Sin Alterar Las Relaciones De Poder, No Habrá Solución Para La Desigualdad

El éxodo producido por el miedo generó una recomposición de la propiedad rural en el país, con cantidades ingentes de despojados y nuevos dueños -pocos- de la tierra. Aquellos llegaron a las urbes como fantasmas, a poblar las laderas de las que hicieron un hábitat que con los años se convirtió en espacio de vida, tan pobre y excluido como el de los campos. Estos conformaron una nueva élite, cuyos herederos son los que hoy defienden como centuriones lo ganado con la sangre de la Violencia. La primera aborda las causas estructurales de la desigualdad rural en Colombia, como epifenómeno del desequilibrio macroeconómico en las demás esferas, que han afectado la estabilidad nacional.

capitalismo pobreza y desigualdad

Tenemos a nuestra disposición los medios tecnológicos para suprimir el hambre y la pobreza en el mundo, pero no contamos con los medios sociales, o políticos, para lograrlo. En una period de la superabundancia materials, nuestros mayores desafíos no se relacionan con el desarrollo económico, sino con el desarrollo social, o cultural, que nos permita distribuir los recursos materiales y avanzar hacia sociedades más integradas. Pero para estas cuestiones el capitalismo no ofrece ninguna solución, por el contrario, es completamente ciego a estos desafíos. Es en este sentido que el capitalismo está en disaster banco mundial pobreza, pues no ofrece vías de salida las demandas históricas que nuestra época dibuja cada vez con más fuerza, por el contrario, no hace más que acrecentarlas.

Esa alta desigualdad no impidió que el país creciera ni que pudiera reducir la pobreza, lo que distingue nuestro caso de lo que describe Atkinson en relación a Estados Unidos y Europa. Los autores lo atribuyen al crecimiento económico (durante la década de los ‘90) y a la redistribución (a partir de 2000). Durante la mayor parte de su vida académica, Atkinson se dedicó a tratar de sacar la desigualdad del rincón en que la dejaron tanto la economía ortodoxa como la izquierda renovada desde la década de los ‘80. Frente a los economistas que sostienen que la desigualdad no debe importar ni a la política ni a las personas (pues es un tema irrelevante, al lado del problema de la pobreza y el crecimiento económico), Atkinson argumentaba que la distribución debía estar en el corazón de la investigación económica. A un grupo importante, mayoritario de personas, el capitalismo les ofrece una sensación ilusoria de que están avanzando, están mejorando su nivel de vida, pero a las que en el fondo mantiene en el mismo nivel de desigualdad, a partir de cambios macrosociales sobre los cuales las personas no tienen ningún control. Es cierto que las nuevas “clases medias”, en el sentido más amplio del término, depositan su esperanza en la promoción y mejoramiento de sus situación a través del esfuerzo y la agencia individual,  pero este sueño hace sentido sólo en un contexto sociocultural que ha compartimentalizado la experiencia en casilleros individuales, sin conexión entre sí.

Por ello no es posible conformarse con medidas paliativas, se debe ir a la base de la problemática para poder guardar una esperanza razonable en un futuro posible, diferente al imaginado por Schopenhauer. De ahí que los principios que han emanado de la ética del desarrollo deban acompañarse de los medios que permitan su materialización, antes de que distopías más jóvenes nos alcancen. La propuesta, como admite Pikkety, se enfrenta a las dificultades de requerir un muy alto grado de cooperación internacional y de integración política regional. Así, su propuesta parece estar en el mismo lugar que la AOD, la tasa Tobin, y la Renta Básica Universal, pues al igual que ellas presenta oportunidades y limitaciones, empezando por la difícil convergencia entre todos y cada uno de los países del globo y, sobre todo, de aquellos que concentran o alojan las mayores cantidades de capital.

