Dominación Y Resistencias: El Marxismo Y La Crítica Del Estado Y El Poder Worldwide Institute For Philosophy And Social Studies

A pesar del hecho que Trump cada vez más empodera a fuerzas políticas de ultraderecha, incluyendo políticas racistas, misóginas, transfobicas y antisemitas, debe ser señalado que la política Norteamericana aseguró hace ya bastante años (por lo menos desde Reagan, vía Bush, hasta Obama) un tranquilo y prolongado desarrollo de fuerzas reaccionarias de derecha. Es con las consecuencias de los horrores de estas políticas que estamos enfrentando el hoy. Si hablamos sobre el fascismo de hoy, entonces probablemente nuestro sujeto debería ser Jair Bolsonaro. ¿Cómo se relaciona la desigualdad con el estallido social que vive Chile desde octubre de 2019?

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Según remarcan Jacobs y Mazzucato, en los tres años que siguieron a la crisis, ¡el ninety one %! Las medidas de Atkinson buscan intervenir antes en el mercado, de modo que la repartición de los premios sea distinta. Propone, entre otros asuntos, que los gobiernos intervengan en la dirección que toma la tecnología, para que ésta colabore en la creación de nuevos empleos y no sea como ahora una amenaza constante a los puestos de trabajo. “A partir de tales experiencias, desigualdad por regiones vividas de forma directa o como testigo de lo que ocurre con otros, los individuos podrán extraer un conjunto de evidencias que vienen a demostrar la ausencia o inoperancia de la justicia y la igualdad en la realidad de la vida cotidiana”, explicó el docente. Hacer frente a las desigualdades o inequidades que hieren la convivencia humana y destruyen nuestro planeta, requieren de la promoción de valores tan evangélicos como, la justicia, la libertad, la inclusión…

Eso sucede en el capitalismo o regímenes productivos verticales, no en los regímenes productivos solidarios, fraternos, cooperativos. Cabe destacar, entonces, que en Chile la burocracia del Estado es hoy enorme y es además ineficiente y anticuada (CEP, 2017). Por ejemplo, el Congreso Nacional empleaba a menos de 350 personas en 1990 y hoy a casi a 3 mil.

También el inversionista se refiere a la brecha que hay en los ingresos, que es más alta que nunca, desde los años 30. De tal modo, la riqueza del 1% de los estadounidenses más ricos hoy es superior a la del 90%. Qué es lo que está implícito en lo que estoy diciendo, que mientras estaba la amenaza comunista, el capitalismo period capaz de introducir reformas profundas y de fondo que enfrentaban los temas de la desigualdad. La verdad es que siento que el gran desafío del próximo período es poder generar un programa nacional, económico, social, político, institucional, cultural, porque también los temas culturales son, en este ámbito, decisivos, que puedan hacerse cargo del tema de la desigualdad. Si nuestro país no hace una rectificación de fondo, si no hay un programa de Gobierno capaz de enfrentar a corto, mediano y largo plazo, los temas de la desigualdad, por cierto que, inevitablemente también esta desigualdad afectará la estabilidad política de la nación chilena.

Pero si la disaster resulta ser más prolongada, si conduce a una depresión global o si las vacunas se retrasan mucho, la miseria well-liked y el descontento podrían llegar a niveles tales que las decisiones políticas más radicales se vuelvan más atractivas o incluso inevitables. Esto podría incluir intervenciones tales como nacionalizaciones de industrias privadas, esquemas de ingresos básicos universales y una tributación más alta y progresiva de los ricos. Las reformas neoliberales implementadas en Chile durante las décadas de 1970 y 1980, significaron en términos económicos y sociales la proyección de una nueva manera de afrontar el desarrollo de la sociedad, constituyéndose en una revisión radical de la política económica del país durante los últimos tres cuartos del siglo XX. Atrás quedó el management que en dichas materias ejerció el Estado, situación que se agudizó aún más durante el mandato de Salvador Allende Gossens. Finalmente, el golpe de Estado del eleven de septiembre de 1973 conllevó la puesta en marcha de una nueva política económica, hasta el momento no aplicada en el país. El socialismo debería ser una respuesta a la ideología capitalista, su papel es superarla en tanto fuente de valores, principios y en entregarle un mejor destino a la humanidad.

