El enfoque apunta entonces a no privilegiar un marcador determinado, sino a explorar en cada contexto los aspectos que puedan ser constitutivos para las relaciones de poder. Al encadenamiento social de la crisis económica, hay que sumarle sus efectos políticos. Entonces, argumenta, la gente no solo protesta contra la concentración de los ingresos, sino por las pensiones y la falta de acceso a salud, educación y otros servicios sociales.
Diez días después ocurre el popularmente llamado “estallido social”, siendo una de las principales banderas de lucha la desigualdad social. Segregación residencial socioeconómica (SRS)y sus relaciones con la migración y la movilidad intrametropolitanas. El caso del Área Metropolitana del Gran Santiago (AMGS) en los decenios de 1980 y 1990. Documento presentado al IX Seminario de la RII, Bahía Blanca (Argentina), mayo de 2006.
Para esta ONG «las élites latinoamericanas no se han destacado por su compromiso por sus países», al contrario en muchos de los países de América Latina, no existe impuesto al patrimonio o los impuestos al lujo son bajísimos. Algunos países han podido aprovechar el impulso de sus exportaciones de productos médicos y los productos agrícolas. La CEPAL señala (p. 6) que Guatemala y Honduras se han beneficiado de las ventas de mascarillas y Costa Rica de las de equipos médicos, destinadas principalmente a Estados Unidos.
Si bien son incapaces de dar cuenta de lo acontecido durante la década de 2000, representan la situación a inicios de siglo, cuando las transformaciones metropolitanas ya estaban operando. Además, los proyecta a futuro como línea de base para cálculos similares, usando los microdatos de los censos de la ronda de 2010 por venir. En tal sentido, los planteamientos efectuados en este documento en torno al futuro de las centralidades metropolitanas y su relación con las modalidades de expansión y segregación residencial de las ciudades latinoamericanas pueden considerarse en espera de veredicto. Este último comenzará a configurarse con los resultados de la ronda de censos de 2010, los que servirán también para enjuiciar a las restantes hipótesis sobre este tema que han sido divulgadas en la literatura reciente. El panorama que nos ofrecen los gráficos de la serie 3a a 3d ratifica algunos hallazgos previos y aporta evidencia complementaria y novedosa que se aparta de lo antes visto. Ratifica, por ejemplo, la dificultad de comparar las ciudades brasileñas con las otras dos, por cuanto los municipios centrales de Rio de Janeiro y de Sao Paulo funcionan a la vez como residencia y lugar de trabajo por su amplitud geográfica (gráficos 3a y 3d).
Mediante una discusión crítica de las teorías en boga sobre el problema, esta charla explora alternativas para avanzar hacia la deconstrucción de las desigualdades interseccionales en América Latina. En suma, los debates sobre las formas que adopta la segregación residencial metropolitana deben considerar el mercado de trabajo de las ciudades en su faceta territorial. Y claramente son necesarios mayores esfuerzos de investigación empírica para indagar en los vínculos entre el funcionamiento espacial de los mercados de trabajo, las modalidades emergentes de crecimiento físico y demográfico metropolitano, y los patrones de localización de infraestructura y dependencias públicas y privadas. Una más vinculada a la globalización y los desarrollos tecnológicos y de infraestructura, que apunta al policentrismo y a una forma de funcionamiento y estructura urbana comparable a la de las ciudades de los Estados Unidos. Y otra más relacionada a las desigualdades socioterritoriales y del mercado de trabajo, que junto con el dinamismo de la economía de servicios, favorecen un monocentrismo extendido.
En hombres urbanos –tanto indígenas como no indígenas – la brecha regional es de máximo 3 p.p., al igual que para mujeres urbanas no indígenas, hombres rurales no indígenas, y curiosamente, mujeres rurales indígenas. La brecha regional se siente solo en hombres rurales indígenas (5 p.p. y 3 p.p. entre los dos años), mujeres urbanas indígenas (8 p.p. y 5 p.p. entre los dos años), y mujeres rurales no indígenas (7 p.p. y 3 p.p.). La brecha regional es mucho menor que en Colombia y se ha disminuido bastante para 2017. En conclusión, la brecha étnica se agrava en la zona rural, especialmente en las mujeres, aunque en Perú se observan importantes diferencias entre etnias entre mujeres de la zona urbana también. En Perú, a pesar de la severidad de la brecha étnica, hay poca variación regional, mientras que en Colombia ésta es bastante amplia. En Colombia hombres y mujeres rurales indígenas componen los 5 estratos con mayor analfabetismo, en Perú los cinco estratos con peor tasa de analfabetismo son de mujeres, four de ellos rurales y 4 indígenas.
