Cepal: Brechas Educativas Y De Género Entre Causas De Desigualdad

Una forma sencilla y efectiva de medir la desigualdad de ingreso es calculando los coeficientes de Decil (décimas partes). Este cálculo se logra al tomar, por ejemplo, los ingresos obtenidos por el 10% de los hogares más ricos, y dividiendo por el ingreso ganado por el 10% más pobre de los hogares. Una ventaja de esta forma de medición es que permite la sensibilidad de análisis al establecer un espectro con secciones del ingreso.[27]​ Estas mediciones se utilizaban por Lobmayer y Wilkinson en su estudio acerca de desigualdad de ingresos y la mortandad en 14 países. Una de las más graves consecuencias de la desigualdad social, es la desigualdad educativa, que a su vez es una manifestación de la desigualdad de oportunidades. Promover la igualdad de género en el ámbito de la tecnología es, efectivamente, una cuestión de derechos, pero va más allá de los aspectos relacionados con la justicia. El liderazgo igualitario de las mujeres en los entornos digitales garantizará que la tecnología del futuro promueva la sostenibilidad y la inclusión, en lugar de la ruptura y la división.

Según el último informe Commodity Markets Outlook (Perspectivas de los mercados de productos básicos), una escalada del actual conflicto en Oriente Medio —sumada a las perturbaciones causadas por la invasión de Rusia a Ucrania— podría empujar a los mercados mundiales de productos básicos hacia terrenos desconocidos. “La tecnología es una herramienta de inclusión, siempre y cuando esté bien diseñada”, concluye Costa. Gracias a la tecnología se puede teletrabajar, asistir a clases virtuales, hacer la compra sin salir de casa y mantener vínculos sociales, entre otros. Enrique Costa, profesor de Telecomunicaciones de la Universidad de Vigo (Galicia), arroja algunos datos muy interesantes sobre cómo el acceso a la tecnología puede ser determinante a la hora de evitar la exclusión, algo que quedó patente durante el primer confinamiento. Los próximos años, de aquí a 2030, serán años de rápidos e impredecibles cambios, y no sabemos cuáles serán sus efectos en esta compleja realidad.

En este contexto, la permanente reflexión profesional sigue siendo un desafío, dado que el análisis del quehacer del trabajo social requiere de una capacidad para comprender el escenario en que se sitúan dichas prácticas, sus tensiones y transformaciones, así como también las posibilidades de su acción. En los relatos se observa una relación adaptativa e instrumental con la tecnología, abandonando las históricas resistencias que se tenían de los dispositivos que automatizarían la intervención. Resulta necesario cuestionar aquellas visiones deterministas acerca de la centralidad de este tipo de tecnologías en el desarrollo de la sociedad, así como las miradas instrumentales que asumen una pretendida neutralidad de estas. Los testimonios dan cuenta de ciertos vacíos en la reflexión respecto de estos impactos, el uso de las TIC se impone como una herramienta que permite dar continuidad a la intervención social, pero cuya incorporación no ha sido objeto de análisis de los equipos. Las consecuencias que tienen para las personas y la relación profesional se van descubriendo a partir de la experiencia inmediata, pero no son objeto de análisis en la intervención profesional. El uso intensivo de las tecnologías en este contexto de disaster sanitaria instala la concept de que estas llegaron a la intervención social para quedarse, observándose cierto determinismo tecnológico en que este supuesto se da por sentado.

No es posible brindar a los estudiantes lo que en la actualidad necesitan para la vida o el trabajo en cuatro horas de clase que acaban siendo menos de tres horas efectivas en muchos casos. Y para ampliar la jornada, la escuela tiene que reunir ciertas condiciones básicas como alimentación escolar, y apoyo psicológico, porque no se puede aprender ni cuando se tiene hambre, ni cuando se está sometido a estrés, ansiedad o depresión. Según estimaciones recientes, en 2022, la pobreza afectaría al forty five,4% de las personas menores de 18 años de América Latina. Por eso hoy es urgente preocuparnos y ocuparnos de los jóvenes, como lo argumentábamos también en un informe que publicamos este año. Los diferenciales de ingreso por nivel educativo cayeron considerablemente entre circa 2019 y 2020 en todos los casos menos en Chile (Gráfica 4), pero los más educados sufrieron en menor medida. 2020 rompe esta dinámica de reducción de la desigualdad, iniciada en 2002, con un incremento de 2% en el valor del índice de Gini.

El evento contó con la presencia de directores y representantes de los institutos nacionales de salud de varios países de América Latina, así como otras organizaciones internacionales. Olivera, básandose en cálculos del Ministerio de Hacienda, dice que Colombia tendría un margen de unos forty años para pensar en otros cambios complementarios, «como una reforma laboral bien hecha». Muchos trabajadores rurales se encuentran entre los millones de adultos mayores en situación vulnerable que serán beneficiados de la reforma de pensiones que impulsa el gobierno de Petro. En términos de aumentos anuales, la denominada clase baja obtuvo una mejora nominal del 176%, la «clase media» percibió un incremento del 186% y en la «clase alta» el ajuste fue del 230%.

