Estudio Revela Que Índices De Pobreza En Latinoamérica Bajaron Al 29% Durante 2022

Algunos países han podido aprovechar el impulso de sus exportaciones de productos médicos y los productos agrícolas. La CEPAL señala (p. 6) que Guatemala y Honduras se han beneficiado de las ventas de mascarillas y Costa Rica de las de equipos médicos, destinadas principalmente a Estados Unidos. Al margen de Venezuela, cuya disaster es mucho más profunda y tiene causas que van más allá del efecto de la pandemia, las economías centroamericanas han reducido sus exportaciones por encima de la media, así como Paraguay, Uruguay, Perú y Argentina. La caída en las importaciones ha sido más pronunciada en Panamá, Paraguay, El Salvador, Ecuador, México y Colombia. Las primeras tienen una fuerte presencia en el turismo y restauración y los segundos tienen trabajos más precarios.

Por eso creemos que los dos o tres años próximos tendremos un crecimiento que estará ahí, sufriendo”, ha apuntado Cimoli. La Cepal recomienda fortalecer los ingresos públicos para ampliar el espacio fiscal como elemento central para el desarrollo. Al mismo tiempo la encuesta reveló que la pobreza extrema también experimentó una reducción en 2022 y se ubicó en el 2% a diferencia de 2020 que fue del four,3%.

En la medianía del registro están Chile, Costa Rica, Ecuador y Paraguay, con aumentos de pobreza de entre tres y cinco puntos; Bolivia, México y República Dominicana, con un crecimiento de menos dos puntos porcentuales, y El Salvador, donde prácticamente no varió. El reporte «Panorama Social de América Latina» estimó que la tasa de pobreza extrema creció del 13,1% al 13,8% en 2021, mientras que la pobreza disminuyó del 33% al 32,1%, alcanzando a 201 millones de latinoamericanos. «Existe un vínculo indirecto entre populismo y pandemia, a través de la crisis económica y social. Ante las frustraciones económicas que va a dejar el coronavirus, pueden fortalecerse este tipo de liderazgos, que vemos en América Latina y en el mundo. Pueden crecer los discursos antisistema a partir de esas frustraciones», afirmó Negri. Detrás de las protestas no solo hay causas inmediatas vinculadas a la disaster económica y la desigualdad social. También subyacen fenómenos más profundos, como el descontento generalizado hacia las élites y clases gobernantes.

america latina pobreza

«Es preciso reconocer que la ética del cuidado pone de relieve elementos importantísimos para la vida ethical. El cuidado se refiere, en definitiva, a la sensibilidad ante las necesidades y vulnerabilidades del otro concreto, en su singularidad, con quien estamos en relación»(23). “No es momento para cambios graduales, sino para políticas transformadoras y ambiciosas”, sostuvo este jueves José Manuel Salazar-Xirinachs, Secretario Ejecutivo de la CEPAL. “Se requieren esfuerzos intersectoriales de política pública que vinculen la oferta educativa con la salud, el trabajo y la protección social, y que permitan asentar mecanismos para garantizar un nivel de bienestar e ingresos en una period de volatilidad e incertidumbre”, agregó. “Ocho de cada 10 latinoamericanos son vulnerables, por ello se requiere avanzar en sistemas de protección social universales”, dijo la secretaria ejecutiva de la institución, Alicia Bárcena, quien alertó de que el ascensor social se ha detenido y cerca de 59 millones de personas que en 2019 pertenecían a los estratos medios experimentaron un proceso de movilidad económica descendiente. El organismo dependiente de la ONU estimó que el año pasado la tasa de pobreza alcanzó el 33,7% de la población y la tasa de pobreza extrema se situó en 12,5%, niveles que no se han observado en los últimos 12 y 20 años, respectivamente. En los últimos cinco años se sumaron a la pobreza extrema en América Latina 17 millones de personas.

«Los tiempos de altas tasas de crecimiento combinadas con una reducción de la pobreza entre moderada y fuerte ya habían terminado en América Latina antes de la crisis», señaló. En 2022, un whole de 54,2 millones de hogares (39 % del total) dependían exclusivamente del empleo casual en la región, según la Cepal. La desaceleración en la región comenzó en el segundo semestre de 2022, que cerró con un crecimiento estimado del 3,8 %, según Cepal. «Lo que observamos, y también lo que nos comparten nuestros socios en el continente, es que la situación es realmente dramática y que, lamentablemente, los niveles de pobreza seguirán aumentando”, cuenta Wünsch en entrevista con DW.

Este nuevo documento del organismo regional de las Naciones Unidas será presentado oficialmente, y analizado por autoridades y especialistas de la región, durante la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe, que se llevará a cabo entre el lunes 2 y el miércoles four de noviembre en Lima, Perú. «Lo que observamos, y también lo que nos comparten nuestros socios en el continente, es que la situación es realmente dramática y que, lamentablemente, los niveles de pobreza seguirán aumentando”, señaló Wünsch en entrevista con DW. Más allá de las alternativas entre deontologismo y teleologismo, principialismo o consecuencialismo, es necesario promover una praxis ética que reivindique el derecho y deber de todo ser humano a una vida digna, a partir de los cauces epistemológicos que identifican bioética y desarrollo solidario(38).

