Instituciones Sociales: Cultura, Educación

Una institución es una organización que tiene un propósito definido y una estructura formal. Puede ser una empresa, una organización sin fines de lucro, una escuela, un gobierno, entre otros. Las instituciones son fundamentales en una sociedad ya que proveen servicios y soluciones a necesidades específicas. En la actualidad, las instituciones se enfrentan a importantes desafíos, como la globalización económica, los cambios en los patrones demográficos, las transformaciones tecnológicas y la creciente complejidad de los sistemas políticos y sociales.

De otro lado, aunque se denominan «organizaciones internacionales» a pesar de ello no se ha establecido un vínculo (o sólo de manera parcial si uno no se interesa más que en su funcionamiento) cuando uno se refiere, por ejemplo a la Organización de las Naciones Unidas – ONU. Y no obstante, las organizaciones internacionales son en la actualidad el principal escenario de la institucionalización de la organización, como es el caso de las directrices de la Unión Europea o de las recomendaciones emitidas por el Banco Mundial. No se trata aquí sólo de organizaciones internacionales sino de organizaciones «supra» nacionales en la medida en que tienen una delegación de soberanía atribuida de forma explícita o implícita de parte de sus estados miembro. Desde el momento en que el uso del concepto puede aplicarse en situaciones tan dispares, de pronto es necesario tratar de poner un poco de orden y proponer una mapeo de la organización y de sus componentes. La referencia a la organización conduce a poner el acento sobre elementos tales como la jerarquía, la coordinación y la cohesión pero en un marco en el que el estatuto jurídico convencional, aquel del derecho de las sociedades, viene, por ejemplo a constituir el marco institucional. Como se sabe, el actor (individuo) es el centro de las instituciones y de las organizaciones; sin embargo, no ha sido adecuadamente caracterizado en la teoría del management (neoclásica), donde se le considera un maximizador de utilidad que actúa al interior de una organización a su vez maximizadora de beneficios.

El individuo que participa en una organización se encuentra inmerso, en esencia, en una cultura que lo imbuye de elementos simbólicos a través de los cuales ve la realidad circundante. En la llamada Era Global, tanto los seres humanos como las organizaciones y las naciones se encuentran en medio de un enjambre de choques culturales, temores bien fundados, incertidumbre, turbulencia, falta de compromiso, entre otros, y las organizaciones no escapan a sus efectos; dicho de otra forma actúan en un contexto cultural dado. Al igual que la burocracia profesional, la forma divisional es, más que una organización integrada, una serie de entidades semiautónomas acopladas mediante una estructura administrativa central. Pero las entidades «apenas acopladas» de la burocracia profesional son individuos, profesionales del núcleo de operaciones, y en la forma divisional, en cambio, son unidades de la línea media, denominadas por lo general organizacion de un proyecto social divisiones. La forma divisional se utiliza sobre todo en el sector privado de la economía industrializada.

Estas reglas también norman el funcionamiento del Comité Técnico, las funciones de la Secretaría Técnica y de la Unidad de Seguros, Pensiones y Seguridad Social de la SHCP en el Fondo. Además, regulan lo correspondiente al cumplimiento de las obligaciones del Fondo en materia de rendición de cuentas y demás procedimientos y mecanismos para el organizaciones con sin fines de lucro cumplimiento de sus fines. Dicho decreto establece que el Fondo tiene como fin principal recibir recursos, administrarlos, invertirlos y finalmente entregarlos al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y al Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), en términos de las disposiciones aplicables.

organizacion como institucion social

Después de obtener lo que queremos [de ellos], no le contamos a la comunidad los resultados. La cultura procede de lo que experimentamos en la sociedad, incluidas las tradiciones o creencias particulares. Estructura la sociedad dividiéndola en subculturas y enseñando a las personas normas y valores.

Esto ha llevado a una mayor necesidad de cooperación y coordinación entre las sociedades, lo que ha llevado a la creación de organizaciones internacionales y acuerdos comerciales. En primer lugar, la tecnología ha permitido la creación de nuevas formas de comunicación y colaboración, lo que ha llevado a la creación de comunidades en línea y redes sociales. Estas comunidades pueden ser globales y conectarse a personas de todo el mundo, lo que ha llevado a un cambio en la forma en que las personas se relacionan entre sí y se organizan. Las redes sociales también han dado lugar a nuevas formas de activismo social, permitiendo a las personas organizarse y movilizarse con mayor facilidad para luchar por sus derechos y causas. En conclusión, la jerarquía ha sido un componente elementary de la organización social desde la antigüedad.

