Asimismo, se enfatiza en la importancia de aumentar las rentas de la población de menores ingresos, ya que se demuestra que períodos de tiempo en que el ingreso de los ricos aumenta proporcionalmente más que el de los pobres, son épocas donde aumenta la desigualdad. Por su lado, en períodos donde los ingresos de las familias más pobres son los que proporcionalmente tienen un mayor incremento, las desigualdades se reducen. Desmintiendo, acorde con distintos autores (Arndt, 1983; Guillén, 2004 y Piketty, 2014) la teoría del “goteo”, la cual postula que, favorecer a los estratos más ricos de la población, tiende a favorecer al resto de la sociedad, a través de un goteo que llega a las personas menos favorecidas, en consecuencia la desigualdad se cut back. Este artículo busca responder cuáles son los determinantes de la desigualdad del ingreso, desde la perspectiva de sus regiones.
Los conceptos de pobreza y desigualdad en la distribución de la riqueza han sido ampliamente estudiados en la literatura económica y medirlas se ha convertido en uno de los grandes retos de los economistas. Es así, que la evidencia ha mostrado, especialmente en Latinoamérica, que los países más desiguales son aquellos con las mayores tasas de pobreza. Esto tiene que ver con los bajos niveles que presenta la organización sindical y la negociación colectiva, que derivan en la persistencia de la importante participación del capital en el ingreso. En este sentido, el libro del economista francés, Piketty -recientemente de paso en Chile-, llamó la atención que paralelo a la alta concentración de los ingresos provenientes del capital, tiene lugar una alta diferenciación entre los individuos que reciben altos salarios y el resto de la población. Si bien hay futbolistas y estrellas de cine, la parte principal de estos asalariados corresponde a los altos ejecutivos de las grandes empresas y entidades financieras (bancos, corredores de bolsa), cuyos salarios son establecidos por comités conformados por ejecutivos de la misma comunidad. La participación de estos individuos en la distribución del ingreso es subestimado en estas encuestas; de ahí que Piketty plantee la necesidad de medir las participaciones de los distintos deciles y centiles en el ingreso y riqueza complete desigualdad de oportunidades ejemplos para obtener una más adecuada visión de la desigualdad.
Es importante que el gobierno use los datos existentes sobre los rendimientos escolares para hacer una conclusión informada de cómo mejorar el sistema educativo. La desigualdad educativa empuja a muchas niñas y niños fuera de las aulas escolares, haciéndolos vulnerables a la explotación al entorno criminal e incluso en casos extremos, al tráfico de personas. 9De acuerdo con Sunkel e Infante (2009), en 2006, para el 40% de la población de menores ingresos, solo un forty,5% de su rentas provenía del trabajo, un mayoritario 50,5% provenía del gasto social. “En los últimos diez años la investigación ha empezado a poner de manifiesto lo negativa que resulta la desigualdad para la sociedad.
El golpe es más fuerte en los extranjeros y en las regiones del norte, según lo informado. El estudio fue presentado este mediodía por el ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson; junto a la directora del Centro de Microdatos de la Universidad de Chile, Lorena Flores; la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete; y el jefe del Observatorio Social de la misma cartera, Matías Cociña. Somos un centro de investigación y acción, que busca generar conocimiento crítico y acciones para potenciar las luchas sociales y sindicales.
Hablamos de que la sociedad permita a sus miembros experimentar oportunidades equivalentes. Si, hablamos de la necesaria y pretendida igualdad en dignidad y derechos (también llamada igualdad en la diferencia) de todos los seres humanos. Un caso especial es del colegio San Ignacio El Bosque, el cual posee un sistema de colegiatura diferenciada, donde el valor mensual varía en base al ingreso familiar y la cantidad de hijos. Según los resultados de la última PAES, Cambridge College, ubicado en Providencia, fue el establecimiento con el promedio más alto (879,3 puntos).
Es en lo último donde radica la novedad del estudio, ya que contribuye al tema de la desigualdad, anteriormente estudiado en Chile, pero desde un punto de vista regional. Para lograr el objetivo se trabaja con la base de datos construida en el trabajo anterior de Mieres (2019). La segunda sección muestra los principales factores mencionados en la literatura por su impacto en la desigualdad del ingreso. Los resultados del análisis empírico aplicado a las regiones de Chile están en la sección tres. A nivel de regiones, las mayores tasas de pobreza multidimensional corresponden a las regiones de Tarapacá (23,8%), Atacama (20,3%), La Araucanía (19,8%) y Los Lagos (19,7%). Porque detrás de las buenas cifras, que debemos valorar y mejorar, cómo no, queda claro que los desafíos para el Estado siguen más vigentes que nunca.
