Regionalización Dimensional Del Espacio Social De La Marginación Municipal Para El Estado De Tamaulipas México Revista Iberoamericana De Estudios Municipales

Adicionalmente, los asentamientos informales se consolidan como territorios de concentración de pobreza, y se constituyen en un objeto privilegiado de la intervención gubernamental para su superación. Este artículo se enmarca dentro los estudios de gubernamentalidad de Foucault (1991). En breve, Foucault outline “gobierno” como una forma de poder, propia de la sociedad moderna, que consiste en conducir las conductas de los individuos y así common el comportamiento de grupos de la población a través de formas específicas de conocimiento (la economía política) y técnicas de gobierno (aparatos de seguridad). La gubernamentalidad, a su vez, corresponde a la racionalidad de gobierno —una forma de pensar el ejercicio del gobierno como forma de poder (Foucault, Burchell, Gordon & Miller, 1991)—. En este marco, utilizo el concepto de régimen de gubernamentalidad, desarrollado por Colin Gordon (1991) y Mitchell Dean (2010) para analizar el gobierno de los asentamientos informales. Tal concepto busca iluminar el complejo entramado de instituciones que participan del gobierno de una población, que incluyen no solo la acción del Estado, cuyo rol es predominante, sino también un conjunto de otras organizaciones y agentes que están dispersos y no actúan necesariamente concertados entre sí.

Los pilares o principios que deben regir este Piso de Protección Social Sensible a los Derechos de la Niñez, y en basic los sistemas integrados de protección wise a los derechos de la niñez, deben considerar el interés superior del niño, la cobertura common, ser parte del marco institucional y normativo y entregar protección social inclusiva. “La investigación realizada da cuenta, por una parte, de la contundente evidencia respecto de las consecuencias dañinas y duraderas que tiene la pobreza y la vulnerabilidad en la etapa de desarrollo en que se encuentran niños, niñas y adolescentes”. Contra todo pronóstico, la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) correspondiente a 2022 mostró una disminución de la pobreza por ingresos en el país, desde un 10,8% de la población hasta un 6,5%, mientras que la definida como extrema se redujo desde four,3% a 2%. —    Impulsar programas integrales de mejoramiento de habitat y de oportunidades productivas para asentamientos precarios. Se ha visto un aumento en la tasa de desempleo en áreas urbanas. Es una tendencia reciente en América Latina y es un problema crítico para el grupo de países de Argentina, Colombia, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela donde, en 2002, las tasas son mayores al 15%.

En Toledo, el alcalde (previamente Presidente de la Asociación de Comercio e Industria de Toledo) capitalizó el «espíritu colectivo» desarrollado en una iniciativa de industrias comunitarias fomentado por la Alcaldía. Aunque la iniciativa falló, la confianza y voluntad comunitaria generada por la experiencia alimentó un proceso de modernización del sistema de patentes de la administración local en conjunto con un proceso de formalización de empresas locales. Con la generación de estos recursos adicionales, se logró, trabajando en conjunto con las organizaciones comunitarias, una expansión significativa de servicios a barrios pobres. En Cambe, fue un liderazgo y apoyo fuerte a empresas emergentes, que proporcionó empleo y recursos para aumentar servicios para los sectores pobres urbanos.

pobreza y marginación social

Durante la década de los noventa continuaron manifestándose los procesos de urbanización de la fuerza de trabajo, de aumento de la cantidad de personas en edad de trabajar y de alza de las tasas de actividad económica de la mujer. Estudios demuestran (Banco Mundial, 2004) que las mujeres tienden a integrarse a los mercados laborales en trabajos de mayores niveles de inseguridad laboral, y de tiempos parciales, aparentemente permitiéndoles combinar el cuidado infantil con un trabajo estructurado. El enfoque de desarrollo humano del PNUD (1997) contribuye a distinguir desarrollo económico y desarrollo social, señalando que, aun cuando hay crecimiento económico, ello en nada garantiza que se vea también comprometido el desarrollo humano. Este enfoque pone énfasis en crear un entorno propicio en el cual las personas pueden realizar sus posibilidades, y vivir plenamente2. Usos, limitaciones y potencialidades para el diseño de políticas de desarrollo y de población [Ponencia]. Fomentar las políticas de creación de empleo y desarrollo económico, pero al mismo tiempo cuidar que las brechas de bienestar no atenten contra nuestra convivencia en común.

