Profesor en el Stone Center on Socio-Economic Inequality del Graduate Center, en la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY), fue economista principal en el Departamento de Investigación del Banco Mundial. Entre sus libros cabe destacar Desigualdad mundial y Los que tienen y lo que no tienen. Estamos frente a una historia económica del “largo” siglo XX, que, más allá del estudio pormenorizado de las principales crisis económicas desde 1914 hasta 2019, propone una historia económica a través de grandes sucesos histórico. No cabe duda que esta obra se inscribe en la mejor tradición de la historia económica, la que, contrariamente a ciertas teorizaciones economicistas, subraya la historicidad y la variabilidad de los fenómenos económicos. En la ocasión, que tuvo como objetivo brindar un espacio de reflexión en torno al análisis sobre las desigualdades en países como México y Chile, Reygadas analizó qué tanto el enfoque de la interseccionalidad resulta útil para entender o no, la desigualdad de Latinoamérica.
Lo decisivo para el capitalismo es la plusvalía (ganancia, interés y renta), no las diferencias en los ingresos salariales o el gasto. La principal característica de los últimos a hundred años de capitalismo no ha sido la creciente desigualdad de ingresos que como muestra Atkinson, no siempre ha aumentado. La característica principal ha sido la concentración america latina pobreza y desigualdad social y centralización de la creciente riqueza, no de los ingresos. Y lo ha sido de la riqueza concentrada en los medios de producción y no sólo de la riqueza de los hogares. El virus por sí solo no discrimina, pero los humanos con certeza lo haremos, formados y animados como estamos por los poderes entrelazados del nacionalismo, el racismo, la xenofobia y el capitalismo.
En su análisis adjudica la culpa de la ralentización del crecimiento y el incremento de la desigualdad en Estados Unidos principalmente a la falta de inversión, en las últimas cuatro décadas, en educación, infraestructura y tecnología. “Puede que, hace mucho tiempo, la imagen de una competencia innovadora, si bien implacable, de una miríada de empresas luchando por prestar un servicio mejor a los consumidores a costes más bajos, fuera una buena caracterización de la economía estadounidense”, comenta el premio Nobel de Economía. “Pero hoy vivimos en una en que unas pocas empresas pueden recoger cantidades ingentes de beneficios para ellas mismas y seguir en su posición dominante durante años y años, sin ser desafiadas”. La doctora se refirió a las protestas políticas y raciales que se están viendo en la actualidad en diversos países y en especial en los EE.UU, “uno de los centros contemporáneos de creación, renovación y difusión del capitalismo a nivel mundial”. La primera corriente se originó al interior del mundo conservador-católico que, a partir de la Encíclica Rerum Novarum, adhirió a la línea social cristiana impulsada por la iglesia católica.
El ingreso de esta clase capitalista (Qc) ha aumentado de aproximadamente 9 veces los ingresos promedios de la clase obrera a 22 veces más, mientras que los gerentes (LPD) han aumentado de 2,5 veces a 3,5 veces los ingresos de los trabajadores. Por lo tanto el aumento de la desigualdad es principalmente resultado de una mayor explotación, un aumento de la tasa de plusvalía, en términos marxistas. Por ejemplo, Simon Mohun, Profesor emérito de Economía, ha publicado un documento que demuestra que el análisis de clase de Marx, que se basa en la propiedad de los medios de producción (el propietario de los medios de producción que explota a los que no poseen más que su fuerza de trabajo), sigue siendo en basic correcto, incluso en las economías capitalistas modernas, como los EEUU.
Hacia fines de esa centuria se inició un periodo de inestabilidad en el marco de la “cuestión social”, que culminó con la elección de Arturo Alessandri en 1920 y el inicio del Estado benefactor. A este ciclo se le asigna cierto bienestar de la emergente clase media y de los trabajadores asalariados. Por otra parte varios países junto con reducir el empleo, los salarios y las prestaciones sociales en el sector público han acelerado las privatizaciones de actividades como los aeropuertos, los correos, el agua y la energía. En Grecia, la Troika exigió, en el 2013, incluso, el cierre de la Televisión Pública, ERT[1], uno de los iconos de la democracia griega. Además algunos países han introducidos cambios constitucionales (caso español) para que el presupuesto fiscal tenga el visado de organismos supra-nacionales disminuyendo aún más la falta de soberanía nacional en las decisiones de política fiscal.
A grandes rasgos, vio la cuestión social como resultante de una crisis ethical que desvirtuó el rol dirigente y protector de la elite criolla. El énfasis estuvo puesto en la responsabilidad que le correspondió a los ricos en el cuidado y bienestar tanto materials como espiritual de los más pobres, a través de la educación, la beneficencia, el socorro y la justicia. Según un estudio del COES (2018), la mayor cantidad de conflictos sociales por habitante se producen en las regiones donde el índice de desigualdad es igual o superior al promedio nacional. Según el cálculo exploratorio propuesto por los autores, y considerando el carácter multidimensional de los orígenes del conflicto social, “reducir la desigualdad de Chile de 0,49 a 0,forty three (GINI) podría significar una reducción de cerca de 18% en los conflictos a nivel nacional”.
