HIPPY es un programa con resultados internacionales que han demostrado que niños y niñas llegan mejor preparados a la enseñanza formal, incluso cuando se les hace seguimiento a lo largo de la vida. También se evidencia resultados positivos en cuidadores en la disminución en estrés parental y depresión, además de la conformación de redes de apoyo en sus comunidades. Dado que la mayoría de las personas más pobres del mundo reside en países en vía de desarrollo, el liderazgo puede tomar la forma de una ampliación responsable e inclusiva de las operaciones en estos países, en formas diseñadas para apoyar la economía local y generar empleo seguro para las comunidades locales.
Como se observa, se obtienen resultados muy distintos según sean los métodos de cálculo de la pobreza y la extrema pobreza que se utilicen, a partir de unos mismos datos de base, en este caso los recogidos en terreno por la encuesta Casen y los precios de alimentos registrados por el INE. La adopción en la encuesta Casen 2013 de una “Nueva Metodología de Medición de Pobreza por Ingresos”, además de la introducción de un nuevo indicador de pobreza multidimensional, cambió otra vez el panorama de la medición de la pobreza en Chile. Para el Gobierno de Chile las tasas de pobreza y extrema pobreza alcanzaron en 2011 un 22,8% y un eight,1%, cifras que bajaron en 2013 a 14,4% y 4,5%, respectivamente. En 2011, para la CEPAL –utilizando siempre la encuesta Casen y su propia metodología de registro de ingresos y de descuento de la inflación– la pobreza siguió bajando levemente y la cifra de la población en esa condición se situó en un eleven onu pobreza,0% (y la de indigencia en un 3,1%), mientras para el Gobierno de Chile las tasas alcanzaron cifras de 14,four % y 2,8%, respectivamente. Se obtienen resultados muy distintos según sean los métodos de cálculo de la pobreza y la extrema pobreza que se utilicen, a partir de unos mismos datos de base, en este caso los recogidos en terreno por la encuesta CASEN y los precios de alimentos registrados por el INE. Otro aspecto que llama la atención en los empleados extranjeros es su elevado nivel educativo, a diferencia de los empleados chilenos.
Esta situación fue potenciada desde 1980, fundamentalmente por la ausencia de regulación legal y de incentivos políticos para la integración urbana (CIS 2014). Tomando como ejemplo el Gran Santiago (que abarca actualmente más del 56% de las viviendas sociales en altura del país), podemos decir que entre 1982 y 2003 más del 60% de estas viviendas se construyeron en la apertura periférica de la huella urbana, en terrenos con bajo precio de suelo y altas carencias de servicios públicos básicos (al menos en educación, salud y seguridad). Una de ellas es la desigualdad residencial, es decir, la inequitativa distribución territorial de infraestrucutra pública, servicios, empleos, transporte, espacios ciudadanos, establecimientos de seguridad y otros recursos que contribuyen a mejorar la calidad de vida en un barrio y a aumentar las oportunidades de bienestar en su población. En cambio, para la CEPAL –siempre según su propia metodología– la incidencia de la pobreza experimentó un descenso de un eleven,0% en 2011 a un 7,8% en 2013 (ver cuadro), mientras la extrema pobreza pasó de un 3,1% a un 2,5% de la población, es decir, cerca de la mitad de la incidencia estimada por el Gobierno chileno para el mismo año y con la misma encuesta. Según esta información dada a conocer en enero de 2015 por la CEPAL, en términos comparativos regionales la pobreza registrada en Chile –manteniendo la metodología sobre la base del costo de una canasta básica de alimentos– es sustancialmente más baja que los promedios de 28,1% y 11,7% consignados para América Latina por este organismo regional.
Otros de los puntos que Chile debe vigilar, siempre según el análisis de la OCDE, son la gran proporción de trabajadores con empleos «informales» (20% de la población) y la desigualdad de género, dado que las mujeres tienen 23% menos de posibilidades de trabajar que los hombres (frente al 12% de media en el conjunto de la OCDE). «La mayoría de las mujeres que no están en el mercado laboral tienen trabajos no pagados de dueña de casa. Como consecuencia, las mujeres tienen ingresos mucho menores y pensiones considerablemente más bajas que los hombres», resume el informe. El estudio también llama la atención sobre los llamados «nini», jóvenes que ni estudian ni trabajan y que en Chile alcanza un índice del 22%, frente al 16% de media en la OCDE. Las autoridades de ese país, a juicio de la OCDE, deberían centrarse en promover la inclusión de la mujer en el mercado de trabajo, generar puestos de trabajo de calidad, reforzar la calidad de la educación e incrementar la formación continua durante la vida laboral. Para ello se recomienda incrementar el gasto público en ayudas sociales para los más desfavorecidos, fomentar que las mujeres tengan trabajos remunerados al tiempo que se promueven formas alternativas para cuidar a los más pequeños. Se aboga, además, por ajustar las regulaciones sobre salarios mínimos para fomentar el empleo juvenil, mejorar los programas de formación continua de los trabajadores e incrementar la vigilancia sobre evasión fiscal, entre otras medidas.
Y, en la segunda y tercera versión, participaron las comunas de Teno, Sagrada Familia y Victoria. Durante el primer semestre, 50 personas pudieron aprender técnicas y participar de una clase online del chef Álvaro Lois. Asimismo, en el segundo semestre se realizó esta iniciativa en Viña del Mar, donde se capacitó a 50 nuevas vecinas del sector, a quienes se les entregó dos kits de materiales, para realizar un portafolio y mostrar y explicar lo aprendido desde sus casas.
