Desigualdad De Género: Un Año De Pandemia, Diez Años De Retroceso Para Las Mujeres « Diario Y Radio Universidad Chile

Es decir que, el mercado se da la licencia de alguna manera de entregar peores condiciones laborales al existir mayor proporción de mujeres. Un nuevo paso en materia de información lo constituye la norma N° 461, emitida en 2021, la que exige divulgar información social, medioambiental y de gobiernos corporativos de forma integral en las memorias anuales, siguiendo así la ruta de economías más desarrolladas. Esta normativa considera que las políticas en materia de sostenibilidad pueden tener impactos materiales en el desempeño de las compañías y, por ende, en las decisiones de los inversionistas.

pobreza por desigualdad de genero

Las razones pueden ser por estudio, salud, jubilación, no tener deseos de trabajar, desaliento, responsabilidades familiares u otras. Al analizar el aumento de personas inactivas durante la pandemia respecto a 2019 (prepandemia), por razones distintas a las familiares se observa que no hay diferencia entre mujeres y hombres. Toda la brecha de género en la salida laboral se explica porque las mujeres asumieron mayores responsabilidades familiares [figura 3]. “Es la situación que llamamos de piso pegajoso, porque cuesta que las jóvenes despeguen y tengan autonomía económica, social  o de liderazgo; que tengan acceso a ofertas de salud sexual y reproductiva.

También estuvieron presentes Andrea Betancor, profesora de la Facultad de Negocios y Economía de la U. Calcular la brecha salarial de género es lo que permite la plataforma interactiva NiMásNiMenos, iniciativa creada por la Universidad de Talca (U. de Talca) en conjunto con la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) y en la que nuestra Superintendencia es una de las instituciones asociadas. Además, según el estudio, el saldo también se vio afectado en mayor medida para las mujeres que para los hombres producto de los retiros de fondos. Al comparar los saldos acumulados entre julio de 2020 y julio de 2021, se observa una disminución en términos reales de 21,1% para el caso de los hombres y 24,7% para las mujeres, lo que evidencia que la medida de retirar los fondos de pensiones impactó más en las afiliadas que en los afiliados. De acuerdo con el reporte, a junio de 2022, alrededor de eleven,3 millones de afiliadas y afiliados habían realizado algún retiro de fondos y un sixty nine,9% efectuó los tres. Respecto del seguro de cesantía, se flexibilizó su acceso entre 2020 y 2021 con el fin de hacer frente a la pandemia por el COVID-19.

En Uruguay aplica un sistema nacional que pretende mejorar la situación, detalla Genta, aunque a su vez reconoce que estos temas son especialmente sensibles a los vaivenes políticos. “Es difícil que la ley cambie, pero si no se asigna presupuesto se podría retroceder en la implementación”. Natalia Genta Rossi, experta uruguaya que visitó la UdeC en el marco de un curso sobre el tema de los cuidados. Para ella, el problema debe abordarse desde el Estado, que garantice el derecho al cuidado para que todas las personas puedan contar con él, no solo las que se permitan pagar o las que tengan familia disponible para dichas tareas.

Relaciones de poder no solo entre parejas, sino es algo que se reproduce una organización de trabajo independiente de la relación que se tenga. La cuarta edición del 2017 pone en discusión la desigualdad territorial desde la mirada de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), considerando indicadores a nivel subnacional para algunos de estos objetivos, e indagando en la articulación de actores, aspecto central para que la implementación de la Agenda 2030 permee a todos los territorios. “Hay evidencia de que las desigualdades, si bien son transversales, tocan de manera diferenciada a hombres y mujeres y nosotras nos llevamos la peor parte”, señala la historiadora y académica de Sociología e Historia UdeC, Dra. En efecto, según la Superintendencia de Pensiones, en 2018 la brecha promedio en el salario entre hombres y mujeres era de un 15%, lo que equivale a decir que mientras un hombre recibe un ingreso imponible de 825 mil pesos, el de la mujer alcanza los 694 mil pesos.

Ambos expertos señalaron que la perspectiva de género como una herramienta de análisis aún está al debe en Chile. Esto permitiría visualizar ‘cómo en un contexto de feminización de la pobreza, la escasez energética afecta de forma diferenciada a la población, al considerar la división sexual del trabajo como un elemento clave’, dijo Sannazzaro. El llamado específico de ONU es a no bajar la guardia y cumplir los compromisos adquiridos por los diversos Estados en materia de género, particularmente aquellos que dicen relación con la prevención de la violencia. Además se ha instado a los diversos gobiernos, al sector privado y a la misma sociedad civil a tener en cuenta las prioridades de las mujeres y niñas a la hora de dar respuestas a los problemas causados por la pandemia que sigue aún afectando gravemente a los distintos países. Poco más de 2 millones 112 mil personas viven en nuestro país en situación de pobreza extrema y no extrema de acuerdo a la encuesta Casen en pandemia, lo que equivale al 10,8% de la población, 2,2 puntos por encima de la última medición en 2017.

Según un estudio del COES (2018), la mayor cantidad de conflictos sociales por habitante se producen en las regiones donde el índice de desigualdad es igual o superior al promedio nacional. Según el cálculo exploratorio propuesto por los autores, y considerando el carácter multidimensional de los orígenes del conflicto social, “reducir la desigualdad de Chile de 0,49 a 0,forty three (GINI) podría significar una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional”. Desde hace algunas décadas se ha debatido acerca de la estrecha relación entre la configuración espacial de la ciudad y la reproducción de desigualdades. Esta discusión ha recogido diversas investigaciones, según las cuales el espacio no solo es contenedor de las dinámicas de lo social, sino que también las produce y transforma. En el caso de las desigualdades de género, esto se manifiesta en una configuración espacial de las ciudades que, a partir del siglo xix, comienza a establecer una fuerte división entre espacios vinculados a la producción, lo público, lo político, y aquellos vinculados a la reproducción (England, 1991).

“Si sumamos la dimensión social de género a las dimensiones de ruralidad y de mujeres adultas mayores –dos grupos objetivos de trabajo para la fundación-, el índice de pobreza multidimensional aumenta significativamente, alcanzando un 44,4% en mujeres rurales con 60 años o más”, explica Paola Diez. En la dimensión del acceso al trabajo, existe una brecha profunda de género debido a múltiples factores que dejan a las mujeres en posición de desigualdad. Se suma a lo anterior, que un eighty four,9% de los hogares monoparentales está a cargo de una mujer, las que, en su mayoría, no reciben ninguna contribución de los padres para la crianza y educación de los hijos e hijas comunes. Este nuevo Día Internacional de la Mujer, en el que conmemoramos el legado de valentía que nos entregaron tantas mujeres, nos sirve también para detenernos a evaluar cuánto hemos avanzado en los derechos y oportunidades para las mujeres y, especialmente, cuánto nos falta para alcanzar la plena equidad de género. Porque si bien en las últimas décadas hemos presenciado importantes avances en este sentido –desde mayor educación para las niñas hasta más mujeres en posiciones de liderazgo–, en los últimos años los derechos de las mujeres han vuelto a ser atacados desde distintos frentes. La publicación original de este análisis se encuentra en Sinc, la cual puedes consultar para obtener más información detallada.