En su libro, Atkinson nos recuerda que los mercados no caen del cielo; incluso procesos complejos como la globalización son el resultado de decisiones tomadas por organizaciones, gobiernos, corporaciones e individuos. Y eso implica que “las fuerzas de mercado, indudablemente potentes, dejan mucho espacio para otras determinantes y operan en un contexto social que puede influenciar el resultado de la distribución de ingresos”, escribió. También combatió la actitud de la izquierda inglesa, la de la “Tercera Vía” de Tony Blair, que asumió que la desigualdad era el costo inevitable del crecimiento.
La Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Concepción acogió un recurso de protección presentado por la dirección regional de Biobío de Gendarmería para hospitalizar, en caso de que se complique su salud, al líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, a raíz de la huelga de hambre líquida que mantiene desde el pasado 3 de junio. Así lo sostuvo el Dr. Luis Reygadas, antropólogo y profesor de La Universidad Autónoma Metropolitana de la Ciudad de México, quien también impartió una charla sobre el mercado laboral de la Antropología. “En la práctica, el acceso a bienes materiales y simbólicos se encuentra condicionado por estas distinciones categoriales y mecanismos de cierre social. La construcción categorial es un campo de disputa, donde lo que está en juego es la posibilidad de ajustarse a una categoría u otra”, sostuvo Rojas. Cabe señalar que aun cuando esta tabla sólo describe una de las dimensiones consultadas en este estudio (relativa al rol del Estado), las respuestas en las otras dimensiones consultadas son consistentes con el análisis que sigue. Aun cuando caracterizar y cuantificar la desigualdad de poder es una tarea más compleja, tal desigualdad puede tener expresiones muy concretas en el funcionamiento de las democracias.
Pero él es lúcido sobre los desafíos que el capitalismo político ya está enfrentando en China, donde los capitalistas privados han comenzado a resentir la autonomía del Estado, como lo hicieron sus contrapartes en Occidente antes que ellos. Y él también tiene claro que el modelo chino puede ser difícil de exportar, porque su éxito depende en parte de las condiciones y tradiciones únicas de China. Si bien, desde la recuperación de la democracia Chile ha logrado importantes avances en términos institucionales y en la superación de la pobreza4, a la siga de un crecimiento económico sostenido, poniéndolo en primer lugar en la región; sin embargo, el progreso alcanzado no al canza a todos por igual. La desigualdad en términos de ingreso también lo pone en los primeros lugares del ranking algunas organizaciones sociales latinoamericano5. Bajo su alero surgieron grandes fortunas, cuyo origen se centra en la minería, las finanzas y el comercio.
Lo comenta Arthur Goldhammer, escritor afiliado al Centro de Estudios Europeos de Harvard y traductor, entre otros, de Thomas Piketty. Existen diversas razones por las que podríamos argumentar a favor de reducciones en los niveles de desigualdad que exhibe el país, desde juicios morales y éticos, hasta elementos puramente prácticos como son los efectos que produce sobre el crecimiento, el tejido social, y la concentración del poder político (además del económico). Parece existir una relación bastante directa entre los niveles de desigualdad sobre la ocurrencia de conflictos, que tiene que ser estudiada con mayor profundidad. La Araucanía, la segunda región más desigual del país, sigue en la lista como la séptima región con mayores niveles de conflicto, según al informe de COES (Figura 1). Un dato elocuente en relación a la importancia de la desigualdad nacional es el porcentaje del total de los ingresos que perciben las personas que se encuentran al tope de la distribución. La relevancia viene dada porque son precisamente estas personas que concentran altos niveles de ingresos, quienes adicionalmente ejercen una influencia importante en las decisiones y en el diseño de políticas que finalmente los terminan favoreciendo a ellos mismos.
Con ocasión de la crisis o “estallido social” que afectó a Chile con inusitada intensidad a partir de octubre del 2019, diversos análisis políticos, sociales y económicos han puesto la atención en la desigualdad como una de las principales causas del fenómeno. El auge económico del país asiático, experimentado a partir de los años eighty, logró un reequilibrio geográfico que ha puesto fin a la superioridad militar, política y económica de Occidente. Aunque este crecimiento trajo un aumento en la desigualdad al inside de China, la brecha respecto de Occidente se acortó, contribuyendo a la disminución global de la disparidad en las rentas. Pero la exitosa economía china de los últimos 40 años, por otro lado, también ha derribado esa vieja certeza sobre la comunión entre libre mercado y democracia.
El capitalismo del Siglo 21 se caracteriza por una creciente diferenciación entre centro y periferia, con esta última creciendo más rápido que el centro y con fortalezas en su capacidad de generar ahorros exportables. Este “nuevo” capitalismo, de variante neoliberal, también muestra una alta frecuencia de disaster económicas, seguida de costosas políticas de austeridad junto a una tendencia a la acentuación de la desigualdad de ingresos y riquezas; en este contexto destaca el fortalecimiento de pequeñas pero poderosas elites económicas. Asimismo, este capitalismo del siglo 21 ha traído consigo un déficit democrático no solo a nivel nacional sino también a nivel world.