Los Mapas sólo cuantifican problemas de vivienda y de equipamiento y no incluyen la satisfacción de otras necesidades básicas, como alimentación, salud, educación, recreación y otras que son esenciales en la medición de las condiciones de vida de los hogares. De acuerdo a lo anterior, existen una serie de necesidades calificadas como básicas las que al no ser satisfechas convierten a las personas en pobres. Generalmente cuando se habla de estas necesidades piensa en significados enteramente relacionados con el consumo. Aunque comprende elementos básicos de consumo privado (como alimentación, vivienda y vestuario) incluye, también, la existencia de servicios públicos esenciales como el agua potable, las instalaciones sanitarias, el transporte público, la salud pública y los establecimientos educacionales.
El pobre es Carmen, madre soltera que tiene que trabajar en lo que encuentre para mantener a sus tres hijos y que además es analfabeta; es Johnny, indocumentado hondureño que tiene que exponer su vida atravesando México, ya que ha preferido correr ese riesgo que morir de hambre o de violencia en su país. Y así podríamos citar muchos nombres, con rostros concretos, cuyas historias escapan, la mayoría de las veces, a los números oficiales, que buscan maquillar cifras. Consideramos por lo tanto que la lucha contra la pobreza es el mayor reto que tenemos que enfrentar las sociedades en la actualidad. Un desafío para la humanidad que debe encontrar en la ética la semilla que haga surgir tanto en políticos, religiosos, economistas, y sociedad en general, una nueva manera no tanto para ver sino para escuchar el clamor y el hambre del pobre (Cortina, 2017). Los pilares o principios que deben regir este Piso de Protección Social Sensible a los Derechos de la Niñez, y en general los sistemas integrados de protección sensible a los derechos de la niñez, deben considerar el interés superior del niño, la cobertura universal, ser parte del marco institucional y normativo y entregar protección social inclusiva.
Todo este proceso expropia, primero, la participación activa de los sujetos que requieren de la política social y, segundo, la responsabilidad de éstos en la solución del problema social de la pobreza, por cuanto los transforma en agentes pasivos (objeto receptor de la política social). Se olvida que, siendo un problema societal, la pobreza afecta a los pobres de una manera propia; es también su problema y su responsabilidad, y es también su espacio de decisión y de ejercicio de su creatividad en la búsqueda de la superación de la pobreza. Se abre espacio, así, a las necesidades propiamente humanas del reconocimiento social como parte de un orden social y político, al que se pertenece y en el que se participa ejerciendo los deberes y derechos que emanan de la condición de persona de los seres humanos. Los estudios existentes son de cobertura reducida y han sido impulsados en el campo de las organizaciones no gubernamentales (ONGS), sin que se haya constituido aún una línea de trabajo en este sentido a nivel gubernamental. Un principio que para nosotros es básico consiste en la inversión social en la gente. Este criterio está relacionado con la participación pero va más allá.
Y es en ellos donde los pobres se pueden encontrar con su pobreza (no con la pobreza) y los no pobres pueden hacerlo con la pobreza de los demás (nuevamente no con la pobreza), reconociendo a los pobres en su calidad de personas. Es así como la pobreza puede dejar de aparecer como algo abstracto y se puede superar la percepción tecnocrática e ideológica de la pobreza. Pero no basta con abrir la política social a sus beneficiarios, también hay que llevar a ella la participación responsable del conjunto de la sociedad. Se requiere, así, diseñar instrumentos y mecanismos que fomenten el involucramiento de otros grupos y organizaciones sociales en la ejecución de la política social. Esto lleva a una segunda cuestión, que es la de encarar el problema de cuáles son las medidas que estamos responsablemente dispuestos a impulsar, para sacar de la pobreza a aquellos segmentos de la población que se definan como posibles de reintegrar plenamente a la vida nacional en el curso de los próximos años.
Señala que en un estudio de ODEPLAN-CEPAL, teniendo como origen la encuesta CASEN, se ha tratado de corregir en términos de la canasta, determinando qué cantidad de proteínas y calorías debe consumir en chileno de hoy y por esa vía, superar las deficiencias de ese método. A una pregunta sobre expansión de la demanda, responde que desde 1928, fecha de la primera Ley de Menores, el sistema de protección fue un poco marginal, porque las instituciones privadas y religiosas se dedicaron a atender menores con problemas sociogénicos. Cuando el Estado comienza a tener injerencia en esto, se crean establecimientos para tratamiento conductual, pero pocos. El 8% de los internados atiende observación y diagnóstico y el three,7%, rehabilitación conductual. Hay grave insuficiencia para atender la demanda, pues no se cubre más del 10% de las necesidades de rehabilitación, observación y diagnóstico. Dependiendo de las áreas que les corresponde cuidar, desempeñan labores educacionales, de atención de primeros auxilios, de control del cumplimiento de las leyes, rol preventivo delictual, acción de solidaridad social, labor de chilenización en las fronteras, and so forth.
B) Bartolomé de las Casas y la defensa del indio desde su testimonio de pobrera. Después de haber comentado brevemente el amor por la pobreza en el fundador de los franciscanos, pasemos ahora a analizar algunos elementos biográficos de uno de los padres dominicos más destacados que es Fr.
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