Pobreza Multidimensional En Tiempos Del Covid-19 Programa De Las Naciones Unidas Para El Desarrollo

Por el contrario, los dos países con menor incidencia eran Cuba (0.4%) y Trinidad y Tobago (0.6%). La gran mayoría de los países tenían una incidencia de IPMg inferior a la media regional del 7.1%, que era related a la incidencia observada en Perú (7.4%). El Salvador, Nicaragua, Honduras, Bolivia, Guatemala y Haití, tenían una incidencia por encima de la media de la región. Desde el CNCPS se avanzó en la construcción de un Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), con el fin de generar una medición complementaria a la pobreza por ingresos, publicada de manera semestral por el INDEC. Se presenta así el enorme desafío de, no sólo garantizar la protección de un mínimo de ingresos para los pobres, sino también de diseñar medidas efectivas de protección del contagio del virus (adicionales a las medidas de aislamiento, y que contemplen también el potencial desarrollo o acentuación de otras enfermedades y problemas). Si hay una buena noticia es que, en el último año, una parte de la infancia superó la pobreza extrema y pasó a la pobreza moderada, cuyas consecuencias de reversión en el mediano plazo son plausibles y no comprometen el sostenimiento de la vida.

pobreza multidimensional

En cada uno de estas, se determina una línea de corte que identifica si un individuo u hogar esta privado en dicha dimensión de manera similar a la medición de pobreza unidimensional. La suma de dichas privaciones permite evaluar la distribución conjunta de privaciones y evaluar quienes están en una situación de mayor o menor pobreza. La metodología identifica quienes son pobres multidimensionalmente en la medida que tengan cierta cantidad de dimensiones privadas. AF proponen tres indicadores claves (1) índice de recuento o porcentaje de personas en condición de pobreza (H); (2) la intensidad o porcentaje promedio de dimensiones privadas entre los pobres (A); y, (3) el índice de recuento ajustado por dicha intensidad (M0). Al dividir el resultado de las operaciones señaladas entre el tamaño del hogar se obtuvo el ingreso neto corriente per cápita mensual expresado en pesos de agosto de 2008.

En este caso, la región metropolitana tiene la incidencia más baja de pobreza crónica multidimensional pero al mismo tiempo la duración más alta. Es decir, son proporcionalmente un numero reducido, pero tienen a estar más periodos en pobreza que la población en la misma situación en otras regiones. Por ello, creo que ampliar la información que se tiene constituye una gran oportunidad para poder enfrentar la pobreza restante, la cual es más aguda, más compleja. Una medida multidimensional es un instrumento sofisticado que permite aumentar la información disponible que sirva como guía para generar políticas públicas. Lo que sí sabemos es que la pandemia por la COVID-19 ha afectado, por ejemplo, la educación de niños y niñas, lo que, en defintiva, va a tener un impacto en la pobreza multidimensional.

En el año 2022, ambas fuentes entregan resultados muy similares en los tres primeros quintiles, la relación mencionada fluctúa en torno a 1. En 2020, año de crisis, fueron los quintiles II y V los que experimentaron las reducciones relativas más severas de sus ingresos laborales (-7.7 y -6.9, respectivamente). Si bien todos los quintiles aumentaron sus ingresos laborales por encima de lo que perdieron en tiempos de pandemia, las alzas fueron mucho más marcadas en el primero (29.3 %) y segundo quintiles (19.0 %), y más débil en el quintil superior (9.5 %).

Primero, porque las personas en pobreza multidimensional aguda constituyen en buena medida un grupo de alto riesgo para el COVID-19. Segundo, porque se evidencia la fragilidad de los hogares multidimensionalmente pobres para cumplir la medida sanitaria de aislamiento social preventivo. Tercero, porque podemos predecir que las medidas de aislamiento tendrán un impacto duradero en muchas dimensiones de la pobreza.

En el segundo, los componentes de cada indicador (12 variables) se calculan mediante 6 métodos para que los resultados sean robustos. 8 En los casos en los que no fue posible utilizar los subíndices específicos se empleó el rubro de precios conceptualmente más próximo. El DANE presenta las cifras oficiales de fundaciones que regalen sillas de ruedas calculadas a partir de las proyecciones de población del Censo Nacional de Población y Vivienda 2018, por lo cual, no son comparables con las cifras calculadas a partir de las proyecciones de población del Censo General 2005.

Adicionalmente, la axiomatización de la técnica evidencia el cumplimiento de principios que permiten evaluar la robustez del indicador. El concepto de onu pobreza adoptado por Naciones Unidas ha permitido, en los últimos 15 años, medir mejor las muchas caras de la pobreza. “Uno de los puntos débiles es que está enfocado en países de renta baja o emergentes y no refleja factores que, en los países más desarrollados, pueden ser esenciales. No tener acceso a la red significa, en países como España, no tener acceso a un trabajo de calidad”, asegura Santos. “Tampoco sirve para reflejar en qué medida una persona está privada de vivir tal y como vive el promedio de su entorno y, por tanto, en qué medida uno se percibe como pobre”. Así, la pobreza multidimensional es “una medida de la pobreza que considera la observación de diversos factores presentes en los hogares, desde su nivel de vida básico hasta el acceso a escolaridad, agua limpia y atención de salud”, tal como señalan desde la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.