Se nos cube que el capitalismo global ha reducido la pobreza hasta en un 80% o 90%. Atkinson argumentaba que en la mayor parte de las economías modernas, las firmas tienen un considerable poder en el mercado y pueden determinar sus propias políticas de precios. Pero la verdad es que no creía que, poniendo énfasis en la equidad, reduciríamos necesariamente la torta. Ese temor, decía, viene de la economía ortodoxa, según la cual, dado que el mercado distribuye en forma eficiente, intervenir desde el aparato público para mejorar la equidad, solo puede perjudicar el buen uso de los recursos.

La AOD debía alcanzar a la mitad de los años setenta una cantidad neta mínima equivalente al zero,7% del Producto Nacional Bruto de los países más ricos. No obstante, esta meta sólo ha sido alcanzada por Suecia, Noruega, Dinamarca, Luxemburgo, el Reino Unido y los Países Bajos. En el anterior orden de ideas, y dada la complejidad que entraña la cantidad y diversidad de temas involucrados 5 paises mas pobres del mundo en la ética del desarrollo, mis pretensiones con la elaboración de este escrito son sumamente modestas. En primer lugar, buscaré ofrecer al lector o lectora un acercamiento al objeto de estudio de esta disciplina filosófica, así como un sucinto panorama de lo que desde la literatura experta se reporta como los puntos de acuerdo alcanzados en el ámbito de la teoría ética del desarrollo y sus avances.

En los mercados reales e imperfectos en que vivimos, decía Atkinson, políticas que busque la equidad pueden hacer ganar eficiencia a la economía. Este fenómeno se acentuó tras la crisis financiera de 2008 (de la cual muchos responsabilizaron a la misma élite). Según remarcan Jacobs y Mazzucato, en los tres años que siguieron a la disaster, ¡el ninety one %! Violencia e historia de la desigualdad desde la Edad de Piedra hasta el siglo XXI, Walter Scheidel, Crítica, 2018, 624 páginas, $33.900. Para Stiglitz, la preocupación principal de las compañías no está puesta en proporcionar mejores bienes y servicios a través de la innovación, sino en la creación de monopolios.

El Índice de Alimentos de la FAO, que rastrea y compara los precios globales de muchos alimentos comúnmente comercializados, registró un aumento promedio del 14 por ciento en los precios. El índice de precios de los alimentos de las Naciones Unidas alcanzó sus niveles más altos desde que comenzaron los registros en 1961. 2.3) los derechos fundamentales se afirman siempre como leyes del más débil, frente a los micro y macro poderes, públicos y privados, creadores de desigualdades dentro y fuera del Estado. Los derechos patrimoniales son horizontales y los fundamentales son verticales, con esto se apunta a que las relaciones que se entablan dentro de los primeros son intersubjetivas; mientras que los segundos suponen relaciones entre los titulares de los derechos y el Estado. A los primeros corresponden prohibiciones de no lesión o deberes u obligaciones a cargo de los particulares, a los segundos, en cambio, prohibiciones y obligaciones a cargo del Estado cuya violación es causa de invalidez de las leyes y de las decisiones públicas, y cuya observancia es condición para la legitimidad de los poderes públicos. La desigualdad crea incentivos al emprendimiento, en un sentido amplio, más allá del mercado; y la riqueza es un tipo de ahorro que financia inversiones que luego permiten acumular crecimiento; finalmente, un Estado grande y activo, pero muchas veces institucionalmente precario, puede acabar dilapidando cuantiosos recursos.

Todas estas desigualdades tenderán a extremarse bajo un modelo capitalista rígido. Aun cuando se mantenga el crecimiento económico y material, la distribución deforme de estos recursos, termina por producir sociedades enfermas, o al menos aquejadas de problemas severos de desintegración e insatisfacción social. Lo que se requiere es cambiar la óptica, dejar de preocuparse solamente de mínimos materiales (que supuestamente serán suficientes por sí solos de sacar a la gente de la pobreza), y avanzar hacia “mínimos de equidad”, es decir, estándares básicos definidos por la sociedad que garanticen niveles básicos de integración social. Más aún, el desafío de superar la pobreza no tiene sólo que ver con una mejor distribución de recursos materiales, tiene más que ver con mejorar las vías de integración y participación social, con superar la exclusión social y cultural que divide y hiende nuestra sociedad y marginaliza a un grupo de ella.

