Por otro lado, hay nuevas pobrezas relacionadas con la tecnología, el aislamiento social, el cansancio, el sedentarismo y la pobreza del tiempo, que atentan directamente contra la alimentación saludable en contextos familiares adecuados para que esto tenga lugar. En el caso de la pobreza multidimensional, ésta también es mayor en la población infantil (22,9% vs 20%). Más niños viven en casas con problemas de estructura, de hacinamiento, de habitabilidad, de seguridad, de servicios básicos y otros. El rol histórico del género femenino en nuestra sociedad, que implica menos poder y control sobre sus vidas, sería un favor desencadenante. Al mismo tiempo, la pobreza en sí misma puede ser considerada una condición de estrés permanente y múltiple, plasmada en una baja calidad de vida de las personas, lo que se asocia empíricamente a una mayor gravedad de la depresión. «Esto significa reforzar el gasto público en salud y apoyo social, y aumentar su atención en los sistemas de atención primaria de salud que pueden proporcionar atención esencial cerca de casa».
Fittipaldi añade que en este caso sería importante realizar estudios longitudinales para ver cómo fluctúa a lo largo del tiempo. “Muchas veces en el contexto en el que vivimos en países latinoamericanos hay tanta inestabilidad, que lo que se vive en un momento es muy diferente a lo que se vivirá en cinco o 10 año, por lo cual sería necesario hacer estudios en el tiempo para ver cómo fluctúan las habilidades cognitivas personales en relación con los cambios ambientales”. Todo ello configura un panorama de desigualdad, con impactos hasta en la salud cerebral. Sí, la pobreza en personas mayores no solo genera desigualdad económica, también cognitiva y socioemocional. A más de un año de pandemia cada vez es más claro que Covid-19 agrava las inequidades en salud, explica una de las autoras, Alejandra Vives, investigadora del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus).
La hipótesis de desacople entre los ingresos y la salud cuenta con cierta evidencia empírica que la soporta. Dreze y Sen muestran que a pesar de que India tiene un mayor Producto Interno Bruto que los países del África Sub-Sahariana, estos últimos países logran mejores indicadores en mortalidad infantil, inmunización y expectativa de vida10 . Por su parte, Bourguignon et al. no encuentra asociación entre la reducción de la pobreza monetaria y un descenso 3 desigualdades en carencias no monetarias, incluidas las de la salud, exceptuando la desnutrición11 , 12 . Klasen muestra que las carencias en salud no están estrechamente vinculadas con la pobreza en Sudáfrica13 . En el caso de los hogares rurales en China, Wang et al. muestra que la correlación existente entre la falta de acceso a un seguro de salud es prácticamente indistinguible entre hogares que sufren pobreza monetaria de aquellos que no la sufren5 .
Los últimos gobiernos han incrementado de manera sustancial su gasto en transferencias monetarias o subsidios, para paliar la delicada situación socioeconómica que se generó por la pandemia. La realidad de la malnutrición responde a muchos factores y nos habla de varias pobrezas que sin duda se superponen. Las familias vulnerables han aumentado sus ingresos no incrementando necesariamente el consumo de alimentos más saludables.
La evolución es también favorable cuando se observa la caída en la pobreza extrema desde 9% en 1992 a 2,3% en 2017. Esta evidencia es prueba del vínculo que se ha asumido entre la condición de pobreza monetaria y las carencias en salud. Por una parte, la falta de acceso a la salud, y también carencias en educación, entorpecen la acumulación de capital humano contribuyendo al establecimiento de círculos de pobreza crónica5 .
Austral de Chile, Prof. Mireya Burgos, felicitó principalmente a los estudiantes por la organización. “Cuando Marcelo Lagos me planteó la concept de este congreso, me dijo que lo que quería era cambiar el mundo. Reflexionar sobre este tema en nuestra universidad es fundamental organizaciones sociales sin fines de lucro y el objetivo de este encuentro”.