La institución permitiría evitar la ingravidez de un interaccionismo sin institución Huault, (2004). La referencia a la institución respondería así a uno de los puntos ciegos de las teorías de las organizaciones al ofrecer una especie de soporte a la «contingencia no contingente» que permite hablar de la organización como tal. Y sin duda es ahí donde es posible recordar la representación de la organización como «sistema abierto» en tanto que su versión más «primitiva» de la interacción con respecto a la referencia que hoy en día se hace de la institución. El análisis institucional se situaría en contraste al análisis sociológico de las organizaciones que «olvida» las instituciones para focalizarse sobre el poder y los actores (Véase Crozier y Friedberg, 1977). En sentido inverso, la sociología institucionalista «olvida» los actores en la perspectiva holística (Véase Meyer y Rowan, 1977).

Su importancia no puede ser subestimada, ya que son fundamentales para el bienestar y el progreso de la sociedad. Que la empresa sea entendida como una institución social, significa que no es solo una organización económica que busca la creación de riqueza, responsabilidad social o reputación corporativa, significa que es una organización “con raíces en la sociedad y proyección en la sociedad”. Las personas entendidas no como un recurso basic, ni como el capital más importante. Las personas entendidas al modo de Homero, como fértiles en recursos, auténticas generadoras de recursos.

Este término viene del latín “socialis”, que puede traducirse como “perteneciente a la comunidad de personas”. Está formado por “socius”, que significa “compañero”, y el sufijo “-al”, sinónimo de “relativo a”. Sin embargo, su aparición no se dio de forma planificada, sino que sucedió a lo largo del tiempo como respuesta a las necesidades de la comunidad o como resultado de las luchas por el poder entre sus miembros. En la Edad Media, la jerarquía se volvió más compleja con el surgimiento del feudalismo.

El liderazgo debe establecer una cultura organizativa sólida y eficaz, fomentar la colaboración y el trabajo en equipo, y establecer procesos y sistemas eficientes para la toma de decisiones. La empresa es una institución social, porque está enraizada en la sociedad debido a que social es el hombre que trabaja en ella y proyectada a la sociedad, a través de los bienes y servicios que aporta, porque la sociedad está constituida por personas. Así, se va configurando a través de la excelencia y el trabajo habituales una cultura que da estabilidad y trascendencia no solo a la empresa, sino también a la sociedad.

Otro aspecto clave es tener una estrategia y planificación a largo plazo para la institución. Esto implica tener una visión a futuro y establecer objetivos a largo plazo, así como la identificación de los riesgos y oportunidades que puedan surgir en el camino. Si la diferenciación es horizontal hay mayor interacción entre los actores, en cambio si es vertical el grado de interacción es menor.

Sin embargo su papel no se limita a lo anterior, sino que es el protagonista del diseño, construcción y evolución de las organizaciones e instituciones en su carácter de único agente decisor. La organización social también puede influir en la forma en que se llevan a cabo las políticas. En algunas sociedades, las personas tienen un papel más activo en la toma de decisiones políticas, mientras que en otras, el gobierno tiene un management más centralizado sobre el proceso. La organización social es un concepto que se refiere a cómo se estructuran y se relacionan las personas en una sociedad determinada. Es decir, se trata de una red compleja de relaciones sociales que se establecen entre los individuos, grupos y comunidades que componen una sociedad.

Si bien violar los principios de la Iglesia Católica no es una violación de la ley, la Iglesia espera que sus miembros se adhieran a sus códigos religiosos. Las instituciones informales son aquellas que no están diseñadas para common la conducta, sino que a menudo terminan haciéndolo ya que los miembros buscan ajustarse a las normas comunales. Esto quiere decir que el matrimonio se ha convertido en una expectativa social, con reglas informales sobre cómo se espera que se comporten las personas casadas. La organización social, en todo caso, varía enormemente a lo largo de las épocas, y esto se traduce en un cambio continuo en las organizaciones sociales que se conforman todos los días. La importancia del ambiente –un contexto social más amplio- del cual forma parte la organización57 queda de manifiesto al considerar las turbulencias y la incertidumbre que lo caracterizan. De ello nos da cuenta la concepción e implementación de estrategias y estratagemas que surgen como respuesta pure a las adversidades del entorno (conflictos), donde las relaciones informales y el grado de confianza y camaradería dentro de la organización juegan un papel fundamental.