Por esta razón, los siguientes análisis se refieren a las áreas urbanas solamente. Cuando hablamos de desigualdad generalmente lo hacemos desde el punto de vista económico; y ahí indicadores como el “Gini” o el índice de Palma son medidas estándar para cuantificar la desigualdad en la distribución de ingresos. Sin embargo, la desigualdad se expresa de muchas otras formas; una muy importante es la esperanza de vida. Si la desigualdad en la esperanza de vida es alta esperamos que en algunas comunidades (las más ricas) las personas llegarán a edades avanzadas, desarrollando más plenamente y disfrutando de los beneficios de una pensión. En el otro extremo, desigualdad social mundial tendremos que en las comunidades más empobrecidas la esperanza de vida será más baja, vivirán más enfermos y así más personas morirán antes de siquiera pensionarse, y de vivir lo suficiente, típicamente lo harán con más enfermedad y disfrutarán de sus beneficios por un periodo de tiempo menor. Considerando la definición de rural de la OCDE, al menos el 30% de los chilenos y chilenas habita territorios rurales y, pese a ello, muchas veces no aparecen propuestas para esos espacios, y menos aún una estrategia clara de desarrollo que se haga cargo de su importancia para la seguridad alimentaria en un contexto de adaptabilidad al cambio climático.
[12] Información consultada el 03 de Enero de 2020, contemplando todo el año 2019. La pregunta, directo al mentón de quienes celebraron cuando el sueldo mínimo apenas sobrepasó los $300.000, sitúa bien el contexto del estallido social y orienta nuestra aproximación desde el urbanismo. Además de la penumbra de la situación, tenemos la oportunidad de un cambio a largo plazo. Pero, ¿nos readaptamos para aprovechar oportunidades monetarias desigualdad social en américa latina egoístas, o usaremos este impulso para fomentar verdaderamente la inclusión? La situación que usted menciona en la pregunta son excepcionales, primero porque son escuelas de islas, que han tenido barreras naturales que pueden impedir los contagios y algo que hay que destacar, es que las propias comunidades, analizada la situación y tomadas todas las medidas preventivas, han estado de acuerdo en retomar las clases presenciales.
En su segundo día, el Seminario “Violencias en el Chile Actual” puso énfasis en la relación entre la violencia estructural que está a la base de las desigualdades territoriales, dando cuenta de las múltiples violencia que nos habitan y afectan. La finalidad de este Observatorio está determinada por una educación de calidad, como principal objetivo de desarrollo sostenible, y por la reducción de las desigualdades en el ámbito rural, como objetivo secundario. Asegurar que la sociedad civil tenga participación directa y activa en la elaboración y revisión de los planes urbanos distritales, provinciales y metropolitanos en todas las regiones del país. Aprobar una Ley de Desarrollo Urbano Sostenible y una Ley de Suelo, incorporando herramientas de gestión para reducir la desigualdad y afrontar el cambio climático en nuestras ciudades desde un enfoque intercultural, a partir de un debate abierto con la academia y las organizaciones sociales. Como parte de una política de (des)planificación urbana, el suelo urbano está sujeto a las reglas del mercado inmobiliario. En los años recientes, el valor de suelo ha incrementado en un 105%, pasando de 5.8 UF/m2 a 11.9 UF/m2 entre 2010 y 2019.
Estos estudios son cuestionados por los pobladores, quienes también atribuyen a las autoridades la disparidad social en la ciudad. En el panorama global, las ciudades de Latinoamérica ocupan los peores lugares en cuanto a distribución igualitaria del ingreso. Estamos pasando un momento muy interesante porque estamos hablando de un cambio de modelo, de cambiar un sistema implementado en Chile en los ‘70 que es un modelo internacional extremo, más extremo que en casi cualquier país. Ha funcionado para sacar a la gente de la pobreza, pero eso no es raro cuando hemos tenido tantos recursos desde el sector cuprífero, que experimentó un boom hasta hace 5 años. Pero el tema de la inequidad claramente no se ha resuelto, porque unos suben un 1% y otros un 40%. Tenemos un problema de fondo, que es la falta de equilibrio entre los mercados y el rol del Estado.
