Y por eso se requiere de todos para irla reduciendo sistemáticamente con soluciones integrales, que pongan a las personas al centro, reconozcan su capacidad de agencia y favorezcan su inclusión social. Hogar de Cristo aborda la pobreza extrema, la de grupos que ni siquiera aparecen considerados en la encuesta. Casualmente, si se comparan los ingresos monetarios del primer decil que entrega la CASEN 2017, ha hecha previa a la pandemia por COVID, con los de la última encuesta CASEN la cifra se invierte en las mismas proporciones. Así, si antes las personas lograban su ingreso con un 63% proveniente de su propio esfuerzo y trabajo, hoy ese porcentaje es de sólo 37% y el resto se complementa con aportes monetarios estatales, ya sea bonos o subsidios. Los últimos gobiernos han incrementado de manera sustancial su gasto en transferencias monetarias o subsidios, para paliar la delicada situación socioeconómica que se generó por la pandemia.
“La pobreza tiene matices diferentes en los países desarrollados y en vías de desarrollo”, explica Ángeles Sánchez Díez, profesora del departamento de Estructura Económica y Economía del Desarrollo de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). “En los primeros se aborda desde el concepto de exclusión social, mientras que en los países emergentes la pobreza se refiere a la ausencia de recursos suficientes para poder alimentarse, vestir y tener un lugar donde vivir”. Ante de todo, es necesario decir que la pobreza es un fenómeno multidimensional que puede traducirse en factores objetivos, como la falta de recursos para satisfacer las necesidades básicas para la supervivencia, o subjetivos, tal cual la privación de la participación social por cuestiones relacionadas al género. La pobreza rural se produce cuando la respuesta a una mejora en la situación económica no es igual de positiva en las zonas rurales que en las urbanas. Ello significa que la evolución favorable de los indicadores económicos (p. ej. renta per cápita e ingresos por habitante) tiene un impacto desigual en el conjunto de la población. La pobreza como concepto general engloba la carencia de recursos básicos para el ser humano como alimentos, agua potable, vivienda, educación, sanidad e integridad social.
El nivel de vida va de acuerdo a los niveles de ingreso que se tiene por persona, si bien esta persona no tiene buenos ingresos económicos, habrá carencias para vivir dignamente, al menos con los servicios básicos para garantizar el bienestar. Estos enfoques pueden ser de naturaleza muy diversa, pero su diagnóstico sobre lo que son la pobreza y la exclusión social, así como sobre sus consecuencias, son mucho más pesimistas que en el caso del enfoque anterior. Esta perspectiva ha tenido muchos de sus principales exponentes en una tendencia altamente 4 tipos de organizaciones crítica, a menudo de inspiración marxista, al capitalismo o a la economía de mercado en sí misma. Lo que aquí se postula es la existencia de una dinámica permanente de exclusión y polarización que trae a la memoria el diagnóstico de Marx sobre el futuro del capitalismo. Esta dinámica excluyente y polarizante se daría tanto en las economías nacionales como del sistema económico internacional. La así llamada Teoría de la Dependencia fue el exponente más contundente de este punto de vista en lo que se refiere a la economía internacional.
El foco debe ponerse en las personas más pobres, sin tener en cuenta el lugar donde viven, y trabajar con los países de todos los niveles de ingreso para invertir en su bienestar y su futuro. Estos porcentajes no acumulativos provienen del Informe sobre el Desarrollo Humano de las Naciones Unidas de 2015. Todo lo anterior se traduce en 87,7 millones de personas viviendo en pobreza moderada; 33,6 millones viviendo en pobreza relativa; 15,2 millones viviendo en pobreza absoluta; y 2,2 millones viviendo en pobreza extrema. Pero, pese a la mejora, la pobreza en España continúa siendo un problema enquistado donde apenas se ven brotes verdes. Cáritas recuerda que un 26% de la ciudadanía, es decir, una de cada cuatro personas, se encuentran en situación de exclusión social.
Sin embargo, la pobreza no es algo ajeno a los países desarrollados, ni mucho menos. De acuerdo con UNICEF, 1 de cada 5 niños vive en la pobreza en 40 de los países más ricos del mundo. El país con la tasa de pobreza infantil más baja es Dinamarca, donde aun así el 9,9 % de los niños son pobres. Para la mayoría de los niños, la pobreza significa carecer de alimentos nutritivos, ropa nueva o crecer en un hogar sin calefacción. Para entender que esta va más allá de las carencias económicas, desde 2010 funciona en más de 100 países el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), una forma más actual de medir el acceso a la salud y la educación y otras dimensiones relacionadas con la calidad de vida. Chile ha avanzado en incorporar ambos enfoques, monetario y multidimensional, en la medición de la pobreza que realiza cada dos años a través de la encuesta de Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (CASEN).
