Análisis De La Incidencia Del Covid-19 En Población Indígena Y Afrodescendiente En Chile

El equipo investigador hace hincapié en los llamados factores protectores como un modo de paliar los efectos de la pandemia en las comunidades indígenas. Hablamos de comunicación en línea, cuando hay internet, a través de celulares, lo que ha permitido mantener vínculos a través de la tecnología. Han surgido también espacios de solidaridad ante la falta de apoyo público y el uso de formas tradicionales de medicina indígena como forma de prevención y cuidado de la salud mental. Cuando el Covid-19 ha llegado a una comunidad, y sabiéndose desvalidos, se ha generado una articulación y autogestión native, activándose redes de solidaridad entre diversos actores. «También se ha evidenciado que en varias comunidades ha aumentado su productividad agrícola, fortaleciendo la producción y consumo alimentario autosustentable», agrega Francisca de la Maza. El Programa Fomento Desarrollo Indígena (FDI), es ejecutado por CONADI y su fin es fomentar y fortalecer el desarrollo de las actividades económicas de la población indígena urbana y rural, para la generación de ingresos.

La necesidad de acoger a familias que retornaban en busca de sobrevivencia, más los brotes relacionados con el tránsito afín a actividades económicas -salmoneras, agrícolas y mineras-, generó focos explosivos de contagio. Este proyecto considera por cierto las importantes diferencias existentes entre sectores rurales y urbanos. «Es muy diferente pertenecer a un pueblo aymara con una movilidad específica o a una comunidad colla que puede funcionar de modo autosuficiente, frente a sectores urbanos donde hay una desigualdad marcada por la pertenencia étnica, donde la gente debe trasladarse para sobrevivir ya que se encuentran muy desatendidos», explica Francisca de la Maza. Es esta diversidad la que permanece invisibilizada y si las políticas públicas no la consideran, aplicando políticas con pertinencia en las realidades locales, los efectos pueden ser devastadores. El segundo “Informe Cuenta en Chile 2014”, realizado por el Observatorio Niñez y Adolescencia, develó una cifra alarmante, el 22,89 por ciento de la población infantil de la zona austral vive por debajo de la línea de pobreza, en especial niños y niñas de comunidades indígenas y campesinas.

Estos primeros documentales no abordaron la temática indígena del norte (aymara, quechua, atacameña) ni del sur (kaweskar, selk’nam y yagán), fijaron su atención en lo inmediato, lo mapuche. Según explican los investigadores a cargo del proyecto, al estar lo indígena invisibilizado no hay medidas culturalmente pertinentes, lo cual va desde los mensajes que se entregan, tales medidas de cuarentenas, y que no tienen llegada o sentido en los territorios. «Mensajes como el lavado de manos en zonas con escasez hídrica o la imposibilidad de movilidad en lugares donde los pequeños agricultores o comerciantes deben acercarse a las zonas urbanas a vender sus productos.

El Comité de Desarrollo y Fomento Indígena busca apoyar iniciativas, que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los pueblos indígenas de Chile. Los proyectos requieren del consentimiento libre, previo e informado de éstos y deben ser en conformidad con las autoridades ancestrales. En nuestro ámbito, el ministerio de Desarrollo Social entregó los resultados de la Encuesta Casen 2015 sobre Pueblos Indígenas, en los cuales se señala que un 9% de la población declara pertenecer o ser descendiente de uno de los nueve pueblos indígenas del país. El 30% de la población indígena se encuentra en la Región Metropolitana, mientras un 19% habita en La Araucanía. “Los niños y niñas indígenas son los más pobres de los niños pobres de Chile, entonces, podemos evidenciar una doble y triple discriminación y segregación política, cultural y económica, y es nuestro pueblo originario el que está afectado en mayor medida con la pobreza”.