Su acción es entendida como una demanda ante la falta de vivienda, pero también como una reivindicación ante el Estado por reconocimiento. Pese a que esta experiencia surgió de la organización autónoma de los pobladores, la negociación entre ellos y Estado estuvo mediada por partidos políticos y otras organizaciones —por ejemplo, la Iglesia católica—, que apoyaron la ocupación e intercedieron a favor de sus residentes (Cortés, 2013; Dubet et al., 2016). La Victoria marcó el inicio de las ocupaciones de terreno como un repertorio de acción colectiva de los pobladores. En la actualidad, su gran pena pasa por la condición de su hijo Exequiel. “Él tiene 18 años, es drogadicto y desde hace años hemos hecho de todo para poder sacarlo de esa condición, pero sin éxito. Aunque no pierdo la esperanza, hemos sentido la discriminación en torno a él, en el colegio por ejemplo, no obstante sigo luchando cada día”, relata.

A partir de la producción y circulación de datos, indicadores, estadísticas y mapas se crea este campo de intervención gubernamental, que se problematiza dentro del marco interpretativo de la pobreza, determinando la información que será visible y la que será invisible respecto de este fenómeno. A la identificación de los asentamientos informales como “las manifestaciones más agudas del problema de la pobreza”, se sumó que sus residentes fueron visualizados y enunciados como “los pobres”. Mientras el concepto de poblador continuó siendo utilizado en publicaciones académicas (Brain, Prieto & Sabatini, 2010; Cortés, 2013, 2014; Espinoza, 1988; Márquez, 2004; Rodríguez & Sugranyes, 2005; Skewes, 2002), tal denominación dejó de ser parte del lenguaje utilizado por el Estado.

Además, la marginalidad volvió peligrosa a la gran ciudad remodelada. Las condiciones de seguridad eran mínimas, lo que llevó a la oligarquía a crear cuerpos de policía urbanos y a construir cárceles cerca de los barrios populares, con el fin de normar y disciplinar a un sector importante de la población. A inicios del siglo XIX las diferentes clases sociales que conformaron la sociedad del Chile republicano convivieron en una urbe pequeña, que en entre las decadas de 1860 y 1900 fue creciendo y aumentando su población, debido a las constantes migraciones y a la expansión de la oferta laboral propiciada por la industrialziación de la periferia de la ciudad.

Porque detrás de las buenas cifras, que debemos valorar y mejorar, cómo no, queda claro que los desafíos para el Estado siguen más vigentes que nunca. No descansar hasta reducir al mínimo la pobreza de los niños, niñas y adolescentes; reducir y empequeñecer la brecha histórica entre mujeres y hombres, y también garantizar una vejez digna, con un sistema de seguridad social que permita que las personas mayores vean mejoradas sus pensiones hoy, y no en 40 años más. Esta situación, a su vez, limita las posibilidades de progreso de las sociedades, ya que se pierden capacidades de generación de nuevos negocios y otras instancias de mejora del bienestar de la sociedad. Por último, la desigualdad tiende a causar situaciones de conflicto social que, a su vez, pueden derivar en consecuencias que afectan las posibilidades de desarrollo, ya sea a través de situaciones de inestabilidad política o por el tipo de políticas económicas implementadas. La contrapartida de la concentración en el tope son los bajos sueldos que obtiene la mitad de los asalariados, cuya remuneración es inferior al ingreso que necesita un hogar promedio para cubrir sus necesidades básicas (línea de pobreza).

El nivel nacional con el local, sería posible identificar las modalidades más convenientes para lograr una efectiva masificación de los programas de superación de la pobreza y precariedad en las ciudades. Los nuevos modelos de gestión muestran también una apertura mayor a la participación del sector privado, ONG, bancos, cooperativas, and so on. Este tipo de participación todavía necesita de una adecuada regularización y control por parte del sector público, que sigue teniendo un rol elementary y clave en la gestión de las políticas habitacionales y urbanas (Simioni y Szalachman, 2006). Bajo esta comprensión de la problemática, la ciudad es entendida en su potencialidad productiva, y no solamente vista en términos de consumo. Se postula que ciudades dinámicas y «sanas» son una parte integral de un crecimiento económico sostenido. Al desarrollarse un país, las ciudades contribuyen en una mayor proporción, y en forma creciente, al ingreso nacional.

La importancia del sector informal como fuente de trabajo e ingresos, particularmente para los pobres, es evidente. Sus ingresos por ocupado en general son bajos e inferiores a los que se obtienen en el sector formal (aunque en el sector formal los pobres generalmente también tienen empleos inseguros de rentabilidad baja (Banco Mundial, 2004)). Ello refleja, en parte, diferencias de capital humano pero, principalmente, de las características productivas de las unidades que componen el sector (escasos requerimientos de capital y tecnología, y por ende, resultan en baja productividad e ingresos por persona ocupada) y de los mercados a los que tienen acceso. Finalmente, dos implicancias de la política de la pobreza se derivan de este análisis. La primera es que la forma en que la población es identificada y caracterizada tiene consecuencias concretas en la relación que se establece entre el gobierno y los sujetos de gobierno.