Exposición Profundizó En Aspectos Sobre La Desigualdad En Latinoamérica Noticias Uach

Miro mis archivos y leo que en la última elección presidencial de Estados Unidos (2020), la más cara de la historia de ese país según el Center for Responsive Politics, se gastaron aproximadamente US$5,2 mil millones. Monto que explica la cuantía de los intereses en juego y la creciente violencia en las campañas. En el segundo puesto de ese listado está Julio Ponce Lerou, quien tomó el control de SQM (Soquimich), una de las mayores productoras mundiales de litio, yodo y fertilizantes, una vez privatizada por Pinochet, su suegro.

Dicho lo anterior, no creo que la de ingreso sea la desigualdad más relevante para explicar el estallido social. En cambio, en este texto sostengo –como hipótesis– que hay dos tipos de desigualdades que están relacionadas con la desigualdad de ingreso y que tienen una relación más directa con el estallido social, a saber, la desigualdad de exposición a la incertidumbre y la desigualdad de poder. 3 En specific banco mundial pobreza, mientras la primera podría explicar por qué amplios sectores de la población están tan “descontentos con el modelo”, la segunda desigualdad explicaría por qué este descontento no se canalizó de forma gradual a través de la institucionalidad política y tuvo que explotar de esta manera.

america latina pobreza y desigualdad social

En 2021, con el fin de mitigar los efectos de la pandemia en el mercado laboral, los Gobiernos implementaron una serie de medidas de apoyo a trabajadores que, junto al avance de los procesos de vacunación, permitieron una «lenta recuperación» y un alza del PIB del 6,2 por ciento, según cifras de la institución. A pesar de que la pobreza ha caído desde 2002 en adelante, la desigualdad se mantiene constante. En Colombia el 10% de la población más rica del país gana cuatro veces más que el 40% más pobre. «Este coeficiente hay que ubicarlo en la serie de países para darse una idea. El país más igualitario, Noruega, tiene un índice de 25,9 y el más desigual, Sudáfrica, un 63,4», indicó a BBC Mundo Herrera Bartis. Una de las expresiones más importantes de la desigualdad son las diferencias existentes hoy en el impacto de la pandemia de la Covid-19 entre los multimillonarios y el resto de la población de América Latina. La urgencia en la incorporación de nuevas profesiones al Código Sanitario, debido a las actuales problemáticas que enfrenta el sistema de salud en Chile, quedó de manifiesto por unanimidad en un panel conformado por ex autoridades y expertos del…

La variante ómicron, que según la organización Mundial de la Salud (OMS) es la predominante en el mundo, ha provocado una escalada de contagios sin precedentes en Latinoamérica con récord de infectados en varios países como México, Argentina, Perú y Chile. «También aumentó la proporción de mujeres que no recibe ingresos propios y se mantuvieron las brechas de pobreza en áreas rurales, pueblos indígenas y la niñez», señaló Bárcena. Debido a la limitada intervención estatal, la situación empeora cuando se considera también el acceso a la salud y la educación. En efecto, el 10% más rico tiene un ingreso 27 veces superior al 10% más pobre. En términos de caída o desaceleración económica Panamá es una de las excepciones de la región.

Teniendo en cuenta los altos niveles de desigualdad y pobreza que preexistían en la región, no sorprende que sea una de las más afectadas por la pandemia. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad. Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. Muchos trabajos de investigación han tratado de identificar cuán importante es la relación entre desigualdad y desarrollo, y los mecanismos para explicar dicha relación. Una de las conclusiones es que ella opera vía mecanismos más indirectos de lo que se creía. Así, Daron Acemoglu y James Robinson argumentan que las brechas socioeconómicas afectan negativamente el desarrollo de los países cuando se traduce en un acceso, también desigual, al poder político; este mecanismo se relaciona con la potencial captura de rentas por parte de la élite y el bloqueo de oportunidades de desarrollo para el resto de la población.

Si en un país todos los ingresos aumentan en la misma proporción, el coeficiente de Gini de ese país sería el mismo antes y después de dicho crecimiento. Sin embargo, en términos de poder adquisitivo, el individuo que parte de un ingreso mayor se beneficiará en términos absolutos más de dicho crecimiento uniforme que quien empieza desde un ingreso menor. “En los últimos treinta años, la desigualdad en América Latina se redujo, cuando la medimos con el instrumento que más se utiliza para esto, que son las encuestas de hogares”, dijo la académica para iniciar. En tanto, el Representante Adjunto de UNICEF, sostuvo que “la pobreza mata sueños, mata posibilidades. Mucha gente que podría ser un gran aporte a la sociedad se queda atrás porque no logra avanzar, por más que quiera.

