Covid-19: Una Recuperación Económica Resiliente

En el segundo puesto de ese listado está Julio Ponce Lerou, quien tomó el management de SQM (Soquimich), una de las mayores productoras mundiales de litio, yodo y fertilizantes, una vez privatizada por Pinochet, su suegro. Maneja la empresa a través de un esquema de «cascadas», obteniendo una utilidad fraudulenta de US$128 millones (juicio en curso). Por lo que se puede copiar y redistribuir en cualquier medio o formato, debiendo reconocer el nombre de los autores y el de la revista. Se permite citar, adaptar, transformar, autoarchivar, republicar y crear a partir del materials, para cualquier finalidad (excepto comercial), siempre que se reconozca adecuadamente la autoría, se proporcione un enlace a la obra authentic y se indique si se han realizado cambios. Para ingresar a la cotidianeidad de este contexto, fuimos en búsqueda de testimonios de porteños y porteñas que están viendo afectadas sus movilidades cotidianas. Nos encontramos con habitantes de asentamientos informales y uno de los temas que salen a la luz, es la imposibilidad que tiene la mayoría de trabajar desde sus casas y la obligación de moverse a diario para trabajar, ya sea en el mundo formal o el casual.

Gracias a la ayuda desplegada, fue posible respetar las medidas sanitarias por parte de los hogares, mitigando con ellas la pérdida de ingresos de los hogares. En este ámbito, es basic recalcar la importancia de contar con transferencias expeditas en tiempos de disaster, pero al mismo tiempo mejorar los sistemas de información y focalización. La pandemia exhibió determinadas falencias en este ámbito, pero en el futuro se debe seguir apuntando a focalizar de mejor manera las ayudas en los hogares más vulnerables.

Las definiciones neoclásicas desde las cuales se han estudiado los fenómenos laborales traen ocultamientos e invisibilización bajo figuras estigmatizantes, tales como «población inactiva», «NiNis», dejando sin efecto la nominación en las tareas de cuidados de personas adultas mayores y menores que efectúan las mujeres (Salvia y Miranda, 1999; Millenaar, 2017). Así, la designación de tareas de cuidados a partir de patrones de género tradicionales performa sesgos en el ingreso al mercado laboral, el cual retroalimenta desigualdad social america latina las condiciones de desigualdad y asienta los modelos sociales patriarcales (Miranda y Arancibia, 2017). De manera de aproximar el impacto de las medidas antes descritas, se estima la tasa de pobreza y pobreza extrema, junto a distintos indicadores de distribución de ingresos, comparando con un escenario donde los apoyos relacionados a la pandemia no están presentes. El hallazgo de que las personas con NALE no perciban mayor necesidad de apoyo podría reflejar, en cierta medida, este hábito a la condición de pobreza.

Los resultados mostraron la sustentabilidad en la zona de estudio, la intervención antrópica y el escenario ante la actual pandemia de COVID–19. Se obtuvo la alteración del espacio natural de la zona de estudio, a manos de las actividades antropogénicas. Si bien la disaster está afectando a toda la población, la actual situación agudiza factores de riesgo ya existentes, que afectan mayoritariamente a la población más vulnerables del país. Resulta especialmente preocupante la situación que enfrentan las familias de menores ingresos con niños, niñas y adolescentes, considerando que previo a la disaster, la pobreza infantil en Chile prácticamente duplicaba a la pobreza en otros tramos de edad. De acuerdo con la encuesta CASEN 2017, los hogares con niños presentan mayores carencias que aquellos que no los tienen, situación que se agudiza en la población indígena, inmigrante y que se vive en zonas rurales. La amenaza de la carencia económica desestabiliza a las familias, generando condiciones de estrés e incertidumbre que aumenta la probabilidad de violencia hacia niños, niñas y adolescentes.

También llama a avanzar hacia nuevos pactos sociales y fiscales para la igualdad en tiempos de pandemia, y a garantizar la salud, la educación y la inclusión digital, para que nadie se quede atrás. En un nuevo informe anual, la CEPAL estima que el total de personas pobres ascendió a 209 millones a finales de 2020, 22 millones de personas más que el año anterior. El cierre de actividades económicas, la destrucción de empleo y la reducción del comercio, la inversión y las remesas, tienen su reflejo en el incremento de la desigualdad y la pobreza. El resultado de la disminución de los ingresos públicos y el incremento de los gastos ha sido un incremento del déficit público y de la deuda pública. Brasil y Argentina son los países con mayor nivel de deuda (en torno al 100% del PIB) y de déficit público (superando el 10% del PIB) en 2020. El teletrabajo ha sido un elemento diferencial y muy importante para poder mantener la producción y la actividad laboral.

