El primer criterio utilizado fue seleccionar la capital del estado y a falta de ésta se eligió la ciudad de mayor población. En el cuadro 3 se observan las ciudades que cuentan con índices de precios que sirvieron de base para realizar las variaciones a las mediciones de pobreza. 1 La estimación del alquiler de la vivienda no es de interés para nuestros propósitos debido a que este concepto no se considera en la medición de la pobreza multidimensional. Si se elimina esta fuente de ingresos los ingresos del trabajo y las transferencias representan entre ninety three y 94 % del ingreso corriente total. Los países no pueden enfrentar adecuadamente este problema sin mejorar también el bienestar de las personas de manera integral, lo que incluye un acceso más equitativo a la salud, la educación, y la infraestructura y los servicios básicos, entre ellos los servicios digitales. [newline]La SDDE seguirá trabajando en fortalecer el mercado laboral y las políticas productivas y de competitividad para aportar a la calidad de vida de las casi 300 mil personas que aún se encuentran en la pobreza. Por otro lado, la participación de la dimensión de trabajo en la incidencia total ajustada tuvo la mayor caída entre las dimensiones en el último año.
En 2022, la dimensión explicó el 30,4 % de las de la incidencia ajustada de la ciudad, una caída de 3,9 p.p. Cabe resaltar que, en Bogotá, en el país y en las regiones, esta dimensión ha tenido un peso alto históricamente, explicando alrededor del 30,0 % de la pobreza multidimensional. Los resultados para 2022 mostraron que la recuperación del empleo de calidad explicó una parte importante de la reducción de la pobreza en el último año en la ciudad. Entre 2021 y 2022, el porcentaje de personas con privación por tener desempleo de larga duración cayó 4 pobreza en ingles,1 p.p.
Antioquia tiene los niveles de pobreza más bajos en salud y bienestar subjetivo, aunque persisten los bajos niveles educativos de los adultos. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) utiliza el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) para actualizar los valores de las canastas y los ingresos de los hogares. La intención del presente trabajo es proponer algunas variaciones al espacio de bienestar económico de la medición multidimensional de la pobreza conforme al supuesto de que los índices de precios en su versión democrática y por ciudad reflejan mejor que el INPC el nivel de precios al que se enfrentan los consumidores.
Entre el año inicial y el año ultimate, los indicadores de brecha de la pobreza tri y pentadimensional se reducen, para todos los grados de sustitución entre dimensiones y en todas las regiones. Sin embargo, tal reducción es menor que la de la incidencia, lo que indica niveles de déficit problemáticos entre quienes se mantuvieron como pobres multidimensionales. Entre 2010 y 2013 se presentó una leve -pero estadísticamente significativa- reducción de la brecha y la severidad de la pobreza multidimensional, mientras que en los años posteriores se mantuvieron en el mismo nivel. Además, como muestran la gráfica 5 y el anexo 3, la magnitud de la reducción y la variabilidad cambian según el grado de sustitución y difieren entre regiones.
Además, el informe va todavía más lejos al exhibir las importantes diferencias existentes entre las zonas urbanas y rurales. Hay 1.one hundred millones de personas viviendo en situación de fundaciones internacionales de ayuda social en zonas rurales, mientras que 201 millones están en las ciudades. Asimismo, la pobreza mundial se verá agravada por los conflictos entre naciones y el cambio climático. Además, conoceremos qué información proporcionan el índice de pobreza multidimensional y el índice de pobreza humana y cómo utilizan estos datos para ayudar a las personas a salir de la pobreza actualmente y en el futuro.
Llegó el invierno con lluvias intensas, bajas temperaturas y también con una inminente alza en las cuentas de la luz. En este contexto, Alejandra Cortés, académica de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, entrega recomendaciones para mejorar la calefacción de los hogares; mientras que Jorge Berríos, profesor de la Facultad de Economía y Negocios de la U. De Chile, recomendó evitar los “consumos vacíos” para que las cuentas de la luz no aumenten demasiado. Estaremos estableciendo unos estándares independientemente del lugar dónde nazcamos, del género o de la etnia.
En el tercer caso, según cálculos del INEI, entre el 2021 y 2023 el gasto real en alimentos cayó en más del 8% en términos reales en zonas urbanas, lo que podría estar implicando deterioros no solo en la cantidad de alimentos consumidos sino calidad y diversidad. En tales circunstancias, es perfectamente entendible que la desnutrición crónica infantil para niños menores de cinco años aumentara desde 6.8% (2021) hasta 8.1% (2023) y la anemia para niños entre seis meses y 35 meses lo haga desde 35.3% (2021) hasta forty.2% (2023). A pesar de que la sobrerrepresentación en la pobreza de niños, niñas y adolescentes es un fenómeno común en los países de la región, no es un destino ineludible de las naciones. Aquellos países que protegen en forma más robusta a la infancia, logran revertir esta tendencia y disminuir la mayor incidencia de la pobreza en ese grupo. Desde UNICEF promovemos la instauración de un Piso de Protección Social que garantice seguridad básica del ingreso para los niños y niñas, por lo menos equivalente a un nivel mínimo definido en el plano nacional, que asegure el acceso a la alimentación, la educación, los cuidados y cualesquiera otros bienes y servicios necesarios. Primero, un enfoque multidimensional permite caracterizar de manera más precisa la población en situación de carencia y sus necesidades específicas.
