La pandemia habrá ocasionado el cierre del 2,7 millones de empresas latinoamericanas, es decir el 19% del complete de las empresas. Pero las medidas de distanciamiento social y las limitaciones a la movilidad han afectado de forma desigual a las actividades económicas. Santibañes sugirió que la región pierde importancia por motivos económicos y tecnológicos. «Una baja tasa de crecimiento, menor comercio, menor innovación, nos vuelven menos relevantes. Pero América Latina se está convirtiendo en un foco más relevante geopolíticamente por la presencia china, sobre todo en el Cono Sur. Y eso genera la necesidad de una política exterior responsable». En medio de las múltiples crisis america latina pobreza superpuestas, la región no apela a mecanismos de integración y cooperación que la fortalezcan.
El informe también resalta la desigualdad de ingresos en la región, mencionando que el 10% más rico gana 21 veces más que el 10% más pobre. Además, en el año 2021, tan solo one hundred and five personas concentraron casi el 9% del Producto Interno Bruto (PIB) regional. Al respecto, la representante de la comisión organizadora y académica de la Escuela de Trabajo Social PUCV, Yesika Herrera, señaló que “las situaciones de desigualdad del país y cómo estas se agudizan en periodos de pandemia, definimos un gran eje que se relaciona con la resistencia y la emergencia que se generan en contexto de disaster.
Nada de eso hay que tirarlo a la basura, nos explica una parte del fenómeno”. Además, indicadores de la desigualdad que captan mejor lo ocurrido con las diferencias de los ingresos absolutos entre ricos y pobres, muestran un incremento. Cuando se corrige la información para incorporar los altos ingresos con datos de declaraciones fiscales, la concentración del ingreso en el tope de la distribución es más alta y ha estado subiendo. Descomponiendo los datos para encontrar los factores que explican esta disminución tan importante de la desigualdad, se observa que, en promedio para la región, un 62% está asociada a la caída en la desigualdad del ingreso laboral. “Esto ya da una pauta de dónde tenemos que buscar las causas, porque si 2/3 se explican por lo que pasó con el ingreso laboral, ése es el camino para entender los determinantes de ese periodo”, dijo.
La campaña del plebiscito cobra voltaje y la miseria sigue mostrando la fractura. La pobreza, aumentó por primera vez en veinte años, amenaza con seguir creciendo (10,8% y 4,3% en extrema capitalismo pobreza pobreza). Las sólidas políticas macroeconómicas de Chile permitieron que los desequilibrios provocados por la pandemia de COVID-19, como los altos déficits y la inflación, se controlaran.
Las pequeñas empresas y los trabajadores poco cualificados tienen mayores dificultades y, por lo tanto, también se han visto más perjudicados por las restricciones de la pandemia. «Para Estados Unidos, el único interés es frenar la avanzada china», sostuvo. «Los gobiernos miran adentro de sus fronteras. Brasil no está interesado en liderar la región. El Mercosur está paralizado hace tiempo. La Unasur también, y la OEA, desprestigiada por su actuación en Bolivia. Hay un abandono y una desatención de los canales institucionales. Hoy son cáscaras vacías», sostuvo. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio. Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor.
Aquellas políticas que en la zona cementaron la cultura del privilegio para unos pocos, por encima de la satisfacción de las necesidades más básicas para millones de personas, encuentra ahora terreno fértil para que la epidemia resulte una verdadera tragedia. La pobreza afecta a casi un tercio de la población de la región, según los datos que dio a conocer la CEPAL. José Manuel Salazar-Xirinachs, el secretario ejecutivo del organismo, dijo que “esta situación es insupportable, sobre todo cuando afecta al 42,5% de los niños y adolescentes”. Además, agregó que la pobreza “es más alta entre las mujeres, los indígenas y los que viven en el campo”.
