Muhammad Yunus, Nobel De La Paz: «la Covid Es Nuestra Gran Oportunidad Para Crear Un Mundo Más Justo» Bbc Information Mundo

Y ahí está el problema porque el ser humano necesita usar su creatividad. En octubre de 2006, Yunus y la institución por él creada, el Banco Grameen, eran galardonados con el premio Nobel de la Paz “por su lucha por una economía justa para las clases pobres”. Lo que algunas décadas atrás parecía una idea imposible se vio así reconocida con la concesión del premio. Estudios como los del estadounidense David Roodman, investigador del Center for Global Development, aseguran que los programas de microfinanzas en todo el mundo, salvo contadas excepciones, han sido un estrepitoso fracaso porque no terminan con la pobreza.

El centro Yunus, en Daca, Bangladés es un «suppose tank» para problemas relacionados con negocios sociales, trabajando en el campo de la reducción de pobreza y sustentabilidad. Su objetivo es primeramente promover y diseminar la filosofía del Profesor Yunus, con un enfoque especial en los negocios sociales y es actualmente dirigida por Muhammad Yunus. Un documental danés Caught in Micro Debt (atrapado en micro créditos),[81]​ producido y dirigido por el periodista Tom Heinemann, televisado en la cadena de televisión nacional noruega NRK en noviembre del 2010.

Sería como la de toda esa mitad de los habitantes del planeta que no tienen nada de esto. Hasta ahora hemos concedido más de medio millón de préstamos para la vivienda y no tenemos ningún problema. Es un préstamo a diez años, y lo pagan en plazos semanales.

Nuestra misión es descubrir hasta dónde nos puede llevar esa creatividad y todo el potencial que tenemos para rediseñar el mundo, que es mucho. Eso es lo que va a definir el futuro de la humanidad. Cuanto más mayores nos hacemos, más solidificada se vuelve nuestra mente y menos propensos estamos a los cambios en el sistema. Por eso los jóvenes tienen un rol súper importante, porque pensar de manera distinta es más fácil cuando uno es joven. Creo que venimos de un sistema terrible y que el coronavirus, de cierta manera, nos ha salvado de ello porque ha detenido la maquinaria. Eso puede favorecer, entre otras cosas, la lucha contra el calentamiento world, que es urgente porque cada vez nos queda menos tiempo y, de hecho, ya ha empezado la cuenta atrás.

Ellos buscaban a hombres, yo a mujeres, ellos querían dar grandes préstamos yo solo pequeños”, contó ayer en el Hay Festival Arequipa 2020. Los microcréditos y la batalla contra la pobreza en el mundo que contribuyó a introducir en la agenda económica internacional las pequeñas medidas para hacer del capitalismo un sistema más social y más justo, ha sido también publicado por Paidós. Llevadas a la práctica, las teorías de Yunus funcionan. El Banco Grameen ha proporcionado más de 2.500 millones de dólares en micropréstamos a más de dos millones de familias del Bangla Desh rural. Casi el 95% de los clientes de Yunus son mujeres y el índice de reembolso de los préstamos es prácticamente del 100%.

(Bangladesh, 1940) Economista indio, creador del microcrédito y fundador del Banco de los Pobres. Musulmán no practicante, estudió Ciencias Económicas en Nueva Delhi y amplió estudios en Estados Unidos con becas de las instituciones Fullbright y Eisenhower y de la Universidad de Vanderbilt (Tenesee). Retornó a su país en 1972 para dirigir el departamento de Economía de la Universidad de Chittagong, poco después de que Bangladesh obtuviese la independencia. «(Grameen) es un banco para los pobres y no le presta dinero a los ricos. Y los bancos para los ricos no le prestan dinero a los pobres. Es es una easy amartya sen pobreza división. Dos sistemas», explicó. Por eso, para el fundador de Grameen, la única forma de solucionar el problema de la gente rechazada por el actual sistema financiero «es crear un nuevo sistema financiero» que funcione siguiendo los principios de su banco. «Hoy por hoy, solamente hay un tipo de institución financiera, que son los bancos para los ricos. Y le estamos pidiendo a los bancos para ricos que les presten a los pobres cuando el sistema no está diseñado para eso», agregó.