En la conversación con CIPER, el economista británico sostuvo que a partir de los ´80 el poder se concentró en manos de actores que promueven la acumulación del capital, como las empresas y multinacionales, y creía firmemente que la reducción de la desigualdad solo sería exitosa “si se llevan a cabo medidas que contrabalanceen el poder” y lo dirijan hacia organizaciones de consumidores y sindicatos. En ese intenso y último libro -que ya antes de su muerte era su testamento intelectual- hace referencia a las colas de británicos ante los bancos de comida (organizaciones de caridad que proveen de alimentos a los más pobres a precios subsidiados y que se han vuelto esenciales en un país donde thirteen desigualdad social pdf millones viven bajo la línea de la pobreza). Esas filas ignominiosas -dice Atkinson- no se pueden desligar de otras filas, que ocurren al mismo tiempo, como la de los seven hundred millonarios del mundo inscritos para el primer viaje espacial de la empresa Virgin.

Desde que son estudiantes destacados son observados y estimulados para llegar a integrar el staff de expertos en esas megaempresas. El Servicio Nacional de Salud se inaugura en 1952 y recoge organizaciones de salud, sociales y solidarias como la Beneficencia Pública, la Gota de Leche, el Seguro Obrero, el Servicio Nacional de Salubridad y otros entre los cuales el Instituto Bacteriológico de Chile. El SNS por su acción continuada al disolverse (año 1979) y transformarse en los servicios regionales y municipales de salud, hasta el año 1985 es el principal responsable de que Chile superara la salud de país depressing y llegara a tener una salud comparable con los países europeos, EE.UU. En cambio, podemos señalar brevemente que, en el contexto latinoamericano, de modo sinodal y colegiado, la Iglesia de la región puso gran atención en las “desigualdades”, en explicit, en aquellas que calificaba de “injustas” o “excesivas”. Más aún, podemos decir que hace más de cincuenta años dichas desigualdades fueron consideradas como el factor que más atentaba contra la paz y el desarrollo integral de América Latina. Para un desarrollo más pormenorizado este delicado asunto, me permito remitir a mi investigación teológico-cultural publicada recientemente, con ocasión del 50° aniversario de la Conferencia de Medellín (Verdugo & Arellano, 2019).

Estos éxitos, sin embargo, no han evitado que a partir de 2011 se hayan intensificado los reclamos sociales. En su estudio, Larrañaga y Rodríguez interpretan que este malestar social se relaciona con “una mayor intolerancia a la desigualdad, producto de una ciudadanía más empoderada por efecto del mismo desarrollo que ha tenido el país”. En su nueva posición estarían menos inclinadas que antes a aceptar la desigualdad en las relaciones de poder, en las relaciones sociales y las oportunidades. Hoy, hasta el Fondo Monetario Internacional (FMI), usualmente enfocado en el crecimiento, lanza miradas inquietas ante el crecimiento de la desigualdad. En documentos recientes (particularmente en Redistribución, desigualdad y crecimiento, 2014 y en ¿Neoliberalismo Sobrevendido?, 2016) sus investigadores no solo han dicho que la desigualdad extrema reduce la fuerza y la duración del crecimiento, sino que sostienen que impuestos pagados por los más ricos en actividades con externalidades negativas, pueden ayudar a los países a crecer.