Desde 2015 se observaba en la región una leve alza de la pobreza, un deterioro en los niveles de bienestar y un estancamiento en los avances de los logros educativos, señala el informe, pero la pandemia generó una disaster social que ya cursa su tercer año que amenaza con provocar un “efecto cicatriz” que merme las oportunidades de esa generación. Salazar-Xirinachs, dijo que los países deben promover la inclusión laboral como parte del desarrollo social. No se puede mejorar el futuro del trabajo sin mejorar el futuro de la producción y viceversa”, afirmó. El coronavirus ha agravado los problemas estructurales de la región, provocando la mayor disaster económica en los últimos a hundred and twenty años en Latinoamérica, con una contracción en 2020 del 7,7% y una tasa de desocupación regional del 10,7%, lo que representa un incremento del 2,6% respecto a 2019, según la Cepal.

Sin embargo, el 42% de los empleados en América Latina gana un ingreso inferior al sueldo mínimo en sus respectivos países. Esta vulnerabilidad depende principalmente del empleo, los beneficios públicos y otro tipo de ingresos complementarios, como pueden ser las remesas. Y en este sentido, la exclusión golpea con más fuerza a quienes no realizaron cotizaciones para la vejez en el mercado formal de trabajo, y a quienes, por distintas circunstancias, quedan en una situación de vulnerabilidad. Mientras en 2014 había 46 millones en esta situación, en 2018 subieron a 63 millones, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Los niveles de pobreza aumentaron en América Latina, alcanzando al 30,7% de la población regional -cerca de 186 millones de personas-, después de una década de reducción en la mayoría de países, según el informe «Panorama Social de América Latina 2017», de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). Brasil, la Argentina, Colombia, México y Perú forman parte de los 10 países más golpeados por el coronavirus. Además, la región experimentará una de las caídas económicas más fuertes a raíz de la pandemia. Según las últimas estimaciones del FMI, mientras a nivel mundial la economía retrocederá un 4,4% en 2020, América Latina sufrirá este año una caída del 8,1%, casi el doble que el promedio mundial. La Cepal prevé una contracción económica del 9,1% para la región, lo que supone unos forty five,4 millones de nuevos pobres y 26,1 millones de desocupados más que el año pasado. De acuerdo con el estudio, estas cifras demuestran que un alto porcentaje de personas en situación de pobreza e indigencia en la región está inserto en el mercado de trabajo; no obstante, los ingresos que obtienen de esta fuente son insuficientes para satisfacer sus necesidades.

No obstante, las economías latinoamericanas ya mostraban importantes debilidades antes del inicio de la emergencia sanitaria. Es decir, la pandemia ha recrudecido los problemas productivos y sociales de América Latina, como la perversa especialización comercial de la región, la debilidad del tejido productivo y del mercado de banerjee y duflo trabajo, y los problemas sociales. De esa diferenciación histórica deriva un acumulado de desventajas que políticas igualitarias no pueden superar. Por ende, vencer brechas implica utilizar herramientas que modifiquen los puntos de partida de los grupos sociales que comparten un espacio, un territorio y una realidad concreta.

El informe publicado esta mañana revela que, tras la expansión económica de 2021 (6,3%), la región alcanzará este año un crecimiento anual promedio de 1,8%, una cifra que la ubica en el lento patrón de crecimiento registrado entre 2014 y 2019. El difícil panorama “es un conjunto de más de un decenio de crisis acumuladas, como la disaster financiera internacional, las tensiones económicas entre Estados Unidos y China, y la pandemia”, sostuvo Cimoli en una rueda de prensa en la que representantes de la Cepal detallaron los hallazgos realizados por el organismo. Entiéndase línea de pobreza al nivel de ingreso mínimo que debe tener un individuo para no ser considerado dentro del rango de pobre o en pobreza extrema. En este marco, resulta crucial redoblar los esfuerzos para fortalecer y mejorar las políticas sociales, en explicit, las estrategias de reducción de la pobreza y la extrema pobreza, asegurando su sostenibilidad financiera y dotándolas de herramientas que garanticen su eficacia y efectividad, indica la CEPAL. Otras naciones que mostraron caídas de al menos 1 punto porcentual en la tasa de pobreza fueron Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y República Dominicana.

En 2020 el cierre de las actividades económicas no esenciales se tradujo en destrucción de empleo, particularmente en los meses de marzo, abril y mayo. Sin embargo, en la gran mayoría de los países se establecieron mecanismos para mantener las relaciones laborales. Aunque también se incrementó el número de personas desanimadas, que son aquellas que dejan de buscar empleo porque saben que no lo van a encontrar. Además, en la supervivencia frente a la Covid-19 influyeron los medios de vida que tenía cada grupo social. La mirada interseccional es especialmente relevante porque aquellas mujeres en una situación más ventajosa, pudieron apelar a sus recursos para una protección más adecuada, agregó la experta. La pobreza extrema, en tanto, pasó del 8,2% en 2014 (48 millones de personas) a 10% en 2016 (61 millones de personas).

“En sentido general, las consecuencias de la pobreza suponen un acumulado de desventajas con la imposibilidad derivada de disfrutar lo que una sociedad ha construido y considera el nivel de bienestar digno y adecuado”, valoró Espina. Que la pobreza en América Latina tenga rostro catalina littin de mujer no solo es un conflicto por el hecho en sí, sino por las consecuencias que de allí se desprenden. Al fin y al cabo, estudios diversos confirman que la pobreza y las condiciones de precarización constituyen un detonante para situaciones de violencia de género y discriminación.