El cierre de actividades económicas, la destrucción de empleo y la reducción del comercio, la inversión y las remesas, tienen su reflejo en el incremento de la desigualdad y la pobreza. Las remesas de los trabajadores latinoamericanos desde fuera de la región se redujeron un 19,3% en 2020 según el Banco Mundial. Estas rentas son muy importantes en Centroamérica, donde representan entre el 13% y el 20% del PIB, especialmente para los hogares más vulnerables.
Sin embargo, el acceso a una computadora es de un 21% y de Internet 29%; este último se ha facilitado gracias al uso extensivo de telefonía celular. La gente que utiliza este dispositivo e Internet representan un 28%, de acuerdo con los datos del Censo. Uno de los métodos preferidos para lograr esto es la inclusión de interacciones en los modelos de regresión. Esta metodología permite determinar cómo el impacto de una variable explicativa (X1) en una variable dependiente (Y) cambia como resultado de la variación en una tercera variable (X2) (Scott y Siltanen 2012). Para la primera ronda censal de los tres países (2002 en Chile, 2005 en Colombia, 2007 en Perú) acudí a los microdatos censales procesados por IPUMS (Minnessota Population Center 2019) que maneja una muestra censal representativa del 10% de la población con factores de expansión que generan información sobre el whole de la población.
A escala particular person, la movilidad cotidiana es un asunto relevante para las personas, porque una buena parte de la población es móvil en los términos definidos en este trabajo. En las cuatro metrópolis estudiadas, la movilidad es más frecuente entre los asalariados, en principio, más cercanos al mercado de trabajo formal. Mientras en las ciudades de Brasil la probabilidad de ser conmutante decrece ligeramente con la educación, en Santiago y Ciudad de México la probabilidad de ser conmutante se eleva con la educación. Estos dos últimos hallazgos, en specific los de Santiago y Ciudad de México, nuevamente chocan con visiones tradicionales que suponen la movilidad y los traslados diarios como un atributo típico de los pobres, que, debido a los procesos de desplazamiento hacia la periferia antes comentados, están obligados a vivir lejos de sus trabajos. En el mismo sentido, la movilidad diaria no parece patrimonio del sector informal; por el contrario, la categoría ocupacional de este sector (cuentapropistas de baja educación) es la que registra menores niveles de conmutación en las cuatro ciudades examinadas. RESUMEN Los censos de la ronda de 2000 de Brasil, México y Chile incluyeron, por primera vez, una consulta sobre lugar de trabajo o estudio.
El volumen pone al alcance del lector un conjunto de instrumentos analíticos necesarios para involucrarse seriamente en la investigación empírica sobre pobreza y desigualdad, para así contribuir a los objetivos últimos de explicar y mejorar la realidad social de la región. La descomposición a que se debe la desigualdad social Oaxaca-Blinder nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la desigualdad subnacional. ¿Existe una fuerza causal específica de la región que produce privilegios y opresiones, y que -aunque interactúe consea independiente del racismo, el sexismo y el sesgo urbano?
La Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información (ENDUTIH) de 2019, muestra que solo el 44% de los hogares mexicanos tienen una computadora. Además, tan solo el 56% hace uso de internet y cuenta con un acceso que se utiliza de manera continua. La secretaria ejecutiva de la Cepal 5 paises mas pobres del mundo advirtió sobre el crecimiento de los estratos de ingresos medios en la región, que continúan experimentando diversas carencias y vulnerabilidades, tanto en relación con sus ingresos como en el ejercicio de sus derechos. Asimismo, se realizó un foro organizado en conjunto con el Colegio de Antropólogos de Chile.
Y en Chile las mujeres rurales indígenas también constituyen four de los 5 estratos con menor escolaridad. En los distintos países ser mujer, indígena y rural constituye una condición de mucha desventaja. La expansión de la educación básica es América Latina es una de las políticas públicas que más ha impactado la reducción de la pobreza y la desigualdad (Lopez-Calva y Lustig 2010).
«Una baja tasa de crecimiento, menor comercio, menor innovación, nos vuelven menos relevantes. Pero América Latina se está convirtiendo en un foco más relevante geopolíticamente por la presencia china, sobre todo en el Cono Sur. Y eso genera la necesidad de una política exterior responsable». Si las frustraciones y el descontento social no se canalizan por una vía democrática e institucional, los liderazgos populistas se acentuarán en la región. Y los discursos antisistema, los políticos «outsiders» que se autopostulan como «salvadores» frente a las múltiples disaster, aparecerán como una alternativa tentadora para importantes franjas de la población. Teniendo en cuenta los altos niveles de desigualdad y pobreza que preexistían en la región, no sorprende que sea una de las más afectadas por la pandemia. En concreto, la desigualdad de los ingresos laborales se redujo, acortándose la brecha salarial entre trabajadores altamente calificados y poco calificados. Así, entre 2002 y 2013, el ingreso laboral del decil más pobre creció, en promedio, un 50% en términos reales, mientras que el aumento promedio fue del 15% para el decil más rico (y 32 % para el ingreso de la mediana de la distribución).