A pesar de que metodológicamente es posible estar o no de acuerdo con los supuestos del MLP, el debate central sobre este se ha orientado hacia la discusión sobre la fijación de la línea o piso mínimo de bienestar. Por ejemplo, el estándar del Banco Mundial (BM) de un dólar y dos dólares al día para clasificar a quien es pobre y quien no, ha sido sumamente criticado. El corazón de tales críticas estriba precisamente en lo unidimensional y minimalista de la medición al concebir que el nivel de ingreso sea suficiente para determinar los niveles de pobreza, así como el umbral de uno y dos dólares (Reddy y Pogge, 2010).
Con este programa, el recolector de base se transforma en un microempresario que mejora sus ingresos al vender directamente la chatarra y no a través de intermediarios. El contacto directo entre Aceros AZA y este segmento de recicladores base también permite a ellos acceder a prácticas de higiene y seguridad de mejor estándar, y a programas de capacitación que los acompañen en el camino hacia el crecimiento y la formalización. Entre ellos destacan las clínicas tributarias inauguradas en 2019, a los que tienen acceso sin costo para capacitarse en temas como el pago de IVA y declaración de impuestos.
La población latinoamericana es predominantemente urbana y el crecimiento de la población urbana es, en parte, un resultado de los flujos migratorios. Las mujeres migrantes son mayoría ligera y el hecho de que muchas emigren con niños pequeños, o que dejen a otros para que asuman el rol de cuidadora, implica que las mujeres que se mudan a la ciudad tienen consecuencias desiguales. Este nuevo mundo, principalmente urbanizado, ha sido acompañado por nuevos conceptos del papel del estado.
Es decir, un enfoque más amplio y complejo, que asume que la calidad de vida se juega en diversos ámbitos. En contraste a lo anterior, existen las denominadas líneas de pobreza relativa, las que son determinaciones culturales de cada sociedad, la cual cambia y se adapta continuamente. Esta concepción es usada en economías desarrolladas, para la comunidad Europea se definen como pobres “grupos, familias y personas cuyos recursos son tan limitados que los excluyen de una mínima forma de vida aceptable en el Estado Miembro en que viven”, radicando la dificultad de este enfoque en comparar países o sociedades diferentes. Para comprometerse directamente con la mitigación de la pobreza y aprovechar su posición como empleadores y productores, las empresas líderes pueden participar en la generación de empleo expandiéndose a nuevas áreas no exploradas, e invirtiendo en empresas en crecimiento, centrándose en los países menos desarrollados y en las poblaciones vulnerables. También pueden implementar programas para empoderar económicamente a los grupos desfavorecidos; y garantizar condiciones de trabajo decentes para todos los empleados en toda la empresa y en la cadena de suministro, con asociaciones para desarrollar la capacidad de los proveedores para hacer lo mismo.
Factores que definen la identidad universitaria en estudiantes del género femenino del tercero organizacion no gubernamental sin fines de lucro y sexto año de la carrera de medicina (sede Carabobo), Universidad de Carabobo.
De igual forma, las compañías pueden ser líderes mediante la creación y comercialización de bienes y servicios que se dirigen específicamente a grupos vulnerables. La clave de esto es la labor que pueden desempeñar las empresas para aliviar las condiciones económicas que conducen a la pobreza, mediante el aumento de la actividad comercial en los países menos adelantados. De acuerdo con las necesidades de las comunidades locales, en specific garantizando que los beneficios económicos lleguen a los trabajadores locales y proveedores. Ahora bien, cuando se analizan el nivel de identidad y el estrato socio-económico de la muestra estudiada, se evidencia, sin lugar a dudas, que los estudiantes con moderada y baja calidad de vida son también los que tienen mayores niveles de identidad estudiantil universitaria (se sienten partícipes), se sienten orgullosos de ser estudiantes de medicina y especialmente de la Universidad de Carabobo. En consecuencia puede admitirse que no existen relaciones de clara dominación social o cultural, así los estudiantes de medicina de la Universidad de Carabobo en la construcción de su identidad gozan de relativa autonomía en obediencia lógica, nunca ciega, del quehacer universitario condicionado por las amplias relaciones sociales sin dominación alguna de clase o género26, 27.
Que la mirada de la pobreza en clave monetaria sea predominante, habla en principio de un sesgo economicista-reduccionista, pero también, lamentablemente, de una construcción de sociedad orientada a que efectivamente en la práctica sean los ingresos que perciben las personas los que definen sus posibilidades de vida. Es decir, aquellas otras dimensiones, educación, salud, vivienda y entorno, redes, etc., dependen en buena parte de los ingresos y no de los soportes y marcos institucionales que la sociedad es capaz de construir colectivamente. Pero, y aunque es generalmente aceptada la importancia del conocimiento acerca de los estudiantes universitarios, y son muchos los aspectos de la vida universitaria hasta ahora estudiados, poco se conoce, en Venezuela, sobre la identidad estudiantil y menos aún sobre los que estudian medicina1, 2. En este estudio el antecedente de diarrea se asoció al diagnóstico de desnutrición y el antecedente de diarrea aguda se asoció a infestaciones por G lamblia y T. Si bien no se pudo establecer una asociación estadísticamente significativa entre un tipo específico de parásito y desnutrición así como tampoco con el grado de la misma (subclínica, leve o moderada), el antecedente de diarrea en una población en pobreza relativa y crítica, debe orientarnos hacia la búsqueda de parásitos intestinales y realizar campañas incluido su tratamiento y en algunos casos el suplemento con nutrientes. La prevalencia de las parasitosis intestinales en Venezuela no se diferencia de las registradas en otros países latinoamericanos con características climáticas, condiciones de insalubridad y pobreza semejantes.