Facultad De Ciencias Sociales

Y él también tiene claro que el modelo chino puede ser difícil de exportar, porque su éxito depende en parte de las condiciones y tradicio­nes únicas de China. Por el contrario, en el “capitalismo político o au­toritario dirigido por el Estado”, el otro “tipo ideal” del autor, el papel del Estado es primordial. Su propósito (haciéndose eco de Weber) es “el banco mundial pobreza extrema uso del poder político para obtener beneficios económicos”, como ha hecho el Estado chino con un éxito tan espectacular desde 1980. Su característica principal es la “burocracia muy efi­ciente y tecnocráticamente experta” que dirige el siste­ma. Los tecnócratas son libres de interferir con el fun­cionamiento del mercado en razón del interés nacional.

Es sustituir la voluntad de los individuos libres por la voluntad de quienes los mandan. Esta es una de las razones por las que el socialismo como abolición de los derechos de propiedad privada es un lastre para el crecimiento económico y el desarrollo (Merriam-Webster, 2023). La política agraria en el gobierno de Juan Manuel Santos no ha dado nada positivo, a excepción de los acuerdos de la Habana en este punto concreto. De allí que hay que considerar, a la par con el conjunto de cambios contenidos en los acuerdos sobre la tierra, la ley 1776 de 2016, llamada ZIDRES (Zonas de interés de desarrollo rural, económico y social). Impulsada con ahínco por Santos y que, al decir, de los expertos, resulta contraria, no solo a los intereses de los minifundistas, sino al pacto de paz con las FARC. En su contenido original esta reforma constituía una reedición del Agro Ingreso Seguro, pues determinaba la exigencia de obligar a los pequeños y medianos productores a asociarse para recibir estímulos económicos, lo que llevaría a combinar el gran capital con el trabajo.

Hay una serie de índices de bienes públicos que se tienen que financiar llegamos fácilmente a los 19 mil millones de dólares que no pueden proveerse de ninguna manera, bajo la organización precise de la economía. Respecto del cobre, nadie lo menciona porque está en manos de las trasnacionales. Uno es el cambio climático y el otro es el envejecimiento de la población, por cada one hundred personas activas, hay 78 pasivos ya sea jóvenes que aún no ingresan al mercado laboral, o adultos mayores que se supone deberían recibir pensión. En el año 2050 esta cifra será mayor, porque hay que agregar un proceso de robotización que expulsará a mucha gente de sus puestos de trabajo. Esto ya podemos verlo en la artesanía de masas, en casos como Instagram o Uber, por ejemplo. Son todos artesanos reunidos bajo la mentalidad y la lógica de los artesanos que quiebran un gremio, una organización  que tiene los visos de una fábrica con todos los beneficios, etcétera para que luego “cada uno se sirva su propio buey”.

El creciente número de personas en situación de pobreza puede dar fe de ello. Y a pesar de lo que puedan sugerir las estadísticas inexactas, mientras tengamos un sistema diseñado en torno a las ganancias, eso no cambiará. La pobreza no ha sido reducida por el capitalismo, sino a pesar y en contra de la oposición de los capitalistas. Entonces, no es solo que el capitalismo no soluciona la pobreza, sino que sumerge a más y más personas en la desesperación, para que el sistema pueda sobrevivir.

No se saca nada con hacer pasar a un grupo de personas “justo” por encima de una determinada línea materials, si otro grupo reducido sigue acumulando una parte cada vez mayor de los recursos materiales disponibles, y por ende aumentando las diferencias. Lo que se requiere es avanzar efectivamente hacia una sociedad más equitativa, más integrada. Así, el desarrollo material de las muy vulnerables clases medias se asemeja en realidad a la paradoja de Aquiles y la tortuga. El caso de las personas que “salen de la pobreza” en un esquema capitalista es muy similar a la lucha infructuosa de Aquiles. En virtud del crecimiento económico (ie. chorreo), un segmento de la población, con mucho esfuerzo y sacrificio, logra asomarse por sobre la línea de la pobreza.

La desaceleración del crecimiento y el aumento de la inequidad en varios países, a lo largo y ancho del globo, ponen otra vez al capitalismo ante un cuestionamiento profundo. ¿Tiene la política el suficiente poder para corregir sus consecuencias indeseables? ¿Todos los factores que han contribuido en el aumento de la desigualdad son negativos?

