Desafíos En El Diseño De Medidas De Pobreza Multidimensional

Por ello, es necesario diseñar acciones de política pública costo efectivas que actúen incluso en coyunturas cuando el crecimiento es mediocre (tal como ocurre actualmente en el país). El ejercicio que realizará la Comisión Presidencial tiene una importancia especial en el caso de niños, niñas y adolescentes que viven en situación de pobreza, ya que permitirá proponer recomendaciones para mejorar la medición en este grupo de la población. Por otra parte, la mayoría de las regiones del país presentaron bajas estadísticamente significativas respecto a la encuesta CASEN 2017, destacando La Araucanía (-5,2 pp), Los Ríos (-5,9 pp), Biobío (-4,7 pp), Los Lagos (-4,6 pp) y Metropolitana (-1 pp). Las tasas de pobreza por ingresos más altas en el país las registran las regiones Ñuble (12,1%), La Araucanía (11,6%), Tarapacá (11%) y Arica y Parinacota (9,2%); mientras que en Magallanes (3,4%), Aysén (4%), Metropolitana (4,4%) y Los Ríos (5,9%) se observan las tasas más bajas. La mayoría de las regiones del país presentaron bajas estadísticamente significativas en la pobreza multidimensional en comparación a la encuesta Casen 2017, destacando Ñuble (-9,2 pp), La Araucanía (-7,2 pp), Coquimbo (-6 pp), Aysén (-5,6 pp), Los Lagos (-4,9 pp) y Magallanes (-3,6 pp). Varios países han desarrollado sus propias mediciones de pobreza multidimensional a nivel nacional o local.

El país define una línea de pobreza para determinar si una persona es pobre monetaria o no. Si tiene un ingreso superior a esa línea, calificará como no pobre, pero si es inferior, como pobre monetaria. Si bien en la mayoría no hay un gran déficit en afiliación y acceso, buena parte de la población tiene una percepción negativa sobre su estado de salud.

Segundo, la posibilidad de evaluar las transiciones facilita la identificación de factores relevantes para que un individuo entre o salga de la pobreza. Aquellos que no solo no alcanzan un nivel de vida razonable pero dicha situación se transforma en permanente. Por último, la medida no solo permite la fundacion banco de alimentos clasificación de individuos, sino que también su descomposición por dimensión y por subgrupo. La siguiente figura muestra este resultado para algunas regiones de Chile representado tanto por la incidencia e intensidad de la pobreza, pero también, por la duración promedio de la condición en el tiempo.

La de mayor nivel de privación es la de educación, en el total nacional y en la mayoría de las regiones. La comprensión de que la pobreza es mucho más que un bajo nivel de ingresos dio lugar al enfoque multidimensional, que ayuda a entender mejor el problema de la pobreza. Este artículo propone una medición alternativa de la pobreza multidimensional en Colombia, que incluye dimensiones no convencionales, variables continuas y pseudo-continuas, calcula brechas intradimensionales y sigue la propuesta metodológica de agregación de Bourguignon y Chakravarty. Aunque se ha reducido la incidencia de la pobreza multidimensional, los cambios en la brecha y la severidad son menores, además de que hay grandes diferencias regionales y dimensiones con grandes privaciones. Por último se realizó un ejercicio de «estática comparativa» para conocer el efecto que tuvo modificar el valor de la canasta alimentaria y no alimentaria, ceteris paribus, y el ingreso neto corriente per cápita, ceteris paribus, sobre la incidencia de las mediciones multidimensionales de pobreza. Los resultados obtenidos indican que las modificaciones al valor de las líneas de bienestar económico y mínimo son las que ocasionaron casi en su totalidad los cambios en la incidencia de la pobreza; con otras palabras, las modificaciones del ingreso neto corriente per cápita alteraron sólo mínimamente las mediciones de pobreza.

Las regiones con mayores niveles de pobreza multidimensional son la Pacífica y la Atlántica, para todos los grados de sustitución del indicador ByCh; y sus altos niveles de incidencia hacen que este sea el problema más inmediato. Bogotá tiene los menores índices de cronicidad de la pobreza; incluso en la dimensión de la salud, donde hay alta incidencia, gran parte de los hogares con privación tienen déficit en 2 de las 4 variables consideradas, y por ello la brecha y la severidad son muy bajas. Las regiones Oriental y Central tienen altos niveles de severidad y de brechas, dados sus niveles de incidencia.

De esta manera, se desarrolla la intervención en esta parte de la población y se orientan las prioridades de los estamentos dedicados a este objetivo. El Programa de las Nacines Unidas para Desarrollo (PNUD) promueve el desarrollo humano centrado en las personas. Quienes se encuentran en situación de pobreza experimentan esta realidad de diversas formas. Para ellos y ellas, no solo es la falta de ingresos económicos, sino también es no tener acceso a la salud, agua, o que sus hijos e hijas no accedan a educación. Los resultados de los indicadores de brecha y severidad tienden a ser mayores en la estimación tridimensional, debido a los factores de compensación antes mencionados. No obstante, hay diferencias entre regiones; en Bogotá, debido a la alta brecha en salud, esta es mayor en la estimación pentadimensional.