Asimismo, la profesora mencionó que en el contexto de las sociedades capitalistas el sistema judicial se ha ido constituyendo en la institución que supuestamente debería visibilizar y penalizar entre otras las desigualdades sociales. “De hecho, en 1948 la Declaración Universal de los Derechos Humanos estableció los fundamentos orales y legales para supuestamente combatir las desigualdades a nivel mundial. En ese marco la prueba legal se ha constituido en la evidencia material de la violación legal para visibilizar las desigualdades sociales como una forma de injusticia social. Sin embargo, las sociedades capitalistas continúan perpetuando la (in)visibilización de las desigualdades sociales y los sistemas judiciales a nivel mundial son uno de los pilares fundamentales para reproducir dicho orden social”, indicó Cárdenas. La ola de manifestaciones y diversas expresiones antineoliberales que han sacudido al planeta en las últimas dos décadas nos interpelan respecto a la manera de concebir lo social y su articulación con lo político. ¿Qué es hoy la vida en común, en el marco de reconfiguración del capitalismo y las democracias contemporáneas?

Como respuesta a estos indicadores, suele decirse que el problema no es que los ingresos sean muy desiguales, sino que hay demasiadas personas pobres. También se argumenta que la desigualdad era baja en los regímenes comunistas ruso y chino en 1980 y que su posterior aumento contribuyó a estimular la innovación y el crecimiento en beneficio de todos. Esto último es especialmente cierto para China, donde la pobreza disminuyó drásticamente. Sin embargo, la justificación de la desigualdad en función del bien común no puede aplicarse a la realidad common de todas las naciones.

Y los emparejamientos, siguiendo la lógica de selección por similitud, suelen darse entre personas de un mismo nivel educacional y de ingresos. Es decir, los hombres educados y ricos, que antes por lo basic eran la única fuente de ingresos de sus hogares, se casan hoy con mujeres igualmente educadas y ricas. El impacto en la aceleración de las desigualdades del emparejamiento selectivo es evidente. Las bases teóricas de la política económica implementada desde 1974 por la dictadura, encabezado por Augusto Pinochet Ugarte, se pueden encontrar en El ladrillo. Este documento fue elaborado, desde agosto de 1972, por los economistas Andrés Sanfuentes, Juan Villarzú y José Luis Zabala Ponce; su propósito fue elaborar un programa económico alternativo al implementado por la Unidad Popular entre 1970 y 1973.

Atkinson examinó el desempeño de las 15 naciones más prósperas de la OECD, y observó que aquellos en los que el 1% más rico se apropia de un porcentaje más alto del PIB -como Gran Bretaña, Estados Unidos, Australia e Italia- son, a la vez, los que tienen los niveles más altos de pobreza dentro del grupo. Durante las últimas décadas, siguiendo la receta de Lucas, muchos países priorizaron la lucha contra la pobreza y dieron la espalda a la desigualdad. Por ejemplo, en Estados Unidos, la pobreza cayó entre 1948 y 1960 desde el 33% al 19%. Pero desde entonces, no ha habido variación y hoy son 45 millones los estadounidenses que están bajo la línea de la pobreza. «Estas visiones valientes y compasivas, burladas y rechazadas por los «realistas» capitalistas, tuvieron suficiente tiempo en el aire, llamaron suficientemente la atención, para permitir que un número cada vez mayor de personas —algunos por primera vez— desearan un cambio en el mundo.

O sea, los Partidos Social Demócrata o Partido Socialista de la Europa Occidental, que fueron capaces de generar un Estado del Bienestar que podía a la población responderle por la educación gratuita, por salud gratuita y por tener acceso a todos los niveles básicos de la vida, que son esenciales para que las familias puedan vivir con dignidad. Otra faceta sobre-saliente del capitalismo del siglo 21 es la enorme concentración del ingreso y la riqueza en elites económicas con amplio poder económico e influencia política.[2] Un indicador de lo anterior es el aumento en la proporción del ingreso nacional que se apropia el uno por ciento más rico de la población. En países como Estados Unidos dicha proporción alcanza 23 por ciento y en el Reino Unido 14 por ciento. En América Latina, Brasil encabeza la lista de países con mayor número de billonarios, seguido de México, aunque Chile es el país con más billonarios en relación con la población en la región.