En su mayoría son estudiantes muy activos que se interesan en trabajos solidarios y que poseen grandes inquietudes para conocer las determinantes sociales de salud. Este año además se realizará un trabajo en terreno en la dirección de salud de la comuna de Santiago con apoyo del Programa Puente UC. Desde la Casa Central de la Universidad de Chile, el ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson y la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete, presentaron los primeros resultados de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica, Casen 2022. Los datos reflejan un escenario positivo para el país, dado que se retoma la senda decreciente de la pobreza en Chile. “Sea cual sea la disciplina a la que pertenezcan, los felicito sinceramente por su preocupación de cambiar la situación en la que vivimos hoy en día”, destacó el Dr. Max – Neef.
El envejecimiento de por si implica un cierto declive en procesos cognitivos, como la memoria o la atención. “Algo que a todos nos va a pasar a partir de los 70 años aproximadamente”, cube Joaquín Migeot, investigador del BrainLat y el Centro de Neurociencia Social y Cognitiva de la UAI. Además, el Covid-19 junto con ser un problema severo, ha sido un multiplicador y potenciador de miles de aspectos sociales, plantea la investigadora, “de nuestras debilidades”.
Los descubrimientos de la investigación sugieren que es imprescindible abordar el uso del tiempo como un determinante social clave para la salud y la disparidad de género. Los autores plantean que medidas políticas orientadas a apoyar, redistribuir y aliviar las labores de cuidado doméstico no remunerado podrían mitigar la pobreza de tiempo, especialmente a través del fortalecimiento de servicios públicos enfocados a la dependencia. Desde la perspectiva de salud, los hombres parecen inmunes a las repercusiones negativas de la pobreza de tiempo, entretanto, en las mujeres, esta se asocia a un deterioro en la salud psychological, reducción de horas de sueño, calidad de descanso deficiente y falta de actividad física durante el ocio. La pandemia tuvo un fuerte impacto en el aumento de la desigualdad de ingresos y también se pudo observar el rol de la política social para contener esos aumentos. Esto se observa en la diferencia de los indicadores al medirlos entre los ingresos autónomos y entre los ingresos monetarios (después de transferencias del Estado).
Como resultado, por ejemplo, la cobertura de inmunización disminuyó por primera vez en diez años, y las muertes por tuberculosis y malaria aumentaron, señala el comunicado de prensa de la OMS y el Banco Mundial. La pobreza como factor condicionante de la salud y la salud como fundamento del desarrollo humano son los contenidos principales de este curso, junto con los argumentos que explican la relación y las estrategias para disminuir pobreza y mejorar salud de los pobres. Asimismo, la Organización Mundial de la Salud dio a conocer un nuevo estudio donde por primera vez estiman los beneficios tanto sanitarios como económicos de la inversión en el tratamiento de enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad, las más frecuentes a nivel mundial.
Algunas políticas públicas incluyen el enfoque de género y hay esfuerzos intersectoriales que promueven mejores condiciones y derechos de las mujeres. El desarrollo logrado en algunos grupos y comunas del país ha llegado a un nivel related al de países de muy alto desarrollo. Por lo mismo que la misma ONU sugiere considerar las múltiples facetas de la pobreza, ya que dicha problemática limita el acceso adecuado a derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales fundamentales para la población (ACNUNDH, s. f.).
«Incluso antes de la pandemia, 500 millones de personas estaban siendo empujadas (o empujadas aún más) a la pobreza extrema debido a los pagos que hacían por la atención sanitaria. La prevalencia entre discapacidad psychological y pobreza no es azarosa, ya que esta última representa un issue adicional de vulnerabilidad que aumenta el riesgo de exclusión social tanto de las personas con discapacidad psychological, como de sus familias. Considerando el aumento en consultas por ansiedad, trastornos del sueño y cuadros depresivos durante los últimos meses, no habría de extrañarse en que unos de los problemas que se prevén publish Covid-19 sea la salud psychological de las personas. Teniendo eso en cuenta es que las OMS entregó diferentes medidas para cuidar este aspecto de la vida de las personas, dentro de las que se encuentran mantener la actividad física, seguir conectados a través del teléfono o Internet con familiares y amigos y mantener una alimentación saludable. Es igualmente necesario que cada profesional de la salud, y cada estudiante de estas carreras, lo asuma como tarea propia en la búsqueda de su excelencia profesional.