El ausentismo y deserción escolar implican pérdidas de oportunidades duraderas y prolongadas, que afectan el desarrollo y el aprovechamiento de las oportunidades educativas, otro factor contribuyente a la desigualdad. Distancia, falta de transporte, enfermedades frecuentes, vestimenta inadecuada, falta de útiles escolares, inadecuadas en las poblaciones vulnerables. Grafico 2 LN (PIB per capita inicial) v/s índice de GINI (parte no explicada), de acuerdo al modelo XII de la tabla 2. Cabe señalar que aun cuando esta tabla sólo describe una de las dimensiones consultadas en este estudio (relativa al rol del Estado), las respuestas en las otras dimensiones consultadas son consistentes con el análisis que sigue. El Gini mide la desigualdad en una escala de cero a uno, donde más cercano a cero es mejor distribución de la riqueza y más cercano a uno es mayor concentración. El ministro de Desarrollo Social y Familia, Giorgio Jackson, dio a conocer los resultados de la Casen 2022, el principal instrumento de medición socioeconómica y la encuesta más grande que se realiza en el país.
Por otra parte, se produce una ruptura entre las élites conservadoras de aquel entonces con congregaciones católicas históricas del país (Jesuitas y Sagrados Corazones) que apoyaron la reforma agraria y que se ligaron a movimientos más progresistas al interior de la iglesia católica. Sumado a ello, estos colegios tradicionalmente han enseñado los códigos culturales de los países occidentales desarrollados y son habitualmente bi o trilingües (especialmente aquellos en países de habla no-inglesa). Las familias, por su parte, cuentan con una serie de estrategias que refuerzan estos mecanismos de segregación por medio de la elección escolar. Van Zanten (2015) señala que las estrategias educativas de las familias de élite son seleccionar colegios guiados por su estatus de excelencia y por ser miembros de una comunidad de exclusividad, entre parecidos. Cabe notar que, tanto en los colegios particulares subvencionados como en los particulares pagados, las mujeres muestran un desempeño superior a los hombres, de un 7% y 9% respectivamente”.
Incluso áreas políticamente sensibles, como el sistema privado de salud, el sistema privado de pensiones y las universidades privadas, han sido ratificadas por los nuevos gobernantes. Pedro no puede creer que una tímida alza de impuestos a las empresas para financiar mayor gasto social sea el único cambio en el modelo de desarrollo que se va a implementar en Chile. Un balde de agua fría fueron los resultados de la última Casen, realizada en medio de la pandemia el año pasado. Incluso para quienes se sienten orgullosos del Chile moderno, oasis en medio del desierto de desigualdad de la vecindad. La constatación de que retrocedimos años de un paraguazo en materia de pobreza por ingresos fue una bofetada que terminó por aclarar, sin lugar a dudas, el efecto de la pandemia sobre la gran mayoría de las familias chilenas.
En efecto, la tasa de pobreza multidimensional en hombres disminuyó de 20,6% a 17,1%, mientras que en las mujeres este indicador disminuyó de 19,9% a sixteen,8%. Cuando la riqueza se concentra de manera extrema en pocas manos, la mayoría queda imposibilitada de acceder a desigualdad de riqueza en el mundo nuevas oportunidades para mejorar su calidad de vida. Al comparar a Chile con países latinoamericanos donde hay información disponible, el único que se nos acerca es Colombia cuya elite alcanzó a la chilena en 2010, apropiándose de cerca del 23% de los ingresos de su país.
No podemos asumir como parte del paisaje que compatriotas estén condenados a la pobreza extrema y que el trabajo de toda una vida no alcance para tener una vejez digna. No nos gusta la pobreza, le tememos a sus consecuencias, sobre todo cuando sentimos que nos afectar a nosotros o nuestros familiares. Si comparamos con otros desafíos como «ser un país desarrollado» o «resolver el problema de la calidad de la educación», la percepción es más baja. Cuando los estudiantes de estos colegios son evaluados por PISA logran resultados similares al promedio de los estudiantes de la OCDE, que en su mayoría asisten a escuelas públicas. Menos del 5% de los estudiantes de Chile son capaces de alcanzar los niveles máximos de aprendizaje en la prueba PISA”. El quiebre de la élite con la educación pública en Chile se comienza a producir con los procesos de masificación del sistema escolar, particularmente durante el gobierno de Frei Montalva a mediados de la década de 1960.
Esta realidad puede provocar que muchos políticos que ven estos datos intenten hacerse cargo exclusivamente de la opinión mayoritaria de la ciudadanía, pero les puede pasar que se olviden que la política no solamente está para hacer lo popular, sino también para no perder de vista las cosas importantes de la vida en sociedad. En otros términos, no se trata simplemente de navegar la ola de la opinión pública, sino que se debe contribuir a generar opinión pública para que se vuelva a poner el foco en las cosas que consideramos importantes. Chile también destaca al considerar 19 países miembros de la OCDE que tienen datos comparables. El 1% más rico de Chile aparece concentrando consistentemente al menos 10 puntos porcentuales más que el resto de las elites. “El único país que alcanza un nivel comparable es Estados Unidos y solo desde mediados del 2000”, afirma el estudio.
A nivel territorial, el (Gráfico 5) expone las diferencias interregionales en ambos tipos de pobreza. Las regiones con menos personas en situación de pobreza, tanto por ingresos, como multidimensional son Magallanes, Antofagasta y Aysén. Las regiones con mayor pobreza por ingresos son La Araucanía, Maule y la región del Biobío.