El índice de pobreza relativa, que mide esta nueva definición en la población, da cuenta de un grupo de necesidades básicas no cubiertas en un mismo hogar. En la dimensión de salud, además de variables tradicionales como la afiliación, se consideran otras, como la satisfacción con el estado de la salud y aspectos ambientales que influyen en ese estado que no se suelen tener en cuenta. Para esta dimensión se construyeron cuatro 4 variables dicotómicas que indican si se logra o no un mínimo bienestar. Se eligió un umbral de 3, relativamente alto, porque si fuese más bajo habría una alta probabilidad de considerar no pobre a quien tiene altos riesgos de salud. Desde el trabajo de Alkire y Foster (2007, 2011) se han hecho estudios que usan la misma estructura matemática, pero otras ponderaciones, dimensiones y umbrales; entre ellos, los de Alkire y Santos (2010) y Yang, Paudel, Zhuang y Jiang (2019), que usan distintos criterios para elegir dimensiones, variables y ponderadores. El primero considera 3 dimensiones con igual ponderación, compuestas por 10 variables con igual peso dentro de cada dimensión.

pobreza multidimensional

Es decir, si bien para los años publish pandemia la participación de la dimensión de trabajo no disminuyó, esto no se debió a un empeoramiento en esta dimensión, sino a una mejora en todas las dimensiones que se ha dado de forma más acentuada en salud y educación. Bogotá fue la región con la incidencia de pobreza multidimensional más baja en comparación con el resto de las regiones (Gráfica 2). Además, comparte el tercer puesto con la región Caribe y Pacífica en ser la región con mayor reducción en relación al año anterior, siendo esta alrededor de 3,0 p.p. De acuerdo con el último boletín entregado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la pobreza multidimensional en Bogotá se ubicó en 3,8 % en 2022, siendo el valor más bajo desde el 2018. Frente a 2021, lo cual equivalió a a hundred forty five mil personas que salieron de la pobreza multidimensional entre estos dos años. Y el mundo no va camino a alcanzar la meta de que en 2030 sean menos del 3% las personas que vivan en situación de pobreza extrema.

Por último, la falta de acceso a agua potable y/o saneamiento adecuado se vuelve crítica cuando la higiene extrema se ha convertido en un elemento indispensable para evitar el contagio y propagación de un virus. Esto último se ve agravado en hogares donde ningún adulto del hogar ha completado un mínimo de educación, lo cual dificulta aún más la incorporación de dichas pautas de higiene. La metodología AF expande los indicadores unidimensionales de pobreza propuestos por Foster, Greer and Thorbecke (1984). En términos simples, se definen una serie de dimensiones relevantes dado el contexto analizado.

Ahora, la incidencia de la pobreza no proporciona un análisis detallado de los cambios en la pobreza multidimensional ni permite comprender la contribución de cada dimensión al indicador. Por esta razón, el DANE utiliza la medida de incidencia de pobreza ajustada, que se calcula como el número de personas en situación de pobreza multidimensional dividido por la proporción de privaciones que enfrenta este grupo de individuos (DANE, 2023). Es alarmante pensar que la mayoría de la población pobre en el mundo son niños y niñas, personas menores de 18 años que enfrentan carencias múltiples y simultáneas. Y según estimaciones de la ONU, los efectos de la precise disaster que estamos viviendo serán visibles en la mayoría de los países hasta el año 2030. De hecho, un estudio de Naciones Unidas estima que si no se toman las medidas necesarias para hacer frente a las consecuencias de la COVID-19, ese año habrá 500 millones de nuevas personas en situación de extrema pobreza en el mundo.

Alrededor de seven-hundred millones de personas viven con menos de USD 2,15 al día (la línea de pobreza extrema). La pobreza extrema sigue concentrada en partes de África subsahariana, zonas frágiles y afectadas por conflictos, y áreas rurales. En aras de mantener los beneficios del desarrollo y acelerar el progreso, se crearon los  Objetivos de Desarrollo Sostenible  para poner fin a la pobreza en todas sus dimensiones, proteger el planeta y garantizar la paz y la prosperidad para todas las personas.

En relación a la pobreza multidimensional, esta registró un valor de 16,9%, lo que implica una disminución estadísticamente significativa respecto al 20,3% que se registró en 2017. Somos una fundación que desde el 2001 trabajamos para fortalecer a la Sociedad Civil a través del voluntariado profesional y el desarrollo comunitario, conectando personas con vocación social y organizaciones sociales que necesiten de su conocimiento y experiencia laboral. Formamos alianzas virtuosas que hacen más fuerte el tejido social y, con ello, contribuimos a la superación de la pobreza y la disminución de las desigualdades.

Sin embargo, los propios pobres consideran que su experiencia de la pobreza es mucho más amplia que la carencia de ingresos. Una persona que es pobre puede sufrir múltiples desventajas al mismo tiempo – por ejemplo, puede tener una mala salud o estar desnutrida, puede carecer de agua limpia o electricidad, tener un trabajo precario o tener muy poca educación. Enfocarse en un solo factor, tal como el ingreso, no es suficiente para capturar la verdadera realidad de la pobreza. Según el PNUD, se considera que una persona es multidimensionalmente pobre cuando su hogar tiene carencias en una tercera parte o más de los indicadores que se ponderan en este análisis, y en pobreza multidimensionalmente “severa” si sufre carencias en al menos la mitad de de estos mismos indicadores. Otro ejemplo del cambio en la manera de captar la información es el de la pregunta sobre basuras en las calles. De 2010 a 2016 se preguntaba si este problema afectaba a la vivienda; en 2017 y 2018 se mide de 1 a 4 su frecuencia en los últimos 12 meses en el sector.