Libro Repensar La Pobreza: Un Giro Radical En La Lucha Contra La Desigualdad World = Poor Economics De Banerjee, Abhijit ; Duflo, Esther

La multidimensionalidad nos permite entender la pobreza en su carácter estructural, y en relación con el acceso a dimensiones básicas del desarrollo humano como la salud, la vivienda, el empleo y la seguridad social. De esta manera, se busca medir de modo sistemático un conjunto de carencias que afectan sensiblemente a la calidad de vida y el bienestar en los hogares. En la primera columna mensual de SDSN Chile, Rodrigo Álvarez, coordinador de la red banco frances fundación nacional, aborda la comprensión de la pobreza más allá de términos monetarios, buscando una aproximación más compleja y multidimensional.

El issue que explicaría esta parece ser el monto del alquiler imputado. De ser así, se debe tener cuidado a la hora de sacar cuentas alegres, pues ello reflejaría una disminución en términos contables, pero no una mejora real en las condiciones de vida de esa población. Debemos tener prudencia a la hora de interpretar estos datos, pero de todas formas la buena noticia es que no aumentó la pobreza y en ello jugaron un rol importante los subsidios estatales. Se ha generado un debate respecto de los subsidios que lograron suplir esta caída en los ingresos autónomos.

autores de la pobreza

Esta mirada emanó, muy probablemente, de la relación paternalista que la elite tradicional-hacendada mantenía con sus trabajadores. En plena crisis sanitaria y social, que desató la llamada ‘cuestión social’ a fines del siglo XIX y primeras décadas del siglo XX, la elite santiaguina, aún vinculada con la hacienda, mantuvo su actitud moralizadora. Según este grupo social, los sectores marginalizados de la ciudad carecían de valores tradicionales como el orden y el ahorro. Para paliar este supuesto problema, proliferaron misiones caritativas y políticas sociales que tenían el objetivo de ofrecer la ‘seguridad-moralidad’ de establecimientos como escuelas, hogares y hospitales[1] (ver Romero 1997, Illanes 1991, 2007).

El mundo logró la meta del primer objetivo de desarrollo del milenio (ODM) de disminuir a la mitad para 2015 la tasa de pobreza registrada en 1990, y lo consiguió en 2010, cinco años antes de la fecha prevista. Pero pese a este logro, la cantidad de personas que vive en condiciones de pobreza extrema en el mundo sigue siendo inaceptablemente elevada. De acuerdo con las estimaciones más recientes, el 17% de la población del mundo en desarrollo vivía con menos de US$1,25 al día en 2011, cifra inferior al 43% de 1990 y al 52% de 19811. Otro de los resultados del estudio es que disminuyó la desigualdad en la distribución del ingreso en las localidades con centros de engorda de salmones en comparación con aquellas sin estos centros.

Los autores pertenecen al equipo de este proyecto salvo el caso de Marcela Toro, articulista invitada. De acuerdo con el análisis realizado por los autores, el establecimiento de centros de engorda en las cercanías de localidades costeras rurales tuvo un impacto positivo en la reducción de la pobreza y un efecto inhibitorio algunas organizaciones sociales en el aumento de la desigualdad en estas localidades en el período analizado. Estos resultados cualitativos son consistentes entre distintas estimaciones. Lo que varía es la magnitud del efecto entre distintas especificaciones. Con todo, los subsidios no logran explicar totalmente la disminución de la pobreza.

Superar la noción de pobreza basada en ingresos para entenderla como un fenómeno complejo y multidimensional, es clave. El grado de informalidad en los empleos y otras ‘entradas’ a las familias que muchas veces no se ven reflejadas en estas cifras por ingresos, lo demuestran. Se plantea la relevancia de los desafíos pendientes en esta materia, entendiendo su multidimensionalidad, y coordinando agendas y acciones con un foco en la distribución de la pobreza por género, por región, y por áreas rurales y urbanas. Si bien la pobreza por ingresos fue un factor importante durante el siglo XX, no es adecuada para evaluar el desarrollo sustentable en el siglo XXI.

Salvador Valdés argumenta que la disminución de la pobreza en la población adulta mayor no puede haber sido producto de la Pensión Garantizada Universal (PGU), toda vez que la PGU solo extendió la pensión básica a la clase media. El aumento del sueldo mínimo y de la pensión básica sí son políticas que apuntan a los deciles más pobres. Desde esta creencia y discurso acerca de la carencia ethical es que entregar beneficios directos (como dinero o bienes materiales) a los pobres sea visto como una manera errónea de solucionar la pobreza.