No cabe duda, que es un camino largo con varias dicusiones técnicas y políticas, que involucran la participación de todos y todas; y que, finalmente, posibilitará su oficialización. Otro resultado que se debe mencionar es que el nivel de pobreza es diferente cuando solo se considera la incidencia y cuando se añaden la brecha y la severidad de la pobreza multidimensional, mediante variables continuas o pseudo continuas. Esta última manera implica concebir la pobreza no solo como una situación de privación absoluta, sino también como un fenómeno de cronicidad y altas distancias respecto a los estándares de vida mínimos de referencia. A nivel regional, la región Pacífica muestra tasas de incidencia tridimensional y pentadimensional más altas que las demás regiones, lo que coincide con la medición tradicional de la pobreza multidimensional y las cifras de incidencia unidimensional de la sección anterior.
Para esta dimensión se consideraron 7 variables que se dicotomizaron según los criterios de carencia o déficit que presenta el cuadro 1. Su umbral es four, es decir, si hay déficit o carencia en tres o más variables, el hogar está privado de bienestar subjetivo. En el enfoque de ByCh -muy utilizado para estudiar la pobreza multidimensional en varios países, en specific en América Latina- se construye un indicador con varias dimensiones, variables y umbrales unidimensionales, dependiendo de la información disponible y del alcance del estudio. Existen trabajos sobre Argentina (López y Safojan, 2013; Conconi, 2011), Brasil (Ferreira, Soares y Andrade, 2017; Paes, de Carvalho y Franco, 2006), Chile (Bronfman, 2014), Uruguay (Arim y Vigorito, 2007), y más generales, como los de Battiston, Cruces et al. (2013) y Alkire y Santos (2010). La importancia de medir la pobreza más allá del nivel de ingresos ha sido resaltada por Amartya Sen, quien la concibe como «la privación de capacidades básicas y no meramente como la falta de ingresos» (2000, p. 114). En esta óptica, la pobreza consiste en un nivel de capacidades insuficiente para cumplir un conjunto básico de funciones en la sociedad.
El enfoque de capacidades expande el entendimiento del bienestar incorporando la “capacidad” de los individuos de hacer y ser en base a su propia libertad. Pobreza en este contexto es la ausencia de las capacidades más básicas que contribuyen a una vida razonable (Hick, 2012). La metodología axiomática propuesta por Alkire and Foster (AF) no es la primera medición de pobreza multidimensional, sin embargo, su relevancia permitió la expansión del concepto y su aplicación en una serie de países, incluido Chile.
Consideramos también el aporte que vamos a tener en el futuro por el aumento del ingreso mínimo, por el hecho que se está reduciendo la inflación y los aportes a los hogares a través de la política pública que esperamos financiar con el pacto fiscal. Creo que podemos decir que Chile va una dirección claramente positiva en esta materia y que quisiéramos intensificar durante los próximos años”. Tras la entrega de datos, la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete destacó las cifras, puntualizando que “estamos contentos porque Chile logró una reducción histórica de la pobreza y recuperó la senda previa a la pandemia. Ha sido un periodo difícil para el país y como Gobierno hemos respondido a los desafíos que nos impuso la recuperación post pandemia y el alza de la inflación. No somos complacientes y tenemos un compromiso con el bienestar de las familias y el desarrollo del país, por lo que seguiremos trabajando con fuerza, implementando medidas y acciones, tal como lo hemos hecho hasta ahora, que permitan avanzar en derechos y garantías sociales, mejorando la calidad de vida de las personas”. El Ministerio de Desarrollo Social adaptó y desarrolló en conjunto con diferentes actores sociales una metodología que busca determinar las carencias que sufren los hogares en distintas dimensiones del bienestar y luego suma estas carencias para identificar a los hogares en situación de pobreza multidimensional.
Una de sus integrantes es la Oficial de Políticas Sociales de UNICEF, Amanda Telias, con quien conversamos sobre esta Comisión. Telias es economista de la Universidad de Chile, Magíster en Desarrollo y Planificación del University College of London y PhD en Política y Gestión del Desarrollo de la Universidad de Manchester del Reino Unido. En 2023, la incidencia de pobreza multidimensional en el país fue del 12,1%, -0,8 puntos porcentuales menos que en 2022 (12,9%).
Esos cambios son más notables cuando se incluyen más dimensiones y se consideran diferencias en los déficits de un mayor número de variables. Las gráficas 3 y four muestran que esa reducción ocurrió en el whole nacional y en todas las regiones, aunque los niveles de pobreza aumentaron en algunos años; y en los últimos años de análisis no se presentaron cambios estadísticamente significativos para el total nacional y la mayoría de regiones, e incluso en Bogotá aumentó. Por último, en bienestar subjetivo las regiones Pacífica y Atlántica tienen las más altas tasas de incidencia. No solo porque un gran número de habitantes se siente pobre, sino porque considera que su nivel de vida no es el deseado y que su ingreso es insuficiente para garantizar sus gastos mínimos; el 29,6% considera que las condiciones de vida en su hogar son regulares o malas. A nivel nacional, todas las dimensiones muestran una disminución en la tasa de recuento entre 2010 y 2016; pero con diferencias en los niveles de carencia de cada una3.