Además de proporcionar una medida titular de la pobreza, las medidas multidimensionales se pueden desglosar para revelar el nivel de pobreza en diferentes zonas de un país y entre los diferentes sub-grupos de personas. En el caso de la crisis climática, también es necesario analizar cómo está afectando de forma diferenciada las vidas de las personas. Sabemos, por ejemplo, que las personas en situación de pobreza viven muchas veces en lugares más vulnerables a desastres o a los efectos del cambio climático. Cabe señalar que incluso los mismos indicadores no siempre cambian en la misma dirección cuando cambia el grado de sustitución entre dimensiones, puede haber un aumento de la severidad de la pobreza con un grado de sustitución aunque se reduzca con otro grado de sustitución. Esto indica que la manera de especificarla relación entre dimensiones en la medición de la pobreza es clave en las diferencias regionales y en su análisis dinámico.

Las regiones Atlántica, Oriental, Central y Pacífica tienen niveles de pobreza superiores al promedio nacional en ambas estimaciones; en cambio, Bogotá presenta cifras muy inferiores. La última dimensión, Bienestar subjetivo, mide la percepción de los individuos acerca de su vida y su entorno. Una persona que sienta que su calidad de vida empeora, que el lugar donde vive es inseguro o que sus ingresos son insuficientes para un consumo mínimo, tiene una privación que, así no sea objetiva, afecta su bienestar.

Cada sociedad definirá cuáles son las dimensiones relevantes para explicar la pobreza en su contexto. 2Con base en el criterio de identificación y el índice de pobreza multidimensional, Angulo et al. (2011) estiman los indicadores Alkire y Foster, pero con el criterio de cardinalidad que adoptan, en la medición usan variables dicotómicas, lo que genera varios problemas, entre ellos que muchas de las brechas estimadas son iguales a 1. Los anexos 1 y 2 muestran la brecha y la severidad de la pobreza unidimensional, en el país y en cada región. Estas pueden aumentar aunque la incidencia disminuya, porque quienes dejan de tener privaciones tenían bajos niveles de déficit o porque empeora la privación de quienes siguen siendo pobres. El sistema del INPC publicado hasta hace poco por el Banco de México integra forty six ciudades y áreas metropolitanas agrupadas en siete regiones; al menos en una ciudad por estado se recoge información para el cálculo del índice nacional (Banxico, 2002). De acuerdo con la información disponible optamos por una ciudad que pudiera reflejar la estructura de precios de la entidad federativa.

En el caso de educación se consideran tres factores, asistencia, rezago escolar y escolaridad. En salud, los indicadores son malnutrición en niños, adscripción al sistema de salud, y atención. Sus esfuerzos ya han dado resultados, ya que además de haber publicado numerosos artículos sobre este tema, lanzó un manual destinado a promover una atención de salud respetuosa, smart y de calidad hacia personas LGBTQ+. Sobre esta última situación, el Pacto Verde Europeo incide en la necesidad de favorecer una transición energética que no excluya a nadie.

Las medidas multidimensionales nos permiten ver cuántas carencias experimentan los hogares al mismo tiempo. También, podemos examinar situaciones específicas por grupos poblacionales, o carencias, para ver en detalle la situación de distintas comunidades. La medición multidimensional es rigurosa, fácil de usar, flexible, y adaptable a contextos.

El análisis se basa en la mejor información disponible previa al surgimiento de esta crisis sanitaria. Este tipo de información revela una progresiva y clara tendencia en la reducción de la pobreza multidimensional para la mayor parte de los países de la región. Este diagnóstico puede constituir el punto de partida para trazar el necesario camino hacia una reconstrucción inclusiva post-pandemia[1]. En relación a la desigualdad económica, la CASEN 2022 identificó que el 20% de los hogares con mayores ingresos monetarios obtiene ingresos 8,2 veces superiores a los del 20% de hogares con menores ingresos. Ambos indicadores, en este sentido, muestran mejoras en comparación con mediciones anteriores y son los mejores resultados de su serie. La mayoría de las regiones del país, en tanto, presentaron bajas estadísticamente significativas en la pobreza multidimensional en comparación a la encuesta CASEN 2017, destacando Ñuble (-9,2 pp), La Araucanía (-7,2 pp), Coquimbo (-6 pp), Aysén (-5,6 pp), Los Lagos (-4,9 pp) y Magallanes (-3,6 pp).