Al respecto, Wang (2020) y Correa et al. (2015) señalan el papel que tienen los niños en la adquisición de habilidades digitales de los adultos mayores dentro de la familia, al ser estos los transmisores de dichas aptitudes. Los trabajos sobre este segundo nivel de la brecha han explorado el tipo de actividades en línea, así como las habilidades requeridas desigualdad social en la globalizacion para este propósito (Van Deursen et al., 2017; Van Deursen y Van Dijk, 2014; Helsper y Eynon, 2013). Así lo anunció ayer Jorge Barrero, de la fundación Cotec para la innovación, en la presentación del informe Percepción social de la innovación en la sociedad española, en cuya elaboración ha participado la firma de estudios de mercado Sigma Dos.

Además, el paro seguirá siendo un problema importante (95%) y habrá más personas pobres y marginadas, según el ninety three,3% de la población. Rousseau, en su obra sobre el origen de las desigualdades, utilizando lo que él llama el estado natural del hombre, deriva la desigualdad del hombre del estado social.[16]​ El hombre no nace con la desigualdad sino después de que se compara con sus semejantes y ve sus diferencias, es entonces cuando se pierde la igualdad del ser humano. Rousseau dice que la desigualdad debe su fuerza y su aumento al desarrollo de nuestras facultades y a los progresos del espíritu humano y se hace al cabo legítima por la institución de la propiedad y de leyes.

Aparte de los fallos en las políticas destinadas a incentivar la competencia, las nuevas tecnologías están contribuyendo a una mayor concentración de los mercados porque alteran la estructura de competencia, de forma que se producen resultados en los que «el ganador se lleva la mayor parte». Las tecnologías digitales, en particular, ofrecen economías de escala y efectos de red que potencian el ascenso de las empresas dominantes (y la globalización refuerza las economías de escala facilitando el acceso a los mercados de todo el mundo). La dinámica en virtud de la cual «el ganador se lleva la mayor parte» se ha visto acentuada en los sectores de alta tecnología, tal y como muestra el auge de empresas «superestrella» como Facebook y Google. Cada vez más, y a medida que las aplicaciones digitales penetran en los procesos comerciales, se está afectando a varios segmentos económicos que pueden ir desde el transporte y las comunicaciones, hasta las finanzas y el comercio minorista.

En cambio, el quitar el IVA al aceite de oliva, como ya se hizo con otros bienes, suele tener efectos muy limitados y no repercute positivamente en el consumidor. Las políticas no segmentadas están bien en función de los efectos y si hablamos de algo muy coyuntural. El caso de las prestaciones universales, como la que se propone por hijo a cargo es diferente, hablamos de derechos como la sanidad o la educación. B.L. El capital social y cultural que viene dado por los contactos a los que tienen acceso tus familiares o el nivel educativo del hogar del cual provienes es muy importante en todas partes, pero sobre todo en España.

desigualdad social por la tecnologia

Esto parece demasiado radical, pero una revisión profunda del sistema de patentes parece imprescindible para suavizar protecciones excesivamente amplias y estrictas y dar lugar a mercados más abiertos a la competencia, que es en última instancia el principal impulsor de las innovaciones y de su penetración en todos los sectores de la economía. Mercedes Mateo Díaz es la jefe de la División de Educación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), donde lidera a un equipo de especialistas y profesionales para apoyar la transformación de los sistemas educativos en América Latina y el Caribe. Ha impulsado una amplia alianza regional con más de 40 desigualdad pandemia socios del sector público y privado para repensar la educación y fortalecer los ecosistemas de aprendizaje. Ha coordinado la investigación, el diseño, la ejecución y evaluación de proyectos innovadores en educación.

La primera etapa supone la instalación de un nuevo paradigma tecnológico, el cual se inicia en unos pocos sectores (y lugares) en el núcleo de la ola tecnológica, como por ejemplo, el sector tecnológico de Silicon Valley durante la instalación de la Era de las TIC. En esta etapa, existe la posibilidad de que aumente la desigualdad de ingresos entre los trabajadores de estas industrias centrales del nuevo paradigma, incluidas las finanzas, y el resto. En particular, el sector financiero provoca expectativas «irracionales» de beneficios en los sectores de las nuevas tecnologías y puede desvincularse de la economía actual en su búsqueda de ganancias cada vez mayores.

Esta brecha supera incluso la de África subsahariana y muchos la señalan como una de las explicaciones detrás de la ola de protestas que recorrió países latinoamericanos recientemente. Cabe mencionar la importancia de integrar a programas de rehabilitación a la población que fue infectada y logró sobrevivir al Covid-19, muchos jefes y jefas de familia que, sin lugar a dudas, son parte de un capital generacional que abona a la dinámica social y comunitaria. 5 El papel de la propiedad desigual de la riqueza y de los rendimientos de la misma como fuentes de desigualdad han sido enfatizados especialmente por Thomas Piketty en su superventas de 2014 (Piketty, 2014). El presente artículo pretende abordar estas cuestiones a través del análisis de investigaciones recientes y en curso.