Surgen nuevas encuestas que reducen la elección nacional a Trump y Biden precisamente cuando la pandemia clausura la vida cotidiana, intensificando la precariedad de las personas sin hogar, los no asegurados y los pobres. El imperativo de aislar coincide con un nuevo reconocimiento de nuestra interdependencia international durante el nuevo tiempo y espacio de la pandemia. Por un lado, se nos pide secuestrarnos en unidades familiares, espacios de vivienda compartidos o domicilios individuales, privados de contacto social y relegados a esferas de relativo aislamiento; por el otro lado, nos enfrentamos a un virus que cruza rápidamente las fronteras, ajeno a la concept del territorio nacional.
En América Latina, Brasil encabeza la lista de países con mayor número de billonarios, seguido de México, aunque Chile es el país con más billonarios en relación con la población en la región. El experimento neoliberal debilitó estructuralmente el sector trabajo y fortaleció el gran capital, generando una profunda desigualdad en la sociedad chilena. Un componente fundamental de esta transformación capitalista extrema fue la formación del Estado Neoliberal, que restringe substancialmente el rol del Estado como productor, regulador, agente redistributivo, manteniendo su rol de estabilización macroeconómica favoreciendo políticas de shock para corregir desequilibrios. A nivel international y regional es claro que también hay un déficit democrático en la forma como actúan las instituciones financieras internacionales como el FMI, el Banco Central Europeo, la Comisión Europea entre otras. Estas instituciones son dominados por los países ricos, a pesar de que en la actualidad en la actualidad más de la mitad del PIB mundial se genera en economías fuera de la OECD (países en desarrollo y economías emergentes) como lo ha mostrado los mismos estudios de la OECD.
La desaceleración del crecimiento y el aumento de la inequidad en varios países, a lo largo y ancho del globo, ponen otra vez al capitalismo ante un cuestionamiento profundo. ¿Tiene la política el suficiente poder para corregir sus consecuencias indeseables? ¿Todos los factores que han contribuido en el aumento de la desigualdad son negativos? ¿Las tensiones que atraviesan hoy a nuestras sociedades tendrán como resultado una nueva vuelta de timón en la historia del capitalismo? Una serie de libros indagan en las raíces del problema y esbozan respuestas. Estas nuevas situaciones de miseria desplazan a la pobreza hasta reducirla a una pura categoría productora de políticas públicas que flotan sin destino, pero van mostrando al mismo tiempo que la lucha por la subsistencia es el centro de las preocupaciones.
¿La liberalización y las políticas de libre mercado promovidas han provocado que el capitalismo precise resulte tóxico? Este interesante libro presenta los beneficios y las desventajas del capitalismo en todas sus formas y se pregunta si existe una alternativa viable. Para responder estas preguntas, Milanovic se pone su sombrero de teórico social. Las propias categorías acción ciudadana frente a la pobreza dentro de las cuales se enmarca el argumento se proponen como “tipos ideales” weberianos. De hecho, el “capitalismo meritocrático liberal”, tal como se trata en este libro, es una abstracción que refleja exactamente las condiciones actuales en los Estados Unidos, mientras que el “capitalismo político” dirigido por el Estado está enteramente modelado sobre la base de China.
Existe un interesante debate académico a nivel world en torno a la evolución de la desigualdad durante las últimas décadas. Hasta hace poco se había instalado la convicción de había aumentado fuertemente en Estados Unidos desde 1960, este hecho generó no sólo acciones de política pública, sino que también cuestionamientos respecto de la sostenibilidad de largo plazo del sistema capitalista. Se puntualizó que un sistema que conduce a una concentración cada vez mayor de los recursos no sería viable socialmente de manera indefinida. Habría que salvar al capitalismo de los capitalistas para evitar que el malestar social con el sistema echara todo por la borda. François Chesnais titula «Un año después del crack bancario y financiero. En todos los países una situación muy difícil para los trabajadores y los oprimidos y a escala planetaria una fase crítica para la civilización humana» el artículo en el cual aborda la disaster financiera analizando tanto sus orígenes como las profundidades de su implementación.
Las nuevas tecnologías, lejos de ayudar, tienden a empeorar las cosas, contribuyendo a disparar la desigualdad, ralentizar el crecimiento y fomentar el desempleo. Pese a todo, Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía, insiste en que, aunque no nos lo parezca, tenemos el poder de reconstruir los cimientos del capitalismo. En este oportuno libro, identifica las verdaderas fuentes de la prosperidad económica compartida, basadas en la investigación, la educación y el imperio de la ley. Consciente de los peligros del fundamentalismo de mercado, y de la amenaza al poder judicial, las universidades y los medios de comunicación, instituciones que durante mucho tiempo han sido la base de la prosperidad y la democracia, nos descubre cómo hemos llegado a esta situación y marca el camino para combatir algunos de los mayores desafíos de nuestro tiempo.
