La precise disaster es “la hora más oscura para la humanidad, una gran amenaza ante la que debemos estar unidos para proteger a los más vulnerables”. Solo la unidad de Chile y los días de un país justo y solidario en dignidad y derechos, será la casa común. En Chile coexisten crecimientos urbanos descontrolados por falta de una regulación y planificación urbana adecuada y una política de vivienda apropiada. La desigualdad territorial y la segregación espacial han hecho manifiesto que los más carenciados desde el punto de vista social sean los más afectados y el número de fallecimientos proporcionalmente sea mayor.
Se observó que la mayor esperanza de vida se concentra desde el centro y hacia el oriente de Santiago, con una expectativa de hasta 17,7 años más en estas zonas favorecidas. Economista de la Universidad de Chile y physician en economía de la Universidad de Pennsylvania, Larrañaga se ha especializado en política social, desigualdad, pobreza y mercado del trabajo. El libro, que se centra en la desigualdad socioeconómica, quería aportar para pasar de una “discusión a nivel de slogan” a una de contenido analítico y basada en la evidencia empírica.
Para el estado de salud auto reportado (mala o regular), midiendo el índice de concentración con ingreso o educación, la desigualdad es evidente a nivel nacional y en todas las regiones. Para Argentina, utilizando el índice de concentración con ingreso, la desigualdad de un periodo a otro disminuye, en cambio usando a la educación como variable de posición social, aumenta. Se analizó la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo 2005 y 2009 para evaluar hipertensión, diabetes, dislipemia y sobrepeso/obesidad en las cohortes correspondientes, las asociaciones entre el estado de salud y diversas variables demográficas, epidemiológicas y socioeconómicas. Adicionalmente, y utilizando la base de datos del registro Quality of Diabetes Care (QUALIDIAB), se analizaron las características clínicas y metabólicas de las personas con diabetes y otros factores de riesgo cardiovascular en los años 2005 y 2009. Los gobiernos suelen reprimir esas protestas, y eso es terrible de por sí, porque la olla social sigue estando a presión. En la región compartimos problemas similares de desigualdad, pobreza y falta de oportunidades.
El 1% más rico de Chile aparece concentrando consistentemente al menos 10 puntos porcentuales más que el resto de las elites. “El único país que alcanza un nivel related es Estados Unidos y solo desde mediados del 2000”, afirma el estudio. Esa no es la única contradicción que detectan entre el cuadro que muestra la Casen y los datos tributarios de Impuestos Internos.
Puede verse que los cambios registrados son similares a los observados en la Tabla 3, aunque de menor magnitud. Nuevamente se observa que la percepción del estado de salud se deteriora, aun cuando el grado de cobertura aumenta del período 2005 a 2009, fenómeno que se repite a nivel nacional y regional. CONCLUSIONES En nuestro medio, los factores de riesgo cardiovascular presentan desigualdades condicionadas por su posición social, manifestándose tanto a nivel nacional como regional.
de manera directa o indirecta, los indicadores de salud y nutrición y exacerbar las profundas bre- chas existentes en esta área. A su vez, los retroce- sos en los indicadores de salud y una expansión de las disparidades en salud contribuyen a propagar
Entre las razones más mencionadas por las que se recibe mal trato está la clase social, ser mujer y el lugar en el que vive. “La desigualdad de ingresos ha caído en forma importante, pero aún es alta y se caracteriza por un patrón de alta concentración y gran cantidad de bajos salarios”, explicó Larrañaga. Destacó que “Chile ha hecho mucho progreso”, de hecho, la desigualdad por ingreso ha disminuido de 55% desde el año 2000 a 47% en 2015. Casi 11 de cada one hundred chilenos se encuentran en la pobreza por sus bajos ingresos, mientras que la desigualdad aumentó, según la oficial Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) publicada hoy. Pero que Santiago sea una de las ciudades más desiguales en cuanto a esperanza de vida, sí llamó la atención de un grupo de investigadores.
De hecho, al examinar en una perspectiva histórica esta encuesta que vienen haciéndose desde 1987 los autores detectaron que la Casen permanentemente “ha subestimado a niveles irreales los ingresos más altos”, por lo que consideran que no es un buen instrumento para analizar la desigualdad. Utilizando datos de la CASEN para los años 2009 a 2017, los resultados de este ejercicio indican que alrededor del 11% de la desigualdad (medida a través del coeficiente de Gini) es exclusivamente atribuible al 1% más rico (ver Tabla 1). De acuerdo a la información del COES (2018), la mayor cantidad de conflictos sociales por habitante se producen en las regiones de Aysén, Atacama, Los Ríos, Arica y Parinacota, y Magallanes, todas regiones donde los índices de desigualdad son iguales o superiores al promedio nacional. En el caso de Santiago, los sectores en los que el nivel de población más pobre se concentra en la zona poniente de la capital y hacia la periferia.
A pesar de que la riqueza se producía a través de los trabajadores de la industria artesanal, la minería y la agricultura, los sectores populares mantuvieron e incluso empeoraron sus condiciones de vida. El sector de Bajos de Mena, ubicado en la comuna de Puente Alto en Santiago, recibió este domingo la vista del Relator Especial de la ONU sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, Philip Alston, quien se encuentra en Chile desde el sixteen de marzo para evaluar las causas y consecuencias estructurales de la pobreza y las desigualdades en el país. Chile tiene el nivel más alto de desigualdad en materia de ingresos entre los 34 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). El signo positivo de la cobertura de salud, nos muestra que existe una concentración de la cobertura en la población con mayores recursos. Usando indistintamente cualquiera de las dos variables de posición social para medir desigualdad, se evidencia una disminución notoria de la misma en el periodo 2009.