Finalmente, sólo 21.8 millones de personas se encuentran en un estado “óptimo de bienestar”, ya que registran ingresos superiores a la LBE y no presentan carencias sociales. Gracias al avance en las tecnologías asociadas a la producción de alimentos, en la era actual disponemos de una mayor cantidad de alimentos que son producidos bajo normas y procedimientos estandarizados que aseguran un mínimo aceptable de calidad e inocuidad. Nunca como hoy se había tenido un sistema alimentario mundial tan robusto y desarrollado. Sin embargo, aunque los organismos internacionales como la OMS y la FAO han señalado que la calidad de los alimentos representa un componente esencial de la seguridad alimentaria, desde nuestra perspectiva creemos que este se relación directamente con la pobreza alimentaria. Es decir, no solamente es útil conocer los niveles de pobreza tanto absoluta como relativa, sino que es preciso conocer su intensidad (Kakwani, 1980), sus diferencias entre grupos (Foster et al, 1984) y, con ello, diferenciar las inequidades existentes entre los grupos y sub-grupos pobres (Atkinson, 1987).
La disminución de la pobreza, la justicia social y la existencia de un sistema agroalimentario sustentable son condiciones esenciales para el logro de seguridad alimentaria. La Seguridad Alimentaria y nutricional se outline como el estado en el cual todas las personas gozan, en forma oportuna y permanente, de acceso físico, económico y social a los alimentos que necesitan, en cantidad y calidad para su adecuado consumo y utilización biológica, garantizándoles un estado de bienestar general fundaciones sin fines de lucro que coadyuve al logro de su desarrollo. Por otro lado, la SA es elementary para el desarrollo de una localidad, región, estado o país, y de nueva cuenta, la influencia de la SA se torna en forma multidisciplinaria.
No obstante, las enfermeras no consideran ninguna de estas intervenciones en la planificación; por lo tanto, no son registradas ni consideradas como cuidados de enfermería independientes e interdependientes. Sin embargo, ninguna de estas actividades es registrada en la hoja de cuidados de enfermería, ya que no están incorporadas dentro de la planificación. Dicho de otra manera, se debe buscar potenciar la utilización y el consumo de alimentos bajo la premisa de que estos representan una parte very important de las oportunidades de desarrollo de las personas. Es por ello que la utilización de programas y políticas, así como la difusión de entornos y hábitos alimentarios saludables que conduzcan al consumo de alimentos a la potenciación de los niveles de nutrición y aprovechamiento de las personas, es un aspecto clave en el combate a la pobreza alimentaria y la seguridad alimentaria y nutricional21.
Respecto a los resultados ofrecidos por medición multidimensional15de la pobreza, resalta que el forty four.2% de la población sufre de pobreza multidimensional , otro 33.7% sufre de pobreza multidimensional moderada, y alrededor del 10.5% se ubica en pobreza multidimensional extrema (igual a pobreza alimentaria). En cuanto a las carencias sociales reportadas, la carestía de seguridad social se ubica en la primera posición, con sixty four.7%; posteriormente los servicios de salud, con forty.7%; el rezago educativo, con 21.7%; el acceso a la alimentación, con 21.6%; el acceso a los servicios básicos de la vivienda, con 18.9%; y la calidad y espacios de la vivienda, con 17.5%. Iván Poduje (2020), en su libro Siete Kabezas, evidencia esta profunda disaster habitacional y urbana y cómo esta ha deteriorado la calidad de vida de miles de chilenos, contribuyendo a exacerbar el malestar a través de una tangible desigualdad urbanística y tensiones asociadas a la vivienda y a la dispar calidad de los bienes públicos territoriales. En un reciente estudio de Guillermo Irarrázaval (2019), además se evidencia que las principales razones de “allegamiento” son producto de motivos económicos (generar ahorros o no tener ingresos suficientes para mantener una vivienda propia). De esta forma, la precariedad económica y salarial de muchos podría a su vez canalizarse dentro de la disaster organización social habitacional, generando un doble efecto de precariedad económica, hacinamiento y precariedad urbanística. No es casualidad, como señala Poduje (2020), que el “estallido social” se haya propagado con tanta violencia dentro del territorio nacional, sobre todo por aquellos barrios de frágil clase media que presentaban mayores problemas urbanísticos y precariedad habitacional.