Mazzucato explica que Apple invirtió menos en Investigación y Desarrollo (I+D) que otras industrias tecnológicas, porque usó lo que el financiamiento público había creado. “Es preferible una torta más chica, mejor repartida que hacer crecer la torta con los niveles de mala distribución que tenemos hoy”. Atkinson examinó el desempeño de las 15 naciones más prósperas de la OECD, y observó que aquellos en los que el 1% más rico se apropia de un porcentaje más alto del PIB -como Gran Bretaña, Estados Unidos, Australia e Italia- son, a la vez, los que tienen los niveles más altos de pobreza dentro del grupo. “Sí importa que algunas personas puedan comprar tickets para un viaje al espacio mientras que muchos otros hacen fila en los bancos de comida.
La burocracia también “a todas luces” es “la beneficiaria primordial” del sistema. Es legítima solo si logra producir crecimiento económico, por lo que sus reclutas deben ser competentes. En ausencia de una norma jurídica vinculante, disfrutan de una considerable discreción, como deben hacerlo al actuar con decisión cuando sea necesario para cumplir la promesa de un crecimiento ininterrumpido.
Las personas se preocupan lo suficiente por los estragos que el productivismo ha causado en el medio ambiente como para acudir en grandes cantidades a las marchas de protesta. Sin embargo, es cierto que son reacias a renunciar a cualquiera de las comodidades y facilidades que les ha proporcionado el productivismo. Lo que falta no es el deseo de participar en la vida cívica, sino claridad sobre cómo reconciliar la implacable presión del capitalismo por el cambio —“todo lo sólido se desvanece en el aire”, como lo expresó Marx— con la necesidad humana de un mínimo de estabilidad y tranquilidad. Capitalismo, nada más nos dice branko milanovic desigualdad mundial pdf mucho sobre lo primero, pero sobre lo segundo su único consejo —aparte de unas pocas modestas recomendaciones de política pública, como cobrar impuestos a los ricos, financiar generosamente las escuelas públicas y prohibir todo menos un limitado financiamiento gubernamental de las campañas políticas— es la desesperación.
Por eso han marchado las mujeres, marchan lxs campesinxs, las minorÃas raciales, los pueblos originarios, las minorÃas sexuales, la clase media, lxs rezagadxs, lxs apartadxs. Exponen su vida ante un virus asesino y ante una policÃa Ãdem, que juró servir y proteger, pero no sabÃamos que ese lema aplicaba solo para la elite y su sistema, porque para el resto eran palos, gases y represión. Lo decubrimos nosotrxs en octubre pasado y hace una semana esa misma opresión, con forma de rodilla en su garganta, fue lo último que sintió George Floyd. Nos implicamos de manera académica, reflexiva y crítica con la política, los problemas públicos y la contingencia. Nuestro cuerpo académico genera conocimiento que contribuye con el análisis de diversos temas y forman estudiantes de excelencia, comprometidos en participar de los cambios en el país.
Se habla entonces que el menos válido laboral debe ganar menos, pero si está trabajando ocupando sus facultades limitadas al máximo está cumpliendo al igual que otro, aunque su producción es menor; se lo considera de inferior condición productiva porque le produce menos mercancías al empresario y entonces debe quedar cesante si otros lo pueden reemplazar y dar más ganancias al patrón. Eso sucede en el capitalismo o regímenes productivos verticales, no en los regímenes productivos solidarios, fraternos, cooperativos. Numerosas circunstancias, sin embargo, han llevado a desplazar el interés académico hacia otros conflictos o procesos pretendidamente «postmodernos», a menudo asociados a los que fueron llamados «nuevos movimientos sociales», copiando en demasía criterios y elementos de análisis de la ciencia dominante. Si quieres cambiar o devolver tu compra, escríbenos a o contáctanos por redes sociales. Ten a mano el comprobante que recibiste en tu correo al hacer tu compra en línea o tu boleta en caso de compras en tienda. Branko Milanovic (1953) es un economista y autor serbioestadounidense especialista en el campo de la desigualdad económica.
El SNS era un organismo de Estado y no de Gobierno, que atendía el 95% de todas las acciones médicas del país. Todo lo que hace la Teletón lo hacía el SNS (conservando la diferencia en el tiempo). La dictadura cívico-militar se ensañó con el SNS y lo destruyó sistemáticamente para instalar la salud comercial y mercantil carísima que estamos viendo ahora.