El decil más rico de la población obtuvo ingresos del trabajo 416 veces mayores que el decil más pobre (39 veces en 2017), siendo los grupos de los deciles más pobres los más afectados en la pérdida de ingresos laborales y un importante foco en mujeres. En el Gobierno enfatizan que las cifras de la Casen representan una foto de la realidad hasta principios de este año -la encuesta se realizó entre el 31 de octubre del 2020 y el 4 de febrero del 2021-, por lo que plantean que el panorama debiera estar mejorando gracias a las nuevas ayudas sociales, como el nuevo Ingreso Familiar de Emergencia que ahora es prácticamente common. El objetivo del Convenio 169 es superar las prácticas discriminatorias que afectan a estos pueblos y hacer posible que participen en la adopción de decisiones que afectan a sus vidas, por lo que los principios fundamentales de consulta previa y participación constituyen su piedra angular. El Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, es un tratado internacional adoptado por la Conferencia Internacional del Trabajo en Ginebra, el 27 de junio de 1989, siendo ratificado por nuestro país en septiembre del año 2008, entrando en vigencia el 15 de septiembre del año 2009. El diálogo intercultural todavía brilla por su ausencia, y ya no se habla en serio de los derechos indígenas. La representación cinematográfica del indígena es tan antigua como la invención de los primeros equipos de registro de la imagen en movimiento en Europa y Estados Unidos a fines de 1800.

Los datos de la encuesta Casen 2020, son coincidentes con los del Informe “Impactos de la pandemia en el bienestar de los hogares de niños, niñas y adolescentes en Chile”, elaborado por UNICEF, PNUD y OIT, que advierte un retroceso en el bienestar infantil producto de la pandemia. “Lo que mostró esa foto es que las ayudas que en ese momento existían también permitieron que la pobreza no aumentara tanto, y hoy estamos dando ayudas sociales mucho más intensas, y desde ese punto de vista creemos que ya tenemos un instrumento que definitivamente debería estar atacando de forma importante la pobreza“, apuntó el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda. El indicador en el primer grupo subió casi 7 puntos en cuatro años, y en el segundo se redujo en torno a un 1% en el mismo período, pero cerca de 30% en 15 años. El estudio cita el VII Censo Nacional Agropecuario, que revela que, entre el 2005 y el 2007, el acceso a subsidios públicos –de capital productivo no reembolsable– por parte de los productores indígenas fue de 4.909, mientras que el de los no indígenas ascendió a eight.379.

pobreza indigena

¿Por qué, en un momento estelar, el pueblo mapuche no logró articular un proyecto que lo convenciera a sí mismo? Mucho tuvo que ver con una sintonía de dirigentes e intelectuales mapuche más bien con un estilo de política de la identidad que circula por el mundo, que es una reivindicación de reconocimiento para un ego individual antes que para formas colectivas de vida. El particularismo de ese tipo de políticas de identidad sedujo y confundió a las élites mapuche, llevándolas al precipicio, alimentando un maximalismo y una retórica destituyente, alejándolas de las necesidades de sus bases y haciéndolas perder el necesario realismo estratégico.

A mediados de 1980 se constituyó un segundo hito representacional, caracterizado por la masiva producción de documentales tanto mapuche como aymara y atacameño. En esta época, apareció el indígena ataviado de elementos culturales, cargado de ritualidad y en una estrecha vinculación con la naturaleza. Para este período destacaron las producciones como Nube de lluvia (1989) (54 minutos), Sueños del cultrún (1990) (30 minutos) y Machi Eugenia (1994) (30 minutos).

“Los niños y niñas indígenas son los más pobres de los niños pobres de Chile, entonces podemos evidenciar una doble y triple discriminación y segregación política, cultural y económica y es nuestro pueblo originario el que está afectado en mayor medida con la pobreza. Por de pronto, que devele las cifras que le son propias y las utilice en la perspectiva de generar políticas públicas para enfrentar las situaciones de mayor vulneración de derechos que están ancladas en el nivel territorial”. El convenio se fundamenta en el respeto a las culturas y las formas de vida de los pueblos indígenas y reconoce sus derechos sobre las tierras y los recursos naturales, así como el derecho a decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo. Los pueblos indígenas de Chile enfrentan muchos desafíos locales y comunitarios debido a la globalización, el cambio tecnológico y una economía de mercado neoliberal con poco apoyo gubernamental. Sin embargo, el liderazgo colectivo ha demostrado ser una herramienta eficaz para abordar diversas fallas de mercado y barreras institucionales que obstruyen su desarrollo cultural, social y económico a nivel native. Este artículo analiza los principales postulados teóricos y prácticos para que las estrategias colectivas lideradas por comunidades indígenas puedan ser desarrolladas y desplegadas de manera eficiente en su contexto territorial y patrimonial.