El préstamo medio es de seventy five dólares y el máximo de 300. Yunus creó el concepto del microcrédito el día que decidió ayudar a unos cuantos campesinos que vivían cerca de la Universidad de Chittagong y que, tras una gran hambruna que asoló el país en 1974, estaban pasando por graves dificultades. Elaboró una lista de forty two personas seriamente endeudadas que, en whole, debían menos de 27 dólares. Cada uno de ellos recibió la cantidad que adeudaba sin otra condición que la de concentrarse en su trabajo y la de devolver el dinero cuando pudiera. El economista de Bangladesh opina que la «pobreza es la negación de todos los derechos humanos fundamentales. No ha sido creada por los pobres, sino por un sistema que lo suscitó y le dio cabida».

banco de los pobres yunus

Por todo el mundo están surgiendo nuevos programas de microcrédito siguiendo el modelo de Grameen. Además de confiar plenamente en sus ‘clientes’ debido al buen funcionamiento del sistema, el ‘banco de los pobres’ se sostiene sobre una relación private entre el prestamista y el que solicita el dinero. Y con este sistema, Yunus, a sus 66 años, ha realizado una labor que durante la dos últimas décadas ha permitido conceder miles de millones de dólares en créditos a millones de personas, que se han convertido además en accionistas de la entidad bancaria. Muhammad Yunus es natural calidad de vida y pobreza de Bangladés, estudió en la Universidad de Daca y consiguió una beca Fulbright para estudiar economía en la Universidad de Vanderbilt.

Publicó varios libros relacionados con su trabajo financiero, además es miembro fundador de la junta de consejo de Grameen América y la Fundación Grameen que apoyan el micro crédito. «Financieramente, las actividades de unos y otros están entrelazadas cada día más. Y los depósitos de los ricos pueden hacer posible una cartera de crédito para los pobres y los préstamos a los ricos pueden generar economías de escala que abaratan el crédito para todos», explicó. Y, en México, sus estudios arrojaron que el impacto sobre la educación de los hijos de mujeres que han recibido microcréditos es mayor cuando se ofrecen facilidades de depósito.

Una mujer solicita un préstamo inicial de unos 3.000 taka (alrededor de 35 euros) y con ese dinero acumula reservas para una tienda rudimentaria de alimentación, o financia la compra de un telar de madera, o compra una vaca, o arrienda una parcela en un arrozal. Convierte el préstamo en beneficio, devuelve el dinero al banco con un 20% de interés y luego obtiene otro préstamo, esta vez, por ejemplo, de 5.000 taka. Con él amplía un poco más su negocio, cumple los pagos -normalmente, semanales o quincenales- y pide otro crédito mayor para construir una casa, para lo que le conceden un interés más bajo, del 8%.

Firmaré todos sus papeles, darán el dinero a las personas que yo identifique y asumiré el riesgo. Así, todas sus reglas están aseguradas y me pueden dar el dinero”, propuse. Sonaba muy razonable, pero los bancos tardaron tres o cuatro meses en decidirse. Hizo falta que escribiera muchas cartas, con planes de cómo iba a hacerlo y cómo el banco iba a responder.

En ello incide el impacto del shock de oferta asociado a mayores costos de la electricidad y un impulso más elevado de la demanda interna, lo que es compensado parcialmente por el menor tipo de cambio real (TCR) proyectado en relación con lo señalado en marzo. Para la actividad, se contrapone el efecto contractivo del costo de la energía en el ingreso actual de los hogares con el mayor dinamismo del lado del gasto interno, que se prevé irá de la mano con la mejora de sus fundamentos, entre ellos una proyección más alta para el precio del cobre. El Consejo estima que,

Este sistema permite acceder a una fuente de financiación mínima que permita poner en marcha pequeños proyectos empresariales que favorezcan el desarrollo de estas familias y así aumentar su nivel de ingreso. El propio profesor Yunus comenzó a realizar préstamos muy reducidos a personas, que por su nivel de carencia extrema, no gozaban de garantías suficientes para acceder al crédito tradicional ni a ningún tipo de recurso, salvo los proporcionados en el mejor de los casos, por las organizaciones no gubernamentales. La pequeña cuantía que otorgaba el Grameen Bank –préstamo medio inicial inferior a 50 dólares- junto a una tasa de interés, que a pesar de ser elevada inicialmente, suponía una cantidad ínfima, facilitaba la devolución del microcrédito.