A su turno, el senador Pizarro recalcó que la región enfrenta «altísimos desafíos» con la migración porque hay gran cantidad de ciudadanos que quieren volver a sus países y no pueden porque las fronteras están cerradas por la pandemia de COVID-19. Por otro lado, expresó su preocupación para “poder implementar condiciones seguras en las medidas de reactivación una vez que se controle la pandemia, puesto que el tránsito de mercaderías entre muchos de nuestros países es relevante”. Es decir, consideró, es un impacto muy fuerte en los hogares, en las personas, en las pequeñas y medianas empresas y en quienes trabajan por cuenta propia. De hecho, también se estima que con esta caída del Producto Interno Bruto y este aumento del desempleo, el número de personas que viven en pobreza se incrementaría de 186 millones a 219,1 millones. Aquellas políticas que en la zona cementaron la cultura del privilegio para unos pocos, por encima de la satisfacción de las necesidades más básicas para millones de personas, encuentra ahora terreno fértil para que la epidemia resulte una verdadera tragedia.

desigualdad social en tiempos de pandemia

Esto significa que hay una correlación clara entre la disparidad de los resultados y la de oportunidades –que determina la movilidad social–. Es muy probable que la causalidad opere en ambas direcciones, puesto que una alta desigualdad de ingresos dificulta la igualación de oportunidades en ámbitos como el desarrollo infantil temprano y el sistema educacional, por las grandes divergencias que existen en el capital económico, social y cultural de los hogares de origen. En este punto, el estudio de los procesos de autonomía y emancipación como expresión de los patrones de reproducción social demanda atender las estrategias familiares a la hora de comprender las oportunidades de generación de ingresos. Al tiempo que estos procesos son fruto de marcos de acción diferenciados entre el «Primer» y «Tercer» mundo, a raíz de los desarrollos históricos particulares de industrialización, urbanización y políticas sociales universales (Roberts, 1996; Mazzeo y Ariño, 2013; Miranda, 2019).

En la cita más de una docena de presidentes de los Parlamentos Latinoamericanos abordaron acciones conjuntas que permitan a la región hacer frente a la pandemia por el COVID-19 entre otros temas. Reveló, además, que se debe reflexionar acerca de la pertinencia de mantener el modelo económico imperante, cuyas ineficiencias han sido puestas de relieve como nunca antes por la actual pandemia. Por ejemplo, dijo, dentro de los más pobres, tan solo el 34 por ciento tiene alguna cobertura de salud. La directiva reconoció que prima en la región una débil infraestructura en materia sanitaria incapaz de hacer frente a la situación. Así, se calcula que para América Latina el retroceso económico de la región sería de un 1,eight por ciento, aunque no se descarte que pueda llegar a caer aún más, quizás hasta un tres por ciento. Hemos calculado, sostuvo en declaraciones de hace pocas horas, que si la economía cayera un 1,eight por ciento, esto tendría una repercusión de una subida del desempleo de 10 puntos porcentuales.

La primera declaración sobre los derechos del niño data de 1920 aprobada por la Liga de las Naciones, la cual se disolvió en 1946. Ese mismo año, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fue creada, organismo que hoy vela por el cumplimiento del derecho internacional, el mantenimiento de la paz internacional, la promoción y protección de los derechos humanos, entre otros. En 1959, la Asamblea de la ONU aprueba la declaración de los Derechos del Niño y en 1989 aprueba la Convención sobre los Derechos del Niño, tratado internacional vinculante ratificado por 196 países. En 2016, el gobierno chileno aprobó la Política Nacional Docente (PND) que consiste en reformas al acceso y retención de educadores en las escuelas públicas y privadas con subvención del estado. Estas reformas incluyen establecer altos requisitos de ingreso y nueva acreditación para programas de formación docente, proporcionar un año de tutoría para cada maestro/a entrante con pago adicional para mentores y aprendices, y crear un sistema de desarrollo profesional para la promoción profesional a largo plazo. La desigualdad educativa empuja a muchas niñas y niños fuera de las aulas escolares, haciéndolos vulnerables a la explotación al entorno legal e incluso en casos extremos, al tráfico de personas.

Pero medir el verdadero panorama de la desigualdad en la segunda economía más grande del mundo no es fácil. La brecha urbano-rural también es profunda, ya que los habitantes de las ciudades ganan 2,5 veces más que sus contrapartes en el campo. Según un estudio del año pasado, la desigualdad en el país, sin la intervención del gobierno, habría aumentado casi un 30% en un solo mes de pandemia. Entre 2000 y 2019, los ingresos medios en las naciones más pobres aumentaron más rápido que en las ricas y el número de personas que vivían en la pobreza extremacayó de más de uno de cada cuatro a menos de uno de cada 10. Por ejemplo, la morbilidad y la discapacidad en la población son importantes, ya que inciden en la capacidad para trabajar. Idealmente, un sistema de seguridad social debería dar cuenta de las desigualdades en esas características, lo que requiere una fuerte integración con el sistema de salud.