También hay un agravante de género a considerar, por cuanto más de un 70% de las mujeres asalariadas con educación media completa y que trabajan más de 30 horas semanales, obtiene una remuneración por debajo del umbral citado. La evidencia disponible sugiere que tanto el aumento como el descenso de la desigualdad del ingreso laboral han estado asociados al incremento o la caída de los retornos de la educación. En explicit, en la mayoría de los países donde la desigualdad total descendió durante la década del 2000, los retornos a la educación primaria, secundaria y terciaria, respecto de ninguna escolaridad o escolaridad primaria incompleta, también descendieron. En concreto, la desigualdad de los ingresos laborales se redujo, acortándose la brecha salarial entre trabajadores altamente calificados y poco calificados. Así, entre 2002 y 2013, el ingreso laboral del decil más pobre creció, en promedio, un 50% en términos reales, mientras que el aumento promedio fue del 15% para el decil más rico (y 32 % para el ingreso de la mediana de la distribución).

Siguiendo al texto Desiguales y a la OECD (2012), se necesita reducir las brechas que existen en la estructura productiva de la economía chilena, que se expresan en circuitos diferenciados de productividad, competencias laborales, salarios y estabilidad en los empleos. Entre las políticas a considerar destacan las que mejoran la productividad vía capacitación, aumentan la participación laboral femenina y reducen las prácticas discriminatorias en el mercado del trabajo; así como un fortalecimiento de todos los niveles del sistema educativo. La desigualdad es un desafío ético porque implica una injusticia, ya que todos tenemos una dignidad por ser personas y el derecho a participar de los bienes y servicios que se producen en la sociedad; y es injusta porque esta realidad podría ser distinta mediante políticas públicas.

Con todo, los datos muestran que estamos mucho más arriba que Argentina o Uruguay. Un cuadro más completo se obtendrá cuando estén disponibles las cifras de países de alta desigualdad, como México y Brasil. Con todo, no hay evidencia de que las desigualdades discutidas hayan aumentado en los últimos 30 años.

Y afirma la necesidad de una distribución que garantice la independencia y la voz de todos. Es preciso advertir que incluso los países más igualitarios exhiben algún grado basal de desigualdad vinculado a la división del trabajo, la que requiere pagos diferenciados acorde a la complejidad de las ocupaciones o para el fomento de actividades que están sujetas a un appreciable nivel de riesgo, como la innovación y la labor empresarial. Asimismo, la búsqueda de la igualdad no supone eliminar la diversidad de valores, preferencias y capacidades que nos distinguen como personas. Las medidas de mitigación están siendo importantes, aunque, en el corto plazo, la desigualdad y la pobreza se están incrementando.

Lo anterior incluye la reducción de las barreras normativas, el fomento de la adopción de tecnologías, la promoción de la competencia, la mejora de las capacidades de gestión, y el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral y de la calidad de los empleos. El país debe también impulsar la transición verde a nivel mundial, tanto con la energía renovable como con el plan para expandir la producción de litio a través de alianzas público-privadas, que podrían contribuir a un mayor crecimiento en el futuro. En México, de acuerdo a los datos ofrecidos por el Consejo Nacional de Evolución de la Política de Desarrollo Social, La pobreza por ingresos en México para 2023 se ubicó en el 36,3%, lo que implica que aproximadamente 47 millones de mexicanos viven en la pobreza, mientras que la pobreza extrema alcanzó el 12,1% que equivale a 15,6 millones de personas.

Sin embargo, en este escenario dantesco, los súper ricos siguen creciendo, desde iniciada la pandemia Latinoamérica cuenta con otros eight supermillonarios, es decir un nuevo mil millonarios cada dos semanas, según el informe de la ONG Oxfam conocido durante esta semana. El ex chico reality utilizó sus redes sociales para hacer el inesperado anuncio, mostrándose decidido a encontrar un lugar en el extranjero. Las palabras de bienvenida estuvieron a cargo de la presidenta de la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social, Ana María Campanini; el vicerrector de Desarrollo, Jorge Mendoza; el director de la Escuela de Trabajo Social PUCV, Edgardo Toro; y el seremi regional de Ciencias, Tecnologías, Conocimiento e Innovación Macro Zona Centro Norte, Jorge Soto. Esta debilidad de la Casen refuerza la opción tomada por el grupo de Alvaredo y otros de usar datos tributarios históricos elaborados por el Servicio de Impuestos Internos.

Si las frustraciones y el descontento social no se canalizan por una vía democrática e institucional, los liderazgos populistas se acentuarán en la región. Y los discursos antisistema, los políticos «outsiders» que se autopostulan como «salvadores» frente a las múltiples crisis, aparecerán como una alternativa tentadora para importantes franjas de la población. La profundización de la desigualdad ocasionada por la pandemia se refleja en terrenos como el educativo, donde existe un acceso inequitativo. «Hay sectores que no han podido mantenerse al día con la educación características de desigualdad social y eso va a tener un costo enorme a futuro en términos de pérdida de capital humano», agregó Santibañes. La desigualdad sería menos problemática si el lugar que ocupan las personas en el orden social fuese pasajero, sujeto a cambios durante el ciclo de vida o, por último, si la posición social de los hijos no dependiera de la de los padres. “En el corto plazo, si bien la situación es horrible y ha introducido una desigualdad brutal, vemos que por lo menos estas medidas de contención y transferencia de ingresos pueden estar siendo mitigadoras”, apuntó Lustig.