Un mayor crecimiento de la productividad es elementary para cerrar las brechas en los niveles de vida, cube el informe. Aunque los latinoamericanos dedican más tiempo a sus actividades laborales que el promedio de la OCDE, esto se ve descompensado por una enorme diferencia en los niveles de productividad. El informe hace un llamado a los gobiernos de la región para que desarrollen una estrategia dirigida a elevar la productividad y combatir la desigualdad. En los años previos a la pandemia América Latina había conseguido reducir estos índices.
Es posible que la pandemia haya calmado los ánimos en el corto plazo, pero los mismos observadores esperan que, con el tiempo, tanto los clamores como la desigualdad empeoren dramáticamente. Pero si nada cambia, volveremos a quedar atrapados en la misma espiral de disturbios, embrollos políticos y zozobra económica. Las protestas actuales surgen en un contexto de desaceleración o crisis económica. América Latina salió prácticamente indemne de la disaster global de 2008, pero ahora resulta la región más golpeada. Según las previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo que, por otra parte, vuelve a estar en el centro de mira de casi todas las protestas, la región crecerá un zero,2%, casi nada en la práctica. En paralelo, se espera que las economías asiáticas tengan un crecimiento promedio del 5,9% y en África del three,2%.
Por ello, las encuestas origen-destino siguen siendo la fuente principal de información para la planificación del transporte metropolitano. Por ello, el análisis que sigue no apunta a tener una relevancia destacada en esta última esfera. RESUMEN Los censos de la ronda de 2000 de Brasil, México y Chile incluyeron, por primera vez, una consulta sobre lugar de trabajo o estudio. Su procesamiento generó resultados novedosos sobre la segmentación socioeconómica de la movilidad diaria en Rio de Janeiro, Sao Paulo, Santiago y Ciudad de México. Esto último se explica por la concentración de los empleos en el centro comercial y en el habitat de la élite, normalmente distantes de los municipios pobres, sobre todo en ciudades altamente segregadas.
Por otro lado, ese indicador tampoco mide la concentración de la riqueza en un país, razón por la cual puede resultar engañoso. Uno de los reclamos de los manifestantes que protagonizan el estallido social que comenzó en Chile a mediados de octubre y que aún se mantienen es que su país es muy desigual. Segregación residencial socioeconómica (SRS)y sus relaciones con la migración y la movilidad intrametropolitanas. El caso del Área Metropolitana del Gran Santiago (AMGS) en los decenios de 1980 y 1990. Documento presentado al IX Seminario de la RII, Bahía Blanca (Argentina), mayo de 2006. 13 desigualdad de ingresos ejemplos En algunos casos, la suburbanización en busca de gratificaciones residenciales, en otros el traslado a la periferia como estrategia para reducir costos de vivienda o como resultado del acceso a la vivienda social.
La porción de miembros de grupos indígenas que tenían cuatro años o menos de escolaridad es menos del doble que de los no indígenas en ambos años. A su vez, y más allá del ingreso, hay otras formas de desigualdad que persisten en la región, tales como las brechas de género en participación laboral, discriminación hacia personas LGBT+ o poco reconocimiento de las minorías étnicas como agentes económicos y políticos. Desafortunadamente, hablar hoy de tales logros suena un poco como recordar los «grandes éxitos» de una banda que no ha sacado una canción popular desigualdad ambiental en años. El optimismo que reinó a principios de la década pasada (me cuento entre quienes creían que una «década latinoamericana» de prosperidad aún mayor period posible) pronto desapareció bajo una bruma de medidas fiscales erradas, escándalos de corrupción y desbarajustes políticos. Las economías de la región crecieron a una tasa promedio de apenas 2,2 por ciento anual durante la década más reciente, muy por debajo del promedio mundial de alrededor de three,5 por ciento y peor que cualquier otra región importante monitoreada por el FMI.
A nivel mundial, diversas publicaciones recientes destacan las desalentadoras estadísticas en cuanto a la representación política inclusiva y la igualdad de género en las estructuras de gobernanza global y la diplomacia. Conscientes de que las mujeres latinoamericanas han estado invisibilizadas en las relaciones internacionales, tanto en su práctica político-internacional como en su teorización, decidimos invitar a un grupo de destacadas profesionales de varios países de América Latina para ser parte de esta publicación. Al encadenamiento social de la crisis económica, hay que sumarle sus efectos políticos. Los problemas socioeconómicos son un lastre que la región arrastra desde hace décadas. Esta investigación pretende contribuir a profundizar la comprensión de la naturaleza de las brechas regionales o subnacionales y motivar futuras investigaciones en este campo. Hacerlo permitirá identificar políticas públicas contextualmente acertadas e intervenciones que visibilicen la experiencia de grupos sociales en la intersección de varios atributos tradicionalmente marginados.