Este hallazgo debe ser resaltado por tres motivos, pues los sujetos con NALE (1) convivían en mayor medida con una persona que fue diagnosticada con COVID-19, (2) exhibieron mayores niveles en la mayoría de los síntomas analizados y (3) mostraron menores niveles con relación al apoyo social percibido y realmente recibido. Aparentemente, las personas con NALE tenían menor sensibilidad ante una posible amenaza que podría poner en peligro su propia vida o la vida de las personas cercanas. De esta manera, se intuye que la aumentada emergencia para cubrir las necesidades básicas disminuía la percepción de peligro y se advirtió que, aparentemente, los más elevados niveles en los síntomas no se deben al efecto del COVID-19, sino a otros factores, entre los cuales se encuentra la conciencia y situación de pobreza. La complejización en las oportunidades laborales y condiciones heterogéneas a la hora de la continuidad educativa pone de relieve la necesidad de reflexionar en torno a las estrategias de generación de autonomía y emancipación para los y las jóvenes. Sea por la dinámica de subsistencia del grupo acquainted desigualdad por regiones -para los sectores de bajos ingresos-, o bien el impulso a los procesos de independización familiar -dentro de los sectores de ingresos medios y/o altos-, la necesidad de ingresos resulta ser uno de los requisitos sine qua non para la posibilidad de autonomía relativa. En esta línea, las estrategias familiares de supervivencia (sea por la obtención del ingreso, sea por la reproducción y movilidad social) vuelven a tomar una centralidad superlativa a la hora de encarar los procesos de autonomía de los miles de jóvenes que se enfrentan a mercados de trabajo en cierre.

Apoyos directos realizados por el Gobierno Central durante los años 2020 y 2021, a raíz del Covid-19. Así también, la empresa a ampliado la cuota de datos de navegación para usuarios y usuarias  del plan Universal Hogares y Universal Pymes. Ambos servicios proveen acceso gratuito con un tope de navegación de 1 gigabyte mensual, que durante la pandemia ha sido ampliado a 50 gigabytes sin costo.

Teniendo en cuenta el concepto de la exclusión social, es importante considerar el contexto del COVID-19. En diciembre 2019, estalló en Wuhan (China) el brote del COVID-19 y, hasta el día de hoy, está afectando a numerosas naciones mundiales. Debido a su gravedad y la rapidez de contagio, el Ministerio de Salud de la Nación (2020) decretó en Argentina el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), el cual comenzó el 19 de marzo de 2020. La cuarentena obligó a los ciudadanos a permanecer en sus hogares y, de esta manera, restringió el tránsito por vías públicas y la posibilidad de acudir al lugar de trabajo (Macías, 2020).

Revista nuestrAmérica adhiere a la Declaración de San Francisco sobre la evaluación de la investigación, DORA y a la Declaración de México a favor del Ecosistema latinoamericano de Acceso Abierto No Comercial. El año 2019, que ahora parece una realidad lejana y de otro mundo, nos mostró toda la severidad de la crisis climática que el mundo está viviendo en la actualidad y que no ha desaparecido. En esta instancia, se pudo conocer los testimonios de las profesoras Gabriela Albornoz e Isabel Valenzuela y del profesor Jorge Molina, quienes detallaron las situaciones, los desafíos, las estrategias y canales que utilizaron en el proceso de enseñanza durante la pandemia. El libro, de ediciones UCM abordó las complejidades de lo que fue ejercer la docencia en tiempos de emergencia sanitaria, a causa del Covid-19, a través del registro testimonial de académicos de la UCM, profesores del sistema escolar y de profesoras en formación de la carrera de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación de la UCM. Si alguien no resuelve sus problemas de salud con la biomedicina, se le ofrece llevarlo a una especialista mapuche, pero el gran plus que tiene el hospital es que la gente de comunidades puede acceder al sistema de salud biomédico en el mismo territorio y eventualmente mapuche si es que lo necesitara. El Hospital Makewe-Pelale desde marzo de 1999 está bajo la administración de una asociación indígena native, que implementó un modelo de salud intercultural que cuenta con funcionarios de medicina occidental, machis (sanadoras), gütamchefe (personas que tratan problemas de huesos y articulaciones) y personas que sanan con yerbas medicinales.