Para la recolección de los datos se aplicó el método de observación participante constructivista, realizada durante four horas por una observadora vinculada al servicio de pediatría durante 6 años. Como resultado del mal desempeño económico y la reducción del crecimiento, así como de la pérdida de empleos en sectores exportadores como la industria electrónica, la industria automotriz y el sector manufacturero en general, los niveles de pobreza comenzaron a incrementarse a partir del 2006. Con lo cual se puede decir que buena parte los avances registrados en el combate a la pobreza generados durante un poco más de una década se han diluido en función de las últimas mediciones. Por ejemplo, la pobreza alimentaria se incrementó de diez a catorce por ciento del 2006 al 2008 (véase gráfica 1).
Por lo que la reformulación del concepto de calidad alimentaria debería asociarse simbióticamente con el de inocuidad, es decir, un alimento debería de considerarse como de calidad si además de no provocar una alteración en la salud de la persona de manera permanente en el tiempo, adicionalmente, coadyuva a la mejora en los niveles nutricios de la misma. Tener acceso a la alimentación también envuelve diversos aspectos como un entorno pacífico y seguro en el cual se pueda realizar libremente el derecho a la alimentación, así como la correcta gestión de la cadena alimentaria. De allí que es evidente la interrelación existente entre la producción y distribución de alimentos, la generación de ingresos, y la accesibilidad, por lo que es necesario la búsqueda de mecanismos consistentes y claros que regulen e impidan el establecimiento de barreras de cualquier tipo que limiten la posibilidad de las personas a acceder a la alimentación19.
Se plantea que no todos los célibes son abusadores de menores y que abusadores también se encuentran entre casados, entre no religiosos y en las propias familias. Hay situaciones reales en que la deprivación sexual ocurre, como, por ejemplo, en las cárceles. Y se sabe que en ellas, al igual que lo ocurrido en el estudio de Minnesota con el hambre, el impulso sexual se exacerba y aparecen todas las formas, subterfugios y resquicios imaginados para satisfacerlo, incluidos el abuso de poder, la violencia física y psicológica y las redes de ocultamiento. Hipotetizamos que estas personas sufren la violencia que ejerce el modelo social actual sobre ellos, y que ellos reproducen en sus casas haciendo activamente lo que padecen pasivamente. Hipotetizamos también, que la mayoría de estas personas abandonamos con poco esfuerzos las conductas violentas al interior de su familia si las condiciones de vida variarán. Sin embargo, aunque exista una hoja de registros basada en dicha teoría, las enfermeras siguen priorizando sus intervenciones utilizando el modelo biomédico, en desmedro de las actividades autónomas; ya que no han integrado los aspectos de la teoría en su quehacer.
Es evidente que la metodología multidimensional otorga una visión más amplia de la pobreza y de sus determinantes, así como de otros aspectos relacionados con el bienestar y los derechos sociales. Sin embargo, en el futuro el reto se circunscribe a la utilización de dicha amplitud de datos en la canalización de mejores programas y políticas públicas que coadyuven a maximizar el combate a la pobreza y de las dimensiones integradas en la metodología multidimensional. De lo contrario, de nada serviría contar con mejores herramientas de medición, si estas a la par no se ven acompañadas de mejores prácticas dentro de la administración pública. Hasta donde hemos revisado, el método de líneas de pobreza y el de NBI representan dos alternativas interesantes para primeramente conceptualizar, y posteriormente medir la pobreza.
Lo evidente es que consiste en una acción de palabra o de hecho de un alguien presuntamente más fuerte sobre un otro más débil. Fue sólo a los 24 años que juntó fuerzas para abandonar a ese marido y buscar otros horizontes en la capital. Para ese entonces, había restablecido comunicación con la madre que vivía en Santiago, cerca de La Pintana. Viajo a esta ciudad sin conocer, sin dinero y sólo con la dirección de la madre y sus four hijos.