Dado que este es uno de los gastos mensuales mas altos de los hogares y que el transporte público es un servicio urbano básico (como el alumbrado o las veredas), es posible que su uso se financie de forma indirecta con impuestos al uso de combustibles fósiles, impuestos a los empleadores de grandes empresas y con acciones tributarias. Luego, la ausencia de vivienda pública es un issue crítico, dado que incluso con la constitución actual existe la posibilidad de que sea desarrollada a gran escala por los municipios. Las viviendas públicas son unidades de vivienda que quedan en posesión del Estado y que se arriendan a hogares que lo soliciten, cobrando no más de un 25% del ingreso disponible del hogar. Este modelo es una de las claves que hacen que Viena sea la ciudad mas vivible de Europa y la menos segregada. Los rescates gubernamentales no deben orientarse hacia esta desviación de alivio temporal hasta que volvamos al mismo viejo sistema económico y al pensamiento.
Y creyendo además que si COVID-19 resurge en 2021, el mundo tendrá cicatrices en los años venideros; luchando por recuperarse, mientras abrimos más profundamente nuestras heridas sociales ya existentes. Si bien todavía hay muchas incertidumbres sobre el virus y su impacto en las ciudades, ya podemos observar que nuestras ciudades están paralizadas, donde la mayoría de nosotros enfrentamos desempleo o recortes salariales. De hecho, desde mediados de marzo, las solicitudes de desempleo en los Estados Unidos alcanzaron un récord de 30 millones; 15 millones más que la recesión de 2008. En este caso, la historia de COVID no ha terminado y se espera que este número siga subiendo. Las demandas del mercado inmobiliario definitivamente verán un cambio debido a esta repentina falta de asequibilidad por parte de los consumidores. Mientras que el modelo de regresión lineal aquí propuesto toma en cuenta los valores municipales de ICUR e IDH para predecir el Gini territorial municipal, el modelo geográicamente ponderado valora, además, las variables independientes de municipios cercanos, ponderando los valores por la distancia.
Finalmente, cabe señalar la necesidad de incluir información política y cultural en la elección de variables independientes, la misma que no siempre es fácil de traducir a términos cuantitativos, ni se encuentra sistematizada para todo el país. A partir de la descripción de la distribución nacional de esos índices, medimos la autocorrelación espacial entre ellos mediante la I de Moran (Moran, 1950) e identiicamos la formación de conglomerados espaciales de cada uno mediante la I de Moran local (Anselin, 1995). Por último, corremos dos análisis de regresión para identiicar la influencia del espacio geográfico sobre la desigualdad en la distribución del ingreso. Los parámetros de un primer modelo lineal, cuyos residuos muestran autocorrela-ción espacial, se comparan con un segundo modelo de regresión geográicamente ponderada. Esta comparación permite identiicar la inluencia parcial del espacio regional y el grado de consolidación urbana en la desigual distribución del ingreso.
En relación a la pobreza multidimensional, esta registró un valor de 16,9%, lo que implica una disminución estadísticamente significativa respecto al 20,3% que se registró en 2017. SUBDERE (Subsecretaría de Desarrollo Regional) (2008), Actualización estudio diagnóstico y propuesta para territorios aislados. Juppet agregó que “es muy importante avanzar había la gestación de programas de educación financiera y tecnológica que eliminen las diferencias, y, por otra parte, el diseño de productos de fácil utilización se convierte en parte de los desafíos de la industria fintech para el 2024”.
