Desiguales Orígenes, Cambios Y Desafíos De La Brecha Social En Chile Naciones Unidas En Chile

Otro sondeo del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) señaló en tanto que el mandatario tiene 52% de imagen positiva—respecto del 61% con que contaba el día que asumió— y 43% de negativa. Pablo Moyano, del gremio de los conductores de camiones, criticó al ministro de Economía Luis Caputo y sostuvo que “si lleva esas medidas de ajuste, de hambre, los trabajadores, los jubilados y los más humildes lo van a llevar en andas, pero para tirarlo al riachuelo”, en referencia al río contaminado que transcurre por el sur de la capital. El transporte público funcionará hasta las 19 (2200 GMT) para facilitar la movilidad de los manifestantes que se congregaron frente al Congreso. Columnas de integrantes de sindicatos, un sector del peronismo y fuerzas políticas de izquierda ocuparon la plaza ubicada frente al edificio legislativo mientras otras movilizaciones se replicaron en distintas ciudades, como Mendoza y Mar del Plata. Porque se implantó tarde, por la influencia de las lenguas nativas y por el periodo en el que estuvo prohibido, el español en Guinea Ecuatorial tiene una distribución y pronunciación desigual en el país.

En segundo lugar, cambios en la demanda relacionados con la propia evolución epidemiológica de la población. En tercer lugar, cambios producidos por la incorporación de nuevas tecnologías, lo que repercute en un incremento del gasto en salud; este último, a su vez, puede incrementarse o bien para los países o para las personas, según se trate de un sistema donde prima la gratuidad de los servicios, o donde existen copagos o desembolso directo de los usuarios y usuarias. En definitiva, se elevan los costos (ya sean individuales o colectivos), lo que no necesariamente significa mejoras para la salud de la población. Otros retos están relacionados con la gestión de los servicios, como en lo que refiere a la fragmentación de la purple asistencial y la falta de coordinación entre los diferentes niveles de atención, lo que dificulta, por un lado, la continuidad en el cuidado y, por otro, la posibilidad de un abordaje integral. Sin duda, las dimensiones políticas de las desigualdades en salud constituyen una cuestión fundamental, incluso para las propuestas teóricas oriundas del liberalismo. En una cuidadosa revisión de la primera ola de análisis que generó la teoría Rawls-Sen-Whitehead, Spinelli40 comenta que “la lógica del bienestar deja de estar relacionada de manera unívoca con la incorporación de bienes, para centrarse en la búsqueda de condiciones que permitan a los sujetos individuales y/o colectivos potenciar sus capacidades de realización”.

salud y desigualdad

Este sustantivo, de difícil traducción al español, trae consigo el doble sentido de “capacidad” y “habilidad” como potenciales competencias. Desde una perspectiva semántica, representa una valiosa indicación para una construcción rigurosa del concepto de salud, como señalé en otro texto32. El problema se muestra más intrigante y la construcción teórica potencialmente más rica si consideramos otras diferencias de base particular person, más allá de las capabilities, que conformarían ese complejo objeto de conocimiento llamado salud. La disaster sanitaria actual nos evidenció (y profundizó) de forma cruel una realidad que ya knowledge de largo tiempo. Revertir esta situación es acuciante, y para eso necesitamos pensar en estrategias con abordajes amplios e intersectoriales que involucren y comprometan de forma simultánea a diversas áreas de la política social en common. Otro ejemplo que evidencia la relación de doble vía entre la salud y los llamados “determinantes sociales”, es el embarazo adolescente.

Respecto al primer criterio, toman como base la noción liberal de autonomía, que define “justicia” como una garantía nominal de igualdad de oportunidades individuales38. Con relación al segundo criterio, Peter y Evans39 desarrollaron teóricamente la concept de justicia como fundamento del derecho common a la salud, entendido como equidad también en el acceso al conocimiento y la tecnología, factores que definen el grado de evitabilidad de los problemas de salud. Con el avance de los movimientos de la medicina social y de la salud colectiva, a partir de la década de 1980 se produjo un significativo incremento de la producción científica sobre desigualdades sociales, como determinantes de la situación de la salud en países de América Latina y el Caribe. En las últimas décadas del siglo XX, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) manifestó un interés especial en este tema de investigación, principalmente cuando Pedro Luis Castellanos estuvo a cargo de la División de Salud y Desarrollo Humano. En 1998, propuso la creación del Grupo de Trabajo en Inequidades en Salud, que organizó un repositorio de textos y produjo una cartografía analítica de la producción académica sobre el tema1,2. Un análisis bibliométrico y de contenido de esos estudios encontró -en casi todos los países de la región- un predominio de abordajes doctrinarios o teóricos, en vez de investigaciones empíricas con datos epidemiológicos3.

En la inauguración, también intervino la número dos de la ONU, quién rechazó las críticas lanzadas desde algunos sectores contra la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. No en vano, una parte significativa de las chilenas y los chilenos han dicho basta, no quieren seguir discriminados solo por vivir en regiones. A continuación, el informe indica que del subcomponente del gasto que se canaliza en los fondos de seguros de salud -que suma el 6,9% del PIB- un 2,4% del PIB está constituido por cotizaciones a fondos privados y gasto de bolsillo de afiliados a los seguros privados. Por otra parte, el financiamiento de los beneficiarios de FONASA concentra el four,5% del PIB, que incluye las cotizaciones, los gastos de bolsillo y el aporte fiscal.

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