Para que la cuantificación de la carga laboral de enfermería sea actual, las actividades deben estar registradas en el plan de enfermería y contextualizadas en algún modelo teórico de la disciplina, dado que el diagnóstico médico no siempre explica las cargas de trabajo. Además, el servicio de pediatría es especialmente complejo debido al nivel de dependencia de los pacientes y al trabajo paralelo con sus familias. Identificar la aplicación de la teoría de Henderson durante el proceso de enfermería, realizar un análisis crítico de la atención observada en el servicio de pediatría y proponer estrategias para implementar cuidados avanzados en enfermería. Para la recolección de los datos se aplicó el método de observación participante constructivista, realizado por una observadora vinculada al servicio de pediatría durante 6 años. En el servicio de pediatría, las enfermeras consideran las 14 necesidades básicas de Henderson durante la valoración del paciente. Sin embargo, durante la planificación y la ejecución de los cuidados son consideradas sólo las primeras 9 necesidades, dejando de lado las necesidades de comunicación, religión, adaptación, recreación y educación.
Así, la evidencia urbanística sugiere que no deberíamos subestimar el rol que han tenido la disaster urbana, la segregación urbana de la capital, la falta de áreas verdes y de espacios de compenetración social y la profunda disaster habitacional en generar nuestra crisis social. Una forma de aplicar los modelos teóricos a la práctica asistencial es en el proceso de enfermería; ya que, proporciona un método lógico y racional a través del cual los/as enfermeros/as pueden organizar la información, considerando la importancia de otorgar una atención adecuada, eficiente y eficaz2. Sin embargo, en la práctica clínica los/as enfermeros/as perciben algunas barreras para utilizar el proceso de enfermería, como la sobrecarga laboral, la falta de recursos y de conocimiento3. Al respecto, López et al. añade que para que la cuantificación de la carga laboral de enfermería sea actual, las actividades deben estar registradas en el plan de enfermería y contextualizadas en algún modelo teórico de la disciplina, dado que el diagnóstico médico no siempre explica las cargas de trabajo1.
El uso de una hoja de registros basada en la teoría de Henderson que incorpore todas las etapas del proceso de enfermería, junto a un proceso previo de sensibilización y capacitación que oriente a las enfermeras a utilizar el modelo en el cuidado de sus pacientes integrando a la familia en los cuidados, permitiría a los profesionales implementar cuidados avanzados en enfermería en el servicio de pediatría. De manera usual, la pobreza alimentaria se ha concebido como un fenómeno altamente asociado a la carencia o insuficiencia de ingreso, lo cual orienta su análisis hacia la evolución y desempeño de la economía y su capacidad de generar empleos bien remunerados y con ello favorecer la distribución del ingreso, sobre todo a los estratos de la población más vulnerable. Lo anterior determina una visión altamente limitada, puesto que esta tiene un carácter más amplio y multidimensional. Por ello, en este trabajo se relaciona la pobreza alimentaria con la seguridad alimentaria y el consumo alimentario, aspectos que si bien tienen una relación con el ingreso, no se determinan de manera exclusiva por este.
En síntesis, el hecho de que entidades estatales, que deberían velar por el bienestar de todos, sigan lógicas mezquinas, al tratar de querer hacer negocios inmobiliarios o “pasadas” con sus terrenos, revela el profundo estado de descomposición de nuestra precise política y burocracia estatal. Así las cosas, resulta irónico que intelectuales varios quieran crear un nuevo e idílico “régimen de lo público” y un Estado de Bienestar à la noruega, sobre los fundamentos de entidades burocráticas tan rapaces y mezquinas como las que tenemos hoy. Observar fríamente este comportamiento rapaz de nuestra burocracia estatal, de cara a nuestra disaster habitacional, puede ser un remedio necesario para calmar nuestras pasiones refundacionales, nuestros desvaríos con relación al Estado y el pernicioso desdén que este realmente puede generar. El hecho de que entidades estatales, que deberían velar por el bienestar de todos, sigan lógicas mezquinas, al tratar de querer hacer negocios inmobiliarios o “pasadas” con sus terrenos, revela el profundo estado de descomposición de nuestra precise política y burocracia estatal. Así las cosas, resulta irónico que intelectuales varios quieran crear un nuevo e idílico “régimen de lo público” y un Estado de Bienestar à la noruega, sobre los fundamentos de entidades burocráticas tan rapaces y mezquinas como las que tenemos hoy.