”, explicó el profesor Diego Sánchez Ancochea al presentar su libro El coste de la desigualdad, de editorial Planeta. Santibañes sugirió que la región pierde importancia por motivos económicos y tecnológicos. «Una baja tasa de crecimiento, menor comercio, menor innovación, nos vuelven menos relevantes. Pero América Latina se está convirtiendo en un foco más relevante geopolíticamente por la presencia china, sobre todo en el Cono Sur. Y eso genera la necesidad de una política exterior responsable». «Existe un vínculo indirecto entre populismo y pandemia, a través de la disaster económica y social. Ante las frustraciones económicas que va a dejar el coronavirus, pueden fortalecerse este tipo de liderazgos, que vemos en América Latina y en el mundo. Pueden crecer los discursos antisistema a partir de esas frustraciones», afirmó Negri.
La tasa de analfabetismo de mujeres rurales indígenas en Colombia oscila entre 14,6% y 31%; 38% y 46% en Chile y 39% y 43% en Perú, con datos de la última ronda censal. En Colombia hombres y mujeres rurales indígenas componen los 5 estratos con mayor analfabetismo, en Perú los cinco estratos con peor tasa de analfabetismo son de mujeres, four de ellos rurales y four indígenas. Y en Chile las mujeres rurales indígenas también constituyen 4 de los 5 estratos con menor escolaridad.
Pero en años recientes la agenda de investigación sobre la dimensión subnacional ha sumado a esa evidencia previa para demostrar que el lugar de residencia dentro de un país también constituye una fuente de privilegio o desventaja (Otero-Bahamón 2016, 2019, 2020; Singh 2016, Giraudy y Pribble 2020; Harbers y Steele 2020). En general ser mujer, hacer parte de una minoría étnica, estar en el área rural y vivir en ciertas regiones obstaculizan el acceso a recursos y bienes públicos de buena calidad, conllevando a peores estándares en calidad de vida para las personas que pertenecen a dichas categorías. Pero estos cuatro atributos (género, raza, ruralidad y región) interactúan de formas complejas para producir desventajas o privilegios. Y además, el efecto de dichas combinaciones cambia de un país a otro y varía significativamente en el tiempo.
En 2020, el 33 por ciento de la población latinoamericana se encontraba en situación de pobreza y un thirteen,1 porciento vivía en condiciones de pobreza extrema, ello en números significa que unos 204 millones de individuos no tuvieron ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas. Una de las expresiones más importantes de la desigualdad son las diferencias existentes hoy en el impacto de la pandemia de la Covid-19 entre los multimillonarios y el resto de la población de América Latina. Los ingresos del auge de las materias primas a principios de este siglo podrían haber servido para mejorar la competitividad y ponerse a la altura de los mercados mundiales, especialmente invirtiendo en una mejor educación para todos y, al mismo tiempo, en competitividad tecnológica. Por su parte, la gerente de Conocimiento de CAF, Verónica Frisancho, saludó que las brechas de género en movilidad educativa se han revertido en el tiempo y ahora están en favor de las mujeres, especialmente en educación universitaria. «Las brechas se profundizan y se evidencian en menores salarios y otros resultados laborales», sostuvo el estudio que concluye que las oportunidades laborales no son las mismas ni para personas con el mismo nivel educativo, pero provenientes de diferentes contextos socioeconómicos y familiares.
La pandemia de covid-19 se ha saldado con una caída del 8,1% del PIB en América Latina, superando el impacto de la crisis en la Unión Europea y de otras economías emergentes. No obstante, las economías latinoamericanas ya mostraban importantes debilidades antes del inicio de la emergencia sanitaria. Es decir, la pandemia ha recrudecido los problemas productivos y sociales de América Latina, como la perversa especialización comercial de la región, la debilidad del tejido productivo y del mercado de trabajo, y los problemas sociales.
El presente trabajo procura evaluar empíricamente las hipótesis antes expuestas usando micro-datos censales de la ronda de 2000 en los que se incorporó la pregunta pertinente para medir movilidad cotidiana. Por ello, se trabajará casi exclusivamente con bases de microdatos censales en formato REDATAM, que serán procesadas justamente con este programa. Ocasionalmente, y sólo para efectos de apoyo, se usarán otras fuentes como encuestas de hogares.
«En conjunto, la alta persistencia educativa y de ocupaciones conducen a una muy fuerte asociación en los ingresos de padres e hijos», destacó en el comunicado. Durante los últimos años, Latinoamérica ha vivido una serie de episodios caracterizados por el malestar y el descontento de la gente hacia el sistema, las instituciones, los políticos y las élites. Asimismo, el documento identifica una serie de fenómenos negativos interconectados y explica que, para salir de esta trampa, hay que «adoptar un enfoque de política más sistémico que considere fundamentalmente estos factores de manera conjunta y desde una perspectiva de largo plazo».