Fue a lo largo de estos años que se pusieron en marcha una serie de movimientos sociales que transformaron la cuestión social en un problema que afectó no sólo a los trabajadores sino a todo el país. Desde entonces, surgieron a la luz pública una serie de innumerables escritos, ensayos, artículos de prensa y tesis de grado que comenzaron a analizar sus causas y motivos, además de las posibles alternativas de solución. Esta amplia gama de debates políticos e ideológicos pueden resumirse en tres grandes corrientes. Con el avance de la ciencia médica, y las nuevas tecnologías, es indudable que cualquier persona tiene hoy una mejor salud que hace, digamos, 20 ó 30 años. Es possible, de hecho, que una persona pobre hoy, tenga una mejor salud, acceso a mejores tratamientos, y mejor esperanza de vida, que una persona rica de hace varias décadas.

La marginalidad rural de la primera mitad del siglo XX en Colombia fue objeto de investigación por expertos foráneos, siendo las más destacadas la misión Currie y la Lebret. Los datos que arrojaron ofrecen la prueba inconcusa de que la pobreza sí obró como detonante de violencia, es decir, que el crimen de Gaitán fue causa política inmediata, pero las aguas turbias de la guerra se venían represando a lo largo de los años, en virtud de la secular inequidad en la distribución de la riqueza. El informe Currie15 de 1950 demostró que la renta promedio en 1947 de los campesinos period de $ 602,00 (seiscientos dos pesos), con la consecuente pésima calidad de vida expresada en malnutrición y mortalidad infantil por encima de la media en el mundo subdesarrollado. Además, de los ingresos totales, el 90% de los trabajadores agrarios “recibió rentas inferiores al promedio de $1.073,00 (mil setenta y tres pesos), mientras que un 2.5% de los rentados percibieron rentas diez veces mayores que el promedio general”16. Por su parte, la misión Lebret descubrió las condiciones casi primitivas de los habitantes del campo17.

El comunismo, en esta perspecti­va, jugó el papel histórico de barrer con los arcaicos fundamentos económicos, mientras dejaba intacto al Estado autoritario y en posición de ser el partero en el nacimiento de una nueva forma de economía capita­lista. El propio banco mundial ahora cube que reducir la desigualdad en solo un 1% anual sacaría a más personas de la pobreza que aumentar el crecimiento económico en un 1% por encima de las previsiones actuales. Es por eso que Cuba, un país declaradamente socialista bajo un embargo de décadas, tiene una tasa de mortalidad infantil más baja, una esperanza de vida más alta y una tasa de alfabetización más alta que Estados Unidos, que es mucho más rico.

Sin embargo, la justificación de la desigualdad en función del bien común no puede aplicarse a la realidad common de todas las naciones. Por ejemplo, el crecimiento económico estadounidense y europeo durante el auge del Estado de Bienestar, de 1950 a 1980, fue más intenso que en las décadas siguientes, las que estuvieron caracterizadas, como escribe Thomas Piketty en Capital e ideología, “por un aumento de las desigualdades de dudosa utilidad social”. Según el economista francés, estas no beneficiaron “al 50% más pobre, que ha sufrido un estancamiento whole de su nivel de vida en términos absolutos y un hundimiento en términos relativos”. Los acuerdos le dan vida a una nueva organización catastral agraria con el objetivo de aplicar el principio de progresividad tributaria. Por otro lado, el gobierno adoptará políticas de largo plazo para prevenir e impulsar soluciones a los conflictos entre la vocación de la tierra y su uso real, con base en el plan de zonificación ambiental y el principio de Bienestar y Buen Vivir.