Sin embargo, sabemos que también la pandemia ha tenido un efecto indirecto en otras enfermedades; por ejemplo, la falta de disponibilidad de servicios médicos puede tener un efecto a largo plazo en la detección del cáncer [8], y ahí, una vez más, el efecto puede ser desigual. A pesar de que la serie respecto a esperanza de vida se mantiene estable (excepto 2020), cuando miramos medidas relativas a edades jóvenes se observa una disminución sostenida de la desigualdad en hombres. Esto indica que ha habido avances significativos, y es consistente con el también sostenido aumento en esperanza de vida y disminución en la probabilidad de morir joven.
En promedio, se descubrió que los trabajadores rurales ganan un 24% menos que sus homólogos urbanos, con la mitad de esta brecha salarial explicada por diferencias en educación, experiencia laboral y tipo de ocupación. Adicionalmente, desde una perspectiva sociológica, surgen interrogantes sobre la configuración territorial de las desigualdades en términos de una estratificación social. La identificación de mercados de trabajo territoriales y específicamente los tipos de territorios que hemos distinguido, podemos conjeturar que son definitorios de los estratos sociales presentes a nivel territorial. Esto constituye un aporte a la investigación científica sobre la estratificación social, permitiendo abordar preguntas referidas a sus particularidades a lo largo del territorio y en especial cuál es la composición de los estratos sociales en las comunas integrantes de cada tipo de territorio. A modo de ilustración, la cada vez más numerosa clase media podría tener una composición explicit en la ciudad de Santiago en comparación con otras ciudades y comunas vinculadas, que también concentran parte importante de la población del país.
Es pertinente notar que ninguna de estas tres áreas de mayor intensidad de la desigualdad cuenta con centros urbanos importantes, excepto la región sur-sureste, donde destacan Acapulco, Oaxaca y Tuxtla en medio de extensos bolsones de desigualdad. En ese sentido, la mayoría de los métodos de medición se ha centrado en la desigualdad entre individuos, y entre y al interior de grupos o clases (Cortés, 2002). Sin embargo, aún no se han resuelto las distintas interrogantes sobre la causalidad de las diferencias entre unidades espaciales o entre individuos distribuidos en un mismo espacio. En particular, una de las preguntas más importantes es saber si la variación del ingreso se explica mayormente por la distribución espacial de sus miembros en distintas unidades territoriales o si responde a la desigualdad individual o entre grupos sociales (casta, etnia, clase). Siendo así, su distribución espacial sería una expresión secundaria, pero no una explicación signiicativa.
Esto es consistente con la observación de que el efecto desigual de la pandemia se observó particularmente en los grupos más jóvenes (debido a una mayor letalidad e incidencia en las comunas más pobres) [1]. Una explicación es a través del sesgo de selección; los adultos sobrevivientes tienden a ser más ricos y/o saludables en common, y por tanto es esperable que el gradiente socioeconómico disminuya. La evolución de la esperanza de vida y probabilidad de morir joven muestran grandes avances en los últimos 20 años, que se vieron fuertemente interrumpidos por el efecto de la pandemia. En el caso de nuestro país se resalta que en el 2008, la tasa de embarazo adolescente por cada mil mujeres marcó extremos de 333 casos en Aysén y Magallanes, contra solo cuatro en Vitacura. En cuanto a la participación de mujeres como candidatas en las elecciones municipales 2008, se registra un one hundred pc en Caldera, Coelemu y Río Verde, y 0% de participación en más de la mitad de los municipios chilenos.
Se ha instalado fuertemente un imaginario de un Chile urbano, con infraestructura moderna y con altos estándares de desarrollo, que nos separarían de nuestros países vecinos como una gran cordillera simbólica. En este panorama desarrollista, lo rural se ha asociado sistemáticamente a la falta de progreso y a aquello que nos recuerda que somos un país latinoamericano, más lejano de Europa y EEUU de lo que se quisiera. Lo rural en Chile se asume como un vestigio, un territorio y una forma de vida en vías de extinción. Desde mediados de la década de 1960 se produjo una importante transformación sociodemográfica, caracterizada por la reducción del número de hijos por mujer.