Sin embargo, en esta primera agenda las metas vinculadas con la pobreza se relacionaron exclusivamente con ingresos y ocupación. El informe ultimate de los ODM en 2015 mostró resultados positivos en reducción de más de la mitad de las personas que vivían en situación de pobreza extrema en países en desarrollo, pasando de un 47% en 1990 a un 14% en 2015. No obstante, el 14% (836 millones de personas) sigue siendo un número muy desafiante, más aún si consideramos que sólo se midió por ingreso y no multidimensionalmente, que en la mayoría de los casos incrementa las cifras.

La pobreza se ha urbanizado proporcionalmente más que la población, y la ecología de la pobreza ha conformado ecosistemas metropolitanos marcados por la adaptación para sobrevivir. En ellos, la degradación social se correlaciona con la degradación ambiental. Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución 4.zero.

“Hoy es común que se sospeche de los trabajadores con una licencia por salud psychological, lo que se interpreta rápidamente como un intento de evadir el trabajo o como una responsabilidad o ‘falta moral’ del propio individuo”, explica en relación con su investigación más reciente. Con relación a ella, los autores y editores autorizan el libre acceso a sus obras permitiendo que los lectores los copien, distribuyan y transmitan por diversos medios, garantizando una amplia difusión del conocimiento científico publicado. Cada vez que una obra publicada en TS Cuadernos sea distribuida o transmitida por diversos medios, los autores y la revista mantienen los derechos de atribución (autoría y licencia). Toda derivación a partir de esta obra deberá citar la fuente además de ser compartida bajo los mismos términos. Se permiten derechos comerciales no lucrativos sobre sus contenidos.TS Cuadernos no se arroga ningún derecho sobre la producción publicada, salvo la exigencia que la misma sea inédita.

El aumento del gasto estatal logró suplir la caída de los ingresos autónomos. De hecho, los subsidios monetarios aumentaron de casi $37.000 en 2017 a casi $68.000 en 2022. Ello sin duda es una buena noticia, pues muestra que la ayuda del Estado efectivamente llegó a la gente más necesitada. [1] Para conocer acerca de la relación de los sectores populares con estas políticas sociales y sus resistencias ver, por ejemplo, Vergara 2021. Este excelente libro reúne los asombrosos descubrimientos sobre la pobreza que la pareja autores (ganadores del Nobel de Economía en 2019) encontraron durante quince años de análisis, experimentos y trabajo de campo. A través de las “Recomendaciones desde la ciencia para políticas públicas” o “Policy Briefs”, INCAR pretende informar a la sociedad y promover cambios e innovación en las políticas públicas, basados en la mejor ciencia, para abordar problemas estratégicos del sector bajo el marco del enfoque ecosistémico a la acuicultura.

También se manifiesta en la oposición de algunos políticos de hacer transferencias directas a las familias más desventajadas durante la precise crisis por la pandemia, como fue el caso de la diputada Hoffman, quien señaló que esto generaría ‘dependencia’ al Estado. Así mismo, la mirada moralizadora se reproduce en el mundo del trabajo y la salud ocupacional, como he observado en mi investigación más reciente acerca del alza de licencias psiquiátricas en Chile (ver Bowen en prensa). Hoy es común que se sospeche de los trabajadores con una licencia por salud psychological, lo que se interpreta rápidamente como un intento de evadir el trabajo o como una responsabilidad o ‘falta moral’ del propio individuo. Así, el discurso de la flojera no es solo cuestión de una elite desconectada con la realidad; es una ideología extendida en Chile que necesita ser revisada. Actualmente, en el país se vive un contexto de crisis social agravado por la pandemia del Covid-19, en el que se ha evidenciado la indignación del pueblo chileno en torno a las desigualdades y la falta de seguridad y derechos sociales universales. Ante tales demandas, la elite empresarial y otros sectores políticos se han resistido a participar de una reflexión con otros actores sociales (Pelfini, Riveros y Aguilar 2020).

Es necesario buscar un nuevo fundamento a la economía que tome en cuenta el hambre del otro. Una economía que surja, no de la razón, de los cálculos y de las estadísticas, sino de la pasión, de la compasión y más aún del amor por el otro (Nussbaum, 2014). Una economía en la cual la pobreza sea una elección de vida. Estos datos optimistas del Banco Mundial, de que se ha logrado reducir a la mitad la pobreza extrema en el mundo en los últimos años, parecen contradecir lo que nosotros vemos y constatamos en la realidad. Cada vez es más presente y cruda la presencia de los pobres en nuestras sociedades, en nuestros países de América Latina, en el mundo.