¿Es esta una discusión que concierne principalmente a quienes viven en la Región Metropolitana, pero que omite la presencia de otros fenómenos y problemáticas más urgentes a resolver en otras partes del territorio nacional? ¿Puede existir alguna relación entre los niveles de conflicto que se observan en el territorio, la desigualdad y el porcentaje de la desigualdad que explica el 1% más rico? Si es que el 1% más rico no solo ostenta el poder económico, sino que también utiliza dicho poder para influir en la política (en desmedro de quienes se encuentran más abajo en la distribución de ingresos), entonces es probable que dichos territorios experimenten un mayor número de conflictos sociales. Como respuesta a estos indicadores, suele decirse que el problema no es que los ingresos sean muy desiguales, sino que hay demasiadas personas pobres. También se argumenta que la desigualdad period baja en los regímenes comunistas ruso y chino en 1980 y que su posterior aumento contribuyó a estimular la innovación y el crecimiento en beneficio de todos. Esto último es especialmente cierto para China, donde la pobreza disminuyó drásticamente.

capitalismo pobreza y desigualdad

Se habla de que el capitalismo tiene dificultades para superar la pobreza, pero me parece que el problema es en realidad más profundo. El capitalismo genera condiciones tales que, aún si se “supera” la pobreza (desde un punto de vista cuantitativo, por ejemplo medido a través de la Casen), persistirán de todas formas situaciones de desigualdad e injusticia social tan pronunciadas, que el descontento e incluso la violencia social se hacen cada vez mayores. Esto es muy perceptible en el caso de Chile, donde a pesar de haber reducido drásticamente la pobreza, y de estar a sólo four catalina littin mil dólares per cápita del “desarrollo”, la conflictividad social y la “bronca” de las personas con el modelo, es cada vez mayor. Nuestra época no es la primera que cuenta con grandes capas de la población viviendo bajo los niveles mínimos de pobreza, a veces la miseria y el hambre, pero es la primera que posee los recursos materiales necesarios para evitarlo.

Incluso no contar con agua potable o servicio de alcantarilla no es algo que sea indigno en sí. En otras épocas, lugares o condiciones podía ser considerado perfectamente aceptable. Todas estas condiciones se vuelven indignas e inaceptables, en la medida que hay otras personas que tienen la posibilidad de contar con ellas, más aún, en la medida que la sociedad cuenta con los recursos para generar estas comodidades para todos, pero simplemente niega su acceso para grandes mayorías. Las posibilidades de construir la paz en Colombia son inciertas en tanto las causas que han alimentado la guerra permanezcan inmodificadas.

Una política que, por ejemplo, terminara con la colusión, podría hacer que la economía chilena ganara a la vez en eficiencia y equidad. Dos de los autores de este estudio (López y Figueroa) ya habían calculado en 2011 que los cinco hombres más ricos de Chile en ese momento (Luksic, Angelini, Matte, Paulmann y Piñera) ganaban lo mismo que un millón de personas. Tomados en conjunto, estos “5 grandes”, como los llamaban, tenían un ingreso equivalente al 30% de la población chilena (ver estudio en ingles). Durante las últimas décadas, siguiendo la receta de Lucas, muchos países priorizaron la lucha contra la pobreza y dieron la espalda a la desigualdad. Por ejemplo, en Estados Unidos, la pobreza cayó entre 1948 y 1960 desde el 33% al 19%. Pero desde entonces, no ha habido variación y hoy son 45 millones los estadounidenses que están bajo la línea de la pobreza.

Para Atkinson, en cambio, “hay pasos que pueden dar los gobiernos, las firmas, los sindicatos y las organizaciones de consumidores para reducir los presentes niveles de desigualdad. Y reclamaba que la “Tercera Vía” y sus seguidores en el mundo no se hayan atrevido a actuar frente a los mercados, en defensa de las familias. La Araucanía, la segunda región más desigual del país, sigue en la lista como la séptima región con mayores niveles de conflicto, según al informe de COES (Figura 1). Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad.

Una de ellas, sino la más importante, es la inequitativa repartición de la tierra en un país eminentemente agrario. Los Acuerdos de la Habana constituyen apenas una aproximación a lo que debería ser una política de Estado de largo plazo y no el producto de una coyuntura que podría ser aprovechada con fines electorales para transformar los pactos mencionados y proceder en retroceso a negar las conquistas en estos cuatro años de diálogos. La tierra en Colombia seguirá siendo un tema precise porque no sólo la violencia ha destruido el aparato productivo agrario, sino además, los tratados de libre comercio y las diferentes normas, que como la Ley Zidres, han privilegiado intereses elitistas de castas criollas o de multinacionales. El 55.97% de los predios son minifundios inferiores a cinco hectáreas, en tanto el extremo contrario, superficies de más de quinientas hectáreas solo conforma el 0.54% del conjunto de propiedades estudiadas26. Los ricos disfrutan de algunas de las ganancias de riqueza más grandes de la historia, mientras que las cosas se ven cada vez más sombrías para la clase trabajadora de todos los países.

Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor. A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. Chile ha sido un país de muchas diferencias sociales a lo largo de toda su historia. Al igual que otras naciones de América Latina, su origen se remite a la Colonia, cuando se constituyeron las instituciones que la inician, como la concentración en la propiedad de la tierra y la relación jerárquica entre la clase alta y el bajo pueblo. Muchas personas están pidiendo un cambio en el sistema existente, con el que se de cuenta las necesidades existentes en lugar de solo enriquecer los intereses privados. Es decir, reconsiderar el contrato social para el capitalismo, de modo que se vuelva más inclusivo.