En los años posteriores a la Conferencia celebrada en Río de Janeiro en 1992, se produjo un aumento del número de personas que vivían en la pobreza absoluta, sobre todo en los países en desarrollo. La enormidad y complejidad del problema de la pobreza podría poner en peligro el tejido social, menoscabar el desarrollo económico y el medio ambiente, y amenazar la estabilidad política de muchos países. Los datos, que abarcan desde información recopilada en encuestas de hogares hasta píxeles captados por imágenes satelitales, pueden orientar las políticas e impulsar la actividad económica, actuando como un arma poderosa en la lucha contra la pobreza.
Sin embargo, la ONU es la organización más autorizada en asuntos de pobreza y desigualdad en el planeta. En muchos casos, elementos de los tres enfoques aquí analizados se mezclan de formas muy variadas y a veces incluso contradictorias. Estos enfoques se ven complementados por diversas hipótesis explicativas como las que se enumeran a continuación. Los investigadores destacan que, con el calentamiento global y los cambios de patrones climáticos, será probable observar mayores alteraciones e incluso un aumento en estos eventos de dispersión de larga distancia, lo que podría tener implicaciones significativas para la biodiversidad y los ecosistemas de todo el mundo. «Es imprescindible promover rutinas de monitoreo sistemático de insectos en dispersión, lo que podría contribuir a predecir y mitigar posibles riesgos para la biodiversidad derivados del cambio world», concluye Gerard Talavera.
Es necesario destacar que existen una serie de factores que acaban generando grandes desigualdades entre los habitantes del planeta. Dicha diferencia deriva, en determinados casos, en que existan personas que no tienen los recursos necesarios para poder cubrir sus necesidades básicas. La Memoria Confederal de Cáritas, presentada este miércoles en Madrid, señala que un 50% de las personas que acudieron a esta organización el pasado año acudieron a Cáritas pese a tener un trabajo.
El umbral de la pobreza en las zonas rurales va más allá de los casos en las ciudades, ya que además la falta de servicios acrecienta la falta de alimento, debido a que en la mayoría de las zonas rurales los habitantes dependen de sus tierras para cultivar. Tomando en cuenta que en algunos lugares no hay otra forma de alimentarse, ya que el trabajo es escaso y los medios para desplazarse son casi nulos. La probabilidad de caer, quedarse o moverse fuera de la pobreza depende del lugar donde se vive.
Ambas mediciones son desagregadas por edad, lo que permite conocer la tasa de pobreza de niños, niñas y adolescentes que viven en hogares en pobreza, monetaria y multidimensional. En el caso de Chile, la evidencia de la importancia de un ingreso seguro para la reducción de la pobreza monetaria fue constatada en la CASEN 2022. Solo el primer decil, de menores ingresos, más que duplicó sus ingresos promedio producto de las transferencias monetarias del Estado, lo que contribuyó de manera sustantiva en la disminución de la pobreza. A pesar de que la sobrerrepresentación en la pobreza de niños, niñas y adolescentes es un fenómeno común en los países de la región, no es un destino ineludible de las naciones.
Aproximadamente, cinco de cada seis personas en situación de pobreza viven en África Subsahariana (534 millones) y en Asia Meridional (389 millones). La Agenda 2030 busca no dejar a nadie atrás y poner en 4 organizaciones sin fines de lucro primer lugar a los más desfavorecidos. Cumplir con estos ambiciosos objetivos requiere políticas con visión de futuro para lograr un crecimiento económico sostenible, inclusivo, sostenido y equitativo.
Además, la pobreza conlleva a menudo deficiencias educativas significativas, entre ellas la educación sexual y reproductiva, de modo que las poblaciones pobres son más propensas al embarazo precoz y a la familia no planificada. Estas condiciones disminuyen sus posibilidades de superación y reinician el ciclo de marginación y pobreza, a lo largo de generaciones. La pobreza es uno de los principales problemas del mundo industrializado, dado que a ella se deben otros males y padecimientos en las naciones, en un mundo que exhibe profundas desigualdades.
Aunque no parece haber métodos 100% efectivos para combatirla, numerosas instituciones de toda índole se dedican a sus propios planes para reducirla. Dependiendo del territorio donde se pretenda corregir este problema, será necesario llevar a cabo una serie de medidas u otras. En todo caso, deben estar bien planificadas y adaptadas a las condiciones de la economía en cuestión. Como íbamos diciendo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) establece una relación de condiciones que tratan de medir qué se considera pobreza y qué no. En este sentido, otras instituciones como el Banco Mundial también establece una relación.