Esto tiene que ser el centro de atención si queremos evitar que volvamos a tener una desigualdad persistente en el futuro”, finalizó. “La caída de la desigualdad se detiene, el ímpetu se acabó, y se acaba en un contexto en que además también está disminuyendo la tasa de crecimiento y en algunos países incluso hay algo de recesión y aumenta la pobreza”, dijo. Hasta marzo de 2024, el Banco Mundial tenía una cartera activa compuesta por dos operaciones de préstamo por un monto complete de USD 350 millones, destinadas a apoyar un mecanismo de financiamiento de hidrógeno verde y mejorar la atención primaria common de la salud.
El informe también mostró que la región tiene altos niveles de desigualdad, informalidad y exclusión laboral, especialmente entre las mujeres, los niños, los adolescentes, los indígenas y los habitantes de zonas rurales. “La pandemia es una oportunidad histórica para construir un nuevo pacto social. Ahora vienen años de menor crecimiento económico y, si no se mantienen los esfuerzos, serán mayores los aumentos en pobreza y desigualdad”, concluye. Chile también destaca al considerar 19 países miembros de la OCDE que tienen datos comparables. El 1% más rico de Chile aparece concentrando consistentemente al menos 10 puntos porcentuales más que el resto de las elites.
Creo que reducir las desigualdades podría ser una primera etapa para crear una sociedad menos segregada, no sólo en el ámbito económico, sino en otros aspectos de la vida cotidiana. «Chile sigue siendo una sociedad altamente desigual en términos de ingresos, educación y bienestar. El mercado laboral muestra una dualidad que redunda en una muy desigual distribución salarial», señala el informe. Octavo a nivel mundial, tercero en la región, la mayor economía de América Latina, Brasil es uno de los casos más flagrantes de convivencia entre una reducción de la pobreza y un aumento de la desigualdad. En el índice de desarrollo humano de la ONU, Colombia pierde diez puntos una vez que se lo pondera en términos de desigualdad de acceso a la salud, la educación y bajos salarios. «La pandemia es una oportunidad histórica para construir un nuevo pacto social. Ahora vienen años de menor crecimiento económico y, si no se mantienen los esfuerzos, serán mayores los aumentos en pobreza y desigualdad», concluyó.
Así, en la medición de desigualdad del Banco Mundial, Chile aparece en el decimocuarto lugar a nivel mundial y en el sexto de las economías de la región. En el índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas que mide conjuntamente ingreso, expectativa de vida y de educación de un país, Honduras pierde siete puntos cuando se pondera el impacto de la desigualdad en las mediciones. En un contexto de recuperación económica, amplía, en 2021 cabe esperar que tanto la pobreza extrema como la pobreza disminuyan y se recupere parte del retroceso
observado en 2020, pero se sitúe apenas un 1,0 por ciento por debajo, en un 32,1. Dato superior frente a los niveles observados antes de la pandemia, 24 por ciento. Uno de los problemas para el exponencial incremento de las desigualdades en Latinoamérica son las cargas tributarias de los ricos acordes a su nivel de riqueza y los impuestos directos a la propiedad (bienes inmuebles, herencias, transacciones financieras) poco importantes tradicionalmente, resalta la Cepal.
Según el Banco Mundial, Honduras tiene un sixty four,5% de la población en situación de pobreza y un 42.6% en extrema pobreza (menos de 2,5 dólares al día). Chile según la última encuesta Casen se encuentra dentro de los cinco países que lograron una disminución de los índices de pobreza, registrando un 7,8%. Si a esto se le suma el panorama social de América Latina, es la segunda nación con menos niveles de pobreza después de Uruguay. A pesar de los avances, y con países en la Región que figuran como principales economías del mundo, 10 de las 15 naciones más desiguales del orbe también se encuentran en América Latina y el Caribe, según un informe del PNUD.
Por ello, es relevante considerar este aspecto como una verdadera traba al desarrollo, cuando se bloquean las oportunidades y se traduce en un acceso poco equitativo al poder político y económico. Un desafío clave de Chile es avanzar hacia un crecimiento mayor y más inclusivo. En los seis años previos a la pandemia, el crecimiento fue, en promedio, de solo el 2 %. Se necesitan reformas específicas para abordar determinados cuellos de botella y poder impulsar el crecimiento de la productividad, que ha disminuido durante décadas.