atractivo de los municipios o comunas para conmutantes de diferentes niveles socioeconómicos, se advierten algunos patrones relevantes, pero también bastante diversidad idiosincrásica. Por ejemplo, los municipios del BCD extendido, que incluyen a los céntricos y a los que están en el eje de localización principal de los grupos acomodados, tienden a concentrar el destino de los conmutantes. En los municipios acomodados pero más bien excéntricos del BCD como Niterói, Sao Caetano do Sul, Miguel Hidalgo, y La Reina y Nuñoa, la élite todavía debe ir masivamente a otro municipio para trabajar, aunque el análisis efectuado en este trabajo no permite concluir si tal egreso implica efectivamente una salida del habitat histórico de la élite. A escala particular person, dos relaciones conceptuales entre la movilidad diaria para trabajar y las características laborales y socioeconómicas de los ocupados son relevantes para los propósitos de este documento.
Brasil y Argentina son los países con mayor nivel de deuda (en torno al 100 percent del PIB) y de déficit público (superando el 10% del PIB) en 2020. Si la recaudación de impuestos se vio afectada por el cierre de actividades y por la caída del consumo, también se han incrementado los gastos públicos. En 2020 el cierre de las actividades económicas desigualdad rural no esenciales se tradujo en destrucción de empleo, particularmente en los meses de marzo, abril y mayo. Sin embargo, en la gran mayoría de los países se establecieron mecanismos para mantener las relaciones laborales. Aunque también se incrementó el número de personas desanimadas, que son aquellas que dejan de buscar empleo porque saben que no lo van a encontrar.
El director de la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Valparaíso, Mauricio Ureta, añadió que se analizará la convulsión social y los cambios que está viviendo América Latina. “La disciplina del Trabajo Social tiene mucho qué decir pues los trabajadores sociales contribuimos a los mejores estados de bienestar de las personas y su dignificación”, precisó. Al margen de Venezuela, cuya disaster es mucho más profunda y tiene causas que van más allá del efecto de la pandemia, las economías centroamericanas han reducido sus exportaciones por encima de la media, así como Paraguay, Uruguay, Perú y Argentina.
No obstante, las ganancias de adoptar metodologías cuantitativas no vienen sin enormes desafíos. El más importante de ellos ha sido identificar un método que traslade a las variables explicativas una lógica interseccional y no unitaria, y que logre en el modelamiento estadístico una noción multiplicativa y no aditiva de sus efectos. Los modelos tradicionales de regresión lineal tienen una lógica unitaria y aditiva, mientras que la introducción de términos de interacción no resuelve el problema de la aditividad. El apéndice incluye un resumen de las metodologías cuantitativas típicamente utilizadas en el estudio de la interseccionalidad. Pero esta condición no se remite solo a diferencias en calidades de vida, ya que tiene asociado un conjunto de problemas que implican, especialmente, trabas a la justicia, a la convivencia y al desarrollo económico. Si en un país todos los ingresos aumentan en la misma proporción, el coeficiente de Gini de ese país sería el mismo antes y después de dicho crecimiento.
En general ser mujer, hacer parte de una minoría étnica, estar en el área rural y vivir en ciertas regiones obstaculizan el acceso a recursos y bienes públicos de buena calidad, conllevando a peores estándares en calidad de vida para las personas que pertenecen a dichas categorías. Pero estos cuatro atributos (género, raza, ruralidad y región) interactúan de formas complejas para producir desventajas o privilegios. Y además, el efecto de dichas combinaciones cambia de un país a otro y varía significativamente en el tiempo.
Si bien el comercio internacional se ha contraído en 2020 a nivel mundial, lo ha hecho de forma más severa en América Latina. Gran parte de los trabajos en América Latina son informales, si bien hay diferencias muy importantes entre países. El 92,1% de los trabajadores y trabajadoras no agrarias en Ecuador son informales, así como el 73,2% en Bolivia y el sixty eight,5% en El Salvador.
Desde la tradición liberal, John Rawls afirma que “la justicia es la primera virtud de las instituciones sociales, como la verdad lo es de los sistemas de pensamiento”. Por su parte, la filósofa Nancy Fraser habla de la paridad participativa y postula que la justicia exige unos acuerdos que permitan que todos los miembros de la sociedad interactúen en pie de igualdad, tanto a nivel de redistribución como de reconocimiento. Y afirma la necesidad de una distribución que garantice la independencia y la voz de todos.
Dicha metodología, que será explicada con profundidad más adelante, permite desglosar hasta qué punto la diferencia entre grupos –en este caso regiones– en un atributo –analfabetismo o inasistencia a escuela– se debe por diferencias en la composición de las regiones, o por diferencias en los efectos que tienen los elementos de dicha composición. Desde estas variadas e interdisciplinares perspectivas, procesos territorialmente heterogéneos de desarrollo económico, acumulación de capital, y/o racismo van haciendo que unas regiones tengan peores empleos, bienes públicos y servicios sociales. Esto va generando un impacto en la composición de dichas regiones, que con el tiempo tienen una mayor proporción de grupos tradicionalmente marginados como habitantes rurales y minorías étnicas. Se puede derivar de estas aproximaciones que la región o la unidad subnacional no tendría una fuerza causal independiente que produciría ventajas y o discriminaciones, sino que reflejaría los efectos del racismo, el sesgo urbano y los modelos de desarrollo económico que se concentran en su territorio. Los académicos y hacedores de políticas públicas del continente han recorrido ya un camino evidenciando las desigualdades de raza, género y ruralidad que se viven en los distintos países (Wade 1997; Hoffman y Centeno 2003; Molinas Vega et al. 2011; Bertola y Williamson 2017; PNUD 2019; Busso y Messina 2020). Pero en años recientes la agenda de investigación sobre la dimensión subnacional ha sumado a esa evidencia previa para demostrar que el lugar de residencia dentro de un país también constituye una fuente de privilegio o desventaja (Otero-Bahamón 2016, 2019, 2020; Singh 2016, Giraudy y